Días de enriquecimiento para el matrimonio

Transcripción

1 Días de enriquecimiento para el matrimonio Las ovejas conocen la voz del Pastor Parte 1 La satisfacción de la vida verdadera Pastor Erich Engler Te invito a ir conmigo al libro de Juan cap. 17. Eres una oveja en el rebaño del Señor? Todos nosotros somos ovejas de su rebaño. Cuántos saben que es bueno serlo? El no querer considerarse una oveja en su rebaño es algo insensato, puesto que lo somos. Sería lo mismo como no querer ser considerados seres humanos, siendo que ya lo somos. Ninguna persona en su sano juicio diría eso verdad? Tú naciste como ser humano, y sabes que lo eres, porque es parte de tu ser. En el reino de Dios es exactamente igual, somos ovejas de su rebaño y lo sabemos. De la cantidad innumerable de especies que hay en el reino animal, Dios compara a sus hijos con las ovejas y no con ningún otro animal. Tú podrías asistir a cursos donde te enseñen como llegar a ser un león o un elefante, y no por eso vas a llegar a ser uno de esos animales. Aunque te estires lo más que puedas, nunca vas a llegar a ser una jirafa por eso. Muchos creyentes piensan que pueden llegar a ser como el león en el aspecto espiritual, pero la Biblia nos habla que solo hay uno, y que es el león de Judá, el cual es Jesús. Él es el único león en lo que al aspecto espiritual se refiere. Nosotros no somos leones en ese sentido y por eso es que no bramamos como tales. Lamentablemente hay bastantes creyentes que se creen que son los leones de Judá y por eso braman durante el tiempo de alabanza, o lo hacen en forma profética. Nosotros no hacemos eso! Si tú, como creyente, piensas que necesariamente tienes que emitir sonidos, el tal debería ser un balido (en el buen sentido de la palabra), ya que eres una oveja de su rebaño. No es necesario que emitas el sonido, solo estoy haciendo la comparación comprendes? Hay muchos creyentes que se comparan con animales, con los cuales no tendrían por qué compararse. Eso les ocasiona problemas, ya que les hace pensar que ellos no necesitan pastor, ni ninguna iglesia local como nos enseña la Palabra. Una forma incorrecta de pensar, les lleva a una forma incorrecta de actuar. Una forma incorrecta de pensar, lleva a una manera errónea de creer, y eso por consiguiente a una confesión equivocada. Es por eso que muchos andan por ahí rugiendo o mugiendo como si fueran animales. La verdad que aprendemos en la Palabra, es que las ovejas necesitan un pastor que las guíe. Yo estoy tan agradecido por el viaje que hice la semana pasada al seminario bíblico donde estudié hace algunos años. Allí pude estar recibiendo alimento espiritual de mis maestros en la fe. Me sentí 1

2 como una ovejita, la cual era llevada de un lugar de pastoreo al próximo, recibiendo continuamente pastos frescos. Allí pude escuchar la voz del buen pastor y, como yo conozco la voz de mi pastor supe de inmediato que la palabra profética que él trajo era dirigida a mí personalmente. Mientras él hablaba esta palabra recalcaba que no era dirigida a todos los que estaban allí presentes en general, sino que era específica para alguien en particular, y yo supe que era para mí. En esa noche se encontraban varios miles de personas en ese auditorio, por lo tanto había ovejas de otros rediles de visita. Pero como yo pertenezco a ese redil, conozco perfectamente el olor de mi redil. Hay un olor a redil muy particular que solo conocemos los que pertenecemos a él. Creo que nos deberíamos guiar más de lo que pensamos por nuestro olfato espiritual. De ese modo distinguiríamos si el mensaje que estamos escuchando es bueno o no para que lo asimilemos. Si aprendemos a usar ese olfato espiritual que Dios nos otorgó vamos a reconocer el maravilloso perfume de Dios y, saber cuándo es Él quién está actuando. Hay olores que deberíamos aprender a distinguir, por ejemplo: el olor del redil, o el perfume de Dios. El haber estado de visita otra vez en el redil al cual pertenezco, me fue de tanta bendición que me dio nueva confianza y ánimo para seguir en la dirección por donde vamos, sabiendo que es el camino correcto. Al escuchar la voz de mi pastor el Señor me confirmó esto. En el evangelio de Juan cap. 17, verso 3 leemos lo siguiente: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. En otra versión se expresa de la siguiente manera: Tener la vida eterna significa: conocerte a ti, el único Dios verdadero, y conocer a aquel que has enviado: Jesucristo. Qué es la vida eterna? Qué es la vida? Sencillamente: conocer a Dios. Cuando conocemos a Dios tenemos vida y poseemos vida eterna. Cada experiencia de sanidad, es una manifestación de la vida de Dios en tu cuerpo. Cada experiencia de salvación, es una manifestación de la vida de Dios en el ser completo de una persona: espíritu, alma y cuerpo. Por otra parte, cada enfermedad, o achaque es una manifestación del espíritu de muerte en el cuerpo de una persona. Dios es vida, por lo tanto lo que produzca enfermedad es una manifestación del espíritu de muerte. Cuanto más y mejor conocemos a Dios cuál va a ser el resultado? El resultado será más vida en nosotros, puesto que si la vida eterna es conocer a Dios y a su enviado Jesucristo, entonces vendrán sobre nosotros todos sus beneficios. Cuanta más sanidad, cuanto más bienestar, cuanta más salud y bendición experimentemos, vendrán como resultado de conocerlo a Él cada vez mejor. Muchas veces, está la tendencia de ver la sanidad o el bienestar como bendiciones que Dios nos otorga por separado. Con esto se presenta el peligro, que muchos busquen la sanidad en vez de buscar al sanador. Del mismo modo está el peligro, que muchos se concentren en buscar el bienestar que viene de parte de Dios en lugar de buscar al benefactor. A menudo pensamos que cuanto más confesamos, soñamos o hacemos determinados rituales vamos a recibir aquello que estamos buscando. Pero, qué es lo que nos dice la Biblia aquí? La vida es conocer a Dios. Cuanto más le conoces a Él tanto más se van a manifestar sus beneficios en nuestra vida. Lo mejor es conocerle a Él tanto cuanto nos sea posible pues así será como se manifestarán sus bendiciones en nuestra vida. Quiero hacer énfasis en lo siguiente: los beneficios de Dios no se manifiestan en nosotros por el hecho de practicar ciertas fórmulas o principios. Si bien hay ciertos principios que practicamos y 2

3 ciertas reglas que cumplimos y está bien que así sea, la manifestación de los beneficios divinos no depende de eso. Lamentablemente hay ciertos creyentes carismáticos que ponen más su fe en la fórmula que en Dios mismo. Ellos dicen que si se confiesa tal y cual fórmula un número determinado de veces sucederá tal y cual cosa. Deberíamos tener más cuidado con oraciones confeccionadas para ser repetidas ya que no es por la fórmula que usemos sino por la fe en Él, cuanto más le conozco tanto mejor se manifiesta su vida en mí. Este es el motivo por el cual comenzamos hoy esta serie: las ovejas conocen la voz de su pastor porque le conocen a Él. Observemos lo que dice en Juan cap. 10, vers, 3 y 4: A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Conocer a Dios significa, saber cómo es que Él habla. Su voz nos es familiar, y por el hecho que la conocemos sabemos cuándo es Él quien nos habla, y cuando no. Si leemos este pasaje más adelante, veremos que dice que las ovejas no siguen la voz del extraño. Escuchar la voz de Dios es algo muy sencillo, no es nada difícil ni complicado. La gran mayoría de los creyentes asocian el oír la voz de Dios con algo difícil, complicado y desafiante. La Biblia no nos dice que las ovejas tienen que esforzarse por reconocer la voz del pastor o que les sea algo dificultoso oírla. Por el contrario nos dice que sus ovejas oyen su voz. El propósito principal de esta serie es ayudarles a los creyentes a identificar la voz de Dios de una manera simple y fácil. Ayudar a cada uno para que aprenda a escuchar cada vez más claro la voz de Dios y a reconocer la diferencia entre su voz y las otras voces que vienen a nuestros oídos. En resumen: conocer a Dios cada vez mejor. La verdadera vida cristiana es conocer a Dios y escuchar su voz. Si tú alguna vez en tu vida cristiana has escuchado la voz de Dios hablándote a tu espíritu por medio del testimonio interior, sabes que es una experiencia maravillosa. Si tú has hecho esa experiencia sabes de lo que estoy hablando. Es algo que te gratifica y te catapulta a un nivel de gozo y satisfacción en la vida. Te da poder para enfrentar los problemas de la vida. No hay nada más gratificante o incomparable para los creyentes, que el oír la voz de Dios. No debemos permitir ser engañados, la verdadera satisfacción no viene porque hayamos recibido sanidad o algún tipo de bienestar, ni siquiera porque nuestros pecados hayan sido perdonados. El perdón de pecados no es lo máximo que podemos experimentar como creyentes, sino que la Palabra nos enseña que la vida eterna es conocer a Dios. El perdón de pecados es lo más importante que un pecador puede experimentar, aquellos que vienen a Dios cargados de pecados experimentan algo tremendo cuando estos les son perdonados. Sin embargo, para los que ya son creyentes, aquellos que están en Cristo, a quienes sus pecados ya les han sido perdonados, la experiencia más relevante es conocer a Dios. Conocer a Dios significa al mismo tiempo: reconocer su voz. Si alguna vez hemos hecho esa experiencia deseamos que esta se repita una y otra vez. 3

4 A propósito, una de nuestras series sobre este tema se titula: Oyendo la voz de Dios y está a disposición para descargar gratuitamente, en nuestra página de Internet. Oír la voz de Dios nos llena de completa satisfacción. Mi deseo permanente es, oír la voz de Dios en cada circunstancia de mi vida. Oír la voz de Dios significa ser guiados por su Espíritu. Justamente otra de las series que ofrecemos en nuestra página se titula: Spirit led life. Cuanto más escuchamos su voz y más obedecemos lo que Él nos dice más éxito tenemos en la vida. En el pasaje del libro de Juan cap. 10, donde nos habla del buen pastor, nos muestra que él desea dar su vida por sus ovejas, eso significa que, él desea para ellas, la mejor calidad de vida. Yo creo con todo mi corazón, que ese buen pastor que es Jesucristo, desea darnos satisfacción en la vida. Lamentablemente, demasiado a menudo y casi en forma constante, se leen en distintos foros en internet sobre las posibles cosas negativas que pueden sucederle a un creyente. Allí se escribe, que la Biblia no nos promete un éxito seguro y que nunca se sabe si esas cosas malas nos pueden tocar a nosotros en suerte, o no. La verdad es, que Jesús vino como el buen pastor para ofrecernos la mejor vida que puede haber, para darnos la mejor esperanza de vida. Todo ello está incluido cuando escuchamos su voz y la obedecemos. Él nos ofrece la mejor calidad de vida que podamos imaginarnos. En el vers, 10 Él nos dice que vino a darnos vida y ésta en abundancia. Esta es la máxima calidad de vida que un ser humano puede experimentar. La mejor vida que puede existir. En el salmo 23 dice que el Señor es mi pastor y no nos habrá de faltar absolutamente nada. Crees realmente, que Él vino para que tengamos una vida en abundancia y sin ningún tipo de carencia? Para poder gozar de esos privilegios debemos ser ovejas en su redil. La gran diferencia entre una vida abundante o no consiste en escuchar su voz y obedecerle. Él dice: mis ovejas oyen y conocen mi voz. La voz de Dios está allí para guiarnos hacia el mejor tipo de vida que puede haber. Ese tipo de vida es posible! Sin embargo, no todos la experimentan. Aún nosotros, que conocemos esta verdad, experimentamos ese tipo de vida solo en parte nada más puesto, que los enormes beneficios que Él tiene para nosotros vienen recién cuando oímos su voz y la obedecemos, cuando le conocemos mejor a Él. Esta es la verdadera satisfacción en la vida, ya que cuando oímos la voz de Dios hablando a nuestro interior nos catapulta a niveles espirituales superiores. Recuerdo una experiencia que tuve con el Señor hace unos cuantos años atrás cuando fui por primera vez al seminario bíblico en los Estados Unidos de América, en Tulsa OK. Yo conocía al pastor Kenneth Hagin por sus libros, había leído varios de ellos. Su ministerio y su vida me eran algo familiar, a causa de la lectura de sus libros. En el año 1994, me decidí a asistir por una semana al seminario bíblico, para conocerle personalmente. Si bien yo le conocía por los libros, quería conocerlo personalmente. Yo había ahorrado lo suficiente como para costearme el viaje y el gozo de poder llegar allí era muy grande. Recuerdo que cuando llegué, y pude sentir la paz de Dios en aquel lugar, me sentí como que había llegado a mi hogar, ese era el lugar donde yo pertenecía, ese era mi redil. Estando allí, recuerdo que entre las muchas reuniones que había, yo no me quería perder la tarde en la escuela de sanidad donde ministraba el Rev. Keith Moore, puesto que era una de las más importantes. Yo era muy joven en la fe, y no conocía todavía muchas cosas, pero sentía el deseo de asistir a ese seminario bíblico por algunos años. Yo no sabía si era solo mi idea, o algo de parte de Dios. En ese tiempo, yo no sabía distinguir cuando era la voz de Dios que hablaba a mi interior, y cuando no. 4

5 Aquel día estaba sentado yo allí en medio de un gran auditorio esperando que comenzara la reunión con Keith Moore. Todos a mi alrededor platicaban entre sí y había un cierto murmullo en el ambiente. De pronto sentí, por primera vez en mi vida, la voz de Dios hablando a mi interior. Yo escuché textualmente lo siguiente: Es mi voluntad que tú curses este seminario Para mí fue tan real y audible, que me di vuelta hacia ambos lados pensando que alguien me hablaba. Casi que quise preguntar a los que estaban al lado mío si ellos también habían escuchado lo mismo cuando me di cuenta que cada uno estaba en su propia conversación y no sabían lo que yo estaba experimentando. De pronto me di cuenta que era Dios mismo que me había hablado y me estaba dando la respuesta al interrogante que yo tenía. Su voz fue tan clara y precisa diciéndome que quería que yo visitara ese seminario como alumno regular, que cambió el curso de mi vida de manera radical por los siguientes años. El hecho de haber oído la voz de Dios hablándome de manera tan precisa me elevó a niveles espirituales superiores y me sostuvo en los años que siguieron. Te das cuenta cómo funciona? Hay un cierto nivel espiritual que es básico para cada creyente, pero se puede subir a niveles superiores. Eso sucede cuando escuchas la voz de Dios hablándote a tu corazón. Si vas escuchando su voz una y otra vez te va elevando a niveles mayores. Escuchar su voz te va elevando más y más y tú vas creciendo espiritualmente al punto en que ciertas cosas que escriben determinadas personas en los foros de internet no tienen ningún tipo de relevancia para ti. Ese tipo de experiencia queda grabada en tu corazón para siempre, hasta el final de tus días, eso ya es vida eterna. Esa es la verdadera vida, la que nos vino a traer Jesucristo. Por qué piensas que Jesús dijo, que la vida eterna es conocerlo a Él y al Padre? Si le conocemos, entonces escuchamos su voz, sabemos como Él habla, y nos catapulta a niveles de vida sobrenaturales. Esa es la vida que nos promete nuestro buen pastor. El mayor deseo que debiéramos tener como creyentes, sería escuchar su voz hablándonos en todos los momentos de nuestra vida. Si escuchamos su voz de manera diaria y constante nos va a suceder lo mismo que a Enoc, estamos cada vez más cerca de su presencia que un buen día somos llevados por Él mismo a las moradas eternas. La Palabra nos dice, que Enoc caminó con Dios y que de pronto no estaba más en esta tierra. Él estaba tan compenetrado de la presencia de Dios, que fue ascendiendo cada vez más a niveles espirituales superiores, hasta que fue elevado al cielo, a la presencia misma de Dios. Me puedo suponer, que al escuchar la voz de Dios de manera tan asidua fue siendo elevado tan alto, que fue levantado de esta tierra de forma sobrenatural. Qué significa realmente cuando leemos que Enoc caminó con Dios? Significa conocer a Dios de manera tan íntima y personal, que un buen día nos queremos quedar con Él en su presencia para siempre. Así pasó Enoc a la eternidad, y nadie le volvió a ver. Él conoció a Dios tan bien que Dios mismo se lo llevó con Él. Cuando hablo de conocer a Dios de manera más íntima y personal no estoy queriendo decir que la próxima semana, todos vosotros estaréis gozando de las moradas eternas, sino que hablo de un nivel de vida espiritual superior. Una pequeña palabra personal de nuestro Señor, nos otorga sostén, y nos brinda una mejor calidad de vida. El hecho que el Señor me habló de manera tan clara y concreta diciéndome que asistiera al seminario bíblico, nos sostiene aún hoy a todos nosotros, como iglesia local. La palabra concreta que Él me habló hace un par de años atrás diciéndome que fundara la Iglesia del Internet, nos sigue sosteniendo todavía hoy, y nos llevó a niveles espirituales superiores. Esto 5

6 nos benefició no solo a nosotros aquí como iglesia local, sino a todo el ámbito de habla alemana en los países limítrofes, y por medio de las traducciones al español al mundo de habla hispana en diferentes lugares alrededor del mundo. En Juan cap. 10 verso 4 leemos: Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Y en Juan cap. 17 vers, 3 habíamos leído lo siguiente: Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Eso es lo que nos brinda verdadera satisfacción en la vida. Esa es la vida verdadera. Te das cuenta que para los creyentes hay algo que es superior al perdón de los pecados? Ningún otro beneficio divino va a poder lograr el efecto espiritual en tu vida, como lo que te puede llegar a aportar el hecho de oír su voz hablándote en forma personal. Sobre todo cuando estás pasando por una determinada situación difícil en tu vida, ya sea financiera o de salud: una sola palabra del Señor alcanza para guiarte y ayudarte a salir de ella. Escuchar su voz es tan importante, que ni siquiera es necesario esperar a experimentar un milagro, puesto que ella disipa todo tipo de preocupación de tu mente. Aún si los síntomas están presentes todavía en tu cuerpo, o la cuenta bancaria está en déficit todavía, solo el hecho de haber escuchado su voz te da valor para enfrentar lo que tienes por delante. Como dije al principio, todo beneficio divino es una manifestación de la vida de Dios que viene por conocerle a Él. La solución que estamos esperando está de camino y aún no se ha hecho manifiesta todavía, pero lo decisivo es haber oído su voz hablándonos en forma específica en nuestra situación. Esa es la verdadera vida, la vida eterna! Amén! Si Usted también ha sido bendecido por este mensaje, le animamos a compartirnos un breve testimonio, o simplemente un gracias! Le animamos a escribirnos. Nuestra dirección de contacto es: ministerio@iglesia-del-internet.com Este y otros mensajes, están a su disposición para descargarlos gratuitamente y sin registración alguna en: 6