Pueblos de Granada. La Alhambra LA ALHAMBRA. De Ciudad-Palacio Nazarí a patrimonio mundial. Paisaje y diversidad cultural

Transcripción

1 LA ALHAMBRA De Ciudad-Palacio Nazarí a patrimonio mundial. Paisaje y diversidad cultural El Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife es, sin ninguna duda, la gran referencia internacional de la ciudad de Granada y su principal seña de identidad. Hoy se ofrece como valioso legado patrimonial que presenta una secuencia evolutiva de gran diversidad histórica y cultural que transcurre desde sus orígenes como ciudad palacio de la dinastía real nazarí (siglos XIII-XV), pasa por las transformaciones llevadas a cabo como consecuencia de su conversión en Casa Real cristiana y sede de la Capitanía General del Reino de Granada ( ) y continúa con su temprana valoración como Monumento histórico-artístico en En ella se dan cita el pensamiento y la crítica de la historia de la restauración patrimonial en España, además de convertirse en lugar de inspiración y creación artística, escenario del orientalismo arquitectónico, literario o musical así como moderno destino turístico de masas en la actualidad. Un ejemplo significativo de la rica diversidad cultural de Andalucía. Desde 1984 está incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, dándose la circunstancia de ser el único bien de esta naturaleza que gestiona la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través del Patronato de la Alhambra y Generalife, lo que compromete al gobierno regional plenamente con los principios de la conservación y la gestión sostenible de espacios monumentales. No podría explicarse la existencia de esta ciudad palatina sin tener en cuenta el comienzo de una nueva dinastía en el postrero reino nazarí de Granada, que Página 1 de 5

2 aspiraba a legitimar un nuevo linaje y un nuevo símbolo que la identificara. Concebida para ser la sede de la jefatura de un estado, la corte de un poder que se extendía por un territorio determinado, con unas fronteras que delimitaban la existencia de una sociedad adscrita al ámbito cultural andalusí. La ciudad palatina de la Alhambra, a la que se sumarían progresivamente otros palacios y almunias reales, como el Generalife y su dehesa, los Alixares o la almunia conocida como Dar al- Arusa, constituye un auténtico sistema urbano diferenciado de la ciudad de Granada a la que aporta un perfil estético de excepcional belleza. La configuración de esta ciudad palacio se desarrolló a lo largo de más de dos siglos y medio, y constituyó la suma de sucesivos programas edilicios áulicos impulsados por los diferentes sultanes que la gobernaron, destacando especialmente los sultanes Muhammad I, Muhammad III, Ismail I, Yusuf I o Muhammad V, que fueron colonizando la colina de la Sabika, y creando una red de palacios independientes, que se ofrece hoy como una gran unidad territorial y arquitectónica, muestra del postrero arte nazarí y última etapa de la elevada cultura andalusí, en la que se integran de forma única los bellos capiteles, los delicados atauriques y las luminosas albercas repletas de vida y callado movimiento que salpican sus estudiados patios llenos de luz, a los que se suma la riqueza de la palabra, inserta en sus muros y fuentes, que da sentido y orden a la creación de un oasis estético, que ofrece una experiencia patrimonial única, ya reconocida por los viajeros de todas las épocas y configurada como etapa imprescindible del viaje romántico desde el siglo XIX hasta nuestros días. Tampoco puede comprenderse la vida de una ciudad-palacio en este lugar sin tener en cuenta un elemento esencial en la cultura de Al-Andalus como es la provisión de agua. Sin su presencia nada de lo que fue, y continúa Página 2 de 5

3 siendo hoy la Alhambra, hubiera sido posible. Y el agua llegó a la colina de la Sabika gracias a un sofisticado e inteligente sistema hidráulico que permitía su captación desde el río Darro (a más de seis kilómetros de distancia) y su distribución a través de la Acequia Real, como arteria principal, y una red secundaria de acequias menores que, ayudada por norias y depósitos, hicieron posible la transformación de estas tierras en un rico y habitable vergel. El mismo sistema que le permitió concebir sus palacios y jardines con una presencia permanente de agua, tanto visual como sonora, con recursos formales de enorme belleza y simbolismo. Durante siglos se fue urbanizando el territorio amurallado y también las almunias reales del Cerro del Sol, así como otros palacios y jardines que hoy constituyen áreas arqueológicas distribuidas a lo largo del territorio y tributarias de un inteligente sistema urbano que decayó tras la expulsión definitiva de los moriscos. Su extraordinario valor patrimonial se complementa con nuevos espacios que han ido incorporándose en distintos momentos de su historia, ofreciéndose actualmente al viajero como un libro abierto de jardinería y flora ornamental, además de constituir un modelo para entender el carácter doméstico de estas fincas agrarias de los reyes nazaríes concebidas para el descanso y el placer, pero también para su explotación agraria. Probablemente sea también el único conjunto de edificios en el que sus paredes incorporan mensajes precisos que nos ayudan a entender mejor la estética del arte nazarí. Las epigrafías de la Alhambra son códigos de utopía cifrados por los visires-poetas de la Cancillería Real de la corte y fueron creados para perpetuar la gloria de los monarcas que promovieron su construcción. Sus grafías se modulan al ritmo de la espiritualidad que les dió origen, al tiempo que construyen un tapiz de color, ritmo y textura excepcionales que se propaga en todas las estancias palatinas. A ellas se suman los atauriques y lacerías geométricas realizadas en yeso, madera o cerámica, en un apretado catálogo de ricas formas y composiciones delicadas que deben contemplarse con detalle para disfrutar de todas sus posibilidades expresivas A este inigualable conjunto de recintos palatinos y almunias, se suma otro excepcional ejemplo del diseño arquitectónico universal, el palacio de Carlos V. Proyectado y concebido como residencia del emperador Carlos V, en un pulcro y monumental estilo renacentista de naturaleza plenamente italiana. Su patio circular, circunscrito en el cuadrado que describe su planta, es todo un símbolo de Página 3 de 5

4 la cultura humanista puesta al servicio del emperador que un día soñó convertir Granada en la capital del imperio español. Actualmente acoge el Museo de la Alhambra, en su planta baja, y el Museo de Bellas Artes de Granada, en la planta principal, destinándose la capilla y la cripta del mismo edificio a acoger distintas actividades culturales, particularmente exposiciones temporales, conferencias, cursos especializados y presentación de publicaciones fruto de la amplia actividad editorial que realiza el órgano gestor y que está centrada en la investigación científica del Monumento y su divulgación especializada. Además de estas actividades el Patronato de la Alhambra cuenta con una amplia oferta cultural específica y sujeta a programación anual de la que destaca el Festival Internacional de Música y Danza de Granada y el programa Lorca y Granada en los Jardines del Generalife donde música y patrimonio conforman una alianza inigualable. Preocupados por satisfacer la demanda de los distintos tipos de público se han diseñado programas educativos para centros de enseñanza y el programa Página 4 de 5

5 especial Verano en la Alhambra enfocado a vivir una experiencia única e interactiva que mezcla visita y taller experimental destinada a la infancia. Así mismo se ha llevado a cabo la adaptación del tipo de entrada a la demanda de los distintos visitantes que recibe el Conjunto Monumental teniendo en cuenta la edad, ya sean jóvenes, mayores, colectivos especiales y personas con movilidad reducida, etc. Actualmente en este lugar la experiencia del patrimonio se enriquece con un componente sensorial y emocional que no atiende a fronteras ni a convencionalismos históricos ni religiosos. Si una cultura refinada y exquisita, como era la nazarí, la pudo concebir y desarrollar, otra muy distinta, la castellana, la supo mantener y conservar posibilitando con ello que sea el único testimonio que permanece de palacios y jardines medievales islámicos de su tiempo. Si sus fábricas y decoraciones han producido admiración e innumerables imitaciones también han contribuido a hacer posible otras realidades artísticas a partir de su experiencia, desde la literatura a la música, desde la pintura y escultura al diseño y la artesanía, desde la arquitectura a la jardinería, desde la fotografía al audiovisual. A su realidad histórica se le ha sumado otra que la ha trascendido fundiéndose en un presente pleno de contenidos muy diversos que la proyecta y enriquece en su dimensión social y cultural. Monumento, memoria y modernidad han terminado conjugándose en este espacio singular que por sus cualidades y formalización constituye uno de los lugares patrimoniales más excelsos del mundo. Una auténtica invitación a visitarlo. María del Mar Villafranca Jiménez Directora General del Patronato de la Alhambra y Generalife Página 5 de 5