ORACION MISIONERA EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.

Transcripción

1 MES DE LAS MISIONES Intensión especial: por la MISIÓN PROVINCIAL AL PERÚ ORACION MISIONERA EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN. Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos. Esto es más necesario todavía si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz. El mandato del Evangelio: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado» (Mt 28,19-20) no está agotado, es más, nos compromete a todos, en los escenarios y desafíos actuales, a sentirnos llamados a una nueva «salida» misionera, «Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (E.G. 20). Invocación al Espíritu Ven Espíritu Santo y haznos anunciadores de la Palabra a todos los pueblos y culturas, especialmente pedimos este don para nuestras hermanas y laicos, que anunciarán tu mensaje de misericordia y consolación, con entusiasmo, a nuestros hermanos peruanos, en enero del Antífona: Canto al Espíritu Ven Espíritu Santo sobre tu iglesia, Ella tiene la misión de anunciar tu misericordia, corazón palpitante del Evangelio y de proclamarla por todo el mundo, hasta que llegue a toda mujer, hombre, anciano, joven y niño. Antífona: Canto al Espíritu.

2 Ven Espíritu Santo te necesitamos. Para fortalecer el anuncio del Evangelio hasta los confines de la tierra, en las periferias existenciales en las que trabajamos y compartimos con nuestra gente, con los más pobres, nuestros estudiantes, sus familias, los enfermeros, personal auxiliar, de maestranza (Agregar personas desde nuestra realidad) Antífona: Canto al Espíritu. Introducción El discípulo es la persona que ha sido llamada a seguir a su Maestro. Es la persona que viene detrás del Maestro para aprender. Por tanto, es la persona que escucha, que observa los gestos y las acciones de su Maestro para encarnarlas y manifestarlas en su propia vida. Es en consecuencia, una persona humilde que reconoce que no lo tiene todo, que no lo sabe todo y que no lo puede todo. Es la persona sencilla que va en busca de la verdad, de algo distinto que le dé sentido y plenitud a su propia vida. Es la persona dispuesta a aprender y a dejarse hacer. Es quien sabe que, ser discípulo de Jesús, le transforma en misionero ya que no puede dejar de anunciar lo que ha visto y oído. El discípulo, como María Reina de las Misiones, escucha la Palabra y la guarda en el corazón, la medita y la hace parte de sí mismo. El discípulo conoce y vive la Palabra, preguntándose continuamente qué haría Jesús en mí lugar? No se limita solo a conocer sobre Dios, la vida, los demás, etc.; sino que encarna y vive los auténticos valores del Evangelio. Discípulos Misioneros. Esta es la identidad más profunda de la Iglesia, las dos alas que le permiten volar a través de horizontes de vida plena: pertenecemos radicalmente a Dios en Jesús y somos por naturaleza presencia de su misericordia en medio del pueblo. En el fondo, este binomio dinámico discípulos misioneros, místicos y profetas, contemplativos y siervos no resulta ser sino dos caras inseparables de una misma pasión por Cristo y por la humanidad. Canto de acogida a la Palabra. Procesión de la Palabra. Biblia: Para nosotros los cristianos es la Palabra de Dios escrita, el alimento que nos da vida, es nuestro escudo y baluarte. Al aceptar ser discípulos de Jesucristo nos ponemos en la escuela del Evangelio. Ahí encontramos la fuente de nuestro estilo de ser y de hacer misión. Proclamación del Evangelio Mt 13,1-8 Reflexión: Según el texto podríamos deducir que la Palabra de Dios es hablada a varios tipos de gente, sin embargo los resultados serán diferentes, Por qué? nos podemos preguntar,

3 será así mientras sea distinta la calidad del corazón de los que escuchan, púes no se trata solo de oír la Palabra, sino de la forma como la oyes. Podríamos preguntarnos. Para que salió el sembrador a sembrar? Cuál era su objetivo? Si al final no toda la semilla produjo el fruto esperado. Pero en nuestra reflexión: Ni el sembrador, ni las semillas son el enfoque de esta parábola, sino la acogida, y la generosidad al esparcir. Vemos a un sembrador generoso, que en una sociedad escasamente buena esparció semillas de valor sin prestar atención desde nuestro punto de mirada al tipo de terreno en el cual las lanzaba. (Hoy en día diríamos perdida de energía, dinero, tiempo, números negativo, fracaso)... Pero el interés del sembrador no estaba allí en el logro, sino en la generosidad de hacer lo imposible para que no se pierda ninguna y que no falle en producir el cultivo. Si el enfoque es el de una cosecha abundante solamente y no el de dispersar las semillas con generosidad, entonces corremos el riesgo de que abunde la frustración por unas semillas que no producen cosechas. El 16 de este mes, será canonizado nuestro querido Cura Brochero, sacerdote Argentino, quien fue un gran sembrador de la Palabra de Dios, que vivió una verdadera pasión por el Evangelio, que testimonió y transmitió en medio de una considerable transformación cultural en el país. Se dedicó con empeño y con espíritu constructivo a la maravillosa tarea de la evangelización. De su pasión por el Evangelio brotaba también su pasión por sus hermanos y el deseo de brindarles las condiciones de una vida digna. Por eso trabajó incansablemente por levantar templos o capillas, la casa de ejercicios espirituales en la Villa del Tránsito, escuelas y otras obras que aseguraran a todos una existencia que mereciera el título de humana y cristiana. José Gabriel Brochero percibía el triste compromiso de los feligreses con la Palabra de Dios y el estado moral y la indigencia material de la gente hicieron que el "Cura Gaucho" apueste a la tarea de acercar a su gente al camino de la fe. El sacerdote comenzó a llevar a hombres y mujeres a Córdoba, para hacer Ejercicios Espirituales y recorría 200 kilómetros, aproximadamente, cruzaba las sierras en una travesía que le llevaba tres días a lomo de mula y, a veces, con casi quinientas personas en sus recorridas. Un verdadero discípulo misionero de Jesús. Esparcir la semilla, sembrar, sembrar Canto: Sois la semilla u otro (Acogemos el cirio encendido.)

4 Luz: Es la lámpara que ilumina nuestras sendas y caminos para no perdernos, sirve para que sean destruidas las tinieblas de nuestros corazones y así llegue a nosotros la luz verdadera. El texto de la semilla está lleno de luz, de claridad, esta parábola es una palabra de ánimo y consolación. Para que sembremos libremente, con fuerza y seguridad a pesar de aparentes fracasos, debemos confiar y volver a confiar que la proclamación del Reino dará una cosecha abundante a su tiempo, no al nuestro. Nos anima y alegra el poder sembrar generosamente sin importar la clase de tierra, sino el hecho de que algunas semillas caerán en tierra buena y producirán su fruto. todos estamos invitados a «salir», como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar la semilla, el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana. Este 12 de octubre, recordamos la fecha de la muerte de nuestra querida hermana María Teresa González Justo, Paquita. La vida de ella, fue una vida encantadora: prudente, sencilla, amable, humilde, con una confianza ilimitada en el Señor y un gran espíritu de oración. Sólo vivía para Dios y para remediar las necesidades de los demás. La llamaban 'Sor Alegría'. Se pasó la vida contemplando a Dios en el enfermo y apoyaba con su oración y colaboración a las Misiones que se llevaban a cabo en América, su caridad fue sin fronteras: En el silencio del encuentro con Jesús, oía en mi corazón, muy hondo y muy cierto: "Consuela, consuela a mi pueblo". Pero Señor, qué puedo hacer? Basta una vida? Basta mi entrega? Hubiera querido estar en los mil mundos donde el dolor y el hambre de Dios desgarran al hombre, pero yo era limitada y me asustaba sólo de pensar que pudiera ser enviada lejos, más allá del mar, donde, -pensaba, tonta de míque no sabría qué hacer, ni cómo darme... Además, andaba mal de salud... bastante mal. Entonces, me hice misionera desde la distancia. Y todos los enfermos del Sanatorio llegaron a ser misioneros desde sus camas. Ni uno solo rehusó ofrecer sus sufrimientos en bien de los hermanos más necesitados. Rezar por ellos, colaborar con la tiendecita misionera, trabajar en lo que podían para poder enviar alguna ayuda material, llegaron a ser cosas normales en nuestro Sanatorio. Nuestra Casa y la pobre choza de mi cuerpo, vencido casi por la enfermedad, querían aportar vida y sonrisas a otras chozas y a otras vidas... Damos gracias al Señor, el Dios de todo consuelo por regalarnos el testimonio de nuestra venerable Paquita, una gran discípula misionera de la Consolación. Canto: El Amor no tiene Fronteras (Masetero con tierra y un platillo con semillas)

5 En la vida de un misionero, arrojar la semilla es un gesto de confianza y esperanza, por eso cada uno de ustedes tomará una semilla y la depositará en la tierra que está aquí adelante como signo de nuestro compromiso de seguir siendo anunciadores, discípulos misioneros del mensaje y del mensajero que es Cristo. La parábola de la semilla es fuente inspiradora de evangelización. Comunicar la buena noticia a pesar de lo duro del terreno. Así la Iglesia resplandece con el testimonio de tantos que no dudaron en dar su vida en fidelidad a su Señor y a su Evangelio como en la vida de nuestra madre Santa María Rosa Molas, del Cura Brochero, de María Teresa González Justo y de tantos ejemplos de incansables discípulos misioneros. Hoy tampoco nos faltan cristianos generosos que en tantos lugares siguen celebrando y dando testimonio de su fe con profunda convicción, resisten a pesar del costo de un precio más alto. Los que están dando su vida por afirmar su fe como cristianos Música o un canto misionero. Gesto pasar a enterrar una semilla. (Masetero con tierra y semillas) Sin embargo cuando el corazón es bueno, limpio, sencillo y bien dispuesto, es cuando se comprende bien la Palabra, es como la tierra buena capaz de hacerla germinar y dar frutos en abundancia. Oír la Palabra no es suficiente, ésta además debe comprenderse, asimilarse, para que sea fructífera. Para que la semilla produzca muchos frutos, la tierra tiene que tener vitalidad para superar todos los inconvenientes que se dejarán caer en ella, es así como nosotros debemos estar bien preparados para que la Palabra produzca fuerza para que se multiplique. Por esa razón es preciso que nos preocupemos de labrar la tierra de nuestro espíritu, para que pueda recibir la semilla, entonces nos debemos de entusiasmar con la lectura y la profundización de la Palabra de Dios. Pero además, Jesús nos quiere hacer buenos sembradores, El espera que nos encarguemos de llevar la semilla evangélica a todo lugar, es decir que repartamos con generosidad la semilla. Dependerá de nosotros cuanto produzca 100, 60 o 30 por uno. Oraciones de intercesión o reflexión espontánea para compartir. 1. Por los misioneros presentes en medio de los que aún no conocen el Evangelio, para que no decaigan sus fuerzas en la búsqueda de que todos se salven y experimenten el amor del Señor. 2. Por todas las misiones que se realizan en la Iglesia universal de forma especial por las misiones ad gentes, una grande e inmensa obra de misericordia tanto espiritual como material, por la Misión de la provincia los Andes en Perú, por quienes la están preparando y por quienes van a participar para que el Señor

6 los haga sembradores incansables de su Palabra entre los hermanos del Perú y por la gente que va a recibir el mensaje de Consolación, para que el Espíritu Santo abra sus corazones y los transforme en tierra fértil que produzca muchos frutos. 3. La misericordia hace que el corazón del Padre sienta una profunda alegría cada vez que encuentra a una criatura humana; desde el principio, él se dirige también con amor a las más frágiles, porque su grandeza y su poder se ponen de manifiesto precisamente en su capacidad de identificarse con los pequeños, los descartados, los oprimidos. 4. Para que seamos capaces de poner más interés en las personas que en las estructuras, utilizando todos los recursos humanos y espirituales a nuestro alcance para favorecer la armonía, las relaciones, la paz, la solidaridad, el diálogo, la colaboración y la fraternidad. 5. Por la Iglesia pueblo Santo de Dios para que realice el servicio materno de la misericordia, que tanto ayuda a que los pueblos que todavía no conocen al Señor y a quienes aun conociéndolo ignoran su presencia. Despedida Que Santa María, icono sublime de la humanidad redimida, modelo misionero para la Iglesia, enseñe a todos, hombres, mujeres y familias, a generar y custodiar la presencia viva y misteriosa del Señor Resucitado, que renueva y colma de gozosa misericordia las relaciones entre las personas, las culturas y los pueblos. Canto final Compromiso: Rezar todos los días: Tres Ave María por la Misión de Enero en el Perú.