LAS MURALLAS DE ALCIRA

Transcripción

1 LAS MURALLAS DE ALCIRA María Simó García 3º B. Grado Historia del Arte Asignatura: Historia y Gestión del Patrimonio Artístico

2 Sumario: 1. Introducción. 2. La ciudad bajo la dominación musulmana. 3. Desarrollo del monumento: Trazado del circuito defensivo, remodelaciones y restauraciones. 4. Opinión personal. 5. Bibliografía.

3 1. Introducción: Este trabajo que voy a realizar se centra en el circuito amurallado de la ciudad valenciana de Alzira. Con este trabajo llegaré a exaltar la gran importancia que tuvieron para la ciudad esas murallas. Uno de los objetivos de este trabajo es exponer un poco de la historia que rodeó a la Villa de Alcira durante la invasión musulmana y la posterior conquista por los cristianos, y sobre todo, el principal y más importante de los objetivos de este trabajo es mostrar los sucesos que ha padecido el circuito amurallado con las distintas intervenciones. 2. La ciudad bajo la dominación musulmana: Los musulmanes conquistan la ciudad bajo las órdenes de Abdelaziz en el año 714 y dan a la Villa el nombre de Al-Yazirat Suquar (en español, La Isla del Júcar). El topónimo Al-Yazirat refleja la circunstancia geográfica de la antigua Villa; un núcleo de población amurallado y rodeado por las aguas de los ríos Xúquer y Barxeta. Durante el dominio musulmán, Alcira fue una población muy importante que llegó a tener gobernación propia. La ciudad fue un foco destacado de diversas rebeliones, desde la conquista islámica en el año 714 hasta el año 1243 con la llegada de Jaime I, se originaron una serie de secuencias históricas, que son las siguientes: en el año 1091 llegaron los almorávides y el Cid Campeador, en el año 1125 Alfonso I El Batallador, después vinieron en el año 1170 los almohades, y por último en el año 1243 Jaime I. Cuando Jaime I ocupó la ciudad de Valencia tomo las tierras hasta el límite del Júcar, lo que hizo fue firmar una tregua con los musulmanes. Esta tregua duró hasta el 25 de diciembre de ese Cumplida la fecha de esa tregua, Jaime regresó a Valencia y se dispuso a terminar de conquistar todo el territorio. Esos preparativos asustaron al Arráez de Alcira, que abandonó la ciudad y con sus guerreros se refugió en Murcia. Es indudable que los ciudadanos musulmanes alcireños, confiaban en el valor defensivo de su circuito amurallado, y al menos jugaron la baza política de la supervivencia o de la negociación. La postura de los musulmanes se sintetiza en dos conceptos: la postura heroica (resistir a toda costa) y la postura política. Frente al Cid y a Alfonso el Batallador se impuso la resistencia desesperada. Alcira hubo padecido el saqueo y la destrucción. Pero ante el avance de los almohades o de Jaime I prefirieron negociar. Para poder defender su territorio de aquellas rebeliones y también de las fuertes avenidas del río, los musulmanes levantaron las murallas, que aislaban estratégicamente la población.

4 3. Desarrollo del monumento: trazado del circuito, remodelaciones, deterioro y restauraciones. Conforme los planos viarios de 1864 y 1870, a través de unas noticias aportadas por Julián Ribera, y por las últimas excavaciones realizadas por el arqueólogo municipal Agustín Ferrer, y además por los restos que se pueden observar en la actualidad en las calles se puede inferir el trazado original del circuito defensivo. Frente a la división de los caminos que conducen a Algemesí y Alberique se alzaba una fortificación que preservaba el acceso al puente de san Gregorio, que permitía el acceso a la población. Por su izquierda, rodeando el cauce, transitaba un muro reforzado por unos siete torreones. Pasada la calle de Carniceros, se seguía prolongando la muralla y los torreones (actualmente la calle de Santa Teresa), hasta que alcanzaba la salida de la calle Mayor Santa Catalina. A partir de aquí se levantaban unos baluartes defensivos que protegían el Puente de San Bernardo (actualmente se encuentra en la llamada Avenida de los Santos Patronos). Desde el puente, y pasada la calle Costa, vuelve a aparecer el contorno de la muralla, contando cinco torres hasta llegar a la calle del Imagen del libro: Estudios artísticos I de Bernardo Montagud Piera. Año Saludador. En la zona de la plaza del mercado se cuentan tres torreones más, y por último, una extensión de 255 metros de muralla y ocho torreones por el final de la actual avenida de Luis Suñer, cerrándose el circuito por el puente de San Gregorio. A continuación, voy a proceder a mencionar las etapas que ha tenido esta construcción defensiva, empezando por las reparaciones o remodelaciones que se hicieron para mejorar y favorecer la defensa, y siguiendo por el deterioro y demolición, y por último, terminar con las dos últimas restauraciones que se realizaron ya a finales del siglo XX. En este apartado vamos a poder ver como tuvo unos grandes momentos de protagonismo, aunque también tuvo una gran pérdida de razón o de valor, debido al cambio de mentalidad social a finales del siglo XIX y del siglo XX. Ese cambio de mentalidad fue debido a la evolución de la ciudad, a que se estaba produciendo un crecimiento urbano. En primer lugar, mencionar que en el siglo XV, después de la muerte de Martí l Humà, se refuerzan los muros y los postigos de la Villa. Se dio la orden de que las torres y los muros se reforzaran y se repararan.

5 La siguiente noticia que nos ha llegado es que durante la primera mitad del siglo XVI, con el motivo de las guerras de las Germanías, se necesitaban unas obras para la adecuación de las defensas de la población. Pero fue en la segunda mitad del siglo, en 1544, cuando se solicita la reparación de la fortificación. Esas obras debieron de durar mucho, ya que se tienen noticias de que en 1552 se realizó un foso para poder adaptar mejor la muralla, pero desgraciadamente esto provocó que se cayeran varios lienzos de la muralla. En 1721 se diseñó una nueva fortificación en la Villa, de la cual se conserva en el archivo militar un plano del proyecto. La muralla se tuvo que reconstruir para poder recuperar su aspecto militar, debido a las continuas avenidas del río. El resultado final fue que la muralla islámica se conserva entera enterrada bajo el añadido cristiano. Ahora, voy a hablar de un periodo en el que se produce la mayoría de demolición de la muralla y también de un gran deterioro. La primera noticia que tenemos de ello es en el año 1875 cuando Juan Bautista Duato se le concede un permiso que testimonia el hecho inevitable de que se otorgara el mando a él y al resto de los vecinos para construir sobre los muros, lo que producirá su desaparición final. También en el año 1898 se acuerda el derribo de la muralla que hay entre la casa de Francisco Castells, en la Calle Mayor de Santa María y el muro llamado de la fortaleza y el que limita con la parroquia de Santa María y las cárceles públicas. Y en el año 1899 se acuerda también el derribo de las murallas y portaladas de los puentes de San Gregorio y San Bernardo. En el siglo XX con la modernización de la ciudad, las murallas les causaban a los alcireños muchas molestias, lo contrario que había ocurrido hacia unos siglos antes, ya que les protegía. El testimonio de esas molestias que pudieron causar es la carta que en 1949 se cruzo entre Bellas Artes y Alcira. Ese año el director general de Bellas Artes, comunicaba al ayuntamiento de Alcira que se está formando el catalogo de castillos españoles y un plan de restauración de los que proceda, solicitando que se le remitan los datos de los recintos amurallados que existan en el término municipal de Alcira. En la sesión del 31 de mayo de ese 1949, se acuerda contestar a la expresada comunicación en sentido negativo, por no existir en la localidad ni en su término ningún edificio que reúna tales condiciones. El ayuntamiento ocultaba la existencia de más de 255 metros de muralla. Ahora, ya entrando en el periodo en el que se cambio la mentalidad de la población, y gracias a ello se pudo llevar a cabo unas ciertas restauraciones que han podido salvar una parte de los muros y torreones de la muralla. Fue el 10 de diciembre de 1973 cuando se presentaba el proyecto de restauración de las murallas de la ciudad, a la dirección de Bellas Artes-Patrimonio Artístico Nacional. Lo que se quería hacer en esta restauración es restaurar solo una parte, lo suficientemente significativa para poder transmitir el mensaje histórico de lo que la ciudad fue en generaciones anteriores.

6 Ya en 1975 se realizó la restauración, en la cual se limitó a demoler parte de las casas colgadas, estucar los paramentos, reconstruir artificiosamente media torre. De esta restauración se encarga el arquitecto José María Sánchez. Este arquitecto anota en sus cuadernos: La construcción de las murallas data de los Siglos VIII y IX La constitución es de mampostería de cal y arena con piedra irregular. Tiene partes de adobes y zonas donde se emplea la argamasa, con encofrados de madera. El sueño de esta restauración no se cumplió. Tan solo se demolieron algunas de las casas colgantes sobre la muralla, procediéndose, no a una consolidación interior-exterior de la muralla, sino a la recomposición del almenado y al estucado del paramento. Pocos años después de la restauración los muros se empezaron a desconchar, escupiendo el caparazón de argamasa con que se revistió apresuradamente su textura de siglos. Entre 1987 y 1988 Agustín Ferrer Clarí realiza en el solar donde había estado el mercado de la segunda mitad del siglo XIX, campañas arqueológicas para detectar la existencia de la muralla atravesando por medio del espacio a urbanizar y no bordeándolo. El hallazgo no consistió solo en localizar el lienzo de la muralla de esta zona, sino que comprobaron que había una superposición de estructuras. El enterramiento del cuerpo de la muralla motivó la construcción de un nuevo muro encima, con el objetivo de recuperar nuevamente el papel del escudo militar. Se tenían que adoptar mesuras para recuperar nuevamente ese escudo militar, y por tanto, o se Fotografía extraída del capítulo de: Les muralles d Alzira, escut de la ciutat i clau del Xúquer de Agustín Ferrer Clarí. rebajaba toda la superficie que rodeaba la fortificación, o se hacia una nueva muralla. Lo que se decidió fue aprovechar la antigua muralla como cimentación, se montaron más cajones de encofrados hasta conseguir la altura suficiente. En estas campañas arqueológicas en un principio pensaban que la muralla era totalmente islámica y que había estado prácticamente derribada por las construcciones que se iniciaron en el siglo XIX y que continuaron en el XX, que he comentado anteriormente en el trabajo. Pero en estas últimas excavaciones llevadas a cabo por el arqueólogo municipal Agustín Ferrer, se pudo determinar que la muralla islámica quedaba entera bajo el recreado cristiano, que era el que había sufrido el corte superior. Como evidencias de la muralla islámica tenemos en la cara exterior del lienzo descubierto en las excavaciones del mercado, las técnicas constructivas: vemos el escalón correspondiente a la muralla islámica, de mas grosor que la cristiana, y también vemos el tramo de muralla islámica que no fue anulado, sino que se respetaron entubando el paso y construyendo por encima de él con la misma altura que el resto. Por tanto hay que marcar que la muralla islámica pertenece a los siglos XI-XII. Las características de esta muralla islámica son los encofrados compactos de piedra y mortero de cal. Los cajones de 2,30 metros de longitud, 2,30 metros de grosor y 0,85 metros de altura.

7 Por otra parte, la muralla cristiana construida encima de la islámica data de los siglos XVI-XIX. En la siguiente fotografía se muestra la zona restaurada llevada a cabo en las campañas del arqueólogo Agustín Ferrer. 1. Murallas islámicas. Siglos XI-XII. 2. Murallas cristianas, levantadas sobre las anteriores. Fueron demolidas en parten en el siglo XIX para laexpansión urbana. 3. Paso de ronda (s. X-XIII), entre el recinto amurallado y las viviendas. 4. Espacio reservado a la vigilancia de la ciudad. 5. Intramuros: esta parte corresponde a la medina islámica, y a partir del siglo XIII a la Vila cristiana. 6. Ermita de la sangre. (SS.XV-XVI). 4. Opinión personal: Torreón del perímetro amurallado de la avenida Luis Suñer. Fotografía propia. El tramo de murallas que se encuentra al final de la ciudad, en la avenida Luis Suñer, a mí parecer no se encuentra en un buen estado. Aún quedan muchos restos de esas casas colgadas que lo que hacen es degradar las murallas. Este tramo está un poco abandonado, los muros de las murallas terminan siendo víctimas de los grafitis. Es una lástima ya que están muy bien ubicadas, se encuentran en un parque amplio y lleno de vegetación. Al final del tramo de estas murallas se observa el trozo que está sin excavar y que se va reduciendo en tamaño por que las casas están construidas sobre ellas. En cambio, el tramo de murallas donde se ubicaba el mercado del siglo XIX se encuentra en mejores condiciones. Esto se debe a que fue el último tramo que se restauró. Se encuentra en pleno centro de la ciudad y muy bien integrado con el

8 espacio. Esta integración se consiguió colocando una plaza en la parte interna de los muros y muchos accesos a ella. Consiguieron una buena integración también porque hicieron una simulación del rio Júcar justo delante del recinto amurallado, ya que el río en un principio pasaba por allí. Hace unos pocos años se decidió cerrar el acceso a los intramuros ya que a lo largo del día pasaba mucha gente por la zona y podía producirse alguna alteración. Pero todavía hay una zona que se ve en la fotografía por la que, sobre todo niños, acceden a la parte superior de los muros pudiendo correr por ellos y poner en peligro, tanto a ellos como a las murallas. 5. Bibliografía: - MONTAGUD PIERA, Bernardo (1989): Alcira. Estudios artísticos I. edita: comisión falla plaça Major d Alzira - MONTAGUD PIERA, Bernardo (1982), Arquitectura militar. El circuito amurallado. En: Alcira arte en su historia. edita: asociación de padres de alumnos del I.N.B. Rey Don Jaime. Alcira - MONTAGUD PIERA, Bernardo (1982): Alzira mito, leyenda, historia.. edita: asociación de padres de alumnos del I.N.B. Rey Don Jaime. Alcira - FERRER CLARÍ, Agustín (2002), Les muralles d Alzira, escut de la ciutat i clau del Xúquer. En: castells, torres i fortificacions en la Ribera del Xúquer, PUV, p BÉRCHEZ GÓMEZ, Joaquín (1983): Catálogo de monumentos y conjuntos de la comunidad valenciana. edita: València: Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, Servei de Patrimoni Arquitectònic. - ANDRÉS I PASCUAL, Salvador (1982): poesía i poetes d Alzira. edita: falla Sants Patrons