Orientación sobre la participación de los países

Transcripción

1 Orientación sobre la participación de los países (Diciembre de 2016) 1. Introducción La Agenda 2030 exhorta a todos los países y todas las partes interesadas a que se reúnan en una asociación de colaboración para ofrecer un desarrollo sostenible a todos, especialmente a los más vulnerables. La Alianza Mundial para Poner Fin a la Violencia Contra los Niños ( Poner Fin a la Violencia ) convoca a los gobiernos, los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, los grupos religiosos, el sector privado, las fundaciones filantrópicas, los investigadores, los académicos y los niños, niñas y adolescentes para: 1. Establecer y mantener la voluntad política necesaria para lograr los ODS, promoviendo estrategias basadas en pruebas empíricas que den lugar a reducciones cuantiosas, sostenidas y mensurables de la violencia contra los niños 2. Trabajar junto con los asociados para acelerar las acciones a fin de hacer frente a la violencia que sufren los niños, con un enfoque inicial en los países que deseen liderar el movimiento para poner fin a la violencia 3. Fortalecer la colaboración entre los países de manera multilateral y bilateral, así como con la sociedad civil y otras partes interesadas. Poner Fin a la Violencia colaborará con las asociaciones existentes y complementará sus esfuerzos. Poner Fin a la Violencia es una plataforma que busca establecer y fortalecer un movimiento para eliminar la violencia contra los niños en todas partes y en todas sus formas. Poner Fin a la Violencia depende de la participación efectiva de sus asociados en todos los niveles (la palabra asociados se refiere tanto a los Asociados como a los Miembros, tal como se describe en la Política de Participación de las Partes Interesadas). A lo largo de este documento, todas las referencias a Poner Fin a la Violencia implican el trabajo conjunto de la Alianza: las organizaciones y los gobiernos asociados, y la Secretaría. En casos específicos, se destaca el papel de la Secretaría. INSPIRE, un conjunto técnico de siete estrategias para prevenir la violencia contra los niños, es un elemento central de la estrategia Poner Fin a la Violencia. Todos los esfuerzos para acelerar la acción a nivel nacional deberían reforzar las iniciativas existentes, incluyendo la implementación de INSPIRE, y otras coaliciones y asociaciones como WePROTECT, Together for Girls, Girls No Brides y la labor que está llevando a cabo en los entornos humanitarios la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria y el Ámbito de Responsabilidad de la Protección de la Infancia. Esta nota de orientación explica cómo los gobiernos pueden comprometerse con Poner Fin a la Violencia en calidad de Asociado o Miembro. Establece los pasos que los gobiernos necesitan seguir para optar por convertirse en Asociados mediante la condición de pioneros, y lo que se espera de ellos. También explica el papel de la Secretaría en la participación de los países. La nota de orientación se basa en los borradores anteriores de Orientación para los países pioneros (noviembre de 2015) y la Estrategia para poner fin a la violencia (julio de 2016). Se basa en las experiencias en los países durante los últimos meses y se elaboró mediantes consultas con el Comité Ejecutivo para poner fin a la violencia, que fue el que lo aprobó. Se actualizará periódicamente sobre la base de la experiencia y las nuevas pruebas.

2 2. Todos los países Los gobiernos se han comprometido con las metas de los ODS y, por lo tanto, con la implementación del ODS16.2 y las metas relacionadas. De conformidad con la Política de Participación de las Partes Interesadas de la Alianza Poner Fin a la Violencia, los gobiernos pueden comprometerse con Poner Fin a la Violencia como Asociados y Miembros. Como Asociados pueden participar de dos maneras: 1. Expresando su compromiso público para apoyar externamente Poner Fin a la Violencia como donante o convocante y/o 2. Asumiendo el compromiso público de convertirse en un país pionero, lo que implica llevar a cabo un amplio esfuerzo multisectorial para poner fin a la violencia contra los niños en el país. Para ser considerado un Asociado de Poner Fin a la Violencia se debe presentar una expresión oficial de interés a la Secretaría en la que se especifiquen los compromisos para poner fin a la violencia contra los niños. A continuación se describen los criterios para ser un país pionero. Se entiende que las decisiones sobre los compromisos internacionales y nacionales en torno a ésta y otras cuestiones involucran a diferentes partes del gobierno en la mayoría de los países. No obstante, se espera que todos los países adopten el objetivo de poner fin a la violencia contra los niños, tanto a nivel nacional como internacional. Los gobiernos también pueden comprometerse como Miembros de Poner Fin a la Violencia patrocinando públicamente la misión y los principios de Poner Fin a la Violencia tanto dentro de sus fronteras como en el plano internacional. Sobre la base de un modelo de carta proporcionado por la Secretaría, los Gobiernos Miembros pueden explicar su compromiso. El cumplimiento de los compromisos de los Asociados se evaluará de manera periódica, y esto incluye realizar declaraciones públicas en las cumbres para encontrar soluciones. Se alienta a otros gobiernos, incluidos los Miembros, a que utilicen los mecanismos de presentación de informes nacionales, regionales e internacionales vinculados a los ODS y al Comité de los Derechos del Niño, así como otros mecanismos de presentación de informes, para informar sobre la aplicación de la meta 16.2 de los ODS y las metas relacionados con la violencia contra los niños. Esta sección proporciona orientación general a todos los países que deseen acelerar sus acciones a nivel nacional o subnacional para poner fin a la violencia contra los niños. Los países pueden dar prioridad a ciertas actividades con respecto a otras y adaptar los compromisos a su contexto específico. En la sección 3 se describen otras expectativas de los países pioneros. Fortalecer la apropiación, la coordinación y la planificación Poner Fin a la Violencia reconoce que en muchos países ya hay una capacidad de liderazgo para poner fin a la violencia contra los niños y se han realizado inversiones al respecto a escala nacional. Por lo tanto, se alienta a todos los países a adaptar la implementación de ODS16.2 y sus objetivos relacionados a los contextos políticos, culturales y sociales específicos, al mismo tiempo que tienen en cuenta las estrategias de prevención y respuesta basadas en pruebas empíricas. Esto dará como resultado una planificación multisectorial, dirigida a diversos públicos, que se basará en los esfuerzos existentes y en un compromiso renovado para intensificar los esfuerzos orientados a poner fin a la violencia contra los niños. A. Designar un coordinador gubernamental de alto nivel La práctica actual sugiere que el nombramiento de un coordinador gubernamental de alto nivel para coordinar un enfoque que abarque al gobierno en su conjunto a fin de poner fin a la violencia contra los niños puede servir para impulsar la acción. Las personas de enlace deben tener el mandato y los recursos necesarios para coordinar los esfuerzos dentro del ministerio donde trabajan y entre los otros ministerios pertinentes. Estas personas de enlace orientarán a un grupo de asociados del gobierno, las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado y la docencia para que la tarea de poner fin a la violencia contra los niños se convierta en una prioridad nacional y se traduzca en intervenciones adecuadamente financiadas, ejecutadas y evaluadas. Idealmente, las personas de enlace tendrán un personal que les asista, o recibirán apoyo de los asociados principales. B. Fortalecer y crear plataformas con múltiples partes interesadas En muchos países ya existen plataformas nacionales/ subnacionales de coordinación para la protección de la infancia, o para poner fin a la violencia contra los niños. Estas plataformas dependen a menudo de una comisión o un organismo interinstitucional sobre los derechos del niño o sobre la implementación del ODS. En otros casos, estos organismos funcionan de forma independiente. Si no existiese una plataforma, o si las existentes no incluyen a los sectores o partes interesadas principales y es necesario fortalecerlas, la Secretaría puede compartir información sobre cómo otros países pioneros han establecido unas plataformas efectivas. Además, la Secretaría puede recabar page 02

3 el apoyo de otros asociados de Poner Fin a la Violencia que trabajen en el país. Será importante que estas plataformas: a) sean multisectoriales e incluyan servicios sociales, de salud, de educación y de aplicación de la ley; b) estén compuestas por múltiples partes interesadas y formen de ellas parte el gobierno, la ONU, la sociedad civil, los niños, los docentes, los donantes y entidades del sector privado; c) sean incluyentes (es decir, que aseguren la participación de grupos excluidos); y d) estén claramente relacionadas con las estructuras vinculadas a la implementación general de los ODS a nivel nacional. De esta manera, agruparán a todos los involucrados en la prevención y respuesta a la violencia contra los niños, y trabajarán con ellos. Con el fin de establecer una plataforma de coordinación, se debería hacer una lista de los asociados y distribuirla ampliamente. La coordinación entre sectores y grupos de partes interesadas permite a todos los que participan en la lucha contra la violencia contra los niños contribuir con su experiencia particular, unidos por objetivos comunes y guiados por una división del trabajo. Este enfoque también fortalece los sistemas nacionales y subnacionales a largo plazo. El mantenimiento de la plataforma de coordinación a nivel nacional y/o subnacional, mediante el fomento de la participación de los asociados y la ampliación de los recursos, es fundamental para su éxito. Ejemplo de asociados que participaron en la elaboración del Plan de Acción Nacional de Tanzanía para Acabar con la Violencia contra las Mujeres y los Niños. 1. Gobiernos: Ministerio de Salud, Desarrollo Comunitario, Ancianos, Género y Niños; Ministerio de Educación; Ministerio de Asuntos Constitucionales y Jurídicos; Ministerio del Interior; Ministerio de Información, Juventud, Cultura y Deporte; Ministerio de Relaciones Exteriores; Ministerio de Bienestar Social; Ministerio de Finanzas; US CDC; USAID; Comisión Europea; Canadá; DFID 2. Organizaciones de la ONU: OIM; UNICEF; UNFPA; ACNUR; ONU Mujeres; Banco Mundial; OMS 3. Sociedad civil: Tanzania Child Rights Forum; Tanzania Social Action Fund; Railway Children; Servicios Católicos de Socorro; Equipo PACT; Plan Internacional; Restless Development; Save the Children; Aldeas Infantiles SOS; Terre des Hommes; Visión Mundial (20+) 4. Sector privado: Fundación Aga Khan; Fundación Oak; FHI Docencia: Instituto de Trabajo Social 6. Niños: Consultas con niños facilitadas por las OSC. Reforzar la recopilación de datos En muchos países no existen datos de alta calidad sobre la violencia contra los niños. Estos datos no se recopilan ni se comparan sistemáticamente; además, por lo general no abarcan todas las formas de violencia contra los niños. Un importante primer paso para los países es mejorar la recopilación, el análisis y el monitoreo de datos. En los últimos años ha aumentado el número de encuestas sobre la incidencia de la violencia contra los niños. Dos de ellas la Encuesta Nacional de Exposición a la Violencia de los Niños (NatSCEV) y la Encuesta sobre la Violencia contra la Infancia (VACS) miden la gama completa de tipos, ubicaciones y perpetradores. Existen otras herramientas que miden la exposición a varios tipos de violencia. Entre otros ejemplos caben destacar los siguientes: Encuestas Agrupadas de Indicadores Múltiples (MICS); Estudios sobre la experiencia adversa de la niñez (ACE); Estudios de Medición del Nivel de Vida (LSMS); Encuestas Mundiales sobre la Salud de los Niños en Edad Escolar (GSHS); Encuestas sobre el comportamiento de la salud en los niños en edad escolar (HBSC); y las Herramientas ISPCAN de Detección de Abuso de Niños (ICAST). Las Oficinas Nacionales de Estadística suelen tener la responsabilidad principal de fortalecer y desarrollar los sistemas de recopilación de datos sobre la violencia contra los niños. La persona de enlace del Gobierno y la plataforma de coordinación trabajarán en estrecha colaboración con la Oficina Nacional de Estadística. Poner Fin a la Violencia trabajará de cerca con UNICEF como organización de las Naciones Unidas que custodia el ODS16.2 y con grupos y coaliciones como Together for Girls, CDC de los Estados Unidos, ONUDD, OIT y OMS para apoyar a los países a fortalecer la recolección de datos. Convertir los datos en acción es tan importante como recopilar los datos. La Herramienta de Datos para la Acción, de la Encuesta sobre la Violencia Contra los Niños (VACS), está diseñada para este propósito. Su objetivo es difundir sus conclusiones a una amplia gama de partes interesadas que pueden tomar medidas para prevenir y responder a la violencia contra los niños. Poner Fin a la Violencia fomentará el desarrollo y uso de formas innovadoras de recolección de datos, incluyendo el uso de grandes datos y medidas cualitativas. page 03

4 Establecer la hoja de ruta nacional Una hoja de ruta es un documento de alto nivel que establece prioridades y compromisos, e incluye puntos de acción dentro de un plazo. Detalla las partes responsables y las implicaciones en materia de recursos. Una hoja de ruta resume los resultados que un país espera lograr y cómo se evaluarán estos resultados. La elaboración de una hoja de ruta ayuda a armonizar las estrategias de aquellos que trabajan en diferentes sectores y aclara la función que todos los niveles de gobierno y otros interesados desempeñarán en la prestación de servicios. Las hojas de ruta y la información procedente de los sistemas de datos deberían reforzarse mutuamente. En conjunto, deben indicar dónde está ocurriendo la violencia, cuáles son los grupos de mayor riesgo y cómo se está monitoreando el progreso. Idealmente, la recopilación y el análisis de datos deben preceder a la formulación de la hoja de ruta. Sin embargo, cuando no se disponga de estos sistemas de recopilación de datos, se podrían elaborar primero las hojas de ruta nacionales, lo que exigiría una mayor capacidad de recopilación de datos. Muchos países ya cuentan con planes y estrategias pertinentes (por ejemplo, para poner fin a la violencia contra los niños, proteger a los niños, poner fin al matrimonio infantil, el trabajo infantil, la trata de niños, la mutilación/ablación genital femenina, etc.). En lugar de duplicar estos planes y estrategias, la hoja de ruta puede utilizarse para aclarar y resumir los compromisos, así como para articular el papel que desempeñarán los distintos asociados en la ejecución. La hoja de ruta también puede apoyar un análisis de los retos y hacer recomendaciones para acelerar la prestación de servicios. Las estrategias de INSPIRE se pueden utilizar para ayudar en la preparación de la hoja de ruta. INSPIRE no está diseñado para que se ejecute como un programa independiente. Su objetivo es revitalizar y reorientar los esfuerzos multisectoriales existentes para poner fin a la violencia contra los niños, intensificando al mismo tiempo la ambición en la tarea. En la actualidad se están elaborando una serie de manuales para apoyar la puesta en práctica de las intervenciones INSPIRE, que se distribuirán durante el año Las hojas de ruta articulan cómo se deben poner en práctica los planes nacionales y, cuando resulta apropiado, se basan en la implementación y la armonizan e integran con las iniciativas existentes, entre ellas: el Estudio de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños; las Recomendaciones del Representante Especial del Secretario General sobre la violencia contra los niños y del Representante Especial del Secretario General sobre los niños en los conflictos armados; las Encuestas sobre la Violencia contra los Niños (VAC); y el Plan de acción mundial de la OMS para fortalecer la función del sistema de salud en el marco de una respuesta nacional multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra las mujeres y las niñas, y contra los niños en general. También se deben reflejar las observaciones finales del Comité de los Derechos del Niño. Una hoja de ruta eficaz será: a) un documento de alto nivel que sea claro, con acciones viables, ampliables y sostenibles; b) ambicioso; c) por un período de tres a cinco años, dependiendo de los ciclos nacionales de planificación; d) claramente vinculado a las estrategias nacionales existentes, incluidas las estrategias nacionales de implementación de los ODS; e) elaborado por medio de un proceso inclusivo; y f) la base para un plan de acción nacional que incluya los costos y en el que los recursos coincidan con los compromisos. Las hojas de ruta se basan en contextos específicos y, por lo tanto, variarán en contenido y estructura. Los títulos propuestos incluyen los siguientes: Definiciones/datos de referencia/datos de prevalencia (si están disponibles) Objetivos nacionales de los ODS, indicadores para acabar con la violencia contra los niños Prioridades e hitos para 2019 (o fecha de finalización de la hoja de ruta) Acciones nacionales fundamentales (utilizando las estrategias de INSPIRE) Compromisos de ayuda internacional, nacional o internacional Liderazgo y coordinación entre sectores, composición de la plataforma de coordinación Contribución de cada sector, partes interesadas y asociados Papel de los niños Presupuesto y plazos Inversión en el fomento de las capacidades y los conocimientos de los profesionales de primera línea que protegen a los niños, por ejemplo, maestros, trabajadores de servicios sociales, etc. Medición del progreso. page 04

5 Implementar y evaluar 1. Elaborar un plan de acción nacional al menos durante el primer año de aplicación de la hoja de ruta 2. Comunicar la hoja de ruta y el plan de acción nacional al público interno y externo 3. Seleccionar las intervenciones que estén alineadas con el contexto local, las capacidades y los sistemas existentes, fomentando la capacidad entre sectores y comunicando mensajes claros y sólidos sobre estas intervenciones 4. Estimar los costos y determinar el apoyo financiero, observando que se espera que cada miembro de la plataforma de coordinación aporte recursos humanos o financieros 5. Fortalecer y fomentar la capacidad humana e institucional 6. Desarrollar un sistema de monitoreo eficaz para seguir el progreso de las actividades planeadas, identificar problemas, proporcionar retroalimentación y resolver problemas antes de que causen retrasos. El trámite y análisis rápido de los datos y el establecimiento de canales firmes para los encargados de tomar decisiones ayudarán a acelerar la acción. Compartir lecciones aprendidas y asegurar acciones correctivas Los intercambios a nivel nacional sobre los avances y desafíos son esenciales para fomentar el aprendizaje y corregir un curso concreto de acción cuando sea necesario. Además, Poner Fin a la Violencia utilizará su poder de convocatoria para fortalecer y ampliar estos intercambios más allá de las fronteras nacionales. Los países también pueden compartir las lecciones aprendidas en las Cumbres para encontrar soluciones que reunirán a gobiernos, expertos internacionales y nacionales, organizaciones y líderes de la sociedad civil, así como a los propios niños. 3. Países pioneros Qué son y cómo convertirse en uno Los países pioneros son aquellos que se comprometen a acelerar el logro de los objetivos de Poner Fin a la Violencia. Aunque cada país es elegible para ser pionero, se espera que las cifras aumenten lentamente, dados los elevados niveles de acción que requiere esta designación. Los países pioneros se comprometerán a realizar durante tres a cinco años una acción acelerada, al final de la cual habrán alcanzado metas ambiciosas para los niños y entonces su situación de países pioneros llegará a su fin. A los efectos de este documento nos referimos a países; sin embargo, los gobiernos provinciales y/o regionales también pueden servir como entidades pioneras. Los países pioneros se adhieren a los principios de Poner Fin a la Violencia. Esto significa que sus acciones: estarán basadas en los derechos y centradas en los niños; serán universales, sensibles al género, inclusivas y transparentes; y estarán basadas en pruebas y orientadas a los resultados. Utilizando el marco que se presenta a continuación, la primera etapa para los países pioneros será realizar una evaluación sobre la base de estos principios. La adhesión a estos principios es un criterio fundamental para las entidades pioneras. El proceso de autoevaluación incluye los siguientes pasos: identificar un proceso sólido; difundir los resultados de las evaluaciones y las acciones planificadas como respuesta; y realizar exámenes sistemáticos de la evaluación. page 05

6 Principio Métodos de verificación Basada en los derechos: La Convención sobre los Derechos del Niño es la base de la labor de los países pioneros. Todos los niños y niñas tienen derecho a estar protegidos/as frente a la violencia, independientemente de su sexo, edad, capacidad/discapacidad, raza, etnia, religión, situación socioeconómica o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de su tutor legal. Toda acción de prevención y respuesta a la violencia debe tener en cuenta las necesidades, los derechos y el interés superior de todos los niños, sin ningún tipo de discriminación. Centrado en el niño: Los derechos y las necesidades de los niños son el enfoque principal. El país pionero apoya a los niños como líderes contra la violencia. Escucha a los niños y respeta sus puntos de vista, proporcionándoles formas significativas de participar y contribuir a la toma de decisiones. a. Situación de la Convención y su protocolo facultativo b. Legislación para prohibir todas las formas de violencia contra los niños c. Adhesión a las directrices internacionales pertinentes d. Cooperación con las entidades de derechos humanos e. Participación infantil en la planificación f. Participación infantil en la entrega g. Participación infantil en el monitoreo Universal: Todos los sectores de la sociedad deben asumir la responsabilidad de poner fin a la violencia contra los niños y rendir cuentas por sus actos. Los asociados trabajan para llegar primero a los niños que están en situaciones apremiantes, incluidos los afectados por conflictos y crisis, o los excluidos a causa de sus ingresos, clase, raza, religión, nacionalidad, discapacidad o situación jurídica. Sensible al género: La violencia plantea diferentes riesgos para las niñas, los niños y las personas con otras identidades de género. Las perspectivas de género son fundamentales para el diseño, la aplicación, el seguimiento y la evaluación de las políticas y los programas del país, en consonancia con el objetivo de lograr la equidad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Inclusivo: El país pionero proporciona una plataforma para que los aliados de toda la sociedad trabajen juntos en el objetivo de prevenir y responder a las distintas formas de violencia, sobre la base de la confianza y el respeto mutuo, entre organizaciones de todos los tamaños y personas de todas las edades. h. Legislación para los niños con más probabilidades de ser excluidos i. Políticas para los niños con más probabilidades de ser excluidos j. Responde a las necesidades de las niñas k. Responde a las necesidades de los niños l. Responde a las necesidades de LGBTI m. Un vínculo sólido con las medidas para abordar la inequidad n. Un vínculo sólido con las medidas para poner fin a la violencia contra la mujer o. Plataforma multisectorial p. Liderazgo con contenido de las ONG a escala de las bases y a nivel nacional Transparente: El país pionero establece la confianza compartiendo ampliamente la información y realizando amplias consultas, y mostrándose sincero sobre sus fracasos así como sobre sus éxitos. Se compromete a comunicarse de manera apropiada con todos los públicos, incluidos los niños. Basado en pruebas: La labor del país pionero está basado en las mejores pruebas científicas disponibles, a la vez que adapta las intervenciones a cada contexto. Se compromete a aprender, a compartir experiencias y a mejorar constantemente. Orientado a los resultados: Los asociados son responsables individual y colectivamente de la seguridad de los niños. El país pionero presentará los resultados y apoyará los esfuerzos dirigidos por los países para medir los avances en el cumplimiento de las metas del ODS para poner fin a la violencia contra los niños. q. Mecanismos eficaces de presentación de informes r. Proceso de planificación abierto e inclusivo s. Responsabilidad hacia los niños t. Uso de INSPIRE o de otros recursos basados en pruebas u. Compromiso con una investigación rigurosa v. Compromiso de compartir con los demás y aprender de ellos w. Datos sólidos sobre todas las formas de violencia x. Datos sobre las tendencias para la ODS16.2 y metas relacionadas page 06

7 Además de la autoevaluación descrita anteriormente, para poder cumplir con los requisitos de pionero, un país debe: Enviar una expresión de interés de un ministro responsable o un equipo ministerial a la Secretaría Nombrar un coordinador gubernamental de alto nivel para dirigir el proceso Convocar y apoyar una plataforma de múltiples partes interesadas para planificar, ejecutar y evaluar acciones Reforzar la recopilación de datos mediante la publicación de un estudio o encuesta nacional actualizado Elaborar una hoja de ruta que establezca compromisos de dos años y cinco años para lograr objetivos Identificar los recursos necesarios para implementar la hoja de ruta, así como la forma en que se movilizarán estos recursos 9 9 Comprometerse a realizar niveles más altos de análisis durante todo el proceso y en particular: 1. Monitorear la ejecución de los compromisos en la hoja de ruta 2. Informar anualmente y establecer metas para el próximo año 3. Compartir el aprendizaje y celebrar el éxito durante las Cumbres para encontrar soluciones Los países pioneros serán monitoreados sistemáticamente en relación con sus compromisos, y esto incluye la divulgación pública en las Cumbres para encontrar soluciones. Poner Fin a la Violencia contará con sus miembros y asociados a nivel de país para que se comprometan plenamente y apoyen el liderazgo del gobierno. Durante todo este proceso, los países pioneros recibirán apoyo intensificado y adaptado a sus necesidades de la Secretaría de Poner Fin a la Violencia. Países pioneros en entornos humanitarios y frágiles A medida que aumentan las guerras, los movimientos a gran escala de refugiados, la migración económica y los desastres climáticos, aumenta también el número de niños que son más vulnerables que nunca a todas las formas de violencia. En estas situaciones, cada vez es mayor la cifra de los niños que sufren a causa del reclutamiento en las fuerzas armadas o grupos armados, el matrimonio temprano, el trabajo infantil y la explotación sexual. Asegurar su derecho a la protección es fundamental. En entornos los humanitarios y frágiles, los foros y los mecanismos disponibles para poner fin a la violencia contra los niños serán más complejos y variados. En algunos casos, es posible reforzar y reestablecer los mecanismos preexistentes; en otros, será necesario reconstruirlos por completo. En algunas situaciones, los gobiernos estarán en condiciones de coordinar, mientras que, en otros, los actores no estatales y/o las organizaciones de la sociedad civil tomarán la iniciativa. Para la mayoría de los países, los mecanismos basados en la comunidad seguirán funcionando y pueden proporcionar la base sobre la cual sea posible establecer los esfuerzos de prevención y respuesta. En los entornos humanitarios y frágiles es posible apoyar a un grupo de actores no gubernamentales y estatales para que se declaren a sí mismos pioneros en la lucha para poner fin a la violencia contra los niños. Para ello requieren: Un sistema de coordinación operativo y que esté dirigido por el gobierno, la ONU o la sociedad civil Una expresión de interés del sistema de coordinación en el país Una voluntad de fortalecer la recopilación de datos Una voluntad de apoyar las iniciativas comunitarias Una voluntad de dar prioridad a las intervenciones autónomas, no dependientes del gobierno, tales como programas de crianza de los hijos, acceso a la educación y servicios para las víctimas Un compromiso con un mayor nivel de análisis a lo largo del proceso y especialmente: 1. Supervisar la ejecución de los compromisos en la hoja de ruta 2. Informar anualmente y establecer metas para el próximo año 3. Compartir el aprendizaje y celebrar los éxitos durante las Cumbres de Soluciones page 07

8 4. La función de la Secretaría y de los miembros La acción impulsada a nivel nacional es esencial para la sostenibilidad de Poner Fin a la Violencia. Los gobiernos nacionales deben impulsar el proceso, con el apoyo de los asociados en el país. La Secretaría facilitará la prestación de apoyo a los gobiernos para poner fin a la violencia contra los niños. A medida que se desarrolle la Alianza, la Secretaría recurrirá cada vez más a las fuerzas y capacidades de sus asociados para prestar apoyo técnico a nivel nacional y local. Los países pioneros tendrán prioridad a la hora de recibir apoyo técnico y financiero. El apoyo disponible a los países incluye: Ayuda para diseñar y organizar consultas con las partes interesadas Presentación del conjunto INSPIRE y capacitación según sea necesario Apoyo a la integración de INSPIRE en los planes de acción nacionales Asesoramiento y tutoría para desarrollar una hoja de ruta y un plan de acción nacional Apoyo a los planes de acción nacionales con costos establecidos y movilización de diferentes recursos Apoyo financiero a corto plazo para la coordinación en el país u otras actividades relacionadas con la hoja de ruta Una lista de expertos técnicos Oportunidades para compartir experiencias y conocimientos con otros países. Aunque los países pioneros recibirán la principal atención, todos los países recibirán orientación e información, acceso a seminarios en la web y otras formas de apoyo de la Secretaría. Contacto Secretaría: secretariat@end-violence.org Sitio web: