LOS PALACIOS DE TEOTIHUACAN 1

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1 LOS PALACIOS DE TEOTIHUACAN 1 LINDA R. MANZANILLA Miembro de El Colegio Nacional INTRODUCCIÓN Teotihuacan: ciudad multicolor, incluyente, multiétnica; asentamiento planificado con una retícula urbana que rigió la dirección de calles y construcciones (figura 1); sitio monopolizador de la obsidiana gris veteada de Otumba y verde de la sierra de las Navajas en Pachuca, Hidalgo; gigantesca concentración de personas, bienes suntuarios, lenguas e ideas; centro sagrado del altiplano mexicano; probablemente fue la ciudad arquetípica que emularon los mexicas. No dejó registros escritos, como lo hicieron los mayas del sureste, y por lo tanto representa un gran reto intelectual el descifrar su estructura. Durante los primeros seis siglos de la era cristiana, y particularmente de 200 a 550 d. C., surgió un experimento urbano inusitado en Mesoamérica: un enorme asentamiento que incorporó grupos étnicos de diversas procedencias (zapotecos, pueblos de la costa del golfo de México, grupos de Michoacán en el oeste, y probablemente gente de Tlaxcala, Puebla, Guerrero e Hidalgo), algunos con sus barrios étnicos en la periferia, otros entretejidos en la trama de los barrios multiétnicos de la urbe (figura 2). Alrededor de la gran urbe de 20 km 2, tenemos evidencia clara sólo de asentamientos rurales cuya función era la de apropiarse de recursos y producir los alimentos requeridos por el sistema teotihuacano. Más allá de la cuenca de México, observamos tentáculos de esta metrópolis para acceder a los recursos suntuarios de las diversas regiones de Mesoamérica: corredores de sitios en los que las caravanas organizadas por los diversos barrios transitaban y paraban. 1 Publicado en 2009 en: Les Dossiers de l Archéologie Teotihuacan, Editions Faton, París:

2 282 Figura 1. Mapa de Teotihuacan ( René Millon 2009).

3 Figura 2. Barrios foráneos, multiétnicos y de elite en Teotihuacan (dibujo de Linda R. Manzanilla y Rubén Gómez). La mayor parte de la población vivía en unidades habitacionales multifamiliares (característica excepcional en su tiempo), organizadas jerárquicamente (figura 3). Cada familia contaba con un apartamento con cocina, almacén, dormitorios, pórticos, patios de servicio y patios rituales donde veneraba cada una a un dios patrono (Manzanilla 1996); este hecho contrastaba con los solares mayas en que varias familias compartían un santuario doméstico común. Hay evidencias de que las unidades domésticas ampliadas de Teotihuacan compartían no sólo el territorio doméstico, sino también actividades que probablemente ofrecían al barrio al que pertenecían: producción de estuco, elaboración de cerámica, talla de obsidiana, etc. Además de los conjuntos multifamiliares, particularmente en la periferia sur existen otras construcciones similares pero con diferencias funcionales claras, que son centros de coordinación de los barrios multiétnicos: tienen plazas rituales y templos más grandes que los patios para esta función en las unidades habitacionales (figura 4); en su interior se elaboran artesanías muy especializadas relacionadas con los elementos identitarios de los nobles que administran el barrio (atavíos y tocados); 283

4 284 Figura 3. El conjunto habitacional de Oztoyahualco 15B:N6W3 excavado por Linda R. Manzanilla, con los sectores de las tres familias (dibujo de Linda R. Manzanilla, Agustín Ortiz y Rubén Gómez).

5 Figura 4. Teopancazco con sus sectores funcionales (excavaciones de Linda R. Manzanilla; dibujo de L. R. Manzanilla y Rubén Gómez). asimismo presentan cocinas alineadas en la periferia de estos conjuntos con el fin de alimentar a los trabajadores; albergan guardias del barrio y miembros de la elite intermedia frecuentemente representados en ceremonias de siembra (Manzanilla 2006, 2009). Además hay barrios de elite, como La Ventilla (excavado por Rubén Cabrera y Sergio Gómez), en que varias de las funciones enunciadas anteriormente están ubicadas en conjuntos arquitectónicos distintos pero contiguos. En ellos también se elaboran elementos de identidad portados por la elite intermedia: trajes, adornos, máscaras, etc. En la periferia yacen los barrios foráneos de oaxaqueños, michoacanos y veracruzanos, en que las identidades se reproducen a través de prácticas funerarias particulares, pero sospechamos que también a través de diferencias culinarias, en la indumentaria y probablemente también en el culto doméstico. 285

6 Cuál fue el sistema de gobierno de Teotihuacan que permitió la articulación de pueblos de diversos orígenes en un magno experimento corporativo y cómo se reflejó éste en la arquitectura? LOS PALACIOS DE TEOTIHUACAN En la literatura arqueológica, existen diversas connotaciones para el término palacio. Podemos estar frente a palacios residenciales de go - bernantes, en los que además de los aposentos del señor y su familia, hay salas para atender audiencias y embajadas. Existe otro tipo de palacios denominados frecuentemente como multifuncionales, en los que ve mos aspectos más administrativos de la sede del gobierno, como el albergar grandes sectores para el almacenamiento, o bien el contar con talleres de artesanos (Manzanilla 2008). Durante el periodo Clásico de Mesoamérica (primeros nueve siglos de la era cristiana), hay dos formas opuestas de organización política que tienen relevancia sobre el tipo de gobierno. En civilizaciones con formas individualizadas de gobierno, como las de las capitales mayas en México, el palacio, frecuentemente ubicado en la acrópolis principal, es una estructura monumental que se destaca del resto de la arquitectura del sitio. En Teotihuacan, centro de México, tenemos una situación muy distinta; no se ha detectado una sola estructura que pudiese contener evidencia contundente de que es la residencia de un gobernante único. Hay cientos de residencias de elite que tienen sutiles diferencias entre sí, y que desgraciadamente han sido denominadas por ciertos arqueólogos como palacios. Frente a la ausencia de representaciones de gobernantes únicos en Teotihuacan, y a falta de visibilidad de éstos en la arquitectura, la escultura y la pintura mural del sitio, hemos trabajado desde más de una década sobre la posibilidad de un consejo de gobierno para este sitio (Manzanilla 2008), inspirándonos en la vasija descrita hallada por Sigvald Linné en Las Colinas en que el Dios de las Tormentas yace en el centro y está rodeado de cuatro personajes de alto rango que portan bolsas de copal, cada uno con su insignia (una serpiente, un ave, un tocado de elite y un coyote), que vierten libaciones. En algunos trabajos recientes (Manzanilla 2009) hemos propuesto la posibilidad de que, al igual que Mexico-Tenochtitlan (capital de los mexicas), Teotihuacan pudiera haber estado dividida en cuatro grandes áreas, probablemente regidas por cuatro linajes co-gobernantes (figura 5). La utopía corporativa del 286

7 Figura 5. Cuatro sectores de la ciudad de Teotihuacan con sus posibles emblemas (dibujo de Linda R. Manzanilla, Rubén Gómez y César Fernández). gobierno central abre la posibilidad de que los palacios residenciales de los co-gobernantes se encuentren ubicados en diversos sectores del sitio, y que para lograr consensos se pudiesen haber reunido en espacios multifuncionales, como el complejo palaciego de Xalla, del que hablaremos a continuación. Tomando en cuenta variables como el tamaño de los cuartos, el uso del espacio, la decoración, las técnicas constructivas, los entierros y las ofrendas funerarias, René Millon señala que la sociedad teotihuacana estuvo formada por seis niveles sociales, económicos y culturales claramente definidos: a la cabeza de la sociedad teotihuacana, estaba la elite gobernante, que quizá habitaba el Palacio de Quetzalpapálotl, el Palacio del Sol, o los llamados palacios al norte y sur del Templo de Quetzalcóatl. Los primeros dos ejemplos enunciados por Millon podrían estar referidos a linajes fuertes de los sectores septentrionales de la ciudad, pero considero que no representan palacios de un gobierno centralizado. 287

8 Asimismo considero pertinente abrir la posibilidad de una separación de dos ámbitos de gobierno: el de la ciudad de Teotihuacan misma y el del Estado, dada la magnitud del sitio urbano (20 km 2 ) y la gran población multiétnica por gobernar (unos 125,000 personas). Así pues, podríamos observar con esta previsión los casos que a continuación señalaré: los conjuntos 1D y 1E en La Ciudadela, el Complejo Calle de los Muertos y el complejo palaciego de Xalla. Pedro Armillas sugirió que La Ciudadela fue en algún tiempo el centro religioso y administrativo de la ciudad, y quizá también la residencia de aquellos que la gobernaban. René Millon añadió la posibilidad de un gobierno dual, residiendo en los palacios al norte y sur (conjuntos 1D y 1E) del Templo de la Serpiente Emplumada. De la evidencia escasa publicada hasta ahora por investigadores como Jarquín Pacheco y Martínez Vargas, o Romero Noguerón, sabemos que cada uno de estos grandes conjuntos posiblemente residenciales tiene cinco apartamentos muy parecidos entre sí, cada uno alrededor de un patio central, cubriendo un área de 4,800 m 2. En algunos cuartos de la Estructura 1D (residencia al norte del templo), se hallaron entierros bajo los pisos. Los más ricos yacían en el Complejo A (noroeste) en los cuales se hallaron orejeras de jadeíta, discos de mica, un brasero tipo teatro con elementos marinos, vasijas trípodes y platos. Estos elementos no son inusuales y encuentran paralelos en otros complejos residenciales. Sobre los pisos de la Estructura 1E (al sur del templo), se hallaron morteros y piedras de molienda, enfatizando áreas de actividad de preparación de alimentos o artesanías, como en otros conjuntos residenciales. También se hallaron esculturas de Huehuetéotl y vasijas Tláloc, mismas que también se encuentran en conjuntos habitacionales más modestos (Manzanilla 1996). Ninguna evidencia refiere directamente a los gobernantes del sitio, pero sin duda podría tratarse de un centro de coordinación del sector sur. El Conjunto Calle de los Muertos situado entre la Pirámide del Sol y La Ciudadela también ha sido elegido por George Cowgill omo candidato para albergar la residencia de los gobernantes de Teotihuacan. Sin embargo, parece más bien un macrocomplejo de templos y estructuras administrativas rodeado por muros; comprende la Plaza Oeste, los Edificios Superpuestos y el Grupo Viking. Morelos García excavó el Conjunto Plaza Oeste que consiste de un gran patio con altar rodeado por tres templos alrededor de los cuales se disponen cuartos y patios. En algunos de ellos se hallaron numerosas piedras de molienda, así como esculturas, almenas y cerámica doméstica. Noel Morelos establece que 288

9 hubo una diferencia del material arqueológico hallado en los templos y altares respecto de los cuartos y patios, ya que el de estos últimos fue de carácter más doméstico. No se hallaron entierros como en otros conjuntos residenciales, por lo que el autor aduce una función administrativa; sin embargo, no discute la posibilidad que se trate de un antiguo centro de barrio (la plaza de tres templos) que fue integrada al área administrativa de la ciudad, probablemente constituyendo un centro de coordinación y gestión de la ciudad. Sobre la Calzada de los Muertos, este conjunto presenta una hilera de cuartos muy similares entre sí, probablemente almacenes. Desgraciadamente no contamos con el análisis de materiales para aseverar función alguna. El complejo palaciego de Xalla entre las pirámides del Sol y de la Luna es el mejor candidato para buscar la sede administrativa y ritual de los gobernantes, por su morfología y ubicación (Manzanilla y López Luján 2001). Insisto de nuevo en la pluralización de la palabra gobernante ya que no hay indicio alguno de que una persona, una sola dinastía, haya regido en Teotihuacan. Xalla es un gigantesco conjunto arquitectónico de ca. 175 por 215 m (figura 6), y por ende, sólo menor al Complejo Calle de los Muertos y a La Ciudadela. Probablemente fue edificado a principios de la fase Tlamimilolpa, [aunque tiene ofrendas fundacionales de jadeíta (figura 7) fechadas por radiocarbono en el segundo siglo de la era cristiana (Manzanilla 2008)], en una ubicación privilegiada pues yace entre las dos construcciones monumentales principales de la ciudad, pero con un grado de privacía, ya que no está directamente sobre la Calzada de los Muertos. Está aislado por un muro perimetral con paso de ronda y con dos accesos. Su centro es una gran plaza de cuatro estructuras alrededor de un templo central, la materialización de la flor de cuatro pétalos, que pudiera ser el símbolo de la ciudad misma y por lo tanto, el centro de coordinación (Manzanilla 2008). En la plaza principal es probable que se reuniesen los cuatro representantes nobles de los sectores de la ciudad para decidir sobre asuntos de gobierno. Las cuatro estructuras principales de la plaza central, una a cada rumbo cardinal, estuvieron asociadas a elementos iconográficos diversos: la del este está dedicada al Dios de las Tormentas con sus jaguares como emblema (figura 8); la del norte, al Dios del Fuego; la del sur, a un personaje flechado, quizás un ancestro de uno de los linajes dirigentes. La única que no tuvo una iconografía explícita fue la estructura occidental. En varias de éstas (la del norte y la del este) se hallaron asimismo figurillas femeninas con las manos en el pecho o vientre (figuras 9 y 10), que probablemente reiteran cultos tempranos a la fertilidad. 289

10 Figura 6. Planta del complejo palaciego de Xalla (excavación de Linda R. Manzanilla, con la participación de L. López Luján, W. Fash y W. Barbour; dibujo de Rubén Gómez y Linda R. Manzanilla, tomando como base el mapa de René Millon 1973). Figura 7. Ofrenda fundacional de Xalla, bajo la Estructura 4 (foto de Rafael Reyes). 290

11 Figura 8. Uno de los jaguares de la Estructura 2 de Xalla (foto de Germán Zúñiga). Figura 9. Figurilla femenina de la Estructura 1 de Xalla (foto de Linda R. Manzanilla). 291

12 Figura 10. Figurilla femenina de la Estructura 2 de Xalla (foto de Linda R: Manzanilla). 292 Figura 11. Plaza central de Xalla con el templo en el centro y la Estructura 2 en el fondo; se observan los saqueos epiclásicos en dichas estructuras (foto de Linda R. Manzanilla).

13 Gracias a los estudios químicos de Laura Bernal, sabemos que las estructuras del este y del sur comparten un patrón muy diferenciado que podría referir a rituales diversos en la cima, a semejanza del templo central (figura 11), mientras que las estructuras ubicadas al norte y al oeste tienen otro patrón, con enriquecimientos químicos más bien situados al fondo, y quizás referidos a rituales más privados; sugiere, pues, que ambos tipos de estructura son funcionalmente complementarios. Si bien Xalla no nos ha proporcionado contextos claros de tipo do - méstico y de preparación de alimentos, sí contamos con áreas (la Plaza 5 al sur) de variado trabajo artesanal con pigmentos, madera, textiles, mica y lapidaria. A través del estudio de la mica en Teotihuacan de Edgar Rosales de la Rosa, sabemos que Xalla y el Grupo Viking del Conjunto Calle de los Muertos concentraron el 90% de la mica proveniente de Oaxaca, por lo que hemos llegado a la conclusión de que el Estado teotihuacano controlaba este recurso. La mica no sólo era utilizada para las rodelas de los incensarios tipo teatro; tenemos evidencias de que en Xalla era adherida a la parte baja de las paredes de ciertas estructuras, además de ser dispuesta en láminas y cortada en formas geométricas (triángulos, discos, trapecios) para ser dispuesta en rellenos rituales. Sospechamos que pudo asimismo haber sido cosida a las vestimentas de la elite. El análisis de la industria de hueso trabajado hecho por Gilberto Pérez Roldán destacó que otro grupo de artesanos utilizó instrumentos de hueso trabajado para labores de carpintería, lapidaria, sastrería, talabartería, alfarería y albañilería. Como en Teopancazco (Manzanilla, 2006, 2009), en Xalla tenemos evidencias de la manufactura de atavíos de los señores de Teotihuacan, a los cuales se les engarzaban, cosían o bordaban placas de tortuga, de armadillo, incrustaciones de materiales variados, cuentas, botones, figuras diversas, quizás formas geométricas de mica y plumas. Podríamos proponer, como hipótesis, que los diversos cuchillos curvos de muy pequeñas dimensiones hallados en Xalla pudiesen también ser parte de los atavíos de quienes tenían por cometido la ex - tracción del corazón, pues también hemos hallado instrumentos grandes con esta finalidad (figura 12). También podrían haber confeccionado fardos funerarios, pero esto queda aún en el terreno de la especulación. La presencia de trabajadores contratados por el palacio es una característica de la producción artesanal adscrita, producción que es controlada y administrada directamente por el Estado. Por la presencia de grandes bloques tallados con temas alusivos al fuego nuevo, es probable que Xalla haya sido un espacio de magnas cele- 293

14 Figura 12. Cuchillo curvo grande hallado en Xalla (foto de Linda R. Manzanilla). braciones en tiempos Tlamimilolpa ( d. C.). Sin embargo, este programa iconográficos fue desmantelado y los bloques reutilizados, por lo que suponemos que hubo un cambio de función del complejo palaciego en época Xolalpan ( d. C.), que finalizó con un incendio en toda la porción central de la metrópolis (como quedó confirmado por los estudios arqueomagnéticos) y la desacralización de los espacios sagrados (Manzanilla 2006, 2009). Pasemos ahora al tema del gobierno de Teotihuacan. En su estudio clá sico sobre la iconografía de Teotihuacan, George Kubler llamó la atención sobre el cuenco con decoración moldeada hallado por Sigvald Linné en Las Colinas, cerca de Calpulalpan, con los cuatro personajes 294

15 con insignias, emblemas o imágenes de culto frente a ellos, que caminan alrededor del Dios de las Tormentas, y proponía que se trataba de cultos diversos: el tocado del Dios de las Tormentas, un quetzal, una serpiente y un coyote. Para mí, la figura con anteojeras y el tocado de borlas pudiese haber sido el principal de los co-gobernantes y representante del sector más importante y antiguo, mientras que los otros tres personajes pudieran haber pertenecido a sectores que en el co-gobierno tenían una posición un tanto menos importante. Los emblemas podrían estar referidos a los cuatro sectores de la ciudad de Teotihuacan: el tocado del Dios de las Tormentas, hacia el noreste, en la zona de Xalla y la Pirámide del Sol que, además, tienen jaguares de emblema; la serpiente al sureste, en el sector de La Ciudadela; el ave al noroeste, por el Palacio de Quetzalpapálotl y la Plaza de las Águilas; y el coyote al suroeste, con Atetelco incluido (véase figura 5). Sin embargo, si Teotihuacan tuvo una estructura cuatripartita, es probable que las provincias que estaban integradas a este estado y que yacían en territorios inmediatos, también estuviesen divididas en cuatro. Nadie ha hallado una tumba real en Teotihuacan. La confirmación de la hipótesis del co-gobierno yace en ubicar las tumbas de los co-gobernantes en espacios particulares para este fin o bajo sus viviendas en los diversos sectores de la ciudad. BIBLIOGRAFÍA Manzanilla, Linda 1996 Corporate groups and domestic activities at Teotihuacan, Latin American Antiquity v. 7, n. 3: Manzanilla, Linda 2006 Estados corporativos arcaicos. Organizaciones de excepción en escenarios excluyentes, Revista Cuicuilco vol. 13, no. 36 (enero-abril), ENAH: Manzanilla, Linda 2008 La iconografía del poder en Teotihuacan, en: Símbolos de poder en Mesoamérica, Guilhem Olivier (ed.), Instituto de Investigaciones Históricas (Serie Culturas Mesoamericanas 5) e Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM:

16 Manzanilla, Linda 2009 Corporate life in apartment and barrio compounds at Teotihuacan, Central Mexico: craft specialization, hierarchy and ethnicity, en: Manzanilla, Linda R. y Claude Chapdelaine (eds.): Domestic Life in Prehispanic Capitals. A Study of Specialization, Hierarchy and Ethnicity, Memoirs of the Museum of Anthropology no. 46, Studies in Latin American Ethnohistory and Archaeology vol. VII, University of Michigan, Ann Arbor: Manzanilla, Linda y Leonardo López Luján 2001 Exploraciones en un posible palacio de Teotihuacan: el Proyecto Xalla ( ), Mexicon vol. XIII, Nr. 3, Junio, pp