Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL

Transcripción

1 Antonio Prado Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL Sra. Paulina Saball, Ministra de Vivienda y Urbanismo, Gobierno de Chile Sr Luis Eduardo Bresciani, Presidente el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano Señores y señoras, invitados, Amigas y amigos, Quiero en primer lugar, agradecer la oportunidad de compartir con ustedes la mirada de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre un tema de la trascendencia estratégica que nos convoca hoy. América Latina es la región en desarrollo más urbanizada del mundo con 80% de la población residiendo en ciudades. Los países de la Región están experimentando un proceso de urbanización ya maduro en comparación con otras regiones del mundo. En este contexto por ejemplo las metrópolis regionales continúan creciendo, sin embargo con un ritmo más lento que en las décadas pasadas por lo que se puede hablar de un proceso de consolidación urbana. En general, en América Latina los indicadores de desarrollo se han visto beneficiados por el proceso de urbanización, evidenciándose una correlación favorable entre indicadores como el PIB, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), y el incremento del proceso de urbanización. Las economías urbanas se benefician de una más alta productividad considerando la proximidad de los factores de producción, especialización y el tamaño de sus mercados. Las ciudades movilizan los recursos humanos y tecnológicos de manera más eficaz, resultando en ganancias de productividad, competitividad e innovación. Así, un, 30% de la renta regional es producida en las 40 principales ciudades. En 2008 el área metropolitana de México DF aportó 15,2% del PIB de México y São Paulo un 16,2%, del PIB de Brasil. Por su parte, las metrópolis de Santiago y Lima, el año 2009, aportaron al PIB de Chile y

2 Perú cerca de la mitad del total nacional, representando el 42% y 52,1%, cada una (Datos ONU Hábitat). A pesar de estos beneficios económicos, las ciudades generan externalidades negativas en términos medioambientales a causa de los patrones actuales de consumo. La alta concentración de la población en las áreas metropolitanas produce presiones en los ecosistemas locales, y los tiempos largos de traslado en el contexto del aumento de tasas de motorización, contribuyen a la quema de combustibles fósiles para el transporte y generan altos niveles de contaminación atmosférica. Los efectos del cambio climático igualmente presentan riesgos para muchas ciudades altamente vulnerables, resaltando la urgencia de medidas de adaptación. A pesar de los avances importantes en la reducción de las tasas de pobreza en las metrópolis regionales, las grandes ciudades son aun espacios de desigualdades, generando acceso inequitativo a servicios públicos de calidad y altos grados de segregación residencial socioeconómica. Vale destacar que son justamente las ciudades más grandes las que experimentan los niveles de desigualdad más altos. La mayoría de las capitales de la región superan la línea de alerta de desigualdad (Coeficiente de Gini de 0,4), en las cuales el desarrollo socialmente sostenible se encuentra amenazado. La alta desigualdad urbana se relaciona con desafíos fundamentales de América Latina como la falta de productividad y el empleo informal que tienen efectos negativos sobre la vulnerabilidad social y al desarrollo económico sostenible. La segregación socioeconómica- la expresión espacial de la desigualdad- profundiza y reproduce la inequidad y contribuye a la fragmentación social y los altos niveles de violencia que caracterizan muchas ciudades en América Latina. Como lo dijo el Secretario General de las Naciones Unidas la batalla por la sostenibilidad se ganará en las ciudades lo que tiene relevancia particular para América Latina, considerando la importancia de áreas urbanas y especialmente metropolitanas en la región en términos económicos y poblacionales.

3 Este contexto destaca la importancia de diálogos estratégicos entre las metrópolis de América del Sur y México, y la lectura conjunta de los desafíos y soluciones para lograr un futuro urbano sostenible. Igualmente, esta perspectiva reconoce que las metrópolis tienen un rol principal en promover el desarrollo urbano sostenible. La CEPAL y la Sostenibilidad CEPAL tiene como misión hoy; la consolidación de un enfoque integrado para el diseño e implementación de política pública considerando los aspectos económicos, sociales y ambientales, dando origen a una visión y un mandato en favor de la sostenibilidad regional del desarrollo con la igualdad en el centro. Particularmente importante resulta para CEPAL y su División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos, la colaboración con los gobiernos de nuestra región en el cumplimiento de las metas de desarrollo sostenible y especialmente en lo referente a los asentamientos humanos, la superación de la pobreza y el mejoramiento de las capacidades de gestión y de gobernabilidad urbanas. A ellos se agregan hoy los desafíos que imponen el cambio climático y la eficiencia energética. Esto significa entonces atender simultáneamente los temas de funcionalidad y de calidad de vida en los asentamientos humanos. La CEPAL y la Sostenibilidad de los Asentamientos Humanos En este sentido hacemos propios los propósitos de las Naciones Unidas en cuanto a los Asentamientos Humanos, que apuesta a poner en marcha auténticas estrategias de desarrollo en ciudades y territorios que garanticen la equidad, el crecimiento, y la sostenibilidad; También la realización del potencial humano, en un marco de democracia. Urbanización y Región. Una de las características más sobresalientes del desarrollo en el siglo pasado fue el cambio en los patrones de producción, distribución y consumo asociados al mundo rural y agrícola por otro vinculado con el desarrollo industrial y de los servicios. Esto significó la consolidación de la región como una de carácter urbana. Estos demandan un mejoramiento constante de la plataforma de infraestructura y equipamiento para la producción de bienes y servicios a las personas en cantidad y calidad cada vez mayores. La ciudad se constituye en este sentido en un macro bien público.

4 Urbanización y economía. Las concentraciones urbanas son la base de crecientes aumentos en la productividad del capital y el trabajo. Son la base para mayores grados de especialización y de diversificación económica productiva en la región. Son el lugar donde se generan las mayores economías de escala y de aglomeración, elementos claves en el crecimiento y desarrollo. Esto nos plantea, en un lugar muy central el desafío: la consolidación de una funcionalidad urbana para el desarrollo económico. Preocupación principal por el empleo, los ingresos y la productividad de la infraestructura y los servicios. Ciudad y pobreza Hoy por hoy la ciudad es el lugar donde se expresan las externalidades negativas del proceso: desigualdad, pobreza, crisis, estancamiento, deterioro. La ciudad sintetiza las formas de crecimiento desigual que se manifiestan en la forma de segregación, segmentación y exclusión social. En definitiva lugares que pierden el potencial de la interactividad humana y la formación de capital social. Frente a esta realidad estamos desafiados a desplegar estrategias para apuntalar mayor inclusión social por la vía de la formación de capital social y disminución de la vulnerabilidad. Funcionalidad y calidad de vida Por ello es urgente y constituye uno de los más importantes desafíos el diseño de política pública urbana en consideración a la generación de las condiciones para la innovación y la competitividad, a la vez que se interviene en forma directa en los circuitos de acumulación de la pobreza y aumento de las vulnerabilidades. En este sentido el FORO y la nueva política urbana en Chile, se hace parte de un proceso regional, que busca reposicionar a los gobiernos nacionales y sobre todo locales como actores decisivos en los cambios necesarios de realizar, para el mejoramiento de la gestión del desarrollo económico y social de la región. Gobiernos nacionales y locales que salen al encuentro y la búsqueda de posibilidades que les permitan mejorar sus quehaceres en un mundo de demandas crecientes. Se busca entonces relevar el análisis y la propuesta urbano-territorial como la mejor opción para la democratización de la gestión y la activación de voluntades y recursos latentes en nuestras sociedades. Sin el diálogo, sin la reflexión y sin la discusión, del mundo que queremos, las posibilidades de más y mejor desarrollo se reducen drásticamente y

5 solo se expresan en un simple tratamiento técnico administrativo de la gestión del desarrollo, las más de las veces ineficiente. La ciudad y el territorio es el escenario de la vida en comunidad Este es un momento y una oportunidad para el diálogo buscando en la interacción y la discusión, la afirmación de los valores para la movilización y la acción. Es en nuevos valores en donde descansa la posibilidad concreta por salvar la brecha de la equidad y el subdesarrollo. Entendemos este momento como un punto de partida. CEPAL y su División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos, seguirán colaborando y apoyando la consolidación de formas de gestión urbano-territoriales que sirvan de base para el desarrollo económico, social y ambiental de los países de la región. Esto especialmente ahora que nos preparamos para la conferencia de Hábitat III en Quito el próximo año. La tercera Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), la cual se desarrollará en octubre de 2016 en Quito, Ecuador, representa una valiosa oportunidad para los países de la Región, un espacio propicio donde contribuir a las bases de una nueva agenda urbana para la región que permita avanzar hacia una concepción de la ciudad como macro-bien público que integre y aumente los niveles de igualdad. En la resolución 24/14 del Consejo de Administración de ONU Hábitat titulada Aportaciones y apoyo al proceso preparatorio de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) se solicitó las comisiones regionales, entre ellas la CEPAL, preparar informes regionales para Hábitat III que servirán como insumos importantes desde la perspectiva regional para la articulación de la nueva agenda urbana. El informe regional sistematizará las principales tendencias que caracterizan los cambios de las ciudades desde Hábitat II y hacia el futuro. El objetivo del informe regional es de contribuir desde una perspectiva de América Latina y el Caribe a la articulación de una Nueva Agenda Urbana. En este contexto vale reflexionar sobre el qué queremos que sea la ciudad?, desde las diversas dimensiones de la vida urbana: Frente a esta pregunta, nos atrevemos a plantar algunos esbozos de respuesta:

6 1. La ciudad como nodo y lugar del desarrollo económico que concentra el capital social y humano y desde donde surge el impulso y la voluntad política necesarios para el desarrollo económico de los países y de las regiones. 2. La ciudad como mecanismo de redistribución e inclusión que funciona como ente regulador y garante de igualdad para todos los sectores de la sociedad al proporcionar acceso a los beneficios de la vida urbana (bienes y servicios), y a través del control de las externalidades tanto positivas como negativas que resultan del desarrollo urbano. 3. La ciudad como mega-infraestructura que contiene los espacios y redes que hacen posibles las condiciones económicas, sociales y ambientales fundamentales para la vida humana. 4. La ciudad como parte de un sistema urbano abierto y gradual situado en un contexto ecológico y territorial amplio e interdependiente que incluye otros asentamientos humanos, las zonas rurales y los demás elementos del entorno construido y no construido. 5. La ciudad como macro-bien público basado en un pacto social que se sustenta en la responsabilidad compartida, la participación inclusiva y en una gobernanza representativa de todos los sectores de la sociedad. Muchas gracias.