Salmos Mesiánicos 5 Jesús, el Supremo Rey y Sacerdote

Transcripción

1 Salmos Mesiánicos 5 Jesús, el Supremo Rey y Sacerdote Pastor: Juan José Pérez Diciembre 1, 2012 Iglesia Bautista de la Gracia Santiago, República Dominicana Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. - (Salmos 16:11) Salmo 110:1-7 INTRODUCCIÓN No es especulación la afirmación de que este Salmo es autoría de David, pues además de que tradicionalmente los judíos lo atribuían al cantor de Israel, el mismo Salvador lo confirma en tres de los evangelios, cuando al comentar sobre el verso 1 de este Salmo, dice, David mismo dijo por el Espíritu Santo. Con relación al contexto histórico, es posible que David lo escribiera para la coronación de Salomón, como algunos sugieren. Cabe destacar que este es un Salmo muy prominente en la Biblia; de hecho, es el Salmo mas citado en el Nuevo Testamento. Sin contar las alusiones, solo el versículo 1 es citado unas ocho veces; y el versículo 4 es citado unas tres veces en la epístola a los Hebreos, Lo mas importante en todo esto es que en todos los usos que el Nuevo Testamento hace de este Salmo, lo aplican particularmente a Cristo. La interpretación inspirada del Nuevo Testamento muestra entonces que sin duda alguna, este es un Salmo eminentemente mesiánico. Con relación al énfasis de este Salmo, el contenido revela que su enfoque es presentar a Jesús como Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec (v. 4), lo cual apunta teológicamente hablando a dos de Sus oficios mesiánicos: Rey y Sacerdote. Veremos el flujo de la información en ese mismo orden: II. I. JESÚS, EL SUPREMO REY JESÚS, EL SUMO SACERDOTE

2 I. JESÚS, EL SUPREMO REY Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. El Señor extenderá desde Sion tu poderoso cetro, diciendo: Domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder; en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; tu juventud es para ti como el rocío. (v.v. 1-3) Lo primero es que este Salmo nos introduce al oficio real de Cristo, oficio que es introducido por medio de un decreto del Padre: Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Dos cosas quisiera resaltar: (a) Los involucrados en el decreto; (b) La esencia del decreto. a. Los involucrados: Dice el Señor a mi Señor. i. No se trata Dios hablándole a David o a un descendiente inmediato. A pesar de que el rey David escribió este Salmo, como en otras ocasiones, no hablaba de si mismo, sino de Cristo. Este Salmo es citado por Pedro en su discurso en Pentecostés. El punto de Pedro era resaltar que Jesús, después de haber muerto en manos de inicuos, según el plan soberano de Dios, resucitó (conforme a la promesa del Padre registrada en el Salmo 11 de que no dejaría que Su cuerpo viese corrupción) y luego fue exaltado a Su trono a la diestra del Padre como Señor y Cristo. En todo esto, Pedro dejó muy claro que aunque David mismo lo dijo, no hablaba de si mismo, pues su tumba permanecía con ellos, sino que como profeta hablaba de Jesús, aquel que dejó la tumba vacía. De modo que, se trata de Dios Padre hablándole a Jesús. ii. La frase implica que Jesús es igual al Padre en esencia y autoridad. La evidencia textual en el Salmo puede notarse en el hecho de que Jehová llama a Su Hijo Adonai (Señor), nombre aplicado a Dios por todo el Antiguo Testamento. Pero esta evidencia queda verificada en el Nuevo Testamento. Llama la atención el hecho de que este Salmo fue citado por Jesús en una conversación muy interesante que tuvo con Sus discípulos, la cual queda registrada en Mateo 22:41-46 y paralelos. La conversación es muy puntual, pues se reduce a tres preguntas de Jesús, de las cuales, solo de la primera esperaba respuesta, mientras que las otras dos eran retoricas para enfatizar un punto. La primera pregunta fue, Cuál es vuestra opinión sobre el Cristo? De quién es hijo? (v. 42). A esta pregunta, los discípulos, conforme a lo que habían escuchado de los escribas y fariseos, contestaron, De David. Jesús les hizo entonces otra pregunta: Entonces, cómo es que David en el Espíritu le llama Señor. La idea es que si David es Padre del Cristo, por qué (según el Salmo 110) le trata como autoridad, llamándole Señor?. Jesús termina entonces la conversación con una tercera pregunta, la cual nadie pudo responder: Pues si David le llama Señor, cómo es El su hijo?. La pregunta se registra

3 también en Marcos 12:37 de la siguiente manera: En qué sentido es, pues, Su Hijo?. La pregunta está cargada y da a entender que aunque el Cristo es descendiente de David según la carne, hay un aspecto en que es superior a este. Tratando el tema de la sesión, es decir, del entronamiento de Cristo a la diestra del Padre después de Su resurrección, en el capítulo 1, el autor a los Hebreos cita varias porciones del Antiguo Testamento aplicadas a Cristo, donde se resalta su naturaleza divina. Con relación a que es divino, a pesar de descender de David, dice: Porque a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Hijo mío eres tu, yo te he engendrado hoy; y otra vez: Yo sere Padre para El, y El sera Hijo para mi? (v. 5). Con relación a que es igual al Padre en esencia y autoridad, dice: Pero del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos, y cetro de equidad es el cetro de tu reino (v. 8). Dios Padre le dice al Hijo, Tu trono oh Dios. Jesús es Dios b. La esencia del decreto: Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra El Señor extenderá desde Sion tu poderoso cetro. De qué se trata? i. Es la entrega del reino. Hay dos palabras clave en el Salmo que evidencian que se trata de la entrega de un reino: La frase Siéntate a mi diestra. La palabra diestra implica Bíblicamente hablando un lugar de prominencia y autoridad. El Señor extenderá desde Sion tu poderoso cetro. La palabra cetro se refiere a las varas que utilizaban los reyes. Debe aclararse que la palabra reino no implica territorio o localidad de manera primaria, sino dominio: Domina en medio de tus enemigos. En otras palabras, la palabra reino como la estamos usando hace énfasis, mas que en la localidad donde se ejecuta un dominio, al dominio mismo. Dicho de otro modo y aplicado a Cristo, en vista de que el Padre lo ha sentado a Su diestra y le ha entregado el cetro, no importa en que lugar del universo estemos, El domina sobre todo y sobre todos. II. Es un reino de conquista: Dos frases en el Salmo sugieren esta naturaleza de conquista. Por un lado, la frase hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies, haciendo esto referencia a la costumbre antigua en que el rey victorioso ponía sus pies sobre los vencidos. Esta frase del verso 1 queda además respaldada por otra del verso 2, Domina en medio de tus enemigos.

4 Con relación a la naturaleza del reino que se le entregó, es necesario distinguir entre el reino inmutable y el reino histórico de Dios. Me explico, hay un aspecto en el que Dios siempre ha ejercido Su dominio absoluto sobre todo el universo. En Daniel 4:34-35 esto queda claro cuando dice: Alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su dominio es un dominio eterno, y su reino permanece de generación en generación. 35 Y todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, mas El actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: Qué has hecho?. Pero por otro lado, el mismo libro de Daniel, a través de la visión de la estatua gigante del rey, se profetiza la llegada o irrupción de un reino futuro en la historia, el cual desmenuzaría a los demás reinos: En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado[aj] a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre. A este aspecto se refirió Juan el Bautista y Jesús cuando proclamaban, Arrepentíos, porque el reino de los cielos ha llegado. La pregunta que surge es, El reino de Dios ya estaba o vendría? Las dos cosas son ciertas. Con relación al aspecto eterno, Dios siempre ha reinado sobre el universo y por eso, Él hace según Su voluntad o decreto. Pero al mismo tiempo, en un sentido histórico y temporal, Dios prometió la venida de Su reino en la persona de un Rey, Cristo, al cual toda voluntad debe estar sujeta. A ese aspecto es al que nos referimos. Cristo ha sido sentado a la diestra del Padre y ejerce Su dominio sobre todo, en los cielos y en la tierra. Y en este sentido, todos Sus enemigos serán conquistados, uno por uno, pues es necesario que El reine hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. El ultimo de todos Sus enemigos en ser conquistado será la muerte misma, la cual será aplastada por la resurrección de los justos en el día final. Claro está, la naturaleza de este reino exige dos tipos de resultados: Aquellos que sabia y voluntariamente se rendirán: Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder; en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; tu juventud es para ti como el rocío. A pesar de la resistencia, habrá muchos, de toda lengua, tribu y nación que voluntariamente doblarán Sus rodillas ante el Señorío de Cristo; muchos de nosotros, que éramos enemigos, fuimos cautivados por la gracia de Aquel que antes de ser exaltado se hizo un siervo y vino a dar Su vida en rescate por muchos. Y así como los jóvenes se ofrecen voluntariamente para el servicio militar, así también nosotros de manera voluntaria

5 nos rendimos a Sus pies, viniendo así a comprobar lo que dice el Salmo 2: Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian. Y este grupo representa precisamente la estrategia para la extensión de Su reino. La forma de extender Su reino en este momento y conquistar a Sus enemigos es por medio del testimonio de los conquistados. El Salmista dice, El Señor extenderá desde Sion tu poderoso cetro (v. 2). La idea es que la buena noticia de que Jesús ha sido exaltado hasta lo sumo como Señor y Cristo sale desde Sion, es decir, desde Su pueblo. Interesante estrategia Jesús utiliza el testimonio de aquellos que han doblado sus rodillas ante El, para dar a conocer el evangelio del reino. Pero también están aquellos que neciamente se resistirán al gobierno de Cristo: El Señor está a tu diestra; quebrantará reyes en el día de su ira. Juzgará entre las naciones, las llenará de cadáveres, quebrantará cabezas sobre la ancha tierra. Beberá del arroyo en el camino; por tanto El levantará la cabeza. La realidad es que tarde o temprano toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Señor. Aquellos que ahora voluntariamente no doblaron Sus rodillas ante Cristo, lo harán en el día de la ira y de la revelación de justo juicio de Dios, cuando con vara de hierro sus rodillas serán quebradas. Históricamente hablando, muchos han querido, quieren y querrán rebelarse y romper las ligaduras. A estos, El mismo Salmista en el Salmo 2 dice: Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. II. JESÚS, EL SUMO SACERDOTE (V.V. 4-7) El Señor ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Pero Jesús no es solo presentado como Rey, sino también Sumo Sacerdote: El Señor ha jurado y no se retractará: Tú eres sacerdote. Y como en el caso anterior, es establecido como Sumo Sacerdote por decreto y juramento divino. El autor a los Hebreos menciona esto para resaltar el punto de que Jesús no se glorificó a si mismo, sino que lo glorificó aquel que le dijo, Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. Veamos esto en términos generales y en términos particulares: 1. En términos generales, el autor a los Hebreos nos dice en el capítulo 5 que todo Sumo Sacerdote: a. Es constituido por Dios: Y nadie toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así como lo fue Aarón. De la misma manera,

6 Cristo no se glorificó a sí mismo para hacerse sumo sacerdote, sino que lo glorificó el que le dijo: Hijo mio eres tu, Yo te he engendrado hoy (5:4-5). Y en este sentido, Cristo no es una excepción. En el Salmo 110, el decreto juramentado viene de parte de Dios Padre. El mismo Señor que le dijo, siéntate a mi diestra, también le dijo, Tu eres sacerdote para siempre. Eso queda explícito en Hebreos 5:10, cuando dice, siendo constituido por Dios sumo sacerdote. b. Es tomado para interceder ante Dios en favor de los hombres: es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se refieren (5:1b). Al igual que todo sumo sacerdote, Jesús ofreció un sacrificio perfecto a Dios a favor de los hombres, donde el sacrificio era también el mismo: y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen (5:9). c. La intercesión sacerdotal delante de Dios en favor del hombre se basa en los sacrificios por el pecado que el mismo ofrece a Dios: para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados (5:1c). Como todo sumo sacerdote, Jesús, en virtud de Su sacrificio perfecto, intercede por aquellos que murió delante de Dios. d. Es un hombre: Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres (5:1a). Y este es uno de los aspectos mas consoladores de esta verdad, pues Emanuel, nuestro abogado defensor, al ser 100% hombre, nos comprende y conoce nuestras flaquezas humanas, por tanto es un adecuado Sumo Sacerdote. Sobre esto agrega en otro lugar: Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. 2. En términos particulares, el sacerdocio de Jesús va mas allá de lo ordinario, pues es según el orden de Melquisedec Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec ; esta realidad es resaltada nuevamente en Hebreos 6:10: siendo constituido por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Y qué significa esto? Varios textos en Hebreos citan esta porción del Salmo y lo aplican a Jesús, arrojando mucha luz sobre el significado de esta semejanza. La pregunta es, en que se asemeja el sumo sacerdocio de Cristo con el de Melquisedec? La semejanza con el sacerdocio de Melquisedec (y que le distingue del sacerdocio levítico) puede apreciarse desde varias perspectivas: a. El sacerdocio de Cristo, al igual que el de Melquisedec, no es según el orden Levítico o Aarónico. El autor de los Hebreos lo pone de la siguiente manera en el capítulo 7: Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu

7 de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino el poder de una vida indestructible (v.v ). b. El sacerdocio de Cristo, al igual que el de Melquisedec, es perpetuo. Esto se resalta en Hebreos 7:3, donde hablando de Melquisedec, se dice: sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. Es importante que no perdamos el punto aquí. Mucho se ha querido sugerir a partir de esta declaración con relación a Melquisedec, especialmente porque se dice que de el no se menciona su genealogía ni se habla de su nacimiento ni muerte. Sea lo que sea que esto signifique, debe quedar claro que: i. Melquisedec no es Jesús, como algunos han querido sugerir, sino que Su sacerdocio es un tipo o modelo del de Cristo en un sentido: Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote (7:15). ii. El punto a resaltar es que el sacerdocio de Cristo, a diferencia del sacerdocio levítico, es perpetuo: permanece sacerdote a perpetuidad. Esto implica que, a diferencia de los sacerdotes del antiguo pacto, quienes morían, la intercesión de Cristo nunca termina, dado que Él vive para siempre. c. El sacerdocio de Cristo, al igual que el de Melquisedec, es un sacerdocio real; dicho de otra manera, Jesús es Sacerdote y Rey al mismo tiempo. El Salmo 110 lo sugiere de entrada al decir, Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Pero esta realidad queda también explícita en Hebreos 7:2, al llamar a Melquisedec rey de Salem. Llama la atención que Dios había instituido en el antiguo pacto reyes y sacerdotes; pero estaba totalmente prohibido que el rey ejerciera funciones sacerdotales y viceversa; de hecho, dos reyes, Saúl y Uzías, llenos de arrogancia, trataron de hacerlo pero fueron castigados por Dios a causa de ello. Solo hay un personaje en todo el Antiguo Testamento que fue rey y sacerdote a la vez: Melquisedec. Así que, en conclusión, tenemos un Sumo Sacerdote santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado hasta lo sumo como Señor y Cristo, quien ofreció una vez y para siempre el sacrificio perfecto a Su Padre a causa del pecado, El mismo; y ahora, basado en Su sacrificio, vive perpetuamente para reinar e interceder aquellos que compró con Su sangre.

8 APLICACIÓN 1. Recordemos cual es nuestra identidad como pueblo de Dios (Sion). Lo que nos distingue no es una bandera, sino una confesión de que somos el pueblo real, el pueblo de Dios, gobernados por Cristo a través de Su palabra y de Su Espíritu. El recordar esto deberá traer a nuestra mente y corazón el para que existimos, a saber, Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). El reino de Cristo se extenderá por nosotros dar testimonio con nuestras palabras y acciones de las virtudes de nuestro Rey y de la bienaventuranza de cobijarnos bajo Sus alas. 2. Confortémonos unos a otros al recordarnos que Jesús vive perpetuamente para interceder a favor de aquellos que compró; que si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo ; que cada vez que el acusador osa acusarnos delante de Dios a causa de nuestros pecado, se levanta nuestro abogado, Emanuel, a defendernos. AMÉN

9 ANEXO CITAS DEL SALMO 110 EN EL NUEVO TESTAMENTO A. Relacionadas Al Versículo 1: 1. Mateo 22:44: Dijo el Señor a mi Señor: sientate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? 2. Marcos 12:36: David mismo dijo por el Espíritu Santo: El Señor dijo a mi Señor: sientate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. 3. Lucas 20:42: Pues David mismo dice en el libro de los Salmos: El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 4. Hechos 2:34: Porque David no ascendió a los cielos, pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 5. Hechos 15:24-25: entonces vendrá el fin, cuando El entregue el reino al Dios y Padre, después que haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder. Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 6. Hebreos 1:13: Pero, a cuál de los ángeles ha dicho jamás: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? 7. Hebreos 10:13: esperando de ahí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

10 B. Relacionados Al Versículo 4: 1. Hebreos 7:1: [ El sacerdocio de Melquisedec ] Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo. 2. Hebreos 7:4: [ Grandeza de Melquisedec ] Considerad, pues, la grandeza de este hombre a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín. 3. Hebreos 7:10: Porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro. 4. Hebreos 7:11: [ Cristo, sacerdote para siempre ] Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón? 5. Hebreos 7:15: Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote, 6. Hebreos 7:17: Pues de El se da testimonio: Tu eres sacerdote para siempre segun el orden de Melquisedec. Porque la ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que vino después de la ley, designa al Hijo, hecho perfecto para siempre.