APARTADO 3. MITOS DE CREACIÓN

Transcripción

1 APARTADO 3. MITOS DE CREACIÓN Nota: Este texto es una pequeña parte de la trascripción de los diálogos grabados en los talleres interculturales bilingües, realizados para decidir los contenidos y los materiales a producir y seleccionar por la investigación sobre la cultura wixarika. El propósito explicito, bajo los criterios básicos de investigación participativa, fue que dichos contenidos se decidieran conjuntamente por los participantes Wixaritari y el equipo de investigación; pero sobre todo, bajo el enfoque intercultural y el principio de que nadie conoce mejor su vida y cultura, que sus propios protagonistas; de tal forma que se recogieran las versiones actuales de los sabios Wixaritari sobre elementos claves de su cosmovisión, y se constatara, por otra parte, los cambios y modificaciones culturales que pudieron producirse en más de 100 años de conocimiento que tenemos sobre esta cultura, gracias a el legado de investigadores y cronistas que los estudiaron y observaron desde una visión occidental en todos esos años. Todo el proceso de trabajo, en todos los talleres que se hicieron, se grabó en audio y video, tanto las plenarias, como siempre que fue posible, las mesas de trabajo. El texto está trascrito de la grabación de los talleres y corresponde a la presentación de una estructura de contenidos, que había sido previamente seleccionada a través de la opinión de destacados líderes, ancianos, autoridades y mara akames entrevistados al efecto. Este material esta sujeto a revisión y ampliación en el futuro inmediato, por parte de las comunidades wixaritari.

2 Origen de los wixaritari Tenemos leyendas que nos dan idea, de donde provenimos los wixaritari. Por ejemplo, sobre el origen de la mujer tenemos una leyenda que dice así. Había un señor que tenía un perrito. Siempre se iba a coamiliar al campo donde tenía la siembra. Cuando llegaba a su casa, encontraba tortillas. Y sin embargo, no había nadie en casa. También encontraba comida en su casa. Y sólo había una perra. Alguien le aconsejó que espiara su casa. Él salió como siempre a su trabajo, pero regresó para espiar, para saber quién le preparaba las tortillas. Fue entonces cuando vio que la perra se quitaba la piel y se convertía en mujer. La vio cómo se iba al ojo de agua con su guaje. Entonces, siguiendo las instrucciones que ya llevaba, quemó la piel de la perrita. En cuanto la echó a la lumbre, la perrita comenzó a aullar y llegó a la casa la mujer desnuda. El hombre la roció con masa mojada en todo su cuerpo. Y fue así como surgió la mujer. Ese fue su origen. Después, tuvieron familia. De esta familia surgieron diferentes dialectos que se fueron regando por el mundo y así se crearon los diferentes idiomas. Ese es el origen del pueblo wixarika y de otras razas. Desde que los wixaritari llegamos a este mundo, sabíamos que nuestros dioses nos estaban esperando en algún sitio. Eso lo sabían mejor que nadie nuestros Mara akames. Nosotros teníamos que asentarnos de acuerdo con nuestras necesidades. Donde se ubicaban los dioses, ahí teníamos que estar nosotros. Donde los dioses se quedan, ahí debe vivir la gente. Por todo lo que sabemos, nosotros nos ubicamos aquí desde un principio. Cuando todo estaba tierno en la tierra. Pero cuando los primeros nacieron no era una persona así, como nosotros, una persona que habla. No había gente. Pero sí había animales que se convertían en personas. Las personas estaban en la obscuridad y se convertían en animales. Fue lo mismo que cuando apareció el sol. Ellos se organizaban en la obscuridad y luego de ser animales fueron personas y caminaron. Esto lo saben los Cantadores y los Mara akames. Ellos reconocen todo esto a través de sus historias y sus imágenes. Ellos saben cómo se organizaban cuando vivían en la obscuridad, antes de ser personas. Al Mara akame le pidieron que buscara un águila con una cascabel. El pueblo entero se movía buscándola. Se quedaba un año en un lugar, otro año en otro sitio. Y en cada lugar hacían sus

3 ceremonias tradicionales. Hasta que llegaron a un lugar que tenía un nopal con cinco pencas que indicaban los cinco puntos cardinales: ahí, arriba, estaba el águila con su cascabel. Se juntaron ahí diferentes idiomas. Al indígena wixarika, al que tenía más conocimiento, a ese le hablaron los dioses. Y ahí, apareció el fuego. En el centro del mundo, en Teakata, en el lugar sagrado. Después aparecieron los otros puntos cardinales: Huaxa manaka, Rapawilleme, Aramara y Wirikuta. En cada punto se hizo una varita, la que trae la autoridad. Y todavía en esta fecha, estamos aquí. Cuando crearon la tierra, los dioses ubicaron a los wixaritari en el centro. Nosotros estamos ubicados en el centro de la tierra. Todos los dioses salieron del mar. Luego eligieron el lugar que más les gustaba y ahí se fueron. A nuestro dios nunca le gustó la ambición, nunca fue ambicioso, no le gustó el poder. Él siempre prefirió la verdad. Vemos que los mestizos buscan el progreso, la oportunidad, quieren explotar, buscan mejores vidas. Nuestro dios no es así. Por eso se ubicó en estos lugares que conocemos, porque no ambicionaba cosas. Luego, por la influencia de los españoles, designamos a las comunidades con nombres como San Andrés, San Sebastián, Santa Catarina, pero sus nombres, en wixarika son Tateikie, Tuapurie, Wautia, etcétera. Luego los bautizaron, después, con la influencia de los franciscanos y las sectas religiosas. Quisieron que dejáramos a nuestros dioses, pero no pudieron. Nunca dejamos a nuestros dioses. Nosotros los conocíamos. Nos habían ubicado en un lugar y teníamos que respetarlos. Por eso no nos quedamos cerca del mar o en ningún otro lado que fuera benéfico para nosotros. Como ya dijimos, nos quedamos acá porque no buscamos la riqueza, ni la codicia, como el mestizo que busca progreso: entre más tiene, más quiere tener. Nosotros no, somos humildes, nuestra alimentación es sencilla, no vivimos como ricos. Alguien habló ya del venado? Bueno, pues fue él, él fue el que hizo que fuéramos así. Somos así, estamos ubicados aquí, en la montaña, donde están nuestros dioses y donde se ubican nuestros lugares sagrados. Relato de Luz Maria Chapela, a partir de las intervenciones de: José Eustacio de la Cruz, Herlinda Carrillo Díaz, Salvador Chivarra, Pascual Aguirre Márquez, Luis Sánchez Nuestro Origen José Eustacio de la Cruz. México es un país que está formado por muchos pueblos indígenas. Estos se asentaron de acuerdo a sus necesidades, a lo que ellos comían, buscaron lugares donde ellos pudieran encontrar lo que necesitaban. Por qué se asentaron aquí? No sabemos exactamente, quizá hablaríamos ya de muchos conflictos que hubo, por ejemplo, de huidas y persecuciones (Taller: Tuxpan de Bolaños, ).

4 Herlinda Carrillo Díaz. Se ha comentado que todos los indígenas, incluidos los wixaritari, ya estaban en México antes de que llegaran los españoles. Posteriormente empezó la guerra y los indígenas no tenían armas para defenderse, lo único que se tenía era a la gente; por eso se dispersaron por Jalisco, Nayarit y Durango. La guerra nos hizo cambiar de lugar; algunos abuelos se bajaron hasta las costas y ahí se quedaron un tiempo y después se empezaron a venir a cuidar su tierra porque ahí era su pueblo. Otros cuentan que vivíamos en Colotlán, pero que después se movieron hacia la sierra guiados por un Mara akame, el cual decía - nos vamos de este lugar porque nuestro dios nos espera en otro sitio -. Así se fueron ubicando y se formaron los pueblos de Santa Catarina, San Andrés y San Sebastián (Taller: Tuxpan de Bolaños, ). Salvador Sánchez González. Los consejos de ancianos nos dicen que los pueblos wixaritari se formaron por designio de los dioses, porque donde los dioses se quedaron, ahí deberían de formarse los pueblos. Por eso nosotros tenemos que estar allí donde nos dijeron. Por ejemplo, se dice San Sebastián porque un dios que se llama San Sebastián vino caminando y se quedó ahí, igual con San Andrés (Taller: Tuxpan de Bolaños, ). Pascual Aguirre Márquez. En un principio cuando todo en la tierra estaba tierno, no había personas como nosotros, lo que había eran animales que se convertían en personas. Mi abuelito me comentaba que los que tenían el conocimiento de hablar con estos antepasados eran los cantadores. Los mara akames son los que conocen las historias de nuestros antepasados, sólo ellos tienen la capacidad de ver en la oscuridad y de cómo estaban organizados y como se convertían en animales. Sólo hasta que apareció el sol, fueron personas como nosotros y caminaron. Al mara akame le hablaban que buscara el águila en un lugar que se llamaba Tepeyac, pero ellos no conocían a otros grupos; se quedaban un año en un lugar y otro año en otro sitio, en ellos hacían sus ceremonias tradicionales, hasta que llegaron a un lugar en donde había un nopal que tenía otros cinco nopales que representaban los cinco puntos cardinales, arriba de ese nopal estaba el águila. Alrededor de él se juntaron diferentes grupos que hablaban diferentes idiomas; el wixarika era el que tenía más conocimiento, por eso le hablaron y le dijeron que aparecería el fuego en el centro del mundo, ubicado en Santa Catarina. Posteriormente se regresaron porque ya habían encontrado el águila con el cascabel y después fueron encontrando los otros lugares sagrados: Hauxa manaka, Rapawilleme, Haramara, Wirikuta. Cuando encontraron todos los lugares sagrados, los dioses le hablaron a los wixaritari para que se ubicaran más o menos en un sitio intermedio, así se eligió Teakata, que es un lugar sagrado. Los cantadores que vinieron desde San Blas, formaron tres comisiones, una para San Sebastián, otra para Santa Catarina y otra para San Andrés. Ellos fueron buscando igual que la primera vez. Primero se fundó San Andrés Cohamiata y se construyó su templo; de la misma forma Santa Catarina y San Sebastián. Después cada una hizo sus varitas para las autoridades. Y hasta la fecha estamos aquí. (Taller: Tuxpan de Bolaños, ).

5 Mito de la creación Pablo Carrillo Ramírez (Traducción de Valentín Reza Coronado). Tenemos nuestro origen en los pobladores más antiguos de México. De acuerdo a lo que comentan los abuelos, había un señor que tenía una perrita, el siempre iba a coamiliar al campo donde tenía la siembra, cuando llegaba a su casa encontraba tortillas, sin embargo no había nadie más; después encontraba comida y no sabía quien la hacía pues en la casa solo había una perra, entonces decidió a espiar para saber lo que pasaba. Un día salió como siempre a su trabajo, pero se regresó a espiar para ver quién le preparaba las tortillas. Así vio que la perra que tenía se quitaba la piel y se convertía en mujer, la que fue al ojo de agua para traer agua. El hombre, como le habían dado la instrucción, quemó la piel de la perrita y cuando lo echó a la lumbre la perra empezó a aullar y llegó la mujer desnuda; el hombre la rocío con masa mojada y así surgió la mujer. Posteriormente con ella tuvo familia y de los hijos que tuvieron se fueron regando las etnias y surgieron los diferentes dialectos. Así surgió el pueblo wixarika, otras razas y otros idiomas (Taller: Tuxpan de Bolaños, ). Marcelina López de la Cruz. Cuando el diluvio, el hombre era muy pequeño y se llevó a una perrita, luego él fue creciendo y la diosa de la lluvia, Nakawe, le decía que la perrita iba a ser su compañera, pero el no lo creía. Cuando la diosa Nakawe sembró toda la naturaleza le dijo al hombre que tenía que hacer su coamil para seguir su vida como antes era. Cuando él se iba a su coamil, la perrita no se quedaba lejos y le cuidaba la casa, ya que era su única compañera. Entonces la perrita empezó a hacer tortillitas pequeñas que el hombre encontraba cuando llegaba y se las tenia que comer, pero no sabía quien era la que hacia las tortillitas y le decía a la perrita - si tu supieras hablar como yo, me lo dirías, pero como no hablas, nada puedes decirme -. La perrita conciente, nada más lo oía. Esto sucedió varias veces hasta que el hombre un día espió su casa y vio que era la perrita, la que se quitaba la piel y se ponía a hacer nixtamal, a molerlo y a tortear y para ello tenía a su lado una tinaja con agua. Entonces el hombre tomó la piel y la quemó, y cuando llego la perrita, la baño con la masa que ya tenía molida y batida. Por eso la perra prieta con la pata y la cola blanca se llama Polipuwa. Y el hombre, el macho, el perro se llama Watakame. De ahí nacen los wixaritari, ellos son nuestros padres (Taller Intercultural: Tepic, ). Valentín Reza Coronado. Una vez creada la tierra los dioses ubicaron a los wixaritari en el centro, nosotros los wixarika estamos ubicados en el centro del territorio mexicano. Los dioses crearon la tierra, los mares, posteriormente ubicaron donde quedaría Rapawilleme, Real de Catorce, todos los dioses salieron del mar, luego eligieron donde más les gustaba y se fueron a vivir ahí. A nuestro dios nunca le gusto la ambición, nunca fue ambicioso, no le gusto el poder, el siempre se fue por la verdad.

6 Los mestizos siempre han buscado el progreso, siempre quieren más oportunidades, quieren explotar y en base a eso tener una vida mejor. Nuestro dios no era así, por eso se ubico en estos lugares que conocemos porque no ambicionaba cosas. Por la influencia de los españoles designamos a las comunidades como San Andrés. Santa Catarina, San Sebastián, los franciscanos los bautizaron con esos nombres, para nosotros en lengua wixarika se laman: Tateikie, Tuapurie, Wautia. Quisieron que dejáramos nuestros dioses, pero no pudieron, nunca dejamos nuestros dioses, ellos nos indicaron el lugar donde debíamos vivir y teníamos que respetarlo; por eso no nos quedamos cerca del mar o en algún otro lugar que fuera más beneficioso para nosotros. (Taller: Tuxpan de Bolaños, ). Como aquí se dijo, los wixatari nos quedamos acá, porque no buscamos la riqueza, ni tenemos codicia como el mestizo, él entre más tiene, más quiere, el indígena no. Nuestros antepasados sagrados aceptaron las cosas que los dioses les ofrecieron y siempre quisieron que nosotros fuéramos así, humildes como somos ahora, que nuestra alimentación fuera sencilla, que no viviéramos como viven los ricos. Hablamos de Tamatsi el venado, bueno él fue quien quiso que fuéramos así, así somos y estamos ubicados aquí en la montaña, donde están nuestros dioses y donde se ubican nuestros lugares sagrados. (Taller: Tuxpan de Bolaños, ). El alma wixarika y el peyote Pascual Medina de la Cruz. El wixarika no quiso nada de riquezas, nada absolutamente, con elpuro vivir nos basta. Por eso estamos tan pobres, no tenemos nada de dinero para andar en carros, la única aspiración que tenemos es la de vivir tranquilos y tener más salud, eso es lo que estamos buscando y para tener tranquilidad y salud hacemos lo que dice Tatewarí. El wixarika para acercarse a sus dioses tiene que estar limpio, no se vale estar solo limpio por fuera, lo más importante es estar limpio del alma; para ser merecedores de Tatewari y de los maíces de cinco colores y de los metales sagrados que nos dieron, debemos estar limpios por dentro. Para comer la planta sagrada del peyote necesitamos estar libres de maldad y de mentiras. Si vamos a una peregrinación tenemos que decir todo lo malo que hemos hecho, así sea el haber matado a una persona o haberse metido con una mujer que no es la suya y eso se tiene que decir, aunque estén presentes los deudos o el marido y no puedes mentir, porque Tatewari está viendo todo y el sabe cuando no se dice la verdad.

7 El mara kame y Tatewari siempre van muy unidos en las peregrinaciones y en las ceremonias, ellos nos van guiando, sobre todo en el viaje a Wirikuta no se ve nada y menos cuando estas muy joven y es la primera vez. Si uno no esta limpio no va a cazar venado ni a comer peyote y si acaso lo agarras o comes peyote, te vas a enfermar porque estas manchado. Cuando se llega a un lugar sagrado se debe llegar muy unido a Tatewari orando, no borracho ni mariguano. Para saber curar yo he ido 13 veces a Wirikuta a Real de Catorce, en donde esta el cerro Quemado, ahí donde nació el sol. Hay que prepararse haciendo las jícaras y las flechas, la mujer tiene que escribir en las jícaras y el hombre en las flechas lo que se va a pedir, ayunar de comida y de mujer y no comer sal, eso es purificarse, para poder ir a los lugares de los dioses, que son sagrados.