UNA INVITACIÓN AL UNIVERSO DE SHERLOCK HOLMES

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1 Compartir UNA INVITACIÓN AL UNIVERSO DE SHERLOCK HOLMES PARA LA MUJER. Por Luis Ariel Salanueva Brito Profesor de 2º año de la Escuela Libre de Derecho Pensar de tarde en tarde en Sherlock Holmes es una de las buenas costumbres que nos quedan. Jorge Luis Borges Tal vez los defectos y debilidades nos hacen humanos. Aunque a veces no lo vemos, nuestros mejores amigos (esos que nos reflejan casi tanto como nuestros enemigos) están llenos de contradicciones. I. QUIÉN ES ESTE HOMBRE REAL, HECHO DE PALABRAS? Al conocer a Sherlock no percibí su carácter profundamente contradictorio; me limité a admirarlo sin reservas, como un dios de razón. Años después me hice consciente de su arrogancia, de su frialdad, de su carácter cerebral e indiferente y de su apego a los hechos; al mismo tiempo observé con perplejidad que es un amigo leal así como un hombre espiritual y sensible. Incluso sus habilidades reflejan sus contradicciones: es un violinista notable y

2 un boxeador experto. Esta complejidad ha permitido que Sherlock sea encarnado por actores tan diferentes como Robert Downey Jr. y Benedict Cumberbatch y que haya sobrevivido a interpretaciones literarias opuestas y a múltiples e irregulares adaptaciones televisivas y cinematográficas. Sherlock es el único ejemplar de un oficio que el mismo inventó: detective consultor. En dicho oficio, que ejerce en el Londres victoriano, emplea sus cultivadas capacidades de observación y deducción para resolver de los casos en que la policía de Scotland Yard se declara incompetente. En estos casos Cuando todo aquello que es imposible ha sido eliminado, lo que quede, por muy improbable que parezca, es la verdad. El signo de los cuatro. Sherlock tiene un mejor amigo, Watson, médico militar que lo acompaña en sus aventuras y las narra con su inteligencia media que no siempre comprende del todo a nuestro detective. A pesar de esto, Watson es un verdadero compañero en quién Sherlock confía y le sirve de piedra de toque a su genio ya que Nada aclara tanto un caso como exponérselo a otra persona. Estrella de plata. Por otro lado, Sherlock tiene un enemigo íntimo, el Doctor Moriarty, genio matemático que no sólo conoce y comprende a Holmes incluso mejor que Watson, sino que también lo refleja por su inteligencia y oficio: Moriarty es un genio y criminal consultor. Nada nos define mejor que nuestros enemigos, ni siquiera nuestros amigos.

3 Hay poco lugar para las mujeres en el universo holmesiano. Existe, sin embargo, un lugar especial para La Mujer : aquella que fue capaz de derrotar a nuestro detective. Watson piensa que las emociones son contrarias a la fría y precisa maquinaria cerebral de Sherlock y que este no puede sentir amor por La Mujer. Como otras tantas veces, Watson se equivoca; dentro de la armadura de razón y lógica late un corazón grande y apasionado. El creador de Sherlock, sir Arthur Conan Doyle, se benefició con su éxito; sin embargó, decidió acabar con él detective en uno de sus relatos. Creo que para ese entonces Sherlock, un ser hecho de palabras, se había vuelto más inteligente y real que su creador; Conan Doyle, agobiado por los reclamos de sus lectores, se vio obligado a revivirlo. II. MI RELACIÓN PERSONAL CON SHERLOCK Sherlock me acompañó durante la adolescencia bajo la forma de los libros económicos de la colección Sepan Cuantos. ; descubrí entonces el poder de la deducción y la importancia de los hechos. Asimismo, comprendí que Es un error capital el teorizar antes de poseer datos. Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías en lugar de encajar las teorías en los hechos. Escándalo en Bohemia. Años después me hice con la edición de Cátedra titulada Todo Sherlock Holmes. En contraste con el razonador frío que admiré durante mi adolescencia, al leer esta edición descubrí a un Sherlock sorprendentemente espiritual:

4 En nada es tan necesaria la deducción como en la religión afirmó, apoyando la espalda en las contraventanas-. El hombre razonador puede hacer de esta última una ciencia exacta. Siempre he creído que nuestra mejor garantía de la bondad de la Providencia reside en las flores. Todo lo demás, nuestros poderes, nuestros deseos, nuestro alimentos, son cosas necesarias para nuestra existencia en primera instancia. Pero esta rosa nos ha sido dada por añadidura. Su perfume y su color son un adorno de la vida, no una condición para ella. Solo la bondad puede dar algo por añadidura, y repito por esta razón que son las flores nuestro motivo de esperanza. El tratado naval. Cuando presté ésta edición, redimensioné al personaje a través de las versiones fílmicas y televisivas. Así, disfruté del cáustico Doctor House, quién me ayudó a entender el valor del verbo inglés write down (poner las cosas por escrito para analizarlas objetivamente y establecer sus relaciones) y el valor del conflicto en la búsqueda de la verdad. También compadecí al Sherlock de Elementary, cuya sensibilidad sucumbe ante la heroína. En el mismo tiempo, tuve momentos de profunda simpatía por el cuasi autista Sherlock, de la serie del mismo nombre. Por otra parte, comprendí otra dimensión del personaje en las películas interpretadas por Robert Downey Jr. quién da vida a un Sherlock encantador y apasionado. La verdad de Holmes explica su pervivencia en series y películas que lo recrean sin alterar su esencia. Su complejidad ha permitido que en cada

5 recreación se destaquen algunos aspectos de su personalidad en demérito de otros; a su vez, esto crea la ilusión de que se trata del mismo personaje y, a la vez, de uno diferente. Todo lo anterior hace que Holmes sea una presencia constante en la vida de sus lectores y espectadores. III. PROFUNDA HUMANIDAD He pasado de admirar ciegamente a Holmes, que en mi adolescencia veía como un dios de razón, a entender que parte de su humanidad radica en sus contradicciones y debilidades: tal vez la mejor descripción de nuestro detective es la que hace uno de sus enemigos: bajo su máscara de lógica percibo fragilidad Película Sherlock Holmes, 2009, Dir. Guy Ritchie. Y eso está bien. Sin duda, por su inteligencia, por su complejidad, por sus contradicciones, por sus debilidades, en suma por su profunda humanidad; pensar, leer y releer a Holmes sigue siendo una de las buenas costumbres que nos quedan. Artículo para la edición de la Revista Pandecta.