Catequesis de Iniciación a la Vida Cristiana

Transcripción

1 Taller: Inic. Xna. Adolescentes Catequesis de Iniciación a la Vida Cristiana La catequesis en el cambio de época Estamos viviendo un cambio de época y está claro que el mundo se está transformando a una velocidad galopante y la pastoral, la catequesis no debe estar ajena a esta realidad. Muchos de nuestros destinatarios consideran la fe y la existencia de Dios como incompatible con la libertad y la felicidad de la persona. Otros rechazan el mensaje cristiano como obsoleto y poco o nada significativo para sus vidas. Y muchos se sitúan en la indiferencia religiosa. También debemos reconocer que para muchos la Iglesia ha perdido credibilidad, el Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (25 33), invita a la conversión pastoral no sólo de los fieles sino de todos los cristianos miembros de la Iglesia. Esta conversión será importante para dar paso a una propuesta que ayude a que las experiencias de fe en las personas sean realmente experiencias que marquen su vida para adelante en relación a Jesús; de lo contrario seguiremos haciendo más de lo mismo, una catequesis tradicional que hoy por hoy sólo es preparación sacramental y una vez concluido nuestros destinatarios se van de las comunidades cristianas y no regresan más hasta el siguiente sacramento, sencillamente porque no les dice nada para sus vidas. Un nuevo paradigma para la catequesis la Iniciación a la Vida Cristiana El catecumenado o iniciación a la vida cristiana es una de las prácticas más antiguas de la Iglesia, de carácter catequético y litúrgico, para el acceso a la experiencia de fe y a la vida cristiana. Hoy, esta propuesta es un proceso por el que la persona se inicia a la vida cristiana a través de unas etapas bien precisas, lo que le llevará a iniciar su camino de fe y madurar en la fe. Por eso este proceso está dirigido tanto a los no cristianos, como a los bautizados que no han sido suficientemente evangelizados ni convertidos y que viven en gran parte en la indiferencia religiosa. Este nuevo paradigma de la iniciación cristiana debe ser integral y gradual. - Integral, porque subraya cuatro etapas fundamentales por la que toda persona que se está iniciando y todo catecúmeno debe pasar según su propia maduración y a partir del acompañamiento que también recibe. Para ello se pone metas, experiencias, contenidos graduales, acciones que lo ayude a alcanzar la maduración necesaria. - Gradual, porque ha de llevarse de manera continua, pero respetando el ritmo de madurez de cada persona, según las etapas en las que se encuentra y su vivenciando experiencia de fe. Catecúmeno se llama al que todavía está aprendiendo la doctrina de la fe y no ha recibido el bautismo. EL CATECUMENADO 1, INSPIRACIÓN PARA LA INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA En los primeros siglos del cristianismo se configura poco a poco un modelo extraordinario de didáctica y pedagogía de la fe. Los Santos Padres dieron al catecumenado de adultos una gran importancia. Inspirándose en el camino recorrido por el pueblo de Dios en su marcha hacia la tierra prometida, estructuraron el catecumenado de adultos como el proceso que la persona debía recorrer para convertirse a Dios, en el encuentro con Jesús y su Evangelio, y así formar parte de la comunidad cristiana. Esto implicaba el anuncio del Evangelio de Jesús, la formación para su seguimiento, los elementos de la Iniciación Cristiana en un recorrido temporal marcado por diversas etapas hacia la celebración de los sacramentos. El catecumenado es una de las instituciones más antiguas de la Iglesia, de carácter catequético y litúrgico, para el acceso a la experiencia de fe y a la vida cristiana. Para muchos está claro que la pastoral evangelizadora, catequética y sacramental debe ser hoy pastoral catecumenal, 1 Itinerario de Educación en la Fe (Guía del animador) Pág Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil Editorial CCS 2014, Alcalá Madrid 1

2 desarrollada en un itinerario personal dentro de un ámbito comunitario. Podemos decir que el catecumenado es un proceso educativo por el que la persona, por la gracia de Dios y la ayuda constante de la comunidad, se hace cristiana, a través de etapas bien precisas. Hoy consideramos que debe estar dirigido tanto a los no cristianos, como a los bautizados que no han profundizado en el sentido de su bautismo y de su conversión. Es una misión decisiva de toda la comunidad eclesial como comunidad evangelizadora y espacio de la celebración litúrgica. Bautismo, Confirmación y Eucaristía han formado siempre una unidad. De ahí que se los llame sacramentos de la iniciación. Es decir lo ordinario es que la Iniciación Cristiana de los no bautizados desemboque en la celebración de estos tres sacramentos. La unidad y la distinción entre Bautismo y Confirmación brotan de la unidad y distinción dentro del misterio pascual. Al igual que el misterio pascual, los dos sacramentos constituyen un todo de sentido y finalidad. La distinción está destinada a visibilizar de forma sacramental en la Iglesia los diversos aspectos del misterio, a saber, la victoria sobre el pecado y la muerte (Bautismo), y el envío a la misión del misterio de la salvación realizado por Jesucristo con la entrega de su vida según la voluntad de Dios Padre. Quienes ya han sido bautizados y no han sido evangelizados suficientemente redescrubren a través del catecumenado el sentido de su bautismo y la importancia vital de la celebración de los sacramentos de la Iglesia. En la Iglesia primitiva, catecumenado e iniciación a los sacramentos del bautismo y de la eucaristía se identifican (CT 23). No cabe duda de que el catecumenado y la Iniciación Cristiana tienen una gran vigencia en este tiempo en el que ser cristiano no es una cuestión de nacimiento o de pertenencia social, sino un quehacer personal, fruto de una decisión libre y de una opción coherente, sostenidas por la gracia de Dios. Cada vez se ve con más claridad la exigencia de que toda acción evangelizadora se inspire en el catecumenado de adultos: La catequesis de adultos, al ir dirigida a hombres y mujeres capaces de una adhesión plenamente responsable, debe ser considerada como la forma principal de catequesis, a la que todas las demás, siempre ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan (DGC 20). 1. Origen del catecumenado La palabra catecumenado viene del griego katejein que significa enseñar, hacer oír para atraer, la institución inicial de carácter catequético-litúrgico-moral, creada por la iglesia de los primeros siglos con el fin de preparar y conducir a los convertidos adultos, a través de un proceso espaciado y dividido por etapas, al encuentro pleno con el misterio de Cristo y con la vida de la comunidad eclesial, expresado en su momento culminante por los ritos bautismales de iniciación: bautismo, ritos post bautismales, eucaristía, que, normalmente son presididos por el obispo, se celebran el sábado santo durante la vigilia pascual. En la antigua Iglesia los candidatos al Bautismo de adultos pasaban por un tiempo de preparación en tres etapas (YouCat pág. 116): o 1ª Etapa: Los catecúmenos eran instruidos en la doctrina o el conocimiento de la fe. o 2ª Etapa: Eran autorizados a participar en las celebraciones de la Palabra. o 3ª Etapa: Eran admitidos también a la celebración de la Eucaristía El proceso del catecumenado es uno de los elementos que componen el proceso de la iniciación cristiana. Hasta el punto de que sin él no puede considerarse que tal iniciación haya llegado a su plenitud. Por eso a lo largo de la historia, de una u otra forma, se le dio gran importancia teórica, aunque no siempre se le diera el mismo valor práctico. Hoy se ha venido a revalorizar tanto la importancia teórica cuanto la realización práctica del catecumenado a diversos niveles. Pero; este proceso ha variado en relación con el que tuvo en la iglesia primitiva. Mientras que en los primeros tiempos de la iglesia precedía al bautismo, normalmente celebrado con adultos, en nuestros días suele realizarse con frecuencia después del bautismo, generalmente celebrado con niños. 2

3 2. Cambios posteriores del catecumenado En los siglos IV y VI a partir de la paz constantiniana (año 313 d. C.) se producen cambios eclesiales de gran importancia, estos cambios que surgieron fueron: 1. Conversión masiva, 2. Reconocimiento oficial de la religión cristiana, favor de los emperadores. 3. Aumento del bautismo de niños y disminución del de adultos... Este último punto será, sobre todo a partir del año , como cambios sucesivos en el catecumenado, que conducirán a una progresiva desaparición del mismo. Entonces los cambios más significativos al respecto se fueron dando así: a) Ambigüedad de motivos por los que se pide el catecumenado: a veces de interés político o social más que cristiano. b) Costumbre y tendencia a extender el tiempo de permanencia en el catecumenado con el fin de gozar de sus ventajas y librarse de las exigencias del bautismo. c) Retraso del bautismo prácticamente hasta el final de la vida, creando una situación anormal y suscitando la extensión del bautismo de niños. Consecuencia de todo ello fue una progresiva devaluación de la institución catecumenal, a pesar de las protestas de los responsables y la introducción de algunas modificaciones significativas para adaptarse a la nueva situación de los candidatos. Entre estas modificaciones cabe señalar: el acento que ahora se pone en la preparación próxima; la vaciedad del término catechumenien pro de la importancia dada a los candidatos la reducción práctica del proceso catecumenal de tres años al tiempo intensivo de la cuaresma; la concentración de contenidos y ritos en un tiempo relativamente insuficiente y corto; en fin, la insuficiencia de la preparación real y la conversión auténtica que de fe que es un cristiano/a comprometido/a. INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA DEFINICIÓN Llamamos Iniciación Cristiana al proceso que forja a un cristiano y que crea comunidades. La palabra iniciación indica, ante todo, la gratuidad de la fe. Para ser cristiano, la persona necesita ser iniciada en la experiencia de la fe, introducirse en la comunidad eclesial, porque la fe no es un dato o una conquista de la naturaleza humana, sino que es fruto del encuentro con Jesús. Ser iniciado significa también descubrir como gracia el misterio de Jesús, dejarse iluminar, confiar en Él y compartir su vida, muerte y resurrección. La iniciación cristiana representa por tanto, el punto de partida desde el kerigma y el punto de llegada a una vida cristiana según el estilo de Jesús desde la Palabra. Dentro de este proceso se va explicitando el sentido más profundo de la iniciación cristiana como es la iniciación al misterio de Dios Padre, revelado en Jesús por la acción del Espíritu Santo. La catequesis de iniciación valora especialmente la escucha de la Palabra de Dios, la oración personal y comunitaria, el silencio, la mediación de los símbolos, el acompañamiento espiritual, la celebración de los sacramentos, la coherencia de una vida moral. La iniciación cristiana ofrece también celebraciones litúrgicas, experiencias de oración personal y comunitaria, propuestas de compromiso, reflexiones que ayudan a vivir y pensar. Planteamos como objetivo general el encuentro con Jesús, que tengan y vivan esa experiencia de vida, de fe; sólo así cualquier persona logrará convertirse a partir de esta vivencia y estará motivada a continuar con un discipulado más consciente como exhorta Aparecida ( ) de lo que significa seguir a Jesús y el cristiano o cristiana viva según su estilo de vida. Destinatarios de la Iniciación Cristiana Los primeros destinatarios son los no bautizados, cada vez más numerosos; pero también se dirige a los bautizados no suficientemente evangelizados, 2 que son la inmensa mayoría. 2 Cf. DA 288 3

4 ETAPAS DE LA INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA El Directorio General para la Catequesis 3 y el RICA 4 (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos) indican las etapas de este proceso: 1. PRE CATECUMENADO En qué consiste? 5 Tiene lugar la primera evangelización en orden a la conversión y se explicita el kerigma, el primer anuncio de Jesús. Esta etapa anuncia abiertamente al Dios vivo y verdadero (cf. RICA 9), presenta la persona de Jesús y su evangelio como Aquel que sacia toda hambre y toda sed (Jn ), el que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (Jn 1, 9), aquél de quien escribieron Moisés y los profetas (Jn 1, 45). La finalidad de este anuncio no es otra sino suscitar el deseo de conocer a Jesús, de creer en Él como Señor y Mesías, el Hijo de Dios (Jn 20, 31) y de convertirse en discípulo suyo, incorporándose a su Iglesia por el bautismo. DGC (n 88) Caracterizado porque en él tiene lugar la primera evangelización en orden a la conversión y se explícita el kerigma del primer anuncio. A quiénes va dirigido? A todas las gentes (Mt 28, 19), a toda la creación (Mc 16, 15), a todas las naciones (Hch 1, 8). Todos tienen derecho a conocer quién es el que verdaderamente puede conducirnos al Padre; el único capaz de dar sentido pleno a la vida de los hombres sobre esta tierra y fundar la esperanza de la vida eterna. De ahí que este anuncio explícito de Jesús y de su Evangelio nunca deba omitirse ni suplantarse con ninguna otra cosa por valiosa y atrayente que sea en sí misma. Toda persona es un posible destinatario del anuncio evangélico, sin embargo, es más eficaz en quienes, por la acción de la gracia, existe la disponibilidad para responder libremente a la iniciativa divina (personas en búsqueda de sentido existencial). Cuál es el objetivo? El objetivo de esta etapa es doble: Conversión y el inicio de la preparación hacia el bautismo. Esta primera etapa concluye con la celebración de inicio a la siguiente etapa el Catecumenado. 2. CATECUMENADO Propiamente dicho, destinado a la catequesis integral. El RICA la describe así 6 : - Un tiempo prolongado, en el que los candidatos reciben la instrucción pastoral y se ejercitan en un modo de vida apropiado, y así se les ayuda para que las disposiciones de ánimo manifestadas a la entrada lleguen a la madurez (n 18) - Un camino espiritual, en el que los catecúmenos participan ya por la fe del misterio de la muerte y resurrección y pasan de la vieja condición humana a la nueva del hombre perfecto en Cristo. (n 19) - Un tiempo en el que ha de madurar la conversión y la fe de los catecúmenos (n 98) El DGC (n 88) la define como: Destinado a la catequesis integral y en cuyo comienzo se realiza la entrega de los Evangelios - Esta etapa busca propiciar una viva, explícita y operante profesión de fe (n 66). Qué es singular en esta etapa de la Iniciación Cristiana? El RICA (n 9, 20, 98, 99) señala: 3 Cf. DGC RICA, pág. 13, 14, 15 y 16 5 Cf. Revista Catequistas pág. 9 y 10. Editorial CCS, Alcalá Madrid. Diciembre 2015 enero Cf. Revista Catequistas pág. 9 y 10. Editorial CCS, Alcalá Madrid. Febrero

5 - La formación gradual e íntegra y acomodada al año litúrgico, que los catecúmenos han de recibir de toda la vida cristiana. - Un conocimiento íntimo del misterio de la salvación - La iluminación por la fe. El DGC (n 67 y 68) propone: - Ofrecer una formación orgánica y sistemática de la fe un aprendizaje de toda la vida cristiana que propicie un auténtico seguimiento de Jesucristo centrado en su persona. - Educar en el conocimiento y en la vida de fe, de forma que el hombre entero, en sus experiencias más profundas, se vea fecundado por la Palabra de Dios. - Ayudar al discípulo de Jesucristo a transformar el hombre viejo, a asumir sus compromisos bautismales y a profesar la fe desde el corazón. - Procurar a los que están siendo iniciados una formación básica, esencial y centrada en lo nuclear de la experiencia cristiana, en las certezas más básicas de la fe y en los valores evangélicos más fundamentales. - Tratar de poner los cimientos del edificio espiritual del cristiano, alimentar las raíces de su vida de fe y capacitarles para recibir el posterior alimento sólido en la vida ordinaria de la comunidad cristiana. - Incorporar a la comunidad que vive, celebra y testimonia la fe. En esta etapa se incluyen celebraciones sugeridas por el RICA (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos). 3. TIEMPO DE PURIFICACIÓN E ILUMINACIÓN El RICA (n 25) afirma: Preparación más intensa a la vida cristiana y a los sacramentos de la Iniciación. En este período la preparación intensiva del ánimo, que se ordena más bien a la formación espiritual que a la instrucción doctrinal de la catequesis. Se dirige a los corazones y a las mentes para purificarlas por el examen de conciencia y por la penitencia y para iluminarlas con un conocimiento más profundo de Cristo. Esto se verifica por medio de varios ritos, especialmente por el escrutinio y la entrega. Concluye con la celebración de los sacramentos de Iniciación: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. DGC (n 88) Proporciona una preparación más intensa a los sacramentos de la iniciación, y en el que tiene lugar la «entrega del Símbolo» y la «entrega de la Oración del Señor». 4. MISTAGOGÍA Del griego mystagogheín (iniciar, introducir en los misterios). En la terminología cristiana, mistagogia indica el último período del catecumenado antiguo, de ordinario la semana después de Pascua, durante la cual se impartían a los neófitos las catequesis llamadas mistagógicas. Son famosas las de Ambrosio, Cirilo de Jerusalén, Teodoro de Mopsuestia y Juan Crisóstomo. La explicación de los ritos de iniciación no se había dado anteriormente, debido a la llamada " disciplina del arcano». La mistagogia ha sido revaluada por el nuevo Rito para la iniciación cristiana de los adultos (RICA, n 37-40), como cuarto y último grado del itinerario de iniciación, como tiempo de la experiencia de los sacramentos recibidos y como fase de la experiencia de la comunidad. La mistagogia es la iniciación de los recién bautizados (neófitos) en los misterios del cristianismo. La función del mistagogo es la de introducir a los bautizados en los misterios sagrados. Antes habían oído sobre estos. Ahora pero, una vez bautizados, pasan a participar de ellos. Se trata sobre todo de la Eucaristía y los signos sacramentales de la Iglesia. Los neófitos prosiguen su camino durante el período pascual mediante la meditación del evangelio, la participación en la eucaristía Y el ejercicio de la caridad, e intentan- traducir 5

6 cada vez más el misterio mismo en la práctica de la vida. Renovados interiormente por la experiencia de los sacramentos recibidos, los neófitos pueden entonces alcanzar un sentido completamente nuevo de la fe, de la Iglesia Y del mundo. DGC (n 88) Caracterizado por la experiencia de los sacramentos y la entrada en la comunidad. Para el trabajo en grupos 1. Qué dificultades teóricas o prácticas encontramos para hacer una propuesta de Iniciación a la vida cristiana en nuestra labor de catequistas? 2. En cada encuentro catequístico hay una invitación explicita para que quienes lo oyen, se sientan invitados a seguir a Jesús, a convertirse y abrazar la fe? 3. Hacemos un discernimiento que nos permita comprobar que nuestros catecúmenos y/o catequizandos se toman en serio el kerigma y responden a el libremente? 4. Qué es lo que deberíamos mejorar y tratar de corregir para que nuestras catequesis sirvan para iniciar a la vida cristiana? 6