ARCHDIOCESE OF ST. LOUIS Cardinal Rigali Center 20 Archbishop May Drive St. Louis, Missouri 63119

Transcripción

1 ARCHDIOCESE OF ST. LOUIS Cardinal Rigali Center 20 Archbishop May Drive St. Louis, Missouri Office of Sacred Worship p) f) The Joy of the Gospel Evangelization Commissioning Ceremony Solemnity of Pentecost 2018 Order of Commissioning Within Mass Following the homily, the Priest introduces the Commissioning using the following words. For the evangelization activity of the Church, the cooperation of a great many people is needed, so that communities as well as individuals may advance to full maturity in faith and continually show forth their faith. On this Solemnity of Pentecost, we are reminded that just as the Holy Spirit was poured forth upon Mary and the Apostles on that first Pentecost Sunday, the Holy Spirit was poured into our hearts at our baptism and His sevenfold gifts were sealed in our Confirmation. It is the power of the Holy Spirit which calls and enables each one of us to continue the mission of Jesus by bringing his love, mercy, and compassion to all those we encounter. Pope Francis has consistently challenged all Catholics to live the Joy of the Gospel. And now, let us call to mind the faith which we professed in our Baptism and renew our baptismal commitment to live as joyful missionary disciples. And so I ask you: Do you renounce Satan? And all his works? ARCHSTL.ORG

2 And all his empty promises? Or: Do you reject sin, so as to live in the freedom of God s children? Do you reject the glamor of evil, and refuse to be master by evil? Do you reject Satan, father of sin and prince of darkness? Then the priest continues: Do you believe in God, the Father almighty, Creator of heaven and earth? Do you believe in Jesus Christ, his only Son, our Lord, who was born of the Virgin Mary, suffered death and was buried, rose again from the dead and is seated at the right hand of the Father? Do you believe in the Holy Spirit, the holy catholic Church, the communion of saints, the forgiveness of sins, the resurrection of the body, and life everlasting? This is our faith. This is the faith of the Church.

3 We are proud to profess it, in Christ Jesus our Lord. Amen. The priest then sprinkles the people with blessed water, while all sing a hymn that is baptismal in nature or focuses on the Holy Spirit. After the sprinkling, the Priest returns to the chair, where omitting the Creed, he directs the Universal Prayer. Universal Prayer Dear brothers and sisters, we gather as one to celebrate the good things that we have received from our God, as we now make our prayer for our community and for the world, let us all pray to Christ the Lord, not only for ourselves and our own needs, but for all of God s people. For the whole church on this day of Pentecost, as the glorified Christ lets fall His promised Holy Spirit, that the strong wind of His coming may surge through the Upper Room where we have waited, to kindle in each of us His holy fire, let us pray to the Lord. For the lay faithful, commissioned by the Spirit to be a ferment in society for the kingdom of God, that the Spirit s gifts of fortitude and joy may make them strong friends of Christ, able to stand up for the demands of justice, life, and peace, let us pray to the Lord. That the Spirit may be an anointing of comfort to the sorrowful, healing to the sick, calm to the anxious, forgiveness to sinners, and refreshment to us all on our pilgrim way, let us pray to the Lord. That each of us who follow Jesus may, like Him, make it our delight and joy to do God s will that inspired by the Holy Spirit we will bring Christ s love, mercy, forgiveness, and the joy of the gospel to all those we meet, let us pray to the Lord.

4 For our faithful departed ones, that the Lord may send forth His Spirit into their souls, so that they may be placed in eternal life as His new creation, let us pray to the Lord. The Priest s Prayer for the Universal Prayers will be the Joyful Discipleship Commissioning Prayer which follows. O Mary, Mother of Jesus and Mother of the Church, we are mindful of the role you play in the evangelization of souls. We are mindful of how missionaries were sent forth to bring the power and joy of Christ s gospel to all those they met. As the Mother of Divine Grace, you were with the missionaries in all their efforts. And, as Mother of the Church, you presided over all the activities of evangelization and over the imparting of the Gospel in the hearts of the faithful. We ask you Mary, Star of the New Evangelization, to help us fulfill the mission of evangelization which your Son has given to the Church and which falls to us. Mindful of your role as Help of Christians, we entrust ourselves to you in the work of carrying the joy of the Gospel ever deeper into the hearts and lives of all the people we encounter. We entrust to you our missionary mandate and ask that you intercede for us so that we, like you, will be able to say yes to all that God asks of us as joyful missionary disciples. Through Christ our Lord. Amen. Mass continues as usual with the Presentation and Preparation of the Offerings.

5 La Alegría del Evangelio Ceremonia de puesta en marcha de la Evangelización para la Solemnidad de Pentecostés 2018 Orden de puesta en servicio dentro de la misa Después de la homilía, el sacerdote presenta la puesta en servicio usando las siguientes palabras Sacerdote: Para la actividad de evangelización de la Iglesia, se necesita la cooperación de un gran número de personas, para que tanto las comunidades como los individuos puedan avanzar hacia la plena madurez en la fe y muestren continuamente su fe. En esta solemnidad de Pentecostés, se nos recuerda que así como el Espíritu Santo fue derramado sobre María y los Apóstoles en ese primer domingo de Pentecostés, el Espíritu Santo fue derramado en nuestros corazones en nuestro bautismo y sus siete dones fueron sellados en nuestra Confirmación. Es el poder del Espíritu Santo que nos llama y permite a cada uno de nosotros continuar la misión de Jesús al llevar su amor, misericordia y compasión a todos aquellos con quienes nos encontramos. El Papa Francisco ha desafiado constantemente a todos los católicos a vivir la Alegría del Evangelio. Y ahora, recordemos la fe que profesamos en nuestro Bautismo y renovamos nuestro compromiso bautismal de vivir como discípulos misioneros alegres. Y entonces les pregunto: Sacerdote: Renuncian a Satanás?

6 Sacerdote: Y a todas sus obras? Sacerdote: Y a todas sus seducciones? O: Sacerdote: Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios? Sacerdote: Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en ustedes el pecado? Sacerdote: Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado? Prosigue el sacerdote: Sacerdote: Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Todos: Sí, creo. Sacerdote: Creén en Jesucristo, su Hijo único, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? Todos: Sí, creo Sacerdote: Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna? Todos: Sí, creo.

7 Sacerdote: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia. Estamos orgullosos de profesarla, en Cristo Jesús nuestro Señor. Todos: Amen. El sacerdote asperja al pueblo con agua bendita, mientras todos entonan un canto de índole bautismal o enfocado en el Espíritu Santo. Después de asperjar, el Sacerdote regresa a la silla, donde omite el Credo y dirige la Oración Universal. Oración Universal. Sacerdote: Queridos hermanos, nos reunimos como uno para celebrar las cosas buenas que hemos recibido de nuestro Dios, mientras hacemos nuestra oración por nuestra comunidad y por el mundo, recemos a Cristo el Señor, no solo por nosotros mismos y nuestras propias necesidades, sino también por toda la gente de Dios. Por toda la iglesia en este día de Pentecostés, como el Cristo glorificado deja caer su Espíritu Santo prometido, para que el fuerte viento de su venida pueda surgir a través del cenáculo donde hemos esperado, para encender en cada uno de nosotros Su fuego santo, recemos al Señor. Por los fieles laicos, comisionados por el Espíritu para ser un fermento en sociedad por el reino de Dios, para que los dones de fortaleza y alegría del Espíritu los hagan fuertes amigos de Cristo, capaces de defender las demandas de justicia, vida y paz, recemos al Señor... Que el Espíritu sea una unción de consuelo para los afligidos, sanar a los enfermos, calmar a los ansiosos, perdonar a los pecadores y refrescarnos a todos en nuestro camino de peregrinación, recemos al Señor...

8 Que cada uno de nosotros, los que seguimos a Jesús pueda, como Él, hacer nuestro deleite y alegría el hacer la voluntad de Dios que, inspirados por el Espíritu Santo, llevemos el amor de Cristo, la misericordia, el perdón y el gozo del Evangelio a todos aquellos a quienes encontremos, roguemos al Señor... Por nuestros fieles difuntos, para que el Señor envíe su Espíritu a sus almas, para que puedan ser colocados en la vida eterna como su nueva creación, recemos al Señor... La Oración del Sacerdote por las Peticiones Universales será la Oración de puesta en marcha del Discipulado Alegre, a continuación: Sacerdote: Oh María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia, somos conscientes del papel que desempeñas en la evangelización de las almas. Somos conscientes de cómo se envió a los misioneros a traer el poder y la alegría del evangelio de Cristo a todos aquellos que conocieron. Como Madre de la Divina Gracia, estabas con los misioneros en todos sus esfuerzos. Y, como Madre de la Iglesia, presidiste sobre todas las actividades de evangelización y la impartición del Evangelio en los corazones de los fieles. Te pedimos María, Estrella de la Nueva Evangelización, que nos ayudes a cumplir la misión de evangelización que tu Hijo le ha dado a la Iglesia y que nos corresponde. Conscientes de tu papel como auxilio de los cristianos, nos encomendamos a ti en la tarea de llevar el gozo del Evangelio cada vez más profundo en los corazones y las vidas de todas las personas con las que nos encontremos.

9 Te encomendamos nuestro mandato misionero y te pedimos que intercedas por nosotros para que nosotros, como tú, podamos decir "sí" a todo lo que Dios nos pide como discípulos misioneros jubilosos. Por Cristo nuestro Señor. Amén. La misa continúa como de costumbre con la Presentación y Preparación de las Ofrendas.