El sueño imperialista de Franco en el Mediterráneo durante el contexto de la II Guerra Mundial

Transcripción

1 El sueño imperialista de Franco en el Mediterráneo durante el contexto de la II Guerra Mundial Por David Díaz Sánchez 1.-Introducción El objetivo de esta comunicación es la de mostrar al lector lo que fue el sueño de Franco, un sueño que consistió en formar un nuevo imperio español en el Mediterráneo occidental, en el contexto de la II Guerra Mundial. España ha sido analizada en la II Guerra Mundial como un país que estuvo pendiente de entrar o no en la guerra, sin ver de una manera muy específica, que uno de los objetivos de entrar en la contienda era el de conseguir una serie de reivindicaciones que conformaran un nuevo Imperio y de éste modo, Franco, lo que quería era devolver a España al puesto que según el franquismo se merecía la nación en el panorama internacional. Por lo tanto, este texto va a seguir una evolución que va a mostrar las relaciones de España con Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña, que sin apartándonos del hecho que estamos en una guerra, se habló de territorios y de recompensas 1, dependiendo del país con el que se hable, y sobre todo, de cómo se comportara o qué posición adoptara España durante la II Guerra Mundial. La redacción comenzará desde el inicio de la II Guerra Mundial y acaba con la Operación Antorcha del 8 de Noviembre de España y Francia. Del apaciguamiento francés al posible imperio español. Durante estos primeros meses de la guerra, Franco mandó hacer preparativos defensivos militares en las zonas de Gibraltar, la zona del Protectorado Español de Marruecos y los Pirineos, algo que no sentó muy bien en Francia y Gran Bretaña, ya que aquellos movimientos inquietaban sobre la neutralidad española. Pero estos no se quedaron sólo aquí. Uno de los movimientos en Marruecos iba dirigido hacia Tánger. Este movimiento, estaba enfocado a recuperar una zona que se consideraba española y que fue quitada a España por Gran Bretaña, ya que no le interesaba que ninguna potencia controlara uno de los puntos importantes del estrecho de Gibraltar, por lo que negoció con Francia dando lugar a la firma en 1923 de un Estatuto Internacional 2. 1 Cuando el autor habla de recompensas, entre comillas, lo que quiere decir es que, en las diferentes conversaciones, España, ya sea manteniéndose neutral o entrando en la guerra, dependiendo de los casos, recibiría una compensación por su labor. Por ello el autor llama a esta compensación, recompensas. 2 Este estatuto está firmado por Francia, España y Gran Bretaña. Más tarde fue firmado también por Holanda, Bélgica, Suecia, Italia y Portugal. Página 1

2 Franco quería recuperar Tánger y extender el Marruecos español, en éste caso sobre el Marruecos francés, pero no quería violar los tratados internacionales porque supondrían un ataque contra él, del cual no estaría preparado para defenderse 3. El tema de Tánger es un conflicto que viene desde lejos. A España le correspondía en 1936 el control de la administración de la ciudad de Tánger pero debido a la Guerra Civil, lo que hizo Francia fue prorrogar su mandato hasta que la Guerra Civil se solucionara, pero Francia no quiso ceder la ciudad después debido a la guerra que se estaba dando en Europa. Por ello Franco y sus generales prepararon un plan para recuperar Tánger para España, ante la no devolución de Francia y acabar de ese modo con un Estatuto, que es visto por las autoridades españolas como una burla hacia España y algo deprimente que impide que Tánger sea español. Ese plan estaba auspiciado por las noticias que llegaron el 28 de Junio de 1939, cuando Beigbeder era todavía Alto Comisario en Marruecos en el que señala una acción franco-británica en el estrecho si se produce un conflicto internacional: [ ] para tener un desahogo para todo su aparato militar y guerrero en el Mediterráneo, ya que no tienen espacio en Gibraltar. Es decir, que utilizarían Tánger no como base naval ni militar sino como espacio para instalarse 4. Estas y otras noticias parecidas que llegaban de Beigbeder, influyeron temor en los máximos dirigentes españoles, debido a que franceses e ingleses no tuvieran la única intención de utilizar Tánger, no sólo como base para el posible conflicto internacional, sino que lo utilizaran como cabeza de puente para invadir el protectorado español. Por ello, España se preparó para atacar Tánger antes de que lo hicieran los británicos y franceses y de éste modo argumentar que si atacaban la ciudad internacional, España estaba en su derecho de defenderla, por eso se empezaron a movilizar tropas españolas por la zona ante el recelo francés que iba aumentando cada vez que se acercaba el inicio de la II Guerra Mundial, más aún, que España no dejaba clara su posición. Finalmente el tema se zanjó por un tiempo cuando España se declaró neutral, hecho que hizo oficial el día 4 de Septiembre de 1939 y aparece en el BOE publicado al día siguiente 5. El tema se recobró en febrero de 1940 cuando España reclamó que le tocaba administrar Tánger. Esto se hizo a través de un informe de la Dirección General de Marruecos y Colonias de esas fechas, en el que se argumentaba que España debía 3 Según el tratado de 1912 se dividía el Imperio Xerifiano en dos protectorados, uno para Francia y otro para España. En ese tratado además se establecía que si en uno de los protectorados se producía una invasión o cesión de los territorios, una rebeldía interior o una ausencia de autoridad, la otra nación del otro protectorado tendría así la opción de entrar al otro protectorado para que se vuelva al statu quo anterior. 4 FUNDACIÓN NACIONAL FRANCISCO FRANCO: Documentos Inéditos para la Historia del Generalísimo Franco, Tomo I, doc. 108, págs En el BOE núm. 248 del , aparece que por el Decreto del 4 de Septiembre de 1939, España guardará la más estricta neutralidad ante el conflicto europeo. Página 2

3 administrar Tánger para garantizar su neutralidad frente a las potencias beligerantes. Con este informe, Beigbeder, como nuevo ministro de Asuntos Exteriores, habló con el embajador francés mariscal Pétain, pero Francia siguió administrándola durante varios meses más. La cuestión parecía que no iba a tener una solución pero todo eso cambió el 10 de Junio de Ese día es el día en el que Italia entro en la guerra a favor de Alemania. Ante esta actitud, los máximos responsables militares españoles examinaron lo que podía suponer para las zonas de interés españolas como las islas Baleares, el estrecho de Gibraltar y el Marruecos español. El problema podía ser una posible invasión aliada para evitar el avance italiano por la zona. Ante esta situación, Beigbeder rescató las cartas que envió a Franco en Junio de 1939 sobre los planes que tenían franceses e ingleses para dominar el Estrecho 6. Barroso, agregado militar en París, y Kindelán, capitán general de Baleares, habían indicado su temor a un posible ataque en las islas de franceses e ingleses. Por ello se decidió aumentar las defensas en dichos lugares. Si se daba una posible invasión de Tánger, Beigbeder dio instrucciones al Alto Comisario en Marruecos, el General Asensio, para ocupar la zona internacional de Tánger. El propósito era aprovechar la circunstancia de violación del tratado internacional para a cambio conseguir quitar el estatuto de Tánger de 1923, y conseguir el territorio de Tánger. Mientras tanto, en Marruecos se extendió el rumor de que España entraría en guerra a favor del Eje y que atacaría Tánger. Ante este rumor y sabiendo que España era proclive al Eje, los franceses querían averiguar cual era la opinión española, o más bien, su posicionamiento respecto a la entrada de Italia en la guerra y que pasaría con Tánger. Luizet, agregado militar de la legación francesa en Tánger, hablo con las autoridades españolas en la zona de Tánger para saber los movimientos de tropas españolas en la zona, a lo que los españoles respondieron sin darle importancia. Para saber más, Luizet ofreció la ayuda francesa a España a cambio de que ésta no participara en la guerra. Para ello Luizet ofrecía el movimiento de tropas de los dos países como forma de colaboración. Francia lo que quería era hacer todo lo posible para que España no entrara a favor del Eje en la guerra y atacaran Tánger. Dentro de éste contexto se dan otras conversaciones como son las de Nogués y Carranza, en la que se asegura que Francia no atacará Tánger pero que si lo hacen los españoles, Francia responderá. Francia señaló que ante un posible conflicto en Tánger, es un tema que sólo interesa a Francia y España, y deben ser solamente ellas las que lo resuelvan. Nogués también señaló que si España se mantenía neutral podía pedir reivindicaciones a cambio, pero nunca llegó a concretar, que es lo que podía pedir España. Unos días después, la situación cambió cuando España, de manera unilateral, ocupó Tánger, aprovechando que Francia estaba al borde del colapso, con motivo del ataque alemán. El ataque llevaba planeado desde hacía tiempo, pero el 14 de Junio de 6 Mencionado anteriormente Página 3

4 1940, cuando se produjo la entrada de las tropas españolas en la ciudad, fué el momento perfecto pues la situación internacional indicaba que la operación era favorable. La operación se hizo unilateralmente porque España argumentó esta invasión como la única forma de preservar la neutralidad de la ciudad, o esa era la excusa, ya que según comentaban los españoles, la ciudad no podía ser neutral si 3 de las 4 potencias que la dirigían estaban en guerra entre ellas, como son Gran Bretaña, Italia y Francia. Así España se hizo con su ansiado Tánger. Pero esta conquista, que fué vendida así a la población española, a los alemanes e italianos, no fue tal, ya que España tuvo relaciones con los gobiernos francés e inglés durante los días 8 y 12 de Junio de 1940, con el fin de informar a estos gobiernos que España iba a tomar Tánger, por la excusa que se había mencionado antes, y sí estaban de acuerdo con la medida. Por lo que la conquista, realmente fue una acción pactada, por ello las tropas españolas no encontraron obstáculos en su ocupación de la ciudad. Estos movimientos se vieron favorecidos por la declaración de España del día 13 de Junio de 1940, es decir, un día anterior de la operación de Tánger, en la que se declaraba que España pasaba de la neutralidad a la No-beligerancia: Extendida la lucha al Mediterráneo por entrada de Italia en guerra con Francia e Inglaterra, el Gobierno ha acordado la no beligerancia de España en el conflicto 7. Casi a la vez que Tánger, se produjo el desplome francés, con un cambio de gobierno en el que el embajador en Madrid, el mariscal Pétain, se convirtió en jefe del Gobierno francés. Era la ocasión que Franco y sus hombres estaban buscando para hacerse con el Marruecos Francés, una situación por la que Francia estaba medio KO, y era muy posible que no se pudiera coordinar perfectamente para defender ese terreno colonial. Pero la actuación no se hizo, porque no se consiguió el apoyo alemán 8 y porque España se encargo de que Alemania y Francia firmaran un armisticio, lo que hacía que Franco no quisiera abogar por la paz en un lado y por el otro robarle territorios a uno de los firmantes. A pesar de ello España no cejó en su empeño de hacerse con esos territorios. En conversaciones de Lequerica, embajador de España en Francia, con el ministro de exteriores francés, a finales de Junio de 1940 no se conseguía la respuesta ansiada, lo único que quería Francia era conservar sus territorios coloniales para luchar contra Inglaterra. Aún así, España siguió intentando de manera diplomática la opción de hacerse con el Marruecos francés, de lo que recibió respuestas positivas de Inglaterra e Italia pero sólo en el supuesto de un verdadero colapso francés y que no pudiera hacerse cargo de sus territorios. 7 Fragmento del BOE núm. 165, del Que se verá en otro apartado de la comunicación Página 4

5 Ante esta situación, Franco y Beigbeder decidieron ir quitándole terreno a Francia poco a poco. Se reivindicó zonas que fueron quitadas del protectorado español, por Francia, como es la zona de Beni-Zarual, una provincia que fue ocupada ilegalmente por Francia en 1925 y que no ha sido devuelta. Las negociaciones duraron 3 meses sin lograr nada claro. Ya que a cambio de esta zona, los franceses pedían el enclave español de Ifni. Las conversaciones se apagaron hasta noviembre de 1940, cuando se volvieron a reabrir pero sin conseguir nada positivo. Serrano, como ministro de exteriores, se vió con su homólogo francés, para reivindicar para España la zona de Fez, Agadir y Antiatlas. Unas zonas que serían españolas si se hubiera firmado el tratado de 1902 que lo confirmaba. Como no había ningún papel oficial que confirmara que son territorios españoles, los franceses se negaron a ceder ese territorio. Pero no fue la última conversación, hubo una más que abordó el tema de reivindicaciones españolas en el Marruecos francés, que no acabo llegando a buen puerto. En febrero de 1941, Franco se entrevistó en Montpellier con Pétain, en el que se mantuvieron unas conversaciones amistosas pero en las que apenas hubo reivindicaciones territoriales, pero no porque Franco no quisiera. Hubo algún acercamiento más en 1941 y en el año 1942 pero sin ningún resultado para España. Así acabaron las conversaciones entre España y Francia. 3.-España e Inglaterra. Algo más que conversaciones económicas. Las relaciones entre España e Inglaterra se desarrollaron sobre todo en el ámbito económico, ya que la postura de Inglaterra para que España se mantuviera neutral fue a partir de acuerdos de provisiones para España. Cómo este no es el objeto de estudio de este documento, no se va comentar más allá de esto. En el mes de Junio de 1940, llegó un nuevo embajador británico a Madrid, su nombre es Sir Samuel Hoare. Una vez llegó a Madrid se dio cuenta en seguida de que España tenía un gran interés por conseguir el Marruecos francés de lo cual informó enseguida a Londres, cuya respuesta fue la de no entrometerse en esos asuntos, ya que sólo atañen a franceses y españoles. Hoare transmitió a Beigbeder esta noticia pero también recibió la bendición de Londres de señalar que si se produjera el colapso francés, Inglaterra vería bien que fuera ocupada por los españoles, pero se resolvería al final de la guerra. Saliéndose de su papel, Hoare llegó a afirmar: [ ] que una victoria inglesa podría llevar a <<grandes cambios en África>> 9. Esta afirmación realizada por Hoare a Beigbeder, era para ganarse su afecto y así conseguir entrar más a averiguar los planes de intervención españoles. Pero no es 9 Manuel ROS AGUDO: La Gran Tentación. Franco, el Imperio colonial y los planes de intervención en la Segunda Guerra Mundial, Ed. Styria, Barcelona 2008, pág Página 5

6 únicamente por eso, sino que Hoare es uno de los supervivientes de la época del apaciguamiento, por lo que entendía, que si España tenía muchos deseos en el Marruecos francés, se le debería conceder para evitar una posible entrada de España en la guerra contra Gran Bretaña. En este mismo sentido se movió Churchill, el primer ministro británico, que veía con buenos ojos ceder parte del imperio colonial de la derrotaba Francia, con tal de apaciguar a los españoles evitando su entrada en la guerra y además para evitar ceder Gibraltar, que era uno de los puntos fuerte de reivindicación española y de la que los británicos no querían ni oír hablar de ello. Es por ello que Churchill respetaba las opiniones de Franco con respecto al Norte de África, pero en los cuales nunca llegó a comprometerse seriamente. Gran Bretaña preparó una operación con tal de abrir un frente en la guerra por Dakar, apoyando a las tropas francesas de De Gaulle e intentar liberar a Francia del Régimen de Vichy. Pero Pétain consiguió repeler el ataque. Esto creo recelo en España, ya que las autoridades españoles pensaban que este mismo ataque se podía producir en el marruecos español. Hoare, que tenía el beneplácito de Churchill, informó rápidamente a Franco de que no se atacaría el Marruecos español, ya que Gran Bretaña no sería un obstáculo para España ni en su política, ni en sus reivindicaciones territoriales. Pero el tema de las reivindicaciones territoriales se paró un poco hasta que en Enero de 1941 la presión alemana para que Franco entrara en la guerra y atacara Gibraltar. Con esta información, Gran Bretaña se apresuró corriendo a ver cómo podía compensar a España para que esta siguiera sin entrar en la guerra. Se realizó un informe en el que se observó que las demandas españolas que podían justificarse y podían ser dados, era la región de la que se habló en el punto anterior, la zona de Beni-Zerual, además de ser una zona poco sensible a perder por Francia. Pero el informe también exponía que se podría hablar de que España podría volver a la línea de división marcada entre los protectorados en el convenio de 1904 y que si apoyaban a los franceses en su parte de Marruecos para acabar con el régimen de Vichy, aprovecharían para sacar ventajas a favor de España. Pero todos estos asuntos no salieron de Londres. En febrero de 1941 se da última conversación más importante sobre las reivindicaciones territoriales españolas. El general Aranda entregó un memorándum sobre las reivindicaciones en África a la embajada británica para ver si podían satisfacerlas, pero no fue aceptado por el Foreign Office, ya que no aceptaba la frontera del tratado no firmado de 1902, y el resto no se podía apoyar porque lo que le interesaba a Gran Bretaña es la colaboración de los rebeldes franceses para derrotar a Alemania y el régimen colaboracionista de Vichy, más que satisfacer a España. Así acaban las conversaciones entre España y Gran Bretaña en cuestión de ganancias territoriales para España. Página 6

7 4.- Las conversaciones con un amigo. La amistad entre España e Italia. La relación entre Franco y el Duce empezó con el apoyo italiano al bando nacional en la Guerra Civil española. Las primeras conversaciones entre España e Italia, fueron para formar un bloque neutral, Beigbeder señaló a Mussolini que una unión entre Italia, Portugal y España, podría hacer un grupo de presión que forzara a ambas partes en la guerra a llegar a una tregua. Lo cual no se consiguió pero, a pesar de no evitar la guerra, España tuvo comunicaciones con Italia y Alemania para evitar que la URSS avanzara hacia Europa occidental expoliando Polonia. Los contactos entre españoles e italianos eran constantes y se ponían al día de los intereses de cada uno. Dentro de esos contactos Mussolini informó a Franco el 9 de Junio que Italia entraría en la guerra al día siguiente y que España debería hacer lo mismo. Pero Franco sabía que no estaba preparado, por eso el Conde Ciano, el responsable de política exterior italiano, sugirió que España debería pasar a la nobeligerancia, lo cual Franco si aceptó. La verdad es que Italia, como señala Genoveva Queipo del Llano 10, no le interesaba realmente que España entrara en la guerra, porque suponía un competidor en la expansión y control del Mediterráneo, ya que la idea española y sus reivindicaciones tienen que ver con el Mediterráneo occidental. Las relaciones entre Italia y España estuvieron marcadas sobre todo por ser Italia la intermediaria entre España y Alemania. Alemania utilizo a Italia para presionar a España para que entrar en la guerra y España llamó a Italia para que apoyara sus reivindicaciones frente a los alemanes. Uno de los casos es cuando se envía un memorándum español a Alemania, el 19 de Junio de 1940, para mostrar las reivindicaciones españolas que no obtuvo respuesta alemana. Ante esta situación, Franco escribió el día 15 de Agosto a Mussolini para conseguir su apoyo en las reivindicaciones españolas, cuya respuesta del Duce fue la de solidaridad con las reivindicaciones de España, porque es una gran oportunidad para España de contar con un imperio y es por ello necesario que España entre en la guerra. Otro hecho parecido se dio cuando Franco escribió a Mussolini poco después de la entrevista en Hendaya, para que dejara claro al Führer cuáles eran las reivindicaciones territoriales españolas y que mediara por ellos ante Alemania, que parecía no escucharles. Italia no hizo mucho caso de la petición española porque estaba más pendiente de su misión en Grecia. Más tarde, en Febrero de 1941, españoles e italianos tuvieron una reunión en Bordighera, para acercar posturas. Fue una reunión no demasiado importante si vemos el final, ya que en la reunión España dejo clara su posición de cara a entrar en la guerra 10 Genoveva QUEIPO DEL LLANO: Franco Mussolini revisitados. La política exterior hispanoitaliana durante la guerra mundial, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, H. Contemporánea, t. 7, 1994, págs Página 7

8 e Italia lo que hizo fue escucharles, pero ni les presiono para entrar en la guerra ni dijo nada a las reivindicaciones españolas. El último encuentro fue entre Mayo y Junio de En ese encuentro, Ciano y Mussolini, presionaron a España para que entrara en la guerra y así trasladarla al Mediterráneo occidental. Serrano Suñer respondió que España no estaba preparada como los italianos sabían, y que sólo entrarían si se reconocían sus reivindicaciones. 5.- El amigo poderoso. Las reivindicaciones de España frente a Alemania. Este es el punto que más se ha estudiado, sobre todo porque es a Alemania, como la clara potencia en la II Guerra Mundial y de la que Franco pensaba que iba a salir ganadora y es por ello que a Hitler es al que se le va a intentar sacar las reivindicaciones políticas. El primer contacto de Franco con Hitler viene desarrollada por los acontecimientos, es decir, ante el avance alemán sobre Francia era tan rápido que Franco por temor a quedarse al margen de los acontecimientos, le escribió a Hitler el 3 de Junio de 1940 para felicitarle por el éxito de sus campañas y mostrarle cual era la posición de España en el conflicto que no podía ser otra debido a la posguerra civil que sufría el país. Antes de terminar la carta, Franco le comunicó a Hitler que iba a enviar a Berlín al general Juan Vigón, Jefe del Alto Estado Mayor, el cual llevaría consigo las reivindicaciones españolas. Vigón partió el 10 de junio llegando el día 16 a Bélgica, al castillo de Acoz, donde finalmente se realizaría el encuentro. En el primer contacto entre ambos fue aprovechado por Hitler para felicitar personalmente a España por su gran actuación en Tánger. La conversación siguió por el tema del temor español a una invasión de Estados Unidos en el Marruecos español o en Portugal, por ello se quería contar con el apoyo de Alemania, lo cual fue respondido afirmativamente por Hitler. Una vez concluido este punto, Vigón expuso el tema principal de su visita, las reivindicaciones españolas que se centraba sobre todo en Marruecos como se puede ver en la siguiente frase: Mencionó el deseo de poner todo el Marruecos bajo el Protectorado español 11. Esto es porque las dos zonas del protectorado estaban bajo un mismo sultán, que recibía órdenes de Francia, la cual, estaba en guerra con Alemania e Italia y por lo tanto es una zona no segura salvo que estuviera en manos españolas. Hitler no se abrumó ante dicha exposición, ni dejó claro que apoyara las reivindicaciones españolas. Sólo sirvió el encuentro para que Alemania supiera cuales eran los intereses de España. El día 19 se produjo la primera comunicación española oficial sobre las reivindicaciones en África con un memorándum presentado por Magaz, embajador en 11 Manuel ROS AGUDO: La Gran Tentación, pág Página 8

9 Berlín, al secretario de Estado alemán, Weizsäcker. En ese memorándum se expone que España reivindica la unificación de Marruecos en un mismo Protectorado en manos españolas, el territorio de Orán, la extensión del Sáhara hasta el paralelo 20 y de los territorios costeros españoles entre el río Níger y el Cabo López. Además si sigue la guerra con Inglaterra, si Alemania provisiona de lo necesario (armamento, suministros, protección) a España, ésta entraría en guerra en un periodo corto con el fin de atacar Gibraltar. La respuesta al memorándum se hizo el día 25, en el que quedo claro que Alemania había escuchado a España y veía bien que España entrara en la guerra, pero no se comprometía a nada en las reivindicaciones españolas. Por eso no se atacó el Marruecos francés. Más tarde, en Agosto, Alemania preparo su imperio en África central, pero dependiendo de lo que sucediera en la guerra con Inglaterra, si fuera vencida totalmente o por pacto se darían dos resultados: a) La partición de África una vez concertada una paz de compromiso con Gran Bretaña. En este caso las demandas españolas no podrían ser atendidas, puesto que el Imperio británico sería respetado y a Francia no se le podrían asignar compensaciones por sus renuncias a favor de España. El imperio alemán se reduciría a recuperar sus antiguas colonias, más el Congo belga y francés, el área del lago Chad y el África Ecuatorial francesa. b) Sometida Inglaterra por la fuerza, Alemania se repartiría el Imperio Británico en África con sus aliados, Italia y España. A ésta le correspondería, según lo solicitado, Marruecos, el Oranesado, una extensión de la Guinea española y por supuesto, Gibraltar. Francia sería compensada por sus pérdidas en el norte de África con la adquisición de Nigeria, siempre que hubiera cooperado en la lucha contra los ingleses 12. Aunque se quedaron en papel mojado estos planes, en ellos se puede ver que Alemania pensó, en uno de los planes, favorecer los intereses de España. El día 16 de Septiembre de 1940, Serrano, ministro de Gobernación, llegó a Berlín acompañado de un séquito de personas donde mantuvo entrevistas con Von Ribbentrop y Hitler. Ese mismo día se vió con Ribbentrop, al cual comunicó que Alemania todavía no le había dado respuesta sobre el memorándum del 19 de junio. Serrano comunicó que el Marruecos francés debe ser español, porque es un espacio vital para ellos desde el punto de vista geográfico y desde el punto de vista económico. Geográfico porque con su unión se evitaba el ataque del enemigo por esa zona y servía para llevar la frontera de protección hasta el Sahara y el Orán, con mayoría de población española, que también era reclamado por España. A cambio Alemania recibiría una preferencia económica en la zona. Para mostrar la zona que quería España, llevó consigo un mapa en el que se mostraba las reivindicaciones españolas y su ubicación. Ribbentrop comentó que estaba de acuerdo con lo mencionado con Serrano, pero había que tener en cuenta en ese reparto las zonas que querían tanto Italia como Alemania. 12 Manuel ROS AGUDO: La Gran Tentación, pág Página 9

10 Aparte de esto en la conversación se habló de lo que necesitaría España para entrar en guerra, en cuestión de armamento y suministros. Para terminar habló Ribbentrop de que a cambio de lo que sería entregado a Alemania en compensación que sería una isla de Canarias como base aeronaval, Agadir y Mogador. Económicamente se le pagaría la deuda del apoyo en la guerra civil, el control de ciertas materias primas de Marruecos y la participación de las empresas francesas y británicas en España. Serrano vió bien lo económico pero no lo territorial. El día 17, Serrano se entrevistó con Ribbentrop y el Führer. Hitler sólo habló de cómo Alemania y España atacarían Gibraltar, mientras Serrano comunicó de una manera resumida lo mismo que ya dijo el día anterior. Hitler habló de preparar la defensa en el atlántico ante la posible entrada de Estados Unidos en la guerra y para ello necesitaría una isla en las canarias y partes de África occidental como base. Pero Serrano le contesto diciendo que no cederían nada debido a que en guerra, como aliados pueden usar sus puertos libremente. Ese mismo día, Serrano se volvió a ver con Ribbentrop junto con Von Weizsäcker para hablar de la gasolina que pedía España a cambio de su entrada en guerra, sobre todo para la toma de Gibraltar, lo cual los alemanes lo veían excesivo y Serrano dijo que era por si había que intervenir en Marruecos, por posibles ataques ingleses. Ribbentrop comentó que una vez se conquistara Gibraltar, aviones alemanes vigilarían las costas españolas para evitar represalias británicas. Para ello también era necesario equipar las islas canarias, y eso hace que se ceda una a Alemania, considerada como unas islas africanas, mientras que Serrano respondió que Canarias son de España y que las islas portuguesas de Madeira pueden hacer la labor de vigilancia en el Atlántico. Como se veía que no se llegaba a un acuerdo posible, Ribbentrop sugirió que a cambio de Marruecos, Alemania podría recibir Guinea Ecuatorial y las islas de alrededor como Fernando Poo. Serrano para no discutir mas sobre el tema, dijo que no estaba autorizado para ello. El día 18 Hitler escribió a Franco para comunicarle los aspectos estratégicos y militares de la intervención germano-española sobre Gibraltar. Ese fue el tema principal de la carta, pues el Führer no respondió sobre las reivindicaciones españolas, sólo mencionó que si Italia tomaba Alejandría, y con la conquista de Gibraltar se cerraría el Mediterráneo para los británicos, lo que dejaría el norte de África libre para las potencias dictatoriales. El día 19, Franco respondió a la carta que le envió Hitler diciéndole que está de acuerdo con los temas económicos y de reivindicaciones pero no podía ceder Agadir y Mogador. El día 23 se puso en marcha la operación Menace en Dakar, donde De Gaulle desembarco con ayuda británica para sublevar la zona y empezar a recuperar Francia por sus colonias, abriendo otro frente en la guerra, pero fue repelido por las fuerzas francesas de Vichy. Esto hizo que Hitler viera con buenos ojos que el marruecos francés siguiera en manos de Vichy porque ha sabido defenderlo. Así cambió el punto de vista Página 10

11 de Alemania con respecto a España, a la cual sólo se le ofrecería Gibraltar a cambio de su entrada en la guerra. El día 24 Serrano volvió a Alemania, donde se volvió a ver las caras con Ribbentrop y Hitler. El tema de la conversación fue la de firma un acuerdo militar entre España y las potencias del Eje, comentar los acontecimientos de Dakar y comentar que España no está de acuerdo con que Alemania permita en el armisticio con Francia pueda incluir más tropas francesas en Marruecos porque no todas estaban ahí para protegerse de ataques, mientras que Alemania dice que es por seguridad del Norte de África. Serrano por decisión de Franco intentó sembrar el pánico en los alemanes sobre los franceses mencionándoles que De Gaulle puede atacar al marruecos español. En cuanto al tema de las reivindicaciones, Serrano mencionó que no podían ceder Agadir y Mogador, y del tema de Canarias, ni se habló. Además España quería que en el pacto firmado quedase reflejado lo que recibiría España al final de la guerra. Al no quedar este punto claro es lo que va a hacer que España entre en la guerra. En ese momento de negociaciones, Serrano entregó un memorándum de posicionamiento español a Stohrer el dia 27 de Septiembre en el que se reclamaba lo siguiente: 1. Reincorporación de Gibraltar al territorio de soberanía española. 2. Anexión por España de la provincia de Orán y de la totalidad de Marruecos, extensión de la frontera española al desierto, sin más restricción que las garantías de tratamiento preferente en la minería y en la participación en la propiedad de las minas de Marruecos, que serán otorgadas a Alemania a través de negociación 13. Lo que buscaba España era mostrar a Alemania que quería entrar en la guerra, que quería dar ventajas económicas a Alemania en marruecos pero que se asegurara que España recibiría lo que reivindicaba. Pero España no recibirá respuesta por el memorándum. El día 23 de octubre Hitler se entrevistó con Franco en Hendaya 14. El resultado final de las negociaciones era que todo dependía de si Alemania aceptaba las reivindicaciones de España, pero no se recibió ninguna respuesta clara. A pesar de ello, España firmó el Protocolo de Hendaya el 11 de noviembre, a pesar de que seguía el artículo 5, que no gustaba a España. Esto suponía la unión de España de tal modo al Eje y su próxima entrada en la guerra que se decidiría cuando el Caudillo quisiera, pero en el que el artículo 5 señalaba que a España se le entregarían territorios del Norte de África pero no se especificaba cuales. El día 18 de noviembre Serrano se vió con Hitler de nuevo en Berchtesgaden. El tema principal de la entrevista fue que el ministro español señaló que España no estaba 13 DGFP, serie D, vol XI, doc 116, pp No se va a hablar mucho de la entrevista de Hendaya, ya que ésta ha sido muy estudiada por otros autores. Página 11

12 preparada económicamente para entrar en guerra. Hitler expuso la Operación Félix, que se realizaría en Enero de 1941 y que supondría la conquista de Gibraltar, quitándole el control de estrecho a Gran Bretaña que unido a la toma por parte de italianos y alemanes del Canal de Suez, eliminarían a los británicos del Mediterráneo. Éste plan nunca se llevó a cabo porque España no quiso llevarlo a cabo, primero porque no veía que Alemania le confirmara cuales eran los territorios que iban a ganar una vez finalizada la guerra, pero esto no se dijo, por lo que Franco alegó ante los alemanes que España no estaba preparada para entrar todavía en la guerra porque Gran Bretaña podía defenderse perfectamente y podían poner en peligro otras zonas de España. Así poco a poco se fueron enfriando las relaciones entre España y Alemania en cuanto a reivindicaciones territoriales se refiere, en el que predominó la insistencia de Alemania para que España entrara ya en la guerra, mientras España seguía dando largas. Sin ninguna solución por ambas partes, llegó el final de las reivindicaciones españolas porque se produjo la Operación Antorcha, un desembarco militar en el Marruecos francés llevada a cabo por Estados Unidos y Gran Bretaña que provocó una apertura de un nuevo frente de guerra, que supuso que España no hiciera más reivindicaciones ni movimientos extraños por el temor a que esa invasión pudiera afectar a España y derrocar a la dictadura de Franco. 5.- Conclusiones Una de las conclusiones que se pueden extraer es que España pedía mucho por lo que podía dar a cambio. Franco lo que quería era entrar en la guerra pero sólo al final y ganar todo lo que reivindicaba. Este es uno de los motivos sobre todo que argumentaba Alemania para no reconocer las reivindicaciones españolas. Otro de los motivos por los que no se les reconoció la adquisición de nuevos territorios a favor de los españoles fue la poca preparación que tenían, es decir, debido a la posguerra civil, España no estaba preparada para entrar en una guerra porque ni siquiera estaba bien equipada ni con fuerzas suficientes para defenderse. Por eso no se le concedió el Marrueco francés, porque Alemania observó que Vichy defendía mejor sus propios territorios, como en el caso de Dakar. Esto no es sólo el caso de las potencias del Eje, sino que además lo aliados tampoco estaban dispuestos a entregar nada a España. Preferían mantener a España como neutral a partir de concesiones económicas preferiblemente antes que por concesiones territoriales. Esto muestra claramente que pese a la intención de Franco de tener un Imperio para conseguir ser una potencia mundial de nuevo, de cara a las potencias europeas seguía siendo vista como una potencia de segundo orden. Página 12

13 Las reivindicaciones políticas, no sólo se hace a Alemania por cercanía política, sino porque en el transcurso de la guerra, la superioridad alemana indica, que es ella, la que decidirá el reparto en el Nuevo orden europeo. En cuanto a la cuestión de Tánger, vendida como una gran conquista española, fue claramente un engaño. Se dijo que era una conquista para ganarse el favor de las potencias del Eje, pero realmente se había hecho por detrás negociando con las potencias aliadas, porque aparte de conseguir Tánger, las autoridades españolas sabían que si no contaban con el beneplácito de todas las potencias y alguna respondía contra España por la ocupación de la ciudad internacional, no podrían llevar a cabo esa operación con éxito. 6.- Bibliografía Fuentes Primarias Archivo de Asuntos Exteriores de Madrid. Fundación Nacional Francisco Franco: Documentos inéditos para la Historia del Generalísimo Franco, vols I, II-1, II-2, Documents on German Foreign Policy, serie D, vols. VI-XIII, H. M s Stationery Office, Londres, Fuentes secundarias José Mario ARMERO: La política exterior de Franco. Ed. Planeta S. A., Barcelona, Bartolomé Bennassar: Franco. Ed. EDAF S. A., Fuenlabrada (Madrid), Enrique MORADIELLOS: Francisco Franco. Crónica de un caudillo casi olvidado. Ed. Biblioteca nueva S. L., Madrid, Enrique MORADIELLOS: La España de Franco ( ). Política y Sociedad. Ed. Síntesis S. A., Madrid, Stanley G. PAYNE: Franco. El perfil de la historia. Ed. Espasa-Calpe, Madrid, Stanley G. PAYNE: Franco y Hitler. España, Alemania, la Segunda Guerra Mundia y el Holocausto. Ed. La Esfera de los Libros S. L., Madrid, Genoveva QUEIPO DEL LLANO: Franco Mussolini revisitados. La política exterior hispano-italiana durante la guerra mundial, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, H. Contemporánea, t. 7, 1994, págs Manuel ROS AGUDO: La Gran Tentación. Franco, el Imperio colonial y los planes de intervención en la Segunda Guerra Mundial, Ed. Styria, Barcelona Página 13

14 Manuel ROS AGUDO: Franco/Hitler, 1940: de la Gran Tentación al Gran Engaño. Ed. Arco Libros S. L., Madrid, Luis SUAREZ: Franco. Ed. Ariel, Barcelona, Javier TUSELL y Genoveva G. QUEIPO DE LLANO: Franco y Mussolini. La política española durante la Segunda Guerra Mundial. Ed. Península, Barcelona, Richard WIGG: Churchill y Franco. La política británica de apaciguamiento y la supervivencia del régimen, Ed. Debate, Barcelona, Página 14