Empieza investigando los tipos de seres que existen en la propia naturaleza y explicando su capacidad para moverse. Esta es la clasificación:

Transcripción

1 4.1.- Naturaleza y ser: Este filósofo griego es un investigador por lo que desde la naturaleza llegará a la filosofía, pues sus orígenes son científicos. Es realista, pues se asienta en la realidad. Al contrario que Platón. Desde la cual pretende conocer el cormos y llegar a la verdad. Para ello, utilizará el método inductivo que parte de la observación para llegar a lo universal. Es el creador del método experimental, que utilizará además de la dialéctica, para tratar con sus discípulos. Empieza investigando los tipos de seres que existen en la propia naturaleza y explicando su capacidad para moverse. Esta es la clasificación: 1 Seres naturales: porque pertenecen a la naturaleza física universo y son creados por ella. Son de dos clases: a. INERTES. Son por naturaleza y no tienen naturaleza porque necesitan de un impulso externo para transformarse (degenerarse). Ej: la piedra en el lecho del río se vuelve canto rodado por causa del agua que la va deteriorando. Inertes, son todas las materias naturales, tales como: el hierro, la madera b. VIVOS. Son por naturaleza y tienen naturaleza porque tienen un principio de movimiento interno que los impulsa, el alma. Hay tres tipos de alma: vegetativa (alimento, crecimiento y generación), alma sensitiva (lo anterior más conocimiento y movimiento sensible) y alma racional (todo lo anterior más conocimiento y movimiento racional y libre). Plantas, animales y el hombre son los representantes de cada una de ellas. 2 Seres artificiales: que están hechos por el hombre para cubrir sus necesidades. Y no tienen ningún principio ni tendencia al movimiento por lo que son, sino por la materia de que están hechos. Esta clasificación le sirve a Aristóteles para explicar el movimiento a partir de lo observado por todos. Así el movimiento es cualquier tipo de transformación de la materia física. Aunque, metafísicamente, se defina como el paso de la potencia al acto. Y ahora veremos las dos cosas. Pues según la primera clasificación hay dos tipos de movimiento: 1 Accidental: en el que sólo varían las características secundarias del ser, tales como la cantidad (movimiento cuantitativo. Ej. Engordar); la cualidad. (movimiento cuantitativo. Ej: el color) o la localización (cambio local. Ej.: moverse de sitio). 2 Sustancial: en el que varía totalmente el ser. Desaparece una sustancia para generarse otra totalmente distinta. Se quema madera y aparecen cenizas. las cenizas no son madera, sino otra sustancia con otro nombre y otro aspecto, según Aristóteles. A partir del cambio sustancial y planteándose qué es lo que hace posible que una sustancia se convierta siempre en otra distinta y que haya continuidad Inés López-Doriga de Artola Página 1

2 entre ellas, se deduce la composición del ser natural. Dice Aristóteles definiendo lo que él mismo llamará TEORÍA HILEMÓRFICA-, siempre permanece la materia prima que es una pura posibilidad de llegar a ser (pura potencialidad). Esa materia prima es inherida por una forma sustancial que la determina de manera universal a ser algo (cosa, hombre, mesa.). En el plano concreto, esto está representado por una materia segunda (sustrato de los accidentes concretos de cada ser individual) y una forma accidental (que es el conjunto de características que definen a ese ser individual). Ej, cuerpo que sostiene en cada uno sus características propias. La materia es entonces, lo que permite el movimiento y la forma donde se da, lo que se transforma. De modo, que si hay un cambio sustancial, desaparecerá todo aquello que le hace reconocer a un ser como lo que es (forma sustancial, materia segunda y forma accidental) y permanecerá la materia prima. Y en el cambio accidental, sólo se trasformará la forma accidental (alguna cualidad del ser concreto). Lo que quiere decir que el ser no es simple como lo habían pensado los presocráticos a los cuales corrige en este punto Aristóteles, sino compuesto. Un COMPUESTO HILEMÓRFICO ( Hile : materia y morfós : forma). La materia siempre es el sustrato y la forma la determinación. En cuanto al movimiento será, acto y potencia. Es decir, algo concreto y sus posibilidades que le permiten moverse de distintos modos. Y, metafísicamente, el ser se define como ANÁLOGO (uno, pero distinto en la realidad concreta. Ej., ser libro, pero lo que realmente existen son los libros concretos). Ni unívoco como para Parménides. Ni equívoco como para Heráclito. Si no, una síntesis ente los dos. Así, resuelve por fin este autor, el problema del ser. Es definitivamente aceptado y se produce ese acuerdo que se lleva buscando desde el siglo VI AC. El ser se debe a cuatro causas: material y formal (intrínsecas) y, eficiente y final (extrínsecas). La eficiente es la hacedora del ser (en este caso ordenadora) y se puede hablar de dos tipos de causas eficientes: causa primera (primer motor inmóvil) y segundas (las que influyen directam ente en cada movimiento). La más importante sin embargo para Aristóteles es la causa final, que da sentido a todas las demás: es la causa de todas las causas afirma en la Ética a Nicómaco. Esta causa es el por qué de la existencia de los seres ya que ninguno existe por azar. Podemos hablar en resumen de causa final concreta, la de cada tipo de ser. Y de causa final última, la que corresponde a todos los seres de la naturaleza (la perfección). Todo tiende a completarse, a perfeccionarse según su naturaleza propia. Además, cada ser tiene esencia y existencia: es algo y se da en la realidad en concreto existir. La existencia concreta se deba al primer motor inmóvil. Esto prepara la explicación que después dará Sto. Tomás sobre la creación. El ser más importante de la naturaleza es el hombre. Y, qué dice Aristóteles del hombre? Inés López-Doriga de Artola Página 2

3 4.2.- Antropología: 1. Naturaleza humana: El hombre es un ser individual de naturaleza (alma) racional. Compuesto hilemórfico donde el cuerpo es la materia y el alma la forma porque le determina tal cual es su característico modo de ser y de obrar. Racional y libre, derecho, manos libres, creador El cuerpo y el alma están unidos sustancialmente: totalmente, de manera natural y constituyen al hombre mismo. El cuerpo es la base donde se asienta el alma que actúa a través de él (vive con el cuerpo, piensa con el cuerpo.). Tiene dos capacidades: 2. Conocimiento: a través de la abstracción, de manera inductiva. Conocimiento, que consiste en ir acumulando ideas sobre las cosas. Cuanto más tengamos mejor viviremos. Es lo propio del hombre, el interés por las cosas. Por saber qué son. El proceso en esencia es el siguiente. a. Captación de las cualidades sensibles a través de los sentidos externos. Lo que se ha dado en llamar sensibles propios y sensibles comunes según sean propios de un solo sentido la luz de la vistao de varios a la vez movimiento, figura.- b. Elaboración de una imagen sensible por parte de los sentidos internos: memoria e imaginación. c. Abstracción de la esencia por el Entendimiento Agente: que separa las cualidades secundarias separándolas de la esencia, rechazándolas y guardando sólo la característica esencial que define o determina ese ser. Esto es el concepto. d. Razonamiento y memorización por parte del Entendimiento Paciente: que recoge los conceptos y los relaciona, deduce a partir de ellos y los combina para razonar de distintos modos y crear cosas nuevas. 3. Actuar: Ética: el hombre es libre por naturaleza. Es decir tiene capacidad de decidir lo que quiere ser, de autodeterminarse en la vida para lograr su fin propio, que es la felicidad. La felicidad consiste en una vida intelectiva, que es aquella en la cual prima la libertad consciente de poder decidir por nosotros mismos y sin dejarnos llevar por otras cosas más pobres y menos elevadas, por la tanto más impropias del hombre. Aunque en cierto modo, necesarias; tales como el placer o los demás. Quien se dejara llevar radicalmente por estas cosas llevaría una vida placentera la de aquel que se dirigiera por las riquezas o el placer material. Una vida política, la del que se dirigiera por la opinión ajena como fin. La felicidad o bien supremo para el hombre estará en una mezcla de placer, política y sabiduría. Esta vida de la que hablamos es difícil y requiere lucha. Para ello, el hombre necesita de la virtud. Qué es la virtud? Una disposición permanente del alma a actuar bien. Un hábito operativo bueno. Una cualidad que nos predispone a acertar en la acción del mejor modo Inés López-Doriga de Artola Página 3

4 posible. Por esto, tiene que haber una virtud para cada facultad del hombre: a. Virtudes intelectuales: son aquellas que desarrollan la inteligencia. Hay dos teóricas y dos prácticas: ciencia y sabiduría son teóricas y hacen referencia al saber universal. Y arte y prudencia, prácticas y hacen referencia al saber particular. Todas están en la excelencia. Cuanto más poseamos mejor. b. Virtudes morales: son aquellas que desarrollan el acierto en pasiones, acciones y afectos. Puesto que en todo ello, puede haber un pasarse, quedarse corto o acertar. Se trata de acertar con la virtud. De esta manera, dirá Aristóteles, que la virtud moral está en el término medio. Éstas son, templanza, fortaleza y justicia. 4. Política y sociedad: Para llevar a cabo esto, el hombre necesita de los demás porque es un animal político. Es decir, sociable. Donde él mismo no puede llegar, llegan los demás por él. Es un ser hecho para darse. Se integra desde que nace en una serie de comunidades naturales que le van desarrollando como ser humano: primero en la familia, donde recibe cariño y la primera educación; y donde es considerado tal cual es. Después, en la aldea, donde se pone en contacto con otras familias y se intercambia bienes económicos. Esto entendido desde el prisma de un estado que se asienta en una economía agraria. Y por último, en la sociedad o estado, en el que convive con otras personas distintas de él y su entorno. La organización del estado o polis, es distinta que en Platón. Más realista. Debe regirse por leyes civiles que se integran en una constitución, puesto que no basta con la bondad del gobernante para que el hombre sea bueno y feliz, que es el fin del estado para Aristóteles. Hay que ayudarle cuando yerra para que aprenda y, educarle cívicamente. Con esto se puede decir que comienza el derecho, ya que este autor organiza la idea de justicia en distintos tipos y define de ese modo, las leyes que han de regir un estado justo. Por otro lado, tiene que haber propiedad privada porque ésta desarrolla la motivación del hombre a mejorar. Y también, la familia que sería el fundamento de la sociedad, ya que sin ella no podría existir el hombre. Es impensable un hombre sin afectos. Dentro de las formas políticas conocidas y simples, la mejor seria la democracia ya que en ella participan de algún modo, todos. Pero, para Aristóteles aún así tendría que darse otra forma más duradera y mejor. Ésta sería lo que dio en llamar, POLITEIA, una mezcla entre las tres formas puras: en la que gobernarían los mejores y más preparados; habría algún estamento que asesorase y valorase la labor del gobernante y participaran la mayoría de los ciudadanos en el gobierno Esta forma política, no se pondrá entonces en práctica, pero es le origen de las modernas democracias. Inés López-Doriga de Artola Página 4

5 6.- Importancia de Aristóteles: Aristóteles elabora un gran sistema filosófico que ha servido para hacer crítica a lo largo de la historia por su extensión y profundidad. Consiguió acabar con las lagunas con respecto al tema de la naturaleza y del ser que se venían dando desde los presocráticos, al definir la teoría hilemórfica. Reinterpretó la antropología Platónica de un modo más realista y adecuado al obrar humano sin utilizar el mito, sino con ejemplos y argumentaciones racionales. Acabando con los aspectos que éste había dejado sin resolver, tales como el origen del alma o la unión con el cuerpo. Después de su muerte, se quema el Liceo y su filosofía desaparece durante algunos siglos, hasta que se recupera primero en el siglo XI con Averroes y después es cristianizada por San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino. Nunca ha dejado de estar presente en la historia del pensamiento. Inés López-Doriga de Artola Página 5