PANORAMA DEL ARTE MUDÉJAR

Transcripción

1 PANORAMA DEL ARTE MUDÉJAR ÍNDICE 1. Cronología 2. Introducción 3. Características generales 4. Románico mudéjar: 4.1. Toledo 4.2. Castilla 5. Gótico mudéjar: 5.1. Castilla 5.2. Toledo 5.3. Andalucía 5.4. Aragón 1.- CRONOLOGÍA El estilo mudéjar arranca en el siglo XII y su desarrollo se limita a la España cristiana medieval. Debido a su convivencia con otras corrientes artísticas, en su evolución se reconocen dos etapas diferenciadas. La primera fase, identificada con el románico-mudéjar, comienza a mediados del XII. Este movimiento desemboca en el periodo gótico-mudéjar, que más tarde el Renacimiento absorberá definitivamente. A pesar de que el siglo XVI supone el fin de su cronología, en tiempos decimonónicos se regresa al estudio de sus formas, gracias a la incidencia del arte medieval en este siglo y, concretamente, durante el romanticismo. 2.- INTRODUCCIÓN Con el término mudéjar se alude a toda manifestación artística en la que perviven rasgos hispano-musulmanes, dando lugar a un estilo propio de la Península Ibérica. Su desarrollo en los territorios anteriormente ocupados por los musulmanes y reconquistados por los cristianos deriva en una original combinación de formas que sobrevive hasta la llegada del Renacimiento. La autoría de este arte se debe a los musulmanes que convivieron con los cristianos y siguieron conservando sus costumbres. Por tanto, la influencia islámica en las edificaciones mudéjares no sólo tiene su origen en la ocupación anterior, sino también en el uso de mano de obra árabe. La fascinación que despiertan sus creaciones entre los cristianos es otro de los factores que posibilita su vigencia. Los principales focos de arte mudéjar están en Castilla, Aragón y Andalucía, siendo Toledo el centro más importante. Sin embargo, la evolución cronológica de estas escuelas depende del momento en el que las tropas cristianas toman estos territorios y de la influencia que hubiera tenido la presencia árabe. 1

2 3.- CARACTERÍSTICAS GENERALES El mudéjar se distingue por su eclecticismo, al convivir y mezclarse con otros estilos, como el románico y gótico. Tanto en el periodo correspondiente al románico como al gótico es común el uso del ladrillo y yeso para los muros o paramentos, y de la madera para cubrir los techos con artesonados. Al igual que en las construcciones islámicas, emplean materiales pobres y de escasa calidad. No obstante, gracias a la destreza con que manejan estos elementos obtienen excelentes terminaciones. La decoración plana y exhaustiva recuerda el trabajo de sus antepasados de los reinos de taifas y almohades. Para la ornamentación de edificios, la cerámica vidriada es uno de los principales recursos. Su estructura arquitectónica está directamente influenciada por las edificaciones musulmanas. De los almohades asimilan la estructura del alminar, que van a convertir en torres campanario para las iglesias de estilo mudéjar. Debido a que la mayor parte de los encargos los realizan cristianos, los elementos de la arquitectura hispano-musulmana se funden con las tendencias cristianas. De esta alianza surgen edificios en los que sus plantas y alzados, de estilo románico o gótico, son finalmente decorados con ingredientes de corte islámico. 4.- ROMÁNICO MUDÉJAR (siglo XII - mediados del siglo XIII) TOLEDO Las primeras manifestaciones relacionadas con este estilo surgen a mediados del siglo XII. Su incidencia en la arquitectura religiosa se aprecia en la incorporación de pilares de ladrillo, ábsides semicirculares abovedados con tramo recto y techumbres sencillas. La decoración exterior es a base de arquerías dobladas de medio punto que se ubican en las cabeceras. Estas se reparten en distintos cuerpos, separados por ladrillos combinados en forma geométrica. La influencia románica se aprecia en la proliferación de arcos de medio punto. Por lo general, las iglesias suelen ser de planta románica con una o tres naves, rematadas con ábsides semicirculares. Los muros son de ladrillo, con arquerías ciegas; las cubiertas de madera, a excepción de los ábsides que se culminan con bóvedas. Cristo de la Vega (Toledo) 2

3 En el análisis de esta primera etapa cabe distinguir dos variantes. Por un lado, se localizan edificios mucho más islamizados en las zonas donde esta cultura tuvo gran incidencia. Por el contrario, en otros puntos donde el cristianismo estaba más asentado, se aprecia una mayor fusión con el románico, que también recibe el nombre de románico de ladrillo. Las soluciones mudéjares no sólo se aprecian en los edificios de nueva planta, sino también en las remodelaciones de construcciones previas. En Toledo hay que destacar las iglesias de San Lucas y San Román, donde la repercusión islámica se traduce en el uso de arcos de herradura semicirculares, algo poco frecuente. La Mezquita del Cristo de la Luz es la principal fuente de inspiración. Prueba de ello es la Mezquita de las Tornerías, cuya distribución es idéntica: planta cuadrada con nueve tramos. También en esta ciudad destacan las torres de planta cuadrada, de influencia almohade, con arquerías de herradura apuntada en ladrillo y arcos lobulados. El campanario de Santo Tomé responde a las características típicas de estas torres, en las que se distingue un primer cuerpo liso de ladrillo y mampostería, que se remata con otro cuerpo destinado al campanario con arcos apuntados o de herradura. San Lorenzo, Sahagún (León) CASTILLA En Castilla, la localidad de Sahagún alberga dos de las representaciones más características de la arquitectura mudéjar. Una de ellas es la iglesia de San Tirso, del siglo XII. Iniciada como iglesia románica, dispone de una planta longitudinal dividida en tres naves, con crucero y cabecera triabsidial con tres capillas semicirculares. Aunque en principio se empleó piedra, se concluyó con ladrillo. En la misma localidad se levanta la iglesia de San Lorenzo, del siglo XIII. Su planta es idéntica a la anterior, aunque está enteramente realizada en ladrillo. En la misma región, otro punto de referencia es Arévalo, donde se encuentra la iglesia de la Lugareja. Los arcos de medio punto doblados y superpuestos decoran la cabecera, compuesta por tres ábsides semicirculares. Además del ábside, se conserva una gran torre central. En Cuéllar (Segovia) destaca la iglesia de San Martín del siglo XIII. Construida en ladrillo, la articulación de los muros exteriores es similar a las anteriores, aunque a diferencia de éstas, las arquerías ciegas de medio punto se combinan con huecos rectangulares doblados. 5.- GÓTICO MUDÉJAR (mediados del siglo XIII - siglo XVI) CASTILLA Palacio Real (Tordesillas) La reconquista y adhesión de otros territorios desde el siglo XII favorece la construcción, que se extiende al ámbito civil, y con ella la expansión de las formas mudéjares. Desde mediados del siglo XIII, coincidiendo con la anexión de buena parte de Andalucía y Valencia, la implantación de esta corriente protagoniza una rápida difusión. Además de la inspiración almohade, los musulmanes residentes en la zona cristiana encontrarán sugerentes ideas en las aportaciones de los reinos de taifas y, sobre todo, en el periodo nazarí. Todo ello en simbiosis con elementos góticos. Destacan en este tiempo las cubiertas de madera ricamente trabajadas, en edificios civiles y religiosos. A finales del XV, la influencia hispano flamenca absorbe paulatinamente la corriente musulmana hasta su desaparición. Enmarcadas en esta época se distinguen cuatro escuelas, centralizadas en Castilla, Toledo, Andalucía y Aragón. El Palacio Real de Tordesillas, construido por iniciativa de Alfonso XI, es la obra cumbre del gótico-mudéjar en Castilla. Actualmente convertido en convento de Santa Clara, las formas islámicas ocupan la decoración exterior de la fachada a base de una red de rombos. Desde el punto de vista artístico, resulta de gran interés su patio porticado con arcos de herradura. 3

4 Las Huelgas de Burgos es otro de los ejemplos más tempranos, así como la Capilla de la Asunción, en cuyo interior se levanta una bóveda de crucería califal y otra de mocárabes. En este mismo espacio, los arcos polilobulados revelan la procedencia islámica de sus autores. En esta zona son abundantes las muestras que remiten al estilo mudéjar, especialmente en Tierra de Campos, donde se ponen de manifiesto magníficas techumbres de inspiración islámica. San Pablo de Peñafiel, la Peregrina de Sahagún o San Antonio el Real de Segovia son algunos de los modelos inscritos en esta corriente. El palacio del Infantado, en Guadalajara, es otra de las obras más representativas de este periodo. En el Monasterio de Guadalupe, Cáceres, se dan cita en el mismo espacio elementos mudéjares en combinación con góticos y renacentistas. Su claustro mudéjar y el templete central evidencian la conjunción de estos tres estilos TOLEDO Toledo, centro mudéjar por excelencia, acoge una destacada variedad de edificios civiles y religiosos de clara influencia islámica. Entre las sinagogas que reviven los conceptos arquitectónicos de sus antepasados, hay que señalar la de Santa María la Blanca, de mediados del XIII. Los pilares de ladrillo con capiteles de influencia cisterciense, los arcos de herradura y la decoración de yesería evidencian la repercusión almohade. También cabe mencionar la sinagoga del Tránsito, iniciada en el primer tercio del siglo XIV y directamente relacionada con la mezquita de Córdoba. Santa María la Blanca (Toledo) Los edificios religiosos se levantan, por lo general, sobre una planta longitudinal de tres naves. En su interior son característicos los pilares de ladrillo y el uso del arco apuntado. En Toledo tiene una importante representación la arquitectura de carácter militar. Prueba de ello es la Puerta del Sol, donde la mampostería se combina con el ladrillo y los arcos ciegos de herradura y de herradura apuntada. Las representaciones mudéjares se extienden a los sepulcros, ricamente decorados con yesería ANDALUCÍA Córdoba y Sevilla son los principales puntos mudéjares de la región andaluza. Esta escuela presenta rasgos diferentes de los que definen el resto de los focos. El ladrillo apenas se utiliza y en su defecto prolifera la arquitectura encalada. En las edificaciones religiosas se impone el modelo cristiano gótico; al tiempo que se enriquecen con yeserías y techumbres de inspiración árabe. 4

5 Córdoba cuenta con interesantes iglesias, donde se generaliza el uso del arco apuntado y la bóveda de crucería, especialmente en la cabecera. Entre las iglesias más representativas están San Pablo, Santa Marina, San Miguel, San Lorenzo, San Bartolomé y la Magdalena. Del siglo XIII es la Capilla Real de la mezquita de Córdoba, donde se instaló el sepulcro de Alfonso X el Sabio. La cubierta está formada por una magnífica bóveda califal. En el siglo XIV, y coincidiendo con la construcción de la Alhambra, se vuelve a decorar la parte inferior de los muros con motivos directamente inspirados en el periodo nazarí. Fachada del Álcazar (Sevilla) En Sevilla se produce un desarrollo más tardío del mudéjar, en torno al siglo XIV. Dentro de este movimiento se enmarcan las iglesias de Santa Marina y San Pablo, aunque el monumento más característico es el Alcázar. En su interior destaca el Patio de Doncellas, que recuerda a los patios de la Alhambra, y el Salón de Embajadores con una bella techumbre esférica. Otro de los elementos que se imponen como modelo es la Giralda. A imitación de ésta se realizarán otras torres decoradas con red de rombos. Dentro de la arquitectura militar cabe mencionar, además, un importante número de fortificaciones, como los Alcázares de Carmona, los castillos de Alcalá de Guadaira, o la Torre de Don Fabrique en Sevilla ARAGÓN Aragón fue una de las regiones más islamizadas, donde los musulmanes permanecieron durante más tiempo. En consecuencia, el desarrollo del mudéjar es cronológicamente tardío y se genera un estilo con rasgos propios, que nada tiene que ver con el resto de las escuelas. Como dato a tener en cuenta en el posterior desarrollo de las edificaciones, hay que destacar la escasez de la piedra y el alto coste de su traslado, por lo que se generaliza el uso del ladrillo. Por otra parte, la incidencia del periodo taifa, cuya máxima representación en esta comunidad es la Aljafería de Zaragoza, se funde con el gótico mediterráneo. Entre los factores que identifican el desarrollo de esta corriente en la región, destaca la utilización de grandes espacios, en cuya superficie se incrusta cerámica esmaltada. En el exterior son típicas las tracerías de ladrillo y la decoración a partir de sucesivas fajas horizontales con motivos variados, distribución conocida como "dechado". Esta solución decorativa es muy frecuente en las torres, cuya ornamentación se podía combinar con cerámica esmaltada. 5

6 Son famosas las iglesias de San Martín y El Salvador en Teruel, ambas del siglo XIV. Sus torres se dividen en varios cuerpos horizontales y aparecen ricamente ornamentadas. En Teruel la torre más antigua es la de San Pedro. De planta cuadrada, el interior se divide en estancias superpuestas y decoradas a base de yesería, esgrafiados y pinturas. En su exterior se abre un arco de acceso y en los cuatro lienzos se aprecia una abundante combinación de esmaltados de influencia musulmana. A diferencia de otras zonas, el alzado de las iglesias se levanta sobre una nave única, de la que parten pequeñas capillas. Otro de los elementos más peculiares de esta corriente en la zona aragonesa son los cimborrios. El uso del ladrillo, las ricas soluciones decorativas y bóvedas de inspiración musulmana definen su perfil. Los cimborrios de la Seo de Zaragoza y la Catedral de Teruel y Tarazona son algunos ejemplos. Torre de San Martín (Teruel) 6