Asunto de pareja Contratiempos

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2 superyo Asunto de pareja Contratiempos sexuales La cotidianidad, los tabúes y la ansiedad inciden en la relación de cama. Evadir la intimidad es señal inequívoca de una dinámica sexual en aprietos. La comunicación y el apoyo afectivo son claves para reivindicar los placeres perdidos / josé ramón villalobos fotografía roberto mata modelos: roxana márquez / omar méndez 55+SALUD

3 superyo contratiempos Detrás de la frase hoy no, me duele la cabeza se esconde toda una complejidad de sentimientos y realidades El sexo sano y satisfactorio en la pareja fortalece vínculos y es fuente inagotable de dicha y bienestar. En cambio, cuando se colma de frustraciones, desencadena una espiral de desavenencias que, de no ser atendidas, lesionan la vida saludable de la relación. Si a ver vamos, el amor en sí mismo por muy profundo que sea no garantiza un acoplamiento sexual gustoso. Las estadísticas lo demuestran: se estima que una de cada tres parejas presenta dificultades para conseguir y mantener una grata intimidad. En la mayoría de los casos, cuando culmina la fase de efervescencia inicial, buena parte de los comportamientos encantadores de los primeros momentos se diluye en una rutina que deviene en el distanciamiento sexual frecuente. Ambos empiezan a sentir que algo extraño está sucediendo y se activa la alarma: los asuntos de cama no marchan bien. Surgen, entonces, preguntas sin respuestas. Detrás de la frase hoy no, me duele la cabeza se esconde toda una complejidad de sentimientos y realidades: la falta de intimidad afectiva, los roles de papá y mamá, las costumbres, los mitos, la depresión y las angustias. Los especialistas coinciden en que muchos de los contratiempos sexuales que deterioran la calidad íntima son psicológicos y que las emociones malsanas debilitan incluso las mejores intenciones. Se debe partir de la base de que una relación sexual placentera es aquella en la que ambos disfrutan del acto y juntos se gratifican con el placer. Sucede lo contrario cuando se irrespetan las necesidades y los deseos, la intimidad es forzada y los problemas sexuales arruinan los encuentros. Cecilia Carvajal, psiquiatra y sexóloga del Grupo Humana, plantea un principio de reflexión: un hombre sensible que funciona adecuadamente necesita de una mujer que haya descubierto su capacidad sexual y la disfrute. Sexo, afecto y vínculo forman en la pareja una tríada inseparable. 56+SALUD

4 Contra el placer En ocasiones la calidad y la frecuencia de los acercamientos pueden decaer por algunas patologías sexuales que se registran en cualquier momento de la intimidad. Sus causas son multifactoriales y no una sola, precisa y aislada. He aquí las cuatro más frecuentes que tratan las parejas en terapia: Más comunes en ellos Eyaculación precoz. Es la causa principal por la que muchas parejas no disfrutan plenamente de su vida sexual (se estima que 30% de la población masculina mundial la padece). Los especialistas insisten en que es un problema de dos, porque mientras el hombre sea incapaz de controlar la eyaculación, difícilmente su pareja logrará el orgasmo. Si bien pueden existir razones orgánicas, estudios han demostrado que la ansiedad es una de las principales causas, porque el hombre se convierte en espectador de su propio acto. La comprensión, el diálogo y la terapia son salvavidas para revisar una patología que se alimenta de la zozobra. Frente a estos casos, muchas parejas sólo recurren a la medicación para retardar la eyaculación. Pero el asunto no debe quedarse en el cumplimiento de un récipe. Se recomienda examinar las causas: hay que tener cuidado sostiene Garroni con tomar únicamente el camino de los medicamentos, porque el hombre se queda atrapado en la demanda de complacer a la pareja, renunciando así a su deseo. Entonces, el acto sexual deviene en un juego de tiempos, de minutos contados. Si bien se desconocen métodos para prevenir el trastorno, la relajación podría disminuir la posibilidad de que se presente. Disfunción eréctil. Es la segunda patología más frecuente y consiste en la dificultad para obtener o mantener una erección satisfactoria. Sus orígenes pueden ser tanto orgánicos como psicológicos, pero se sabe que el miedo al desempeño (temor al fracaso) es responsable del 10 al 20% de los casos. Enfermedades como la diabetes, la depresión, la hipertensión y el estrés pueden apadrinar la disfunción. También el tabaquismo, el abuso del alcohol y el uso de ciertos fármacos. La disfunción eréctil tiene importantes consecuencias en la vida íntima: sólo en Estados Unidos, 25% de las parejas ha presentado conflictos por esta patología. Cuando el trastorno se manifiesta, ambos y no sólo el hombre deben hacerle frente sin prejuicios y coincidir en la necesidad de evaluación y atención profesional para definir su naturaleza. Si es psicológica, un terapeuta programará un plan que combine análisis y asesoría para tratar la carga emocional manifiesta en el acto sexual. La aflicción y la vergüenza son la primera barrera a superar. Y en eso y en el tratamiento la mujer juega un rol determinante. En qué consiste una terapia sexual? Su propósito no es otro que ayudar a resolver los diferentes problemas en la actividad íntima de la pareja a través de información, señalamientos, sugerencias específicas (las llamadas tareas ), técnicas corporales y de relajación. Después del análisis del caso, el terapeuta programa una serie de sesiones conjuntas o individuales según los objetivos a lograr. Se acude a la terapia (generalmente por iniciativa de la mujer) cuando ambos sienten interferencias permanentes en el funcionamiento sexual. Es importante derribar tabúes y asistir bajo el consenso mutuo. Es una herramienta profesional para reivindicar el deseo, el placer y la cultura de pareja. 57+SALUD

5 superyo contratiempos Las emociones malsanas debilitan incluso las mejores intenciones Existen parámetros para medir la frecuencia sexual? Sí hay frecuencia alta, media y baja, pero eso no significa que el sexo en la pareja sea una cuestión de números, ni tenga por qué responder a estadísticas. La frecuencia suele ser alta al principio y de media a baja cuando se tiene más de un año de relación. Hay parejas con frecuencias medias y bajas, pero sus encuentros son de calidad; otras, tienen una frecuencia muy alta, pero... encuentros insatisfactorios. No existe entonces la buena o mala frecuencia, porque son relativas a cada persona y pareja. Contabilizarlas, medirlas o compararlas es desfavorable y puede generar molestias innecesarias. La sexualidad entre dos va más allá de la cuantía. Más comunes en ellas Anorgasmia. Es la más frecuente entre las disfunciones femeninas y se manifiesta con la inhibición recurrente y persistente del orgasmo (se calcula que 53% de las mujeres venezolanas ha presentado el desorden). En 90% de los casos se vincula su padecimiento a razones psicológicas (culpa, traumas, monotonía, falta de concentración, angustia). Es considerada primaria cuando nunca se ha experimentado un orgasmo y secundaria cuando sí se ha alcanzado en el pasado pero no en el presente. Hay mujeres que logran responder al ritmo sexual de su pareja, se excitan, lubrican, pero no llegan a la culminación. Algunas insisten en fingir el orgasmo, una actitud proclive a perpetuarse que estimula el displacer y pone en riesgo la comunicación sexual. Los expertos refieren que entre más se concentra una mujer en alcanzar un orgasmo, más difícil le resultará. La ayuda terapéutica mientras antes, mejor es provechosa y sí arroja resultados. Carvajal aconseja conversar abiertamente el tema con la pareja: no tiene sentido ocultar la realidad. Es importante hablarla para que ambos reconozcan la necesidad de asistir a terapia para tratar y atender la anorgasmia. Si la mujer mantiene engañado al hombre es más delicado. 58+SALUD

6 En una pareja, ambos tienen necesariamente el mismo ritmo sexual? No. Cada miembro tiene una estructura sexual diferente y responde a un universo particular de necesidades y deseos. Sobran, entonces, razones para las disparidades en los ritmos: no siempre llegan juntos al orgasmo, no tienen el mismo nivel de disfrute en cada acto o experimentan desigualdades en el deseo para tener intimidad. Sobre este último punto muy habitual debe prevalecer la comunicación. Si el hombre busca, por ejemplo, mantener relaciones sexuales diarias o cada dos días (sin juego previo) y la mujer se resiste (exige primero ser seducida), se puede caer en repertorios de orgullos que cierran el intercambio. Forzar el equilibrio de los ritmos podría generar cuadros de ansiedad y angustia. La pareja es una sociedad y, como tal, debe negociar con mucha libertad el compás de sus encuentros. Trastorno del deseo sexual. Se refiere al bajo interés para iniciar o responder al deseo de actividad sexual con la pareja. Hay ausencia de fantasías o apetito inhibido ( no tengo ganas, ya no pienso en sexo ). Generalmente, los médicos lo relacionan, entre otros factores, con la cotidianidad, la angustia, la depresión severa y los hijos (mujeres amuralladas en el soy mamá ). Si la falta es prolongada se recomienda acudir a un psicoterapeuta para identificar los factores desencadenantes del desinterés. En estos casos, la orientación es la mejor opción para cerrarle el paso a la ansiedad. Sostener encuentros sexuales sin desearlos es terreno fértil para el trastorno de excitación sexual (dificultad para lubricar). Sergio Garroni, psiquiatra y miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), ejemplifica parte de la solución: hay casos en que la mujer necesita que le desmonten su dinámica rutinaria para encontrarse con su deseo, que la seduzcan en una salida al cine o en una cena. Con estímulos aflora su saber hacer femenino, desea y se hace desear La mesa está servida para un intercambio sexual por vía del amor. Así, es posible restaurar el deseo a través de la exploración de los síntomas inhibidores. A favor de la satisfacción Asuma la responsabilidad del goce sensual y sexual. Hable de sexo con su pareja. Busque un clima de solidaridad afectiva. No permita que la vida sexual termine en rutina. Recurra a la creatividad y a la diversión. Recuerde que no siempre hay que estar inspirado para iniciar una relación sexual. No lleve el rencor a la cama. ( ) Fuentes consultadas Dr. Sergio Garroni, psiquiatra-psicoanalista, Centro Profesional Santa Paula / Dra. Cecilia Carvajal, psiquiatra, sexólogo del Grupo Humana, San Bernardino y Centro Profesional Santa Paula / Amor y Sexo en la Pareja. Hans Eaterman / Medline Plus Tenga presente que la fantasía sexual es el mejor afrodisíaco. 59+SALUD