A lo largo del periodo gótico, se pueden distinguir cuatro estilos:

Transcripción

1 ARTE GÓTICO

2 LA PINTURA GÓTICA El arte gótico se gestó en la Isla de Francia (París y sus alrededores), desde donde se extendió por la Europa occidental, tanto continental como insular, y fue asimilado y adaptado en grados variables por cada país. Aunque en líneas generales el arte gótico quedó fijado entre mediados del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIV, en Italia, a principios del siglo XV, el Gótico fue sustituido por el Renacimiento, mientras que en Inglaterra, España y Portugal la tradición gótica continuó a lo largo del siglo XV y durante los primeros años del siglo XVI. LA DIVERSIDAD PICTÓRICA Durante el periodo gótico, la sustitución de la superficie mural de las catedrales por amplias vidrieras supuso una enorme reducción del espacio que en el Románico se concedía a la pintura, ello provocó el abandono progresivo de la pintura mural al fresco y la generalización de la pintura sobre tabla y la pintura de vidrieras. Paralelamente, también adquirió gran difusión la miniatura. Aunque ésta se realizaba exclusivamente en los monasterios, poco a poco a raíz de la gran demanda de textos ilustrados de las universidades y escuelas catedralicias se fue expandiendo. Los temas tratados por la pintura gótica fueron básicamente religiosos, con una especial preferencia por las representaciones de las vidas de Jesús y María, y por los episodios narrados en los Evangelios apócrifos y en la hagiografía (vidas de santos), cuya principal fuente literaria fue la Legenda sanctorum de Iacobus de Voragine. Gradualmente, también se introdujo la temática profana, en la que destacó el retrato. La pintura gótica se caracterizó, en líneas generales, por la plasmación de un canon y unas proporciones naturales, con una gran agresividad facial y gestual en las figuras. Además la captación de la luz empezó a utilizarse para el modelado de los cuerpos, y el marco espacial de las composiciones se fue definiendo, cada vez más, por medio de arquitecturas y paisajes que ganaron terreno al atemporal fondo dorado de las pinturas bizantinas y románicas. A lo largo del periodo gótico, se pueden distinguir cuatro estilos: Estilo francogótico o lineal: (Finales del siglo XII - siglo XIII), nacido en las cortes francesas de París y Borgoña. Muestra una clara influencia del arte de las vidrieras y de la miniatura y se caracteriza por un predominio muy acusado de la línea sobre el color. Las figuras de este estilo presentan menos hieratismo que las del románico, aunque continúan siendo figuras sin volumen. Únicamente el grueso trazo negro que perfila el contorno de figuras y objetos ayuda a resaltar los motivos representados sobre un fondo que, muy a menudo, aún es dorado o monocromo. Destacan, como ejemplos de este estilo, la Sainte Chapelle en París o las vidrieras de la catedral de León en España.

3 Estilo italo-gótico: ( ). El estilo iniciado en Italia, como herencia del arte bizantino (monumentalidad, simetría y hieratismo) fue mezclándose con un cierto naturalismo. Pintura de colores claros, con predominio de la línea curva, búsqueda de volumen en las figuras y la voluntad comunicativa a través del gesto y la mirada. El desarrollo de la religiosidad franciscana lleva a una mayor representatividad del sentimiento, se busca la emoción del espectador. A la obra se le va incorporando cada vez un mayor carácter intelectual. Dentro de este estilo se da lugar a la perspectiva y se combinan fondos dorados con decoraciones arquitectónicas o paisajísticas muy simples. La producción de este estilo estuvo dividida en dos centros artísticos: Siena, donde destacó Duccio y Simeone Martini (La anunciación 1333, y Madonna Rucellai 1285). Y Florencia, donde sobresalieron Cimabue y Giotto (Retrato de San Francisco de Asís, y La huída de Egipto c.1305) En la Península Ibérica, la Corona de Aragón fue otro de los centros importantes de la pintura italo-gótica. Ferrer Bassa (la decoración mural al óleo de la capilla de San Miguel en el monasterio de Pedralbes ) y Pere Serra (Retablo del Espíritu Santo, Catedral de Manresa 1394) fueron los artistas más representativos. Estilo internacional o cortesano: ( ). Desarrollado en el ambiente de las cortes europeas. Combinación brillante de formas y figuras aristocráticas elegantes, con detalles naturalistas delicados y anecdóticos, presentados en una alternancia o mezcla de fondos dorados y ambientaciones paisajísticas, junto con una gran predilección por la intensidad cromática. Algunos de los artistas más destacados fueron el maestro Robert Campin (Desposorios de la Virgen c.1425), los Hermanos Limburg (Adoración de los Reyes 1416), y en la Península Ibérica Ramón de Mur (Virgen de la leche c. 1417), Bernat Martorell (San Jorge matando al Dragón ), entre otros. Estilo o escuela flamenca: (Siglo XV). Esta escuela, desarrollada fundamentalmente en los Países Bajos y Flandes, derivó del gótico internacional. En cuanto a los rasgos de esta escuela, destaca el perfeccionamiento de la pintura al óleo que permitió representar la realidad con un grado excepcional de detallismo, obteniendo luminosidades hasta entonces inalcanzadas, y la ausencia generalizada de movimiento y el uso de un fuerte simbolismo. En cuanto a las temáticas, son características la mezcla de temas religiosos y profanos y un gran interés por el retrato. En la Península Ibérica, la tradición flamenca estuvo bien representada por pintores como Fernando Gallego (El retablo mayor de la iglesia de San Lorenzo el Real de Toro, datado entre 1494 y 1496), o Bartolomé Bermejo (Santo Domingo de Silos entronizado como obispo ). El artista más importante fue Jan Van Eyck, considerado un gran retratista que mostró en sus telas una minuciosidad extraordinaria. También destacó Rogier Van Der Weyden, cuya obra se caracteriza por la captación emocional de los personajes. Mención aparte merece EL BOSCO, cuya obra ha sido considerada una prefiguración entre el mundo real y el mundo onírico. Pintó temas a medio camino entre el mundo real y el mundo onírico.

4 EL MATRIMONIO ARNOLFINI JAN VAN EYCK (c. 1434) Temática: El cuadro presenta un doble retrato de cuerpo entero que corresponde a Giovanni Arnolfini, un comerciante italiano que residía en Brujas, y su esposa Giovanna Cenami, hija de otro mercader del mismo origen. El historiador del arte Erwin Panofsky ha formulado numerosas teorías acerca de los significados ocultos de esta obra, entendiéndola como un certificado matrimonial en formato visual. El caballero coge la mano de la dama y hace el voto nupcial levantando el brazo derecho: fides levata. La vela encendida y el hecho de que ambos estén descalzos, reafirma el carácter sagrado de la ceremonia. Otros símbolos vinculados al matrimonio son el perro, que representa la fidelidad; la escobilla y la talla de Santa Margarita y el Dragón, protectora de la fecundidad y de los partos en la cabecera de la cama; el espejo sine macula sin mancha y el rosario regalo habitual de las parejas al lado del espejo (pureza de la Virgen). Las frutas sobre la mesa evocan la fruta del árbol del bien y del mal, símbolo del pecado original, que será redimido con el matrimonio.

5 La firma del pintor Johannes van Eyck fruit hic (Jan Van Eyck estuvo aquí), en lugar del habitual... me pinxt (me pintó)- situada sobre el espejo hace pensar que participó en el enlace como testigo. Modelos e influencias: La influencia de Van Eyck fue muy amplia, y su depurada técnica realista fue aceptada como modelo en buena parte de la pintura flamenca de la segunda mitad del siglo XV y el siglo XVI. También influyó, a través de Lluís Dalmau, en la última etapa de la pintura gótica y en los primeros ejemplos del renacimiento catalán del siglo XVI. Se ha señalado que la figura del perro en primer plano y el espejo de fondo, que refleja a los personajes, inspiraron a Velázquez en la realización de las Meninas. EL DESCENDIMIENTO ROGIER VAN DER WEYDEN (c.1436) Temática: El tema del descendimiento de Cristo ha sido extraído del Nuevo Testamento, de los Evangelios. Allí se dice que José de Arimatea pidió permiso al gobernador romano, Poncio Pilatos, para dar sepultura al cuerpo de Cristo, después de que éste fuese crucificado en la cruz. El tema había sido ya tratado por otros artistas, pero Van der Weyden lo eleva de categoría en esta obra, que ejerció una enorme influencia en su tiempo, siendo copiada desde fechas muy tempranas. El mensaje fundamental de la obra es la Redención de los hombres a través de la Pasión. Se pretendía conmover al fiel, representando en toda su crudeza el cuerpo muerto de Cristo, sus heridas, el sufrimiento de su Madre.

6 Van der Weyden ha representado a María Magdalena con un cinturón que simboliza la virginidad y la pureza. Este cinturón se encuentra alineado con los pies de Cristo y la cabeza de la Virgen, y en él aparece una inscripción que hace referencia a ambos: IHES Y MARIA. La vestimenta de los personajes sirve como símbolo de su clase social. Ninguna de ellas permitía representar las calidades de los objetos y de las telas como la pintura al óleo. De esa manera, Van der Weyden en esta pintura se explaya, en la concreción de las calidades y dependiendo de la clase social del personaje selecciona visón, seda, brocados, raso de azul, lapislázuli para la Virgen... Es, en definitiva, un cuadro cargado de simbolismo religioso. El pintor desplegó en esta escena toda una gama de exquisitos matices y de doloridas expresiones, con una profunda emoción religiosa, provocando la emoción del espectador ante las expresiones de los personajes. Modelos e influencias: Fue, con excepción de Jan Van Eyck, el artista más influyente del Norte de Europa en el siglo XV. La mayoría de su producción tiene temática religiosa, pero se sabe que realizó también tablas de temática secular y destacó por su sensibilidad a la hora de hacer retratos, de los que nos han llegado numerosos ejemplos originales y copias. Con Campin permaneció por lo menos 5 años y con él se convirtió en un maestro en la utilización del óleo que Campin había introducido. También se convirtió en un maestro del volumen, el claro-oscuro, el detalle y la idealización en el retrato. Durante mucho tiempo no se distinguió bien entre la obra de Campin y la de Roger, hoy día la diferenciación es unánime. Van der Weyden recibió también la influencia de Jan Van Eyck, el gran pintor de Brujas, del que toma la elegancia de las figuras estilizadas. Su estilo original y moderno le dieron gran fama especialmente en la corte de Felipe el Bueno, Duque de Borgoña, por lo que extraña que tras obras como El Descendimiento o El Retablo de Miraflores, llenas de expresividad y modernidad, volviera a una forma de representar más gótica y tradicional, probablemente se deba a una cesión a los gustos de la época de cara a su clientela. Con motivo del fallecimiento de uno de sus cuatro hijos visitó Roma en con la finalidad de conseguir el Jubileo y la Indulgencia plenaria. Allí entra en contacto con artistas e intelectuales del Renacimiento Quatroccentista y tendrá encargos de las grandes familias como los Este de Ferrara y los Medici de Florencia. Introduce en Italia la técnica de pintura al óleo, que en Flandes estaba ya generalizada. En Italia cambia su manera de estudiar la perspectiva, utilizando un único punto de vista. A la postre superará la influencia de Campin y de Van Eyck, y todos los autores flamencos posteriores recibirán su legado, pero superará las fronteras y llegará a Francia, Alemania y España.

7 TRÍPTICO DE EL JARDÍN DE LAS DELICIAS EL BOSCO ( ) Temática: El tríptico muestra de manera alegórica que los placeres de la vida son efímeros y que las consecuencias que se derivan son el sufrimiento, la desgracia y la imposibilidad de ser feliz. En la tabla central, el pintor escenifica un pecado capital: la lujuria. Innumerables hombres y mujeres desnudos reproducen actitudes lascivas y sexuales, que se acompañan de frutos silvestres como las cerezas, las frambuesas o las uvas, símbolos de la lujuria: las manzanas, que simbolizan los senos de la mujer, y los peces, que son una alegoría fálica. En un segundo plano, alrededor del lago de la Juventud, giran los vicios, y al fondo se representa el estanque del Adulterio. En la tabla de la izquierda se representan la creación de Eva origen del pecadocontemplada por Adán, y en el cuerpo de la derecha se representan los castigos del Infierno, habitado por criaturas grotescas y lleno de máquinas de tortura. Cuando el tríptico se cierra, las dos tablas laterales, pintadas en grisalla, forman una imagen del tercer día de la creación, representado dentro de una esfera de vidrio como símbolo de fragilidad. Modelos e influencias: El origen de la minuciosa técnica de El Bosco no es muy claro, pero la precisión y delicadeza de su trazo evidencian la herencia de la escuela flamenca. En cuanto a la temática, la fantasía grotesca y turbulenta de muchas de las imágenes parece que tiene su fuente iconográfica en la cultura popular de la época, mezclada con sus fuertes convicciones religiosas. A través de la imprenta, la obra de El Bosco llegó a un público más amplio, y tuvo algunos imitadores incluso en vida.

8 MUJERES ARTÍSTAS Durante el s. XIII, el desarrollo de los burgos permitió un cambio do vial en la mujer, que salió tímidamente de la completa marginación de la Alta Edad Media. En cualquier caso su actividad artística fuera de conventos seguiría siendo muy limitada. A finales del medievo, en la segunda mitad del s. XIV, está documentada la figura de Bourgot el Noir, ilustradora de libros entre 1350 y Su formación se realiza en el taller paterno de Jean le Noir, especializado en la ornamentación de libros devocionales y libros de horas, y con el que su hija colabora tan estrechamente que es coautora de la ilustración del libro de las horas del Duque Berry. El trabajo artístico femenino en la Edad Media se refugia en los monasterios, es realizado fundamentalmente por religiosos y se dirige preferentemente al género de la miniatura y la ilustración de libros. El caso de Bourgot Le Noir es significativo, pues romper en parte esa tendencia, ya que si ben se trata de otra miniaturista, ya no es una religiosa ni trabaja en un monasterio, al contrario, inicia lo que será una tendencia habitual durante el Renacimiento, el de la mujer artista que sigue el oficio y se forma en su taller.