LA CIRCUNCISION y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD

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1 LA CIRCUNCISION y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD por HERMAN NUNBERG (New York) I Sometimiento a la Circuncisión. II Masculino o Femenino? III Intentos de rechazar la Circuncisión. Sometimiento a la Circuncisión. Freud dice que las raíces más profundas del complejo de castración parten de edades tan tempranas que las consideraciones psicológicas deben dar lugar a consideraciones biológicas 1. Puede distinguirse la homosexualidad -que se atraviesa constantemente en el camino de la heterosexualidad, complicándola y, sin embargo, enriqueciendo en su lucha la vida del hombre- como uno de sus fundamentos biológicos. Entre las más significativas de las numerosas manifestaciones del complejo de castración se encuentran las dudas sobre el propio sexo o el de otras personas y el temor de. pertenecer al sexo opuesto. La insatisfacción con el sexo concedido por la naturaleza se encuentra muy extendida, tanto en los pueblos primitivos como en los más civilizados. Son expresiones de esta insatisfacción las variadas formas de circuncisión practicadas por los salvajes, los antiguos egipcios, la que aun practican -por razones religiosas- los judíos y mahometanos, y las llevadas a cabo en la actualidad en los pueblos anglosajones pretextando razones higiénicas. Ya en 1912 Freud reconoció la relación íntima entre circuncisión y castración y Theodor Reik 2, en su excelente estudio sobre los ritos de pubertad entre los primitivos, demostró que la circuncisión representa una castración simbólica cuya finalidad es prevenir al incesto 3. Mediante estos ritos, el muchacho es declarado hombre, ingresa en la comunidad masculina y puede tener relaciones sexuales con objetos no incestuosos. 1 Analysis Terminable and Interminable (Análisis terminable e interminable), International Journal oí Psycho-Analysis, :2 Totem. y Tabú. :3 Die Pubertdtsnten der Wilchen, Irnago, Trad. inglesa: Ritual in the Puberty Rites 01 Sauages (El ritual en las ceremonias de pubertad de los salvajes). pág. 91, Londres: The Hogarth Press e Instituto de Psicoanálisis. Traducido del: International Iournal 01 Psychoanalysis. Vol. XXVIII, 1947, Parte I11-IV, pág. 145.

2 HERMAN NUNBERG 56 Cómo es posible que un daño en el pene haga al hombre más masculino? Esto es algo aún no aclarado. La explicación de que la iniciación obstruye la libido homosexual y también facilita la identificación con el padre es indudablemente válida; es igualmente cierto que la iniciación libera la libido heterosexual desarrollada al separarse de la madre y al anhelarla. Ambos cambios en la distribución de la libido incrementan la masculinidad del niño iniciado. Geza Róheim destaca el hecho de que la circuncisión y la separación de la madre ocurren simultáneamente 4. De acuerdo con mi experiencia, la pérdida de la madre y la pérdida del prepucio están íntimamente asociadas en la mente del muchacho, como si feminidad,y prepucio fueran equivalente. Además, puesto que el glande es liberado por la circuncisión, el pene del niño se asemeja al de su padre. Esta similitud, al favorecer la identificación con el padre y al apoyar el sentido de igualdad con éste, refuerza la masculinidad del muchacho, que se fortalece más aún por la libertad sexual obtenida mediante la circuncisión. Sin embargo, también es posible que el daño al pene intimide al niño y perjudique el desarrollo de su virilidad, ya que origina temor y sometimiento al padre, inhibición de la erección y supresión de ciertos deseos incestuosos heterosexuales; en resumen, un debilitamiento de la masculinidad del niño iniciado. En otras palabras, la circuncisión estimula tanto los impulsos femeninos del niño como los masculinos. La circuncisión es, sin duda, un trauma que desencadena en el yo una tendencia a repetirlo en una u otra forma y a reaccionar contra él. Mediante la obra de Reik, Róheim y otros, nos hemos familiarizado en cierta medida con los aspectos sociológicos de estas reacciones. Nuestro conocimiento de las reacciones individuales es, empero, escaso porque aún no percibimos totalmente la suprema importancia del complejo de castración. No intento hacer aquí un análisis de este complejo como un todo, pero quisiera ejemplificar algunas de sus manifestaciones 5. El concepto de "complejo de castración" ha sido extendido y, por lo tanto, desearía delimitar su alcance con las propias palabras de Freud: "Me parece, sin embargo, que la significación del complejo de castración sólo puede ser correctamente apreciada cuando también se tiene en cuenta su origen en la fase de la primacía del falo" 6. 4 The Transition Rites (Los ritos de transición), Psycho-Analytic Quarterly, Vol. XI, FREUD: La organización genital infantil de la libido. Un suplemento a la teoría del sexo. 6 Se ha señalado correctamente que el niño adquiere la idea de una herida narcisista o de una privación de alguna parte de su cuerpo con la experiencia de la pérdida del pezón después de mamar y con la producción cotidiana de sus heces, y aún ya desde su separación de la matriz materna en el nacimiento. No obstante, debiera limitarse la expresión complejo de castración a las ocasiones en que la idea de tal privación va asociada a la pérdida del órgano masculino.

3 57 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD No es fácil encontrar un paciente en quien estudiar las reacciones a la circuncisión ya que, entre los judíos, se practica ocho días después del nacimiento. Aunque los judíos llevan su estigma de santidad e inferioridad como si comprendieran el significado de la circuncisión, les es imposible recordar el hecho real. La circuncisión en la época de la pubertad es demasiado complicada para un estudio psicoanalítico, porque se halla superpuesta a otros traumas. Los mejores casos se encuentran en circuncisiones practicadas entre los cuatro y los seis años. No obstante, se obtuvo un material muy interesante de un paciente euyo hijo fué cireuncidado durante el análisis del padre, puesto que debido a la identificación con el hijo emergió en el paciente el material infantil. Quisiera presentar en primer lugar un sueño que tuvo un paciente dos días antes de finalizar su análisis. Es el siguiente: "Estoy jugando al tennis con un profesional... estoy perdiendo... él saca de una manera muy particular.., salto para devolver la pelota... estoy listo para devolverla, pero no la alcanzo y el profesional gana el game. Yo digo: ha sido un buen game, pero el "saque" no fué limpio. Digo: bueno, si ésa es la regla, está muy bien. Pero estoy un poco disgustado". La base de este sueño se relacionaba con la terminación del análisis del paciente, que se había fijado para el día siguiente. Esta sesión era la penúltima de su análisis. El paciente pensaba que su análisis no estaba del todo completo y creía que yo me burlaba de él: "eso no era jugar limpio". Por lo tanto estaba enojado conmigo. El paciente había jugado frecuentemente al tennis con su padre, quien siempre lo vencía. Tal como había aceptado con resentimiento y de mala gana las reglas del juego con su padre, había aceptado también de mala gana la terminación de su análisis. Esto representaba, pues, un juego en el cual él era derrotado. Este sueño, sin embargo, tiene un significado más profundo. Durante su infancia, al paciente le fascinaban a menudo la forma y el tamaño del pene de su padre, particularmente del glande. Al igual que tantos niños que tienen la oportunidad de observar el pene de su padre con el prepucio retraído y desean poseer un pene igual, nuestro paciente deseaba tener uno con una "cabeza" visible y libre, según él denominaba al glande. Una vez preguntó a su padre cuándo tendría él un pene así. El padre le contestó que lo tendría cuando fuera grande. Para acelerar el crecimiento de su pene, trataba repetidamente de separar el prepucio del glande, masturbándose con tanta frecuencia que el pene se irritaba y el prepucio se inflamaba. Por último, el prepucio le fué eliminado cuando tuvo alrededor de cinco años. Después de la circuncisión, se sentía tan orgulloso de su nuevo pene que lo mostraba con gran satisfacción a su hermanita y a otros compañeros de juego, esperando que lo admiraran y trataran como a un adulto, como a su padre. Cuando vió que sus esperanzas no se materializaban se sintió frustrado,

4 HERMAN NUNBERG 58 desgraciado, y se alejó de su madre, de su hermanita y del resto de sus compañeros de juego. Sólo un miembro de su familia le trató, según él, de manera correcta: su hermano, considerablemente mayor, que era amable con él, le enseñaba muchas cosas, conversaba siempre con él como con un igual y hasta le permitía orinar erguido, lo cual era para el niño el mayor privilegio del mundo, no permitido hasta entonces por la madre ni por la niñera. Es fácil imaginar cuánto admiraba a ese hermano y cuán fervientemente deseaba el niño parecérsele. Este amor tomó, por último, la forma de un deseo abrumador de tocar el pene del hermano, pero nunca se atrevió a hacerlo. Esto se expresa en el sueño manifiesto por las palabras "golpeo la pelota". En el sueño latente, esto corresponde a "tener el pene del padre", "ser como el padre o el hermano" y "tocar el pene del hermano". En el sistema inconsciente, estas ideas se reemplazan unas a otras y significan tener relaciones sexuales con el padre. En base a numerosos hechos, tales como su conducta en el análisis, la atracción que sobre él ejercía el pene del padre y muchos otros recuerdos, suponemos que se había sentido atraído por el padre aún antes de la circuncisión. Ésta aumentó el impulso homosexual; pero, como resultado de su frustración, desplazó sus deseos sexuales hacia el hermano. Aquí, una vez más sus temores e inhibiciones provocaron frustración y desilusión. La terminanación del análisis producía en él la actitud que había sentido en la infancia hacia la circuncisión, es decir, que estaba dispuesto a aceptar la pérdida de su prepucio si con esa pérdida podía igualarse al padre y obtener el permiso de jugar con él sexualmente. En el sueño, se sentía frustrado tal como se había sentido en la infancia, después de la circuncisión. En la situación psicoanalítica sintió una frustración análoga en relación con el analista. Como ya se ha señalado, el paciente pensaba que su análisis no estaba completo y se negaba, por lo tanto, a terminar el tratamiento. Uno de sus recuerdos arroja luz sobre esta resistencia. Cuando, después de la circuncisión y ya curada la herida, el paciente inspeccionó su pene, descubrió que había perdido realmente "un pedacito" -el prepueio- y se preguntó qué había sucedido con él. Mientras reflexionaba sobre esto, se le ocurrió que el médico que había realizado la operación había guardado el prepucio y que, desde entonces, estaba casado con ese hombre. Podemos, por consiguiente, concluir que el paciente se sintió ligado homosexualmente a su padre (el médico) a causa de la circuncisión. N o significaba esto que no podía terminar su análisis a menos que volviera a poseer su prepucio? 7. Puedo agregar -anticipándome a un material ulterior- que, anulando la circuncisión, el enfermo esperaba liberarse de sus ligazones homosexuales y volver a ser heterosexual. La validez de esta declaración se demuestra mediante otro detalle del sueño. El sofiante pensaba que el profesional no había "sacado" de 7 Sucede con relativa frecuencia que un paciente (sea hombre o mujer) no puede terminar su análisis porque no ha recibido durante el tratamiento lo que se sentía con derecho a obtener, es decir. un pene.

5 59 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD manera correcta, sino que lo había engañado. Asociando con esta parte del sueño, me llamó la atención hacia un recuerdo que ya en otro momento habíame referido. Antes de la circuncisión, su madre solía envolver un pedazo de algodón alrededor de un escarbadiente para limpiarle el intersticio del prepucio; también solía ponerle un ungüento en el pene, lavarlo, etc. Sin duda, tales manipuleos representaban para el niño una especie de seducción y constituían fuente abundante de placer sexual. No debe sorprendernos, por lo tanto, el deseo del niño de que su madre continuara con estas gratificaciones. Cuando, después de la circuncisión, se lo pidió una y otra vez, ella rehusó; el enfermo la acusó entonces de injusticia y engaño (como en el sueño), por haberle prometido que no sentiría incomodidad después de la operación. Estas discusiones terminaban, por lo general, en ataques de cólera. El sueño en el cual el profesional rehusa "sacar" en forma agradable al paciente -y que termina con rabia- parece repetir, en un nivel profundo, los argumentos frente a la madre después de la circuncisión. La circuncisión privó al paciente, en verdad, del prepucio y del placer que le proporcionaba el cuidado materno de sus genitales. Es evidente que si podía recuperar el prepucio, la madre volvería a brindar!e sus cuidados. Eso hizo que la pérdida del prepucio y la pérdida del amor materno quedaran identificadas en su mente. Así, por un lado, la circuncisión ligaba homosexualmente al paciente con su padre y, por otro lado, aumentaba su deseo de gratificación heterosexual con la madre. El sueño siguiente muestra cómo intentó el paciente sobreponerse a su fijación en la circuncisión: "Iba con Ana al hospital. Parece como si allí nos dieran un niño para que lo llevemos con nosotros. Yo lo llevaba al taxi. El niño comenzó a decir "mojado"; yo no sabía qué hacer y le dije que lo hiciera en los pantalones. Lo dejó sobre el piso y comenzó a salir la orina. Ana lo tocó y dijo "mojado", y yo le contesté: "Supones acaso que la orina es seca?". Éste es un sueño muy rico de contenido, que relata la casi totalidad de la historia personal del paciente. No puedo analizarlo íntegramente aquí, de modo que me concretaré a un punto que lleva al centro del problema de la circuncisión: el sueño se produjo en el momento en que su esposa lo despertó una noche diciéndole que comenzaban los dolores del parto y pidiéndole que la llevara al hospital. Probablemente, el sueño se produjo mientras ella trataba de despertarlo. Fué el último sueño en el análisis, pocas horas antes del nacimiento del hijo. La primera asociación fué el recuerdo de que sus preguntas infantiles respecto de dónde provienen los niños producían la respuesta de que los niños nacen en el hospital. En el sueño, él anticipaba el nacimiento de su hijo. 8 Cuando en el curso del análisis surge una fantasía de nacimiento, siempre puede hallarse su contraparte en una fantasía de renacimiento, y viceversa. El niño es siempre al mismo tiempo, objeto y sujeto de la fantasía.

6 HERMAN NUNBERG 60 Pero qué significaba para él, inconscientemente, el nacimiento? El hospital del sueño le recordaba el hospital en donde había sido circuncidado; era por lo tanto un lugar donde los niños nacen y donde son circuncidados. Cuál es, sin embargo, la relación interior entre nacimiento y circuncisión? Una fantasía, representada en el sueño, responde a esta pregunta. Después de la circuncisión, el paciente desarrolló la siguiente teoría del nacimiento: el padre o la madre orinan, haciendo nacer una criatura que es niño y niña en una sola persona - un hermafrodita; una vez decidido el sexo de la criatura, se la corta en dos partes, el niño retiene el pene y la niña, el prepucio. Esta vieja fantasía, que reaparece en el sueño cuando la criatura que orinaba, adquiría evidentemente nueva vida con la espera de un hijo; sin embargo, el niño que orinaba en el sueño no sólo representaba al hijo del paciente sino al paciente mismo, puesto que el sueño reflej aba una fantasía de renacimiento. Si esta interpretación es correcta, se plantea otro interrogante: es el niño que renace hermafrodita, varón o mujer? En el sueño, el niño orina de pie. Recordemos la gran satisfacción del paciente cuando su hermano le permitía orinar erguido, ya que esto representaba el cumplimiento de su deseo de convertirse en un hombre grande como su padre. Además, en la fantasía que contribuyó a construir su sueño, por medio del nacimiento así como de la circuncisión, él se separaba de la mujer a quien identificaba con su prepucio: éste correspondía a la mujer, y guardaba para sí el glande liberado, signo de masculinidad. Mediante la identificación de esta parte de su cuerpo con la totalidad del mismo, él se sentía renacer como un hombre que puede hacer lo que le plazca. Cuando, en el sueño, pregunta con aire de superioridad a la mujer si la orina es seca, se refiere a las antiguas disputas con su madre sobre la técnica para orinar. Él deseaba orinar de pie, como un hombre, mas como salpicaba la orina y ensuciaba el piso y el asiento del inodoro, la madre le obligaba a orinar sentado. Resultó evidente para él que el hecho de mojar la cama en un período posterior constituyó una reacción a esta frustración. Esto originó nuevos conflictos con su madre; sin embargo, logró controlarse. Cuando comenzó a masturbarse en la pubertad, tuvo un conflicto interior similar. Como muchos jóvenes, temía al orgasmo y se ingenió hasta dominar una técnica de masturbación sin eyaculación, que denominó "masturbación seca". Parece como si en el sueño hubiese querido decir a la madre que no puede uno masturbarse sin orgasmo, que es imposible orinar sin mojarse y cohabitar sin tener hijos; ahora, circuncidado y renacido como hombre después de su análisis, no sólo hallaría satisfacción sexual como quería, sino que no inhibiría ni intimidaría a sus hijos como su madre lo había hecho con él. Sintetizando, este sueño significaba que uno se convierte en hombre al ser circuncidado, lo que equivale a renacer. Es evidente que esta idea expresaba la reacción del paciente ante la terminación de su análisis y ante el próximo nacimiento de su hijo.

7 61 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD No es raro que los pacientes sientan la terminación del análisis como una especie de renacimiento. Se conocen muy bien diversas clases de fantasías de nacimiento y renacimiento. Otto Rank 9 fué el primero que llamó nuestra atención al respecto, si bien sobreestimó su importancia y no relacionó su origen con el complejo de castración. Theodor Reik 10 ha reconocido Iantasías de renacimiento en las ceremonias que acompañan a la circuncisión en los ritos de pubertad. Sin embargo, parece faltar el eslabón entre fantasía de nacimiento y daño infligido al órgano reproductor. El siguiente recuerdo de nuestro paciente puede quizá llenar ese vacío: cuando aceptó, por último, la idea de que el niño nace separándose del cuerpo de la madre. imaginó que, en el hospital, la separación tiene lugar mediante un corte que le recordaba vagamente la circuncisión. En realidad, el glande del pene es liberado por la circuncisión; emerge como un niño de la matriz materna. En otras pala. bras, luego de la circuncisión nace un nuevo pene, que parece un falo en erección con el prepucio retraído. Así como en el sistema inconsciente y en el pensamiento primitivo se toma la parte por el todo, también aquí el cuerpo se identifica con el nuevo falo: nace el niño; el iniciado, el niño circuncidado. renace sin prepucio y es, pues, un hombre 11, 12. Puesto que la circuncisión tuvo lugar a una edad en la cual el paciente estaba intensamente interesado en los problemas de la diferencia de sexos y del nacimiento, no nos debe sorprender encontrar un número de fantasías relacionadas con ello, algunas de las cuales ya han sido expuestas. Como hemos visto, se centralizan alrededor de la circuncisión y, como veremos más adelante, son en parte repeticiones y en parte reacciones ante este acontecimiento. Puesto que expresan ideas sexuales en el nível fálico, podemos llamarlas fantasías fálicas; pero se encuentran tan entretej idas que resulta muy difícil separarlas. Si logramos aislar una de estas fantasías, veremos que resuelve cierto problema. En la fantasía hermafrodita, el paciente trataba de resolver dos problemas al mismo tiempo: el origen del hombre y la diferencia de sexos. Según esta fantasía, hombre y mujer constituyen una unidad antes del nacimiento; al nacer, se separan, reteniendo el hombre el pene y la niña, el prepucio. En otras palabras, la unidad de hombre y mujer queda destruída por el nacimiento o la castración. La fantasía de que ambos sexos se forman dividiendo la criatura hermafrodita en dos partes constituyó la base para otras fantasías y especulaciones 9 Das Trauma der Geburt, Viena: Int. Psycho-Anal. Verlag, Traducción in.glesa: 1924, The pago Trauma o] Birth (El trauma de nacimiento), Psa. Review, XI, 10 The Puberty Rites o] Sauages (Los ritos de pubertad entre los salvajes), Imago, 1916, IV, Bd. KelIer. 11 BERTRAM D. LEWIN: The Body as Phallus Analytic Üuarterly; Vol. 11, (El cuerpo como falo), The Psycho- 12 En su fascinadora obra Thalassa, la teoría de la genitalidad, Ferenczi llega a análogas conclusiones, no se basa -empero- en análisis individuales, sino en especulaciones "bíoanaiíticas".

8 HERMAN NUNBERG 62 de nuestro paciente. En primer lugar, pensó que su hermana, un año mayor que él, era una parte de él separada desde el nacimiento, es decir, era su hermana melliza. También creía que todo el cuerpo se divide en dos mitades, "que es dual", según él lo expresaba. Como prueba, citaba el hecho de que el hombre tiene dos brazos, dos ojos, dos orejas, etc. Tenía la sensación de que estas partes nunca pueden encontrarse; era en realidad una verdadera idea obsesiva de que esas partes deben estar siempre separadas. El origen masturbatorio de estas ideas es evidente; sin embargo, la prohibición de la masturbación, expresada en la compulsión de no tocar su cuerpo con las manos, se encuentra aquí asociada a la experiencia de la circuncisión. La prohibición misma parece haber sido establecida aún antes de la circuncisión. Cuando su madre le sorprendió masturbándose, le reprendió y le ordenó que no se tocara; él trató de obedecer, pero sin mucho éxito, por lo que se impuso mayores y más severas precauciones. No sólo trataba de no tocarse el pene con la mano derecha, sino que también evitaba tocarse el resto del cuerpo con la mano derecha. Cuando logró temporariamente controlar su masturbación, es decir, cuando su mano derecha no tocaba el lado izquierdo de su cuerpo, se convenció de que su cuerpo estaba separado en dos partes, derecha e izquierda. Sin duda, el propósito de estas ideas obsesivas era protegerse contra la masturbación; sin embargo, parecen ser también una forma de repetición de la circuncisión, ya que en ésta una parte del cuerpo se separaba de la otra, el prepucio del pene, la llamada hermana melliza del mismo paciente. Además, cuando la madre criticaba su comportamiento diciéndole que era un niño malo y presentaba a la hermana como contraste y ejemplo de buen comportamiento, él pensaba que su hermana era buena porque no se masturbaba y que la niña no se masturbaba porque no tenía pene, de manera que él deseaba no tener pene. Si no lo tuviera, imaginaba, agradaría a su madre y sería como su hermana, a quien todo el mundo quería. Esta fantasía, desarrollada, implica una aceptación total de la castración y una renuncia definitiva a la masturbación. Pero como en realidad no quería perder su pene, ni tener su cuerpo dividido, ni ser separado de la hermana-madre, el paciente abandonó gradualmente esta fantasía para formar otras fantasías y obsesiones. En primer lugar, trató de anular la división de su cuerpo, su separación en partes diferentes, con un intento de volver a unificarlas en su mente. Durante el período de latencia, solía pasar noches y horas solitarias preocupado y especulando sobre los métodos por los cuales conseguir esta unificación; en otras palabras, trataba de hallar un método mediante el cual unir la parte izquierda de su cuerpo con la derecha, mediante el cual poder 13 La correspondiente fantasía de muchas pacientes es que la madre les ha robado el pene al nacer. El niño, según su fantasía masculina, pierde al nacer su feminidad; la niña, según su fantasía femenina, pierde su masculinidad. Por consiguiente, odia a la madre. Es de destacar que, por la misma razón, el niño odia a su madre y no a su padre, como podría esperarse.

9 63 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUAUDAD tocarse el pene sm ser visto por la madre. Finalmente, halló la solución en la idea de que sus preocupaciones terminarían si pudiera "casar" su brazo derecho con el izquierdo y así también las orejas, los ojos, el pene con el escroto, etc. Sin embargo, esta idea sobre la unificación de su cuerpo no le brindaba satisfacción completa. Continuó sus especulaciones y concibió la idea de que la mejor manera de llegar a ser un niño bueno era casarse con una niña buena y esa niña buena era su hermana. Puesto que esta hermana era la niña que él creía se había separado de su cuerpo por la circuncisión -que en su fantasía coincidía con el nacimiento-, no hay duda que, casándose con ella, esperaba volver a obtener esa buena parte de sí mismo. Recordemos que el paciente identificaba a la hermana con su prepucio; así, pues, casarse con ella significaba al mismo tiempo reconquistar su prepucio o anular la circuncisión. Significaba también libertad en la masturbación y gratificación sexual con ayuda de la madre, como hemos visto en relación con el primer sueño. Después de la pubertad, abandonó la fantasía de desposar a la hermana y la sustituyó por una especie de idea obsesiva de la obligación de casarse con una "buena chica". La fantasía del casamiento tenía también otra raíz. Recordemos el primer sueño que el paciente asoció con las preocupaciones que tuvo después de la circuncisión que el médico que le había operado hubiera guardado el prepucio y que desde entonces se consideraba casado con el médico. Recordemos, además, que en la situación transferencial esta fantasía representaba un serio obstáculo para la terminación del análisis. El paciente tenía la sensación de ser una parte inseparable de su analista, como si hubiera estado ligado a él por vínculos invisibles. De este modo, el paciente abrigaba dos fantasías de casamiento, una homosexual y una heterosexual. En la fantasía homosexual, estaba ligado a su padre-médico, y en la fantasía heterosexual, a su hermana-madre. En realidad, ambas fantasías eran de naturaleza bisexual, hermafrodita y expresaban la idea de que, por medio del matrimonio, el hombre y la mujer se unen en una sola persona, según lo demostraba su concepción de la forma en que se realiza el "casamiento". Puesto que el paciente creía que la mujer tiene un pequeño pene escondido detrás de lo que a él le parecía el prepucio femenino, análogo al prepucio que cubre el glande del pene, imaginaba que en el "matrimonio" el pene visible del hombre toca al pene escondido de la mujer, siendo cubierto y "protegido" por el "prepucio" de ella. Los dos genitales, el masculino y el femenino, crecen juntos; la sangre del marido fluye a través de su pene penetrando en la mujer y, como resultado de esta fusión, se forma un nuevo ser humano -el hijo- que en un principio es tanto masculino como femenino. En cuanto a los pormenores de la creación del hijo, el paciente tenía dos teorías, ambas basadas, análogamente, en el complejo de castración: en la primera, el padre coloca su pene dentro de la madre, donde crece el niño

10 HERMAN NUNBERG 64 -"una mujer embarazada es una mujer con un pene hinchado en su vientre"-; cuando este pene ha crecido lo suficiente, se convierte en un bebé que es separado de la madre y esto ocasiona la muerte del padre 14. La segunda teoría era la siguiente: el hombre es hombre por delante y mujer por detrás, la mujer es mujer por delante y hombre por detrás (la típica teoría cloacal de la infancia). La mujer no puede tener hijos, el hombre puede autofecundarse y tener hijos. Aun en una etapa bastante adelantada de su análisis, el paciente expresaba todavía la convicción de que el hermafrodita -una criatura en la que él, como muchos otros pacientes, mostraba gran interés- es el ser más envidiable y más feliz del mundo, independiente y omnipotente como Dios. Detengámonos un momento para resumir rápidamente sus ideas sobre el origen del hombre: primariamente, el ser humano era hermafrodita, hombre y mujer en una sola persona; al nacer, esta criatura bisexual se divide en sus partes componentes, hombre y mujer, ambos con deseos de volver a unirse; mediante el matrimonio, logran nuevamente el estado prenatal de su existencia y se convierten en un hermafrodita; de esta criatura, crece un nuevo ser que se divide a su vez en dos partes y así sucesivamente. Ésta es una fantasía notable; cuanto más la escuchamos, más familiar nos resulta. Reconocemos en ella el núcleo de los sistemas cosmogónicos ilusorios de la esquizofrenia 15, así como el mito de la creación expuesto por Platón. En el Simposio de Platón, Aristófanes desarrolla las siguientes ideas: "... nuestra naturaleza original no era igual a la actual. En primer lugar, había tres clases de seres humanos y no simplemente dos sexos, hombres y mujeres, como en la actualidad; había una tercera especie que participaba por igual de los caracteres de las otras dos y cuyo nombre sobrevive aunque la cosa en sí se haya desvanecido. Este "hombre-mujer" 16 era entonces una unidad de forma tanto como de nombre, compartiendo igualmente de ambos sexos... ; entonces Zeus, poniendo todo su empeño en ello, habló y dijo... : 'Propongo ahora partir en dos a cada uno de estos seres; lo hizo y luego los curó. Entonces, Apolo dió vuelta sus caras y juntó los bordes de la piel sobre lo que ahora es el vientre, tal como una bolsa que se cierra con un cordón. Quedó una pequeña abertura en medio del abdomen, que es el ombligo... Ahora bien, desde que nuestro ser fué cortado en dos, cada parte tiende a reunirse con su compañera... Cada uno de nosotros es, entonces, como una parte de un hombre, puesto que todos mostramos, tal como un pescado 14 Hay aquí una nueva confinnación al concepto de Freud de que la castración representa, en el inconsciente, a la muerte. Cuando la esposa de nuestro paciente estaba embarazada, temía morir durante el parto. 15 NUN.BERG:Practice and Theory 01 Psycho-Analysis (Práctica y teoría del psicoanálisis): Catatonic Attack (El ataque catatónico ) y Libido-Conjlict (Conflicto Iibidinal) en Schizophrenía, Nervous and Mental Disease Monographs (Esquizofrenia, Monografías sobre enfermedades nerviosas y mentales}, Intern. Zeitschrift f. Psychoan., "Hermafrodita",

11 65 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALlDAD cortado en dos, los restos del corte; otra... " 17. y cada parte busca reunirse con la Existe una similitud evidente entre la teoría sobre el origen de la humanidad expuesto en el análisis de nuestro paciente y el mito de la creacíón tal como lo expone Platón. Incluso el tratamiento que se da a la herida en el Simposio nos recuerda la circuncisión. Sin embargo, sabemos que los griegos no se circuncidaban. Cómo es posible, entonces, que un griego como Platón empleara como base del origen de los sexos una fantasía de circuncisión personificada en una figura hermafrodita dividida en dos partes? Según Salomón Reinach 18, los hermafroditas surgieron en el arte griego, al parecer, a fines del siglo cuarto antes de Jesucristo, cuando se desarrolló cierto tipo de dioses juveniles como Eros, Dionisos y Apolo. Los escultores áticos trataron de expresar una síntesis de la belleza masculina y femenina en las figuras de esos dioses. Bajo diferentes nombres, ellos son, sin embargo, hermafroditas... El culto del Dios Afrodito, representado por una Afrodita barbuda, había sido llevado de Chipre a Atenas en el siglo cuarto antes de Jesucristo. En el siglo quinto antes de Cristo, existían en Atenas hermae de Afrodito, o estatuas fálicas con cabeza de mujer. Resumiendo, Reinach supone que el dios bisexual Hermafrodito fué introducido en Grecia desde el Asia Menor, alrededor del siglo quinto antes de Cristo. Puesto que Platón vivió de 427 a 346 antes de Cristo, es probable que las religiones florecientes entonces en Asia Menor hayan influído sobre él y que haya hecho de esas religiones parte integral de sus conceptos filosóficos sobre el origen del hombre. No debe sorprendernos que el espíritu investigador de Freud haya tratado de llegar hasta los orígenes de los conceptos mitológicos de Platón sobre la creación del hombre. Analizando el problema con H. Gomperz, profesor de filosofía de la Universidad de Viena, supe que pueden encontrarse rastros de ellos en tempranas concepciones hindúes (Upanishads) y en un artículo de K. Ziegler encontramos la información de que esta creación mitológica tiene sus raíces en antiguas ideas babilónicas lb. El padre F. Winthuis 20, misionero católico que vivió mucho tiempo entre los primitivos de Australia Central, va aún más allá al opinar que todos los primitivos piensan en términos bisexuales; que todas las costumbres, canciones, leyendas, ceremonias, ritos religiosos y mitos son de naturaleza bisexual. En esos pueblos, dice, el mito de la creación presenta al antecesor del ser 17 Platon. (Platón). Traducción inglesa de W. R. M. Lamb, Harvard University Press. 18 Cultes, Mythes et Religions (Cultos, mitos y religiones), Tomo Il, París, Librairie Emest Leroux, 192'8. 19 Más allá del principio del placer. 20 Das Zweigeschlechterleben be den Zentralaustraliern und andere Vblkern, Leipzíg, 192'8.

12 HERMAN NUNBERG 66 humano como un ser bisexual que ha sido dividido en dos partes, hombre y mujer, que tienden a unirse, a renacer como hombre-mujer, como andrógino. Winthuis afirma, además, que no sólo los primitivos creen que el ser humano era en un comienzo andrógino, sino que rastros de esta creencia pueden encontrarse en pueblos CDn civilizaciones de gran desarrollo como los persas, los griegos y los hebreos. No me considero con autoridad suficiente para juzgar la validez de esta teoría, mas quisiera remitirme a las ideas de Lenormant, arqueólogo francés a quien Winthuis cita en apoyo de su teoría del origen de ciertos conceptos religiosos. Transcribo del libro de Lenormant Les origines de l'histoire 21 lo siguiente: "Según la versión bíblica de la Vulgata, que en este punto está de acuerdo con la versión griega, solemos reconocer que, de acuerdo con la Biblia, la primera mujer fué creada con una costilla tomada del costado de Adán. Sin embargo, es muy dudoso que esta interpretación sea la exacta y correcta. La palabra hebreo cela, usada allí, significa, en todos los otros pasajes bíblicos en que se la encuentra, "costado" y no "costilla". De aquí que la traducción filológicamente más probable del texto del Génesis sea la que se ha adoptado a continuación. "Jehová Elohim provocó un profundo sueño en el hombre y éste durmió. El Señor sacó uno de los costados del hombre y cerró el lugar con carne. y Jehová Elohim formó a la mujer con el costado que había sacado al hombre, y la colocó j unto al hombre. Y el hombre dijo: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ella será llamada isschah. (mujer), porque ha sido tomada del issch (hombre) ". Tal es el relato del texto jehovista ; en el texto elohista, tenemos, primero: "Elohim creó al hombre a su semejanza ; hombre y mujer, él los creó" 22. El uso del pronombre plural parece, a primera vista, implicar la noción de una pareja formada por dos personas distintas. Pero, más adelante, este plural parece, por lo contrario, aplicado a la naturaleza de un ser doble, hombre y mujer, que constituyen un único Adán. "Él los creó hombre y mujer y los bendijo y los llamó Adán" 23. El texto dice: "Adán" y no "HA Adam" con un artículo, y el párrafo siguiente demuestra que la palabra está usada aquí como personal y no como designación genérica. La tradición judía tanto targumista como talmúdica y los filósofos escolásticos como Maimónides, admiten generalmente una interpretación análoga, al afirmar que Adán fué creado hombre y mujer al mismo tiempo con una cara de cada lado y que, en su sueño, el Creador separó de él a Hava (Eva), su mitad femenina, transformándola en una persona individual. Entre los primeros escritores eclesiásticos cristianos, Eusebio de Cesárea adoptó la misma interpretación del texto bíblico y pensó que la na- 21 P'arís, 1880, 1, si. 22 Génesis, i, Génesis, v, 2.

13 67 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD rraeion de Platón sobre los primitivos andróginos está en completo acuerdo con la que aparece en los libros sagrados" 24. De este modo, de acuerdo con muchos estudiosos, Adán fué un andrógino, una criatura bisexual, hombre y mujer a un tiempo; la mujer debe su existencia al hecho de haber sido separada del hombre. Asimismo, en la mitología griega, la diosa Afrodita, cuyo origen se supone era asiático, cobró existencia por un acontecimiento similar, más claramente descrito: Cronos luchó con su padre Urano, le cortó el pene y lo arrojó al mar; Afrodita surgió de la espuma reunida alrededor del pene de su padre. Que la mujer nazca del hombre es algo que no corresponde a la realidad: en ésta, el hombre nace de la mujer. De ahí que el mito griego al igual que la narración bíblica, represente una versión invertida del hecho real. Nuestro paciente pensaba que el padre introducía el pene en la madre, donde el pene crece; una vez bastante grande, es separado de ella mediante un corte. Esta fantasía está reflejada en el mito en forma ligeramente cambiada, siendo tal mutación un mecanismo de defensa muy conocido. Sobre la base de un voluminoso material mitológico comparativo, Otto Rank 25 supone que el mito de la creación relatado en el Génesis representaba el incesto entre Adán y Eva, que es la primera madre y, a la vez, la primera hija. Considera Rank que este mito expresa, además, la idea de que el hombre castrado fué el origen de la mujer. Estas interpretaciones son aún válidas, pero hay una discrepancia entre el mito y la fantasía de nuestro paciente en relación con la diferencia de sexos. Si adoptamos la idea de nuestro paciente según la cual el prepucio representa la parte femenina del hombre, su teoría sobre el origen de los dos sexos es idéntica al mito, tal como se 10 relata en la Biblia. Las palabras "Y con el costado que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer... " pueden ser sustituidas por esta oración: "Dios circuncidó a Adán e hizo una mujer de su prepucio. Vemos que tanto en la fantasia individual como en la fantasía colectiva se da por sentado que el hombre es bisexual, andrógino, y que hombre y mujer se originaron en la partición de esta criatura. Esta tearia recuerda la conocida "teoría" infantil sobre el origen de los sexos según la cual sólo existen originalmente varones, y las mujeres son hechas de muchachos castrados. Sin embargo, es significativo que en ninguno de los dos textos ---el bíblico o el platónico- ni en las fantasías de nuestros pacientes se hable de la castración; lo que dicen es que, con la circuncisión, el hombre pierde su feminidad y que la parte perdida en la circuncisión es una mujer. Ahora bien, el hombre ve una parte de sí mismo, su feminidad, en el mundo externo; en otras palabras, reacciona ante el trauma de la circuncisión proyectando su feminidad. Con esta reacción, trata evidentemente de proteger su masculinidad, como si dijera: "a pesar de todas las amenazas, 24 Traducido del texto francés por el autor. 25 Psychoanalytische Beitrdge zur Mythen/orschung (Aus den Jahren ). Viena-Leipzig, 1922 (Contribuciones psicoanalíticas al estudio de los mitos).

14 HERMAN NUNBERG 68 aún soy hombre; sólo he perdido mi feminidad; 111 siquiera la castración ha podido privarme de mi masculinidad" 26, Parece, además, que esta fantasía o mito representa un intento de dominar el desconcierto y la angustia provocada por la visión del genital femenino, por la visión de un ser humano sin pene. Negando la existencia en el mundo externo de un ser sin pene, el hombre trata de anular la castración (circuncisión) y de crear una realidad psíquica, nueva, menos desagradable y angustiante. También satisface así su primitiva necesidad de causalidad 27. Es como si el hombre se dijera: "La castración no ha ocurrido, únicamente se ha separado el hombre de la mujer". Después de todo, el hombre y la mujer son seres separados. La realidad -que Freud llama a veces "la verdad"- no puede ser totalmente suprimida, ni siquiera en las fantasías 28. Parece que el hombre hubiera tenido siempre conciencia de su bisexualidad y hubiese percibido su estructura sexual interior proyectándola hacia el mundo exterior. El mito y la fantasía individual parecen, así, ofrecer una solución sencilla a la curiosidad infantil sobre la creación del hombre. Pero como también tratan de la necesidad -diría de la compulsión- de unirse y amarse los hombres y las mujeres, la explicación que de esta atracción nos ofrece el mito nos plantea un interrogante. En la Biblia, el Señor dice: "No es bueno que el hombre esté solo; quiero hacer algo por ayudarlo". Para consolar a Adán en su soledad, Dios cortó una parte de su cuerpo, hizo de ella una mujer y la colocó a su lado. Desde entonces, Adán tuvo una compañera, ya no estuvo solo. Según la Biblia, fué la soledad la que despertó en el hombre el deseo de compañía. Puesto que ella (la pareja) era una parte de él mismo, esta unión era más bien una reunión con la madre. Y, evidentemente, esta reunión anulaba la separación producida por la circuncisión. Platón dice que después que el hermafrodita fué dividido, cada mitad desarrolló deseos por la otra mitad: ".., y entonces ellos se abrazarían uno al otro y en mutuo abrazo gratificaríanse juntos.., Así, de antiguo el amor mutuo está arraigado en la humanidad reasumiendo nuestro estado primitivo y tratando de combinar ambos en uno y curar la herida humana... " 29. El 26 En esta actitud puede hallarse el origen de la idea de que el hombre debe ser bravo, valiente y capaz de soportar las privaciones y el dolor ~"un chico no llora". Según la opinión general, la niña no necesita ser valiente ni soportar el dolor sin demostrar su sufrimiento. Psicológicamente, nada tiene que perder; por el contrario, gana cuando da a luz un niño. En la realidad, sin embargo, a menudo es más valiente que el hombre y puede soportar el dolor más estoicamente que él. 27 NUNDRRG:Svntlietic Function 01 the Ego (Función sintética del Yo), Inter. J. Psycho-Anal., Vol. XIII, FREVD: a) Konstruktionen. in der Analyse (Construcciones en el análisis), Ínter. J. Psycho-Anal., Vol. XIX, pág. 4. Revista de Psicoanálisis, tomo VIII, N 1. b) Moisés y la religión monoteísta, Ed. Losada, Bs. Aires. 29 PLATÓN: Symposium, Es claro que no escapa a nuestra atención que Freud vió en el mito, tal como lo relata Platón, una analogía con su teoría de los instintos, es decir,

15 69 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD individuo, nuestro paciente, pensaba que casándose con una "buena chica", su hermana, recuperaria su prepucio, curaría su herida. Es evidente que el motivo original de la atracción de los sexos es más transparente en la versión platónica que en la Biblia En esta última, aparece primero la soledad y luego la castración; en el Simposio ocurre a la inversa. La soledad estimula el deseo de gratificarse sexualmente juntos para "curar la herida humana"... infligida a la humanidad por la separación, es decir, por la circuncisión. Es como si el amor pudiera anular no sólo la separación de hombre y mujer (como se practica, por ejemplo, en los ritos puberales primitivos), sino también la circuncisión misma. Según el mito aquí expuesto, el trauma de castración puede evidentemente ser dominado en dos formas: primero, proyectando la feminidad hacia el mundo exterior y, segundo, movilizando la libido heterosexual. Esta libido estimula evidentemente el deseo de unir ambos sexos en uno, de restablecer la identidad original del hombre. Si nuestra presunción de que el prepucio simboliza la parte femenina del hombre es correcta, el restablecimiento de la unidad de ambos sexos puede significar en el mito la restauración del pene, tal como aparecía antes de la circuncisión. Nuestro paciente enfrentó el trauma de la circuncisión en forma similar y fué aún más allá de las reacciones que hemos relatado. Recordemos su fantasía de que el médico que le practicó la circuncisión había guardado para sí su 'prepucio y que él se sentía unido en matrimonio al médico; además, consideraba que su análisis sería incompleto a menos que recuperara su prepucio perdido y, por último, que sentía el final de su análisis como el comienzo de una completa libertad sexual. La idea de libertad sexual estaba, pues, unida en su mente a la ilusión de volver a obtener su prepucio. El cumplimiento de este deseo, por consiguiente, habría eliminado su dependencia homosexual como así también su sometimiento al médico, tal como había liberado también su deseo de gratificación heterosexual. Pues, como se ha puntualizado en relación con uno de sus sueños, el paciente se había sentido infeliz y excitado cuando, después de la circuncisión, su madre dejó de cuidarle el pene como lo había hecho antes. El análisis de este sueño mostró que el paciente identificaba la pérdida del prepucio con la pérdida del placer táctil que su madre le proporcionaba en el pene. Así, la restitución del prepucio era para él equivalente a recuperar a la madre que entonces, como antes, le brindaría placer sexual. La restitución de ambos, madre y prepucio, tenía para él, por lo tanto, el mismo significado de anulación de la circuncisión. La circuncisión, que en un principio había provocado dependencia homosexual y alteración de las ligazones heterosexuales, pronto que el amor -Eros--- trata de unir a los seres humanos, de restituir el estado previo de completa unidad. (Más allá del principio del placer.)

16 HERMAN NUNBERG 70 provocó el rechazo del padre castrador y estimuló el restablecimiento de los impulsos heterosexuales hacia la madre por la cual se sentía abandonado. El paciente se sentía, por así decirlo, solo como Adán en la Biblia y, como en la Biblia o en el Simposio, el amor heterosexual curaba la "herida humana" de la circuncisión. La soledad produce rápidamente sentimientos de inseguridad y temor que intensifican la necesidad de protección. Es difícil determinar si nuestro paciente tuvo conciencia de una soledad especial después de la circuncisión; pero pudo recordar con precisión su temor de que el glande pudiera caérsele por no hallarse protegido ya por el prepucio. Sentía que estaba en desventaja ante su hermana porque ésta tenía un "pequeño pene" que, en su imaginación, estaba muy bien protegido por lo que él lla'maba prepucio. Este "prepucio" era, en sentido psíquico, su propio prepucio porque, según el sentido de la fantasía antes vista, su hermana representaba una parte de él que había sido cortada y dotada de su prepucio. Como sabemos, el paciente sufría la idea obsesiva de casarse con su hermana, lo que interpretamos como el deseo de volver a unirse a ella, de anular la circuncisión y de recuperar el prepucio. Su posesión significaba para él la protección del glande del pene; más tarde, cuando conoció la existencia de la vagina, la deseó como lugar seguro para su pene. No ha de sorprendernos que la idea de seguridad y protección en la vagina resultara una variante de sus fantasías de retorno al vientre materno 30. La necesidad de proteger su pene evolucionó hasta llegar a la necesidad de proteger todo su cuerpo y adoptó diferentes formas. Una de ellas fué un hábito interesante en el dormir; el mismo paciente me llamó la atención sobre este hábito quej ándose que por la noche transpiraba abundantemente. Cuando supe que se cubría totalmente con gran número de mantas, comprendí la razón de su transpiración, aunque no las causas por las que se cubría totalmente y con tantas mantas. El descubrimiento de que no podía conciliar el sueño cuando se le impedía cubrirse de esa manera indicaba que el hábito representaba una protección contra el insomnio. Cuando niño, había sufrido de insomnio condicionado: no podía dormir si su ventana no quedaba abierta de par en par. Este síntoma se había desarrollado en la siguiente forma: su madre lo acostaba todas las noches; probablemente, el niño temía quedar solo porque mediante ciertas excusas trataba de inducir a la madre a quedarse con él el mayor tiempo posible. Así, por ejemplo, le planteaba una serie de preguntas a las que exigía respuesta. Después de la circuncisión le preguntó en una ocasión qué era la muerte y ella le contestó que era dormir para siempre. En aquella época, ya se había familiarizado 30 Freud dice: "La vagina resulta así alabada como alojamiento para el pene, es la heredera de la matrie materna". (Die injnntile Genitul-Orgonization; G. S. V, 236. Traducción al inglés en Collected Papers, II, 244: The Iniantile Genital Organization o/ the Libido).

17 71 LA CIRCUNCISIÓN Y LOS PROBLEMAS DE LA BISEXUALIDAD con un relato de niñeras, según el cual, los niños son ángeles en el cielo antes de nacer y vuelven a serlo cuando mueren. Como consecuencia, no podía dormir, temeroso de que su ángel se volara mientras él estuviera doro mido y que nunca regresara al encontrar la ventana cerrada. Por eso, Insistía en que su madre dejara abierta la ventana de par en par. No creo necesario tratar de demostrar a los analistas que el ángel simboliza un pene; el ángel vuela, tiene alas, va y vuelve. Además, la circuncisión había tenido lugar bajo narcosis, que es un sueño artificial. Puesto que el paciente había perdido el prepucio durante este sueño artificial, temía dormirse nuevamente a menos de asegurarse que, al despertar, aun tendría su pene 31. Cuando, después de la circuncisión, temía que su pene se cayera por no estar protegido, trató de desarrollar numerosas formas de protección, cambiando de método cuando el anterior fallaba. Inmediatamente después de la operación. pidió a su madre que le pusiera ungüentos, vendajes y pomadas como lo había hecho anteriormente. Cuando ella rehusó, el niño comenzó a masturbarse y a tratar de estirar la piel de su pene para que volviera a cubrir el glande. A raíz de esto recordó que cuando solía mostrar el pene, la madre le decía que lo escondiera. Su hermana era capaz de esconder el pene, según él imaginaba y, por lo tanto, trató de esconderlo en la pelvis para protegerlo de los accidentes. Apenas lo hubo hecho, tuvo miedo de convertirse en una niña y perder definitivamente el 'pene. De manera que renunció a todos estos intentos y comenzó a envolver su cuerpo en mantas, como para representar sus temores. La circuncisión perturbó su masturbación, forzándole a abandonarla temo porariamente. Cuando la reinició, la disfrazó más cuidadosamente que antes debido a las experiencias atemorizantes que había sufrido. Las técnicas para esconder el pene le sirvieron, así, para dos propósitos: proteger el pene y disfrazar la masturbación. Entonces, Je la protección del pene derivó un placer sexual. Antes de la circuncisión, el placer sexual estaba asociado en gran medida con un objeto: la madre. Después de la circuncisión, este placer se hizo autoerótico, ya que la madre se negaba a tocarle y el niño quedó liberado a sus propios recursos para obtener gratificación sexual. Sin embargo, no renunció enteramente a su madre sino que trató de convertirse en ella, en una mujer la que, según su idea, podía proteger su pene mejor que un hombre. La identificación con la madre creaba, así, una especie de pro tección para el pene, tal como antes le había protegido el prepucio. Parece que esta identificación específica sustituyó al prepucio perdido. Revisando nuestro material, encontramos que el trauma de la circuncisión liberó fuerzas destinadas a vencer sus efectos. Todas las fantasías, peno 31 Es un problema interesante por qué impresiona tanto a los niños la anestesia, con frecuencia más aún que la operación misma.