LECCIÓN 9: UNA SALVACIÓN TAN GRANDE

Transcripción

1 LECCIÓN 9: UNA SALVACIÓN TAN GRANDE Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? Hebreos 2:3 OBJETIVO Que el siervo de Dios afirme la enseñanza bíblica referente a la salvación. INTRODUCCIÓN La doctrina de la salvación es sencilla y compleja a la vez. Por un lado, quién no entiende Juan 3:16? Por otro, quién puede explicar cómo un Dios santo pudo ser hecho pecado y morir por nosotros (2 Co. 5:21)? Es importante estudiar la doctrina de la salvación ya que hay una maldición para aquel que predica un evangelio diferente (Gá. 1:8). No dejemos nunca de estudiar acerca de esta salvación tan grande! LECCIÓN LA NECESIDAD DE LA SALVACIÓN Todo hombre necesita ser salvo debido al pecado. Satanás y una compañía de seres angelicales cometieron el pecado de ambición y rebelión en contra de Dios. Como resultado se hicieron enemigos de Dios y fueron condenados eternamente al lago de fuego. Adán y Eva cometieron este mismo pecado. Pecado es cualquier cosa que contradiga el carácter de Dios. Pecado es la renuencia por parte de la criatura de permanecer dentro de los límites en los que lo ha puesto su Creador. Pecado es cualquier cosa que no se conforma a la gloria de Dios. El pecado conlleva los siguientes efectos: 1. Sobre Dios: Un resultado del pecado es que Dios por ser santo y justo exige que éste sea castigado. No puede tolerar rebelión ante su presencia. A menos que se arrepienta, el rebelde tiene que ser excluido para siempre. Pero al mismo tiempo Dios es amor. Su amor hacia el hombre es inmutable. Quiere a sus amados junto a Él. En la cruz vemos al amor y la justicia de Dios brillar en toda su gloria Iglesia Evangélica de Hermanos Congregados en el Nombre del Señor Jesús, A.R. Lección 9. Página 1/5

2 2. Sobre Satanás: El pecado del hombre ha resultado en oportunidad para que Satanás acuse tanto al hombre como a Dios (Ap. 12:10). 3. Sobre el hombre: El primer efecto fue el miedo (Gn. 3:8). El segundo su expulsión. Los hombres están muertos en delitos y pecados (Ef. 2:1). El pecado separó al hombre de Dios y lo puso en las manos de Satanás, está sujeto a servidumbre (He. 2:14,15), su entendimiento está cegado (2 Co. 4:4). El hombre es pecador por: 1. Herencia. Somos hijos de ira por naturaleza (Ef. 2:3). 2. Imputación. Esto quiere decir que el pecado de Adán fue cargado a la cuenta de todo hombre que ha nacido en el mundo (Ro. 5:12; 1 Co. 15:22). 3. Responsabilidad personal (Jn. 3:19). EL AUTOR DE LA SALVACIÓN Nuestra salvación es muy grande porque es la obra de un Dios trino: 1. Dios Padre: Él concibió la salvación desde antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4; 1 P. 1:2). Nos amó de tal manera que dio a su Hijo unigénito (Jn. 3:16). 2. Dios Hijo: Cristo, al entrar en el mundo fue presentado como Salvador (Mt. 1:21; Lc. 1:69). Ofreció su vida en la cruz para darnos salvación (1 P. 1:18,19; He. 2:10; 5:9). 3. Dios Espíritu Santo: Fue enviado al mundo para convencer al hombre de pecado, de justicia y de juicio (Jn. 16:8-11). Cristo mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios para salvarnos (He. 9:14). EL MEDIO DE SALVACIÓN Hay un solo medio de salvación y es la cruz de nuestro Señor Jesucristo. En la cruz se llevaron a cabo cuatro acciones necesarias para nuestra salvación: 1. PROPICIACIÓN Propiciación significa que la ira de Dios es aplacada porque Cristo sufrió el castigo que merecían nuestros pecados. El alcance de la propiciación es mundial (1 Jn. 2:2; 4:10) y la base de la propiciación es la sangre derramada de nuestro Señor (Ro. 3:25). Debido a la muerte de Cristo en la cruz, Dios ya está satisfecho (Is. 53:11), por lo tanto nadie puede hacer nada para satisfacer a Dios, el sacrificio de Cristo ya lo hizo todo Iglesia Evangélica de Hermanos Congregados en el Nombre del Señor Jesús, A.R. Lección 9. Página 2/5

3 2. SUSTITUCIÓN Dios dice: El alma que pecare, esa morirá (Ez. 18:20). El Señor Jesucristo murió en nuestro lugar, aunque la palabra sustituto no aparece, esta enseñanza es muy evidente en la Biblia: Isaías 53:5-12; Lucas 22:19,20; Romanos 5:8; Gálatas 3:13; 1 Pedro 3: EXPIACIÓN Significa borrar una culpa por medio de un sacrificio. En el Antiguo Testamento esta palabra aparece como traducción del verbo cubrir. La sangre de los animales cubría los pecados del hombre. Cristo hizo expiación por nuestros pecados en la cruz (He. 2:17; 10:6-10). 4. REDENCIÓN La redención en la Biblia se refiere a que debido al derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz, el hombre ha sido comprado, deja de ser esclavo y es puesto en libertad ((Ap. 5:9; Tit. 2:14; 1 P. 1:18,19; Mr. 10:45). 5. RECONCILIACIÓN La reconciliación presupone un estado anterior de enemistad, ver Romanos 5:10,11. Dios nos reconcilió consigo mismo por Cristo (2 Co. 5:18,19). El Señor Jesús hizo esto en la cruz del Calvario (Col. 1:21,22). EL MÉTODO DE LA SALVACIÓN 1. PREDESTINACIÓN O DECISIÓN PROPIA Somos salvos porque Dios nos elige y nos predestina o por decisión propia? La predestinación se refiere a que Dios escoge de antemano a una persona para ser salva, no en base a sus méritos, sino en base a la voluntad soberana de Dios. El libre albedrío se refiere a que una persona es responsable de su salvación. La Biblia nos dice que la salvación está basada en la predestinación (Ef. 1:4-6,11; Ro. 8:29,30) y en la decisión personal del ser humano (Jn. 3:15-18; Ro. 10:11,12; Ap. 22:16,17). Por lo tanto debemos creer ambas aseveraciones aunque nos las entendamos. No vamos a entender estas verdades cabalmente hasta que entremos al reino de Dios. 2. LA GRACIA La gracia es el favor de Dios, el impulso de su amor, hacia el hombre que nada ha merecido. Es el favor del Dios soberano y omnipotente que pone en movimiento todos los recursos de la divinidad para salvar al hombre. La Biblia nos dice que Dios nos salva por gracia por medio de la fe (Ef. 2:8; Ro. 3:24,25) Iglesia Evangélica de Hermanos Congregados en el Nombre del Señor Jesús, A.R. Lección 9. Página 3/5

4 3. LA FE Fe en el Nuevo Testamento significa convicción, convencimiento, confianza. La fe verdadera nos lleva a las acciones apropiadas, no es el mero asentimiento mental de una verdad, los demonios creen en Dios y tiemblan (Stg. 2: 19). Fe es la confianza total del hombre en la persona del Salvador. La fe es un don de Dios (Ef. 2:8; He. 12:2). 4. EL ARREPENTIMIENTO Esta palabra en el Nuevo Testamento significa cambiar de pensamiento, cambiar de mentalidad. Muchas personas introducen el concepto de pena y dolor de corazón en la predicación del evangelio. Es natural que el pesar por el pecado acompañe al arrepentimiento, pero no es en sí arrepentimiento. En 2 Corintios 7:10 nos dice que la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento. Un ejemplo de lo que significa esta palabra es la parábola que citó Cristo del hijo que dijo primero no iré y luego fue, esto es arrepentimiento, cambio de mentalidad. El arrepentimiento es esencial para la salvación, y nadie puede ser salvo sin arrepentirse, pero el arrepentirse va incluido en la fe y no debería estar separado de ella. El exigirle a un hombre dolor de corazón antes de que esté en condiciones de ejercer su fe en Cristo ha sido impedimento para muchos. Esto es un error porque se le pide al inconverso a que mire dentro de sí mismo, en vez de fijar su mirada en Cristo como Salvador, así se hace depender la salvación de sentimientos y no de fe. El que convence de pecado es el Espíritu Santo no el hombre. EL ALCANCE DE LA SALVACIÓN Entre otros tenemos los siguientes: 1. PERDÓN El pecado es una deuda que contraemos con Dios, en la cruz nuestra deuda fue pagada. El Redentor lo pagó por completo y por eso gozamos de la dicha del perdón (Hch. 10:43; 26:18; Col. 2:13). 2. JUSTIFICACIÓN Como ya vimos el perdón cancela la deuda, pero la justificación nos da una nueva posición ante Dios. Somos justificados porque Dios nos declara justos, somos absueltos, no porque seamos inocentes, sino porque nuestro Señor Jesucristo sufrió el castigo que nosotros merecíamos (Ro. 3:24). 3. REGENERACIÓN La regeneración se refiere al nuevo nacimiento (Jn. 3:3,5). Esto se refiere a que una persona que está muerta espiritualmente recibe una nueva vida de parte del Creador. (Ef. 2:1,2). Somos regenerados por la resurrección de Jesucristo de los muertos (1 P. 1:3) y por la Palabra de Dios (1 P. 1:23; Stg. 1:18) Iglesia Evangélica de Hermanos Congregados en el Nombre del Señor Jesús, A.R. Lección 9. Página 4/5

5 4. SANTIFICACIÓN La santificación se refiere a ser apartado para el servicio de Dios. El que cree en el Señor Jesucristo es santo debido a su unión con Cristo (Ro. 1:7; 1 Co. 6:11; He. 10:10). Luego viene la santificación práctica que es la separación progresiva del creyente para vivir para Dios (1 Ts. 4:3,4; 1 P. 1:15,16). En un futuro nuestra posición y nuestra práctica estarán en perfecta unión y esta será nuestra santificación futura (Ef. 5:26,27; Jud. 24,25). LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN Puede un creyente verdadero perder su salvación por pecar, por dejar de creer, o por alguna otra razón? Es posible estar en una posición segura aún sin tener conciencia de ello. Puede uno tener la seguridad garantizada sin sentirse seguro. La salvación depende por completo de la obra de Cristo, un hecho histórico. No depende de nuestras propias obras, si así fuera no podríamos estar seguros. La seguridad de la salvación depende de lo que Dios ha hecho, es decir: 1. El Espíritu nos ha puesto en el cuerpo de Cristo (1 Co. 12:13) 2. El Espíritu Santo nos sella para el día de la redención (Ef. 1:13; 4:30). 3. El Padre nos guarda (Jn. 10:28-30; Jud. 24). 4. La Biblia lo afirma (Ro. 8:29-39). PREGUNTAS 1. Enseña el pasaje de Hebreos 6:4-6 que la salvación se pierde? 2. Es necesario reconocer a Cristo como Señor de nuestra vida para ser salvos? 3. Qué versículo de la Biblia dice que arrepentirse de sus pecados es condición para ser salvo? 4. Según Romanos 10:9,10, es la confesión pública requisito para ser salvo? 5. Los versículos que dicen que debemos ocuparnos de nuestra salvación (Fil. 2:12,13) y que no la debemos descuidar (He. 2:3), enseñan que la salvación se puede perder? CONCLUSIÓN Doblemos nuestras rodillas ante Aquel que nos amó y nos lavó con su sangre (Ap. 1:5) y démosle gloria. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaron sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. (Jud. 24,25) Iglesia Evangélica de Hermanos Congregados en el Nombre del Señor Jesús, A.R. Lección 9. Página 5/5