Los diálogos de paz: El arduo camino hacia la apertura democrática Pontificia Universidad Javeriana Cali ANÁLISIS DE COYUNTURA Parcial Final TEMA: Conflicto Armado en Colombia y proceso de paz Estudiantes: Luisa Ordóñez López y Valentina Valencia Benavides
El último escenario de combate entre el gobierno colombiano y las FARC Tras 50 años de Conflicto armado en Colombia y tres intentos fallidos de negociación, se vislumbra por fin una posible salida a la confrontación que ha dejado miles de muertos, desplazados, huérfanos y familias sin hogar en nuestro País. En el año 2012 el Gobierno Santos inicio un proceso de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el cual tiene como fin último firmar un tratado que permita el cese al fuego bilateral y un acuerdo con respeto a los diversos aspectos que influyen y a su vez se han visto afectados por el conflicto, tales como: el desarrollo agrario, la participación política, la solución al problema de drogas ilícitas, la reparación de las víctimas, la dejación de armas y la reforma a la justicia. Los resultados son difícil de predecir, pero lo que sí es seguro es que el proceso de paz en Colombia es, en definitiva, la mayor coyuntura política que se ha presentado en el País y marcará de manera radical aspectos económicos, culturales y sociales de la Nación. 1
LA GUERRA EN NÚMEROS 600.000 > 2000 muertos y 7900 heridos 15.000 > 3,7 millones 662.468 Personas asesinadas por los grupos armados y la fuerza pública (Estimación del gobierno desde 1990 a Septiembre del 2012) por el uso de minas antipersonas desde 1990 (estadística del gobierno) Víctimas de desaparición forzosa en los últimos 30 años (Ato comisionado de la ONU para los Derechos Humanos) de desplazados internos (Alto comisionado de la ONU para los refugiados) hectareas son reclamadas por campesinos que denuncian que tuvieron que abandonarlas por la presencia o co-acción de las FARC (Ministerio de Agricultura) 431.100 270.950 Total de integrantes de las Fuerzas Militares que actualmente están en servicio hombres y mujeres del Ejercito, Armada Nacional y Fuerza Aérea 160.950 Policias 9.200 2.500 Combatientes de la guerrilla de las FARC (Estimación del Ministerio de Defensa) Guerrilleros, aproximadamente, están presos (estimativo de la OMG) 2.927 26 billones 3 Menores de 18 años desvinculados de las FARC desde noviembre de 1999 hasta julio del 2012 (ICBF) Presupuesto previsto para defensa y seguridad en 2003 Procesos fallidos de paz han llevado a cabo el gobierno de Colombia y las FARC desde 1980 Datos tomados de: Diario El Espectador (Enlace en www.elespectador.com) Infografía El conflicto colombiano en cifras 18 de octubre de 2012 2
El Gobierno y las FARC representan los dos actores más visibles y polémicos involucrados en la coyuntura nacional, en primer lugar, por ser los dos partes directamente enfrentadas en el conflicto y, además, por ser los actores que encabezan la actual mesa de conversaciones, en cuyas manos recaen las decisiones que determinen el futuro de otros actores como las víctimas y la sociedad civil. Estas dos últimas, si bien con menos poder y menos voz en las negociaciones, son la fuerza que a pesar de no tener la relevancia que merecen, son vitales para el desarrollo y adopción de una verdadera reconciliación en un País donde ha primado por más de medio siglo el interés de lo más poderosos. Los medios de comunicación, altavoces de lo que sucede en la mesa de conversación, son una pieza fundamental y, por tanto, un actor más cuya fuerza determina el futuro de las negociaciones, pues de ellos depende la intensidad de la propagación de una u otra información y ha de ser su deber en este proceso el velar por la no tergiversación de los hechos. Sin embargo, dados los esquemas de producción de los medios de comunicación, que más que responder a las necesidad y el derecho a la información de la sociedad civil, trabajan en función de los intereses económicos de los grandes conglomerados mediáticos, es claro que los medios masivos no desempeñan un papel imparcial en la coyuntura y que muchos de ellos inclinan su poder a respaldar los intereses de las posturas de uno u otro actor del conflicto. Es así como es posible identificar dos posiciones que adoptan los medios de comunicación frente a los diálogos: en primer lugar, los grandes medios comerciales finan- 3
Gráfica 1 Gráfica 2 ciados por conglomerados mediáticos, en gran medida cercanos a posturas de ultra derecha, se muestran de manera indirecta como detráctores del conflicto e invitan de manera sugestiva a la apatía frente a las negociaciones. También, muchos medios cuyos intereses no están ligados a la democracia sino al enriquecimiento, aprovechan las confrontaciones entre Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos para generar un espectáculo mediático que atrae públicos y produce grandes ganancias. Por otra parte, se encuentran los medios más allegados y optimistas frente al proceso de paz. Más escasos y con menor influencia mediática, estos canales de comunicación ejercen la labor de promover la paz mediante diferentes recursos, en su gran mayoría virtuales. Entre estos medios se destacan las fuentes oficiales de las mesas de negociación, que, a como dé lugar, buscan favorecer la opinión pública frente al proceso de paz (Ver gráficas 1 y 2). Como se encuentra subrayado en las gráficas, puede observarse que estos medios entablan una relación cercana con la sociedad civil y proveen medios para la participación ciudadana a través de la red. Finalmente, el conteo regresivo que se lleva hace más de tres años resulta una medida extrema para generar ansiedad frente a la firma del acuerdo y finalización del conflicto. 4 Gráficas tomadas de: Diálogos de paz. Pulso ciudadano. (www.dialogosdepaz.org)
Por otra parte, una de las grandes preguntas que surge frente a esta coyuntura política es la nueva relación que se establecerá entre las FARC y las víctimas. Según una estimación del gobierno publicada en el periódico El Espectador (Ver apartado 1 del cuadro La guerra en números ) 600.000 personas fueron asesiandas por diversos grupos armados y la fuerza pública entre 1990 y el 2012. Además, 2000 personas han muerto y 70900 han quedado heridas por el uso de minas anti personas (ver cuadro); 15.000 personas han sido víctimas de desaparición forzada y más de 3,7 millones de personas han sido desplazadas dentro del país (ver cuadro). Ante este complejo panorama, el perdón, la reconciliación y la justicia entre el grupo guerrillero y las víctimas son las grandes cuestiones que han de resolverse. Además, muchos de los familiares de las víctimas, también víctimas indirectas pero cercanas al conflicto, exigen justicia y temen que la reconciliación se convierta en sinónimo de impunidad. Por otra parte, el gobierno Santos ha adquirido una gran responsabilidad con la sociedad civil al embarcarse en las negociaciones con las FARC. Buena parte de la sociedad civil se siente identificada y esperanzada con las perspectivas que el proceso de paz pone sobre la mesa, sin embargo, las opiniones de la sociedad civil están divididas. Álvaro Uribe Vélez y el Centro Democrático, a pesar de haberse debilitado, conservan buena parte de su influencia y poder político en el país y ejercen como lideres políticos y de opinión opositores del proceso de paz. Es así como el gobierno tiene, por un lado, la gran responsabilidad de lograr un acuerdo que satisfaga las necesidades de la población civil que lo respalda y, por otro, el reto de contrarrestar con hechos y resultados a los opositores de las negociaciones. Así mismo, el gobierno adquiere un compromiso con la sociedad civil al incluir dentro de los puntos de negociación la apertura democrática en el país. Es así como se abre la gran pregunta de cómo lograr una ampliación democrática que permita que surjan nuevas formas en el escenario político para enriquecer el debate y deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política (Participación política: Apertura para construir la paz. Mesa de negociaciones. Borrador Conjunto. 6 de noviembre del 2013). El compromiso con el pluralismo es uno de los grandes retos del gobierno y es una de las grandes tensiones en su relación, tanto con la sociedad civil 5
como con las FARC. Queda la cuestión de hasta qué punto esta apertura democrática otorgará espacios de participación al grupo guerrillero, una de las grandes controversias y argumentos de los detractores del proceso de paz. El proceso de paz resulta siendo, independientemente de los resultados que finalmente surjan, un primer paso para demostrar que el diálogo es la salida al conflicto. Cualquier logro de las negociaciones es un paso para contrarrestar a quienes respaldan una salida bélica. Las vías políticas, la apertura de espacios de participación para la contraparte y la conversación acerca de temas que hasta hace pocos años eran innombrables son enormes avances que nos acercan a la finalización del conflicto que no parecía tener un fin. Sin embargo, la firma de un acuerdo no implica lograr un país en paz. La finalización del conflicto entre el las Fuerzas Armadas Nacionales y las FARC no es sinónimo de finalización de la violencia, la inseguridad, las abismales diferencias socioeconómicas y demás problemas sociales que acosan a nuestro país. Si bien la firma del acuerdo es un logro, traerá consigo, en caso de ser firmado, un nuevo orden político y social al país, así como un sinnúmero de interrogantes y cuestiones no resueltas que, tal vez, tomen años en concluirse. Si bien el proceso de paz no es el fin inmediato y definitivo de la violencia y la firma del acuerdo no garantiza un país en paz; si representa el mayor avance, paulatino pero certero, que se ha logrado en la historia de Colombia hacía un cambio definitivo que nos acerque a una verdadera democracia. 6