La lactancia materna, hoy
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Breve resumen histórico Hasta hace 200 años, es decir, antes de la era industrial, teníamos muy poca información escrita sobre la lactancia materna. Se supone que las madres amamantaban a sus hijos sin descanso durante un periodo comprendido entre 2 y 4 años, tal como se observa todavía hoy en algunos pueblos primitivos. En 1900 el Dr. Holt de Nueva York, después de medir la capacidad del estómago de los recién nacidos, indicó que sus necesidades fisiológicas quedaban perfectamente atendidas administrándoles la alimentación cada 3 horas. Esta observación fue publicada en su tratado de Pediatría y en un libro-guía para padres. En esa época la mujer empezaba a incorporarse al trabajo. También las embarazadas comenzaron a frecuentar los hospitales para dar a luz y debido a la alta mortalidad de los recién nacidos (La infección neonatal era muy frecuente), los niños eran aislados en recintos especiales. Todos estos hechos favorecieron el inicio de una lactancia materna a intervalos regulares de tres horas y que los bebés no permanecieran con sus madres después del parto. En el transcurso de los años 70 con el auge de los movimientos naturistas, se procuró nuevamente que los hijos estuvieran con las madres desde el momento del parto (rooming). porque se consideró que en estos primeros minutos de vida se establece un vínculo muy fuerte entre madre e hijo que favorece entre otras cosas la lactancia. En la actualidad esta actitud de apoyo a la lactancia materna se ha visto reforzada en nuestro Instituto. Para poder desarro
llarlo con éxito se ha preparado adecuadamente al personal sanitario, consiguiendo una alta cualificación del mismo para dar la orientación necesaria a las madres. Asimismo, obstetras y pediatras imparten cursos de preparación al parto dirigidos a los futuros padres con la misma finalidad. Observaciones fisiológicas Hoy sabemos que las leches de los diferentes mamíferos tienen distintas proporciones de grasa, agua y proteínas que determinan básicamente el ritmo de la lactancia. La leche humana es pobre en grasa y proteínas, lo que obliga a que el amamantamiento en la primera etapa de la vida deba ser continuo. La observación fisiológica del pecho de la madre ha permitido confirmar, a su vez, que también se produce expulsión de leche cada 30-60 minutos, en concordancia con las necesidades de la criatura. Por lo tanto, la adopción de regímenes de lactancia regulares cada 3-4 horas son claramente inadecuados y dificultan dicha secreción. Por otra parte, la sensibilidad de la mama y el dolor del pezón disminuyen significativamente en proporción al numero de veces que se coloque al recién nacido al pecho. Esta técnica de amamantamiento permite además que el niño se adapte mejor a su ritmo de descanso.
Técnica Se recomienda la colocación del bebé al pecho desde el momento del nacimiento, procurando que su boca abarque no sólo el pezón, sino toda la areola mamaria. Al aplastar la punta del pecho contra su paladar y succionar se produce también la eyección de leche provocada por estimulación hormonal (oxitocina) refleja que origina la contracción de los conductos galactóforos y hace que fluya la leche con facilidad y el niño no se fatigue.
Recomendaciones Para una lactancia exitosa debe existir una actitud positiva por parte de la madre, del padre y del entorno familiar. La leche materna suministra energía, protege frente a infecciones y reacciones alérgicas y crea un vínculo afectivo muy particular entre madre e hijo que transmite una sensación de seguridad a los bebés. Desde el nacimiento hasta los 3-5 primeros días de vida, la secreción láctea se denomina calostro y cubre perfectamente las necesidades calóricas del recién nacido. Es a partir del 3º al 5º día cuando se produce la secreción de la leche madura. que coincide con un aumento de volumen mamario y una sensación dolorosa parecida a la que aparece en los dos primeros meses de embarazo. Es importante recordar que el 70-80% del volumen de leche es extraído por el bebé en los primeros 4-5 minutos. Los bebés suelen succionar 5-8 minutos (sucking), y a continuación duermen de unos 10 a 15 minutos. Estos episodios cortos de lactancia están formados por 2, 3 y 4 suckings, con lo cual el número diario de lactancias completas oscila entre 10 y 12. Varios suckings suelen ir seguidos de períodos de sueño de unas 4 ó 5 horas. que le sirven a la madre para descansar. Transcurrida la primera fase, el mantenimiento de lactancia se basa en una buena alimentación de la madre y en evitar situaciones de estrés. Aunque durante este tiempo pueden presentarse periodos transitorios de menos secreción láctea,
suelen superarse espontáneamente si no se interfiere con el llamado biberón de ayuda. Los regímenes de pérdida de peso y los ejercicios físicos que consumen muchas calorías no son aconsejables a menos que sean complementados con una alimentación adecuada. Asimismo deberían continuarse los tratamientos de aporte de vitaminas que se han seguido durante el embarazo (hierro, calcio y acido fólico, etc.).
Información complementaria Puede solicitarla a su obstetra o a las enfermeras de la nursery ( 2ª planta ). Pero si desea prepararse para este tipo de lactancia, le aconsejamos que acuda a los Cursos de preparación al parto dirigidos a los futuros padres, donde personal cualificado (pediatras, puericultoras, etc.) le orientará para que pueda realizarla de forma satisfactoria.