Mesa redonda Ser bueno y (de)mostrarlo: la edición científica ante las agencias de evaluación Documento de conclusiones LIBER 2015. Feria Internacional del Libro 9 de octubre de 2015 Organiza: Grupo de Investigación sobre el Libro Académico (ILIA) del CSIC. Participantes: Enrique Pascual Director de Librerías y Consejero de las editoriales de Derecho e Historia. Marcial Pons. Klaus Vervuert Director. Iberoamericana Vervuert. Elea Giménez-Toledo Científica titular. Grupo de Investigación sobre el Libro Académico del CSIC Antonio Mª Ávila Director Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) (Inicialmente estaba prevista la participación del coordinador de profesorado de ANECA, Demetrio Castro, que finalmente no pudo asistir) Objetivo de la mesa redonda Acercar los puntos de vista de evaluadores de la actividad científica, editores, autores e investigadores en calidad de publicaciones. Abrir el debate sobre la calidad en el sector editorial comercial para conocer los puntos de vista del sector, las expectativas de las agencias de evaluación en relación con los libros que editan y exponer la iniciativa de evaluación de editoriales SPI (Scholarly Publishers Indicators). Conclusiones Los sistemas o mecanismos que permiten evaluar libros, colecciones o editores convienen a todos: autores, editores y evaluadores o A los autores porque pueden conocer mejor las prácticas editoriales y porque pueden tener la garantía de que en los procesos de evaluación también podrá ser bien considerada la publicación de libros. o A los evaluadores porque dispondrán de más elementos de apoyo y más información en sus procesos de toma de decisiones.
o A los editores porque podrán atraer mejores obras de los mejores autores si estos saben que la publicación de libros les será considerada en la evaluación de su CV; los editores también podrán vender más si el interés por el libro académico se reactiva en términos de evaluación. Una evaluación objetiva y justa de los libros reactivará el interés por escribirlos y por publicarlos. La evaluación de editoriales ha de ser rigurosa desde el punto de vista metodológico, transparente (establecimiento claro y público de los criterios de evaluación) y debe ser abordada por grupos independientes, no vinculados a grandes grupos editoriales. Resulta fundamental distinguir entre los proyectos que evalúan editoriales (ej. SPI) de los que evalúan colecciones (sello de calidad UNE) o incluso libros (proyecto desarrollado en Flandes). Las distintas iniciativas de evaluación tienen distintos fines y miden distintas variables. Por ello, aportan información diferente a las agencias de evaluación, a autores y a editores. Tanto en las intervenciones como en el turno de preguntas y en las conversaciones posteriores, predomina la idea de que el sello de calidad para colecciones promovido por UNE debería servir también para el sector comercial, con las adaptaciones necesarias. Si se reconoce el valor de los libros, se les asigna el peso adecuado y se reconocen en la carrera investigadora se estará potenciando la investigación no fraccionada y, desde luego, el sector editorial que vive de la publicación de libros. Los indicadores han de ser puntos de apoyo que faciliten el proceso de evaluación. Los lectores de ediciones académicas (investigadores) deben desempeñar una función importante en la evaluación de libros. La Federación del Gremio de Editores de España defiende un proyecto de evaluación de editoriales académicas riguroso, transparente, internacional e integrador (para las editoriales comerciales y para las universitarias). El estudio riguroso del sector editorial requiere de la colaboración de todas las partes. (editores, asociaciones de editores, investigadores, lectores). Resumen de las intervenciones El punto de vista de los editores Enrique Pascual. Marcial Pons y Presidente de la comisión de libro científico-técnico de la Asociación de Editores de Madrid. El interés por desarrollar indicadores de calidad y/o reconocimientos a la misma fue transmitido desde la Asociación de Editores de Madrid (AEM) hasta la Federación del Gremio de Editores de España, tras la presentación de SPI por parte del grupo ILIA (CSIC) en la sede de AEM. Un proyecto que permita establecer la calidad de las editoriales académicas debería ser lo más englobador posible, en el sentido de que integre al conjunto de editoriales académicas. El editor se muestra a favor de un sistema desarrollado por grupos independientes, no vinculados a grandes grupos editoriales, que pueda medir la calidad de la edición científica
porque eso, entre otras cosas, animará a los autores a publicar más libros, con ciertas garantías de que esos libros serán reconocidos por las agencias de evaluación. En este sentido, agradecen el trabajo realizado hasta el momento en SPI. Los editores son conscientes de que los investigadores están más interesados en la publicación de artículos que de monografías, precisamente por la mejor consideración que tienen en las agencias de evaluación. Como editor (ediciones de Historia y de Derecho) resalta la importancia de las colecciones, como estructura para funcionar mejor en las editoriales. Como editores comerciales viven de la venta de libros y por ello involucran a los editores de colección en la difusión de las obras. También se refiere a las prácticas editoriales que siguen: dos o tres editores lo más plurales posibles, al frente de cada colección; selección de manuscritos anónima, siguiendo estándares de la publicación científica; transparencia informativa en la web de las colecciones sobre los procesos de selección. El editor se refiere a que los propios científicos son los únicos que pueden evaluar la calidad de las obras, la contribución que hacen a la investigación. Esto debe trasladarse a indicadores que tienen que ser objetivos y robustos (y cita expresamente SPI). Sobre los indicadores de calidad para editoriales: no son imprescindibles, pero deben tender a serlo. Los sistemas de medición vienen bien porque todo lo que se evalúa y se mide es algo que se puede mejorar. Al mejorar las editoriales y su consideración, los autores buscarán a esas editoriales para publicar. E. Pascual destaca que los estudios sobre calidad favorecerán también a la edición universitaria, pues las coediciones entre sector público y sector privado son habituales. Klaus Vervuert. Director de Iberoamericana Vervuert Iberoamericana Vervuert es una editorial puramente académica, que publica unos 70 títulos por año en 30 colecciones y en el ámbito de las Humanidades. Las colecciones cuentan con comités internacionales de aproximadamente diez académicos internacionales, aunque hay editores reacios a que los consejos se abran o se amplíen. Aunque hay cambios que cuestan la editorial los está realizando poco a poco. Los autores le transmiten la importancia que las agencias de evaluación dan a los artículos por encima de los libros. Se refiere a estudios norteamericanos que demuestran que las promociones están aseguradas para los académicos que hayan publicado con determinadas editoriales de muy buena reputación. También se refiere a algunos rankings de university presses estadounidenses de los cuales se desconoce la metodología con la que se han construido. También cita un estudio bibliométrico holandés sobre editoriales, basado en citas y se refiere al proceso de coercive citations que puede poner en duda esa clase de estudios. También relaciona las citas con la producción editorial, lo que hace difícil la comparación de esas métricas entre editoriales.
Los criterios de los rankings que ha localizado (cita seis o siete diferentes) no son fiables, fundamentalmente porque no indican cómo se han elaborado. Destaca la transparencia de la metodología de SPI y, en relación a este sistema, alude a los posibles sesgos por haber publicado en esa editorial y también a la memoria histórica que los académicos tienen de las editoriales. Se pueden estar citando editoriales que en su día fueron muy relevantes para un área pero que actualmente apenas tienen actividad editorial. También aboga por el seguimiento de los rankings de prestigio que se elaboran desde el grupo ILIA. Elea Giménez Toledo. Grupo ILIA (CSIC) (Presentación ppt disponible en http://ilia.cchs.csic.es/docs/ser%20bueno%20y%20demostrarlo.pdf) Se presenta Scholarly Publishers Indicators (SPI) http://ilia.cchs.csic.es/spi como una agregación de indicadores e información para observar las distintas dimensiones de una editorial, partiendo de la base de que medir la calidad de una editorial es una tarea compleja y sabiendo que ningún indicador aislado evalúa integralmente la calidad de una editorial. SPI ofrece información sobre prestigio, especialización (a partir de la producción editorial), transparencia informativa sobre prácticas editoriales, sistemas de selección de originales en las editoriales y presencia de las editoriales en distintos índices o sistemas de información internacionales. Los grandes grupos comerciales no siempre aparecen bien posicionados, las editoriales universitarias aparecen mezcladas con las comerciales, hay muchas diferencias entre áreas, etc.: ninguna de las ideas preestablecidas que pueden existir en relación a las variables de calidad se dan en los rankings de prestigio. SPI es un sistema de indicadores pero también toma información que ya existe sobre las editoriales para orientar sobre el comportamiento de esa editorial. Es un sistema no intervencionista: el origen de la información está en otros, no en el grupo de investigación: ILIA diseña el modelo, las metodologías y la presentación de información, pero no crea la información sobre editoriales. El estudio riguroso del sector editorial requiere de la colaboración de todas las partes. La colaboración con las editoriales y asociaciones de editoriales es fundamental para construir un sistema de indicadores sólidos. También se mencionan los posibles usos de SPI para editoriales y para autores, no solo para evaluadores de la producción científica. Se describe también el sello de calidad promovido por UNE para colecciones de libros académicos, diseñado por tres grupos de investigación (Electra de la Universidad de Salamanca, EC3 de la Universidad de Granada e ILIA del CSIC), avalado por la ANECA y FECYT. Puesto que es una iniciativa que parte del sector universitario se abre explícitamente el debate sobre si las editoriales comerciales podrían optar a ese sello.
Antonio M. Ávila Director Ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) En palabras de Antonio M. Ávila es necesario contar con sistemas de reconocimiento de las editoriales académicas. No hay la menor duda de que la medición de la calidad es algo positivo para el sector. Un buen proceso de calidad en editoriales debe basarse en criterios transparentes, para que no haya sesgos a favor de determinadas editoriales o grupos. Defiende un proyecto que mida, establezca o reconozca la calidad de las editoriales académicas y piensa que debe ser una acción a) internacional, que aúne esfuerzos en el ámbito iberoamericano, para potenciar realmente el libro científico en español. b) que afecte tanto a editoriales comerciales como universitarias. Se refiere al diálogo que hubo entre ambos sectores para potenciar las coediciones y piensa que esta debe ser la vía para los proyectos que tengan que ver con calidad en la edición. Desde la FGEE abogan por impulsar la calidad en la edición científica. Para ello han promovido la investigación desarrollada por el grupo ILIA en torno a la especialización de las editoriales (a partir de datos de DILVE, cuyo uso autorizó la FGEE) y se plantean tratar de buscar y aunar recursos para poner en marcha algún proyecto de calidad. La experiencia acumulada por iniciativas como SPI, el sello UNE y otras experiencias del ámbito internacional podría dar lugar a una sólida propuesta de evaluación de la calidad en editoriales. Se refiere a la buena salud de la edición académica comercial, a pesar de que siempre hay quejas desde el sector. En relación a la universitaria, señala que muchas veces la investigación se concreta en manuales pero que la manualística en España ha desaparecido. Describe el fenómeno como algo hispánico, que no ha sucedido en otros países. La Universidad hace buenos productos pero le cuesta que sean reconocidos o valorados fuera. En ese sentido, un buen proyecto sobre calidad con homologación internacional valoraría bien lo que se hace, que es bueno en sí mismo. Grupo de Investigación sobre el Libro Académico (ILIA) http://ilia.cchs.csic.es/ @ilia_csic