Acto de Apertura del Curso Universitario 2012-2013 UNED Majestades, Presidente de la Comunidad de Madrid, Rector Magnífico, Representantes de los estamentos universitarios, Señoras y Señores, Como cada año, este solemne acto se honra con la presencia de sus Reyes y como ha dicho el rector en su intervención, las autoridades educativas queremos agradecer una vez más la expresión de compromiso con la Universidad de la que la presencia de Vuestras Majestades en este acto da testimonio. Y un año más, al inicio del curso, toca reflexionar sobre lo que ha pasado y proyectar al futuro esa reflexión sobre lo que queremos que pase. Porque lo peor que podría suceder es que cayéramos en el estado de perplejidad que describiera Ortega y Gasset No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa. Creo que todos somos conscientes de las dificultades que atravesamos. Lo es la Universidad, lo somos las autoridades 1
educativas, lo es la sociedad española. Todos somos igualmente conscientes de que la Universidad no puede vivir de espaldas a esas dificultades y que ha de encontrar el modo de superarlas sin traicionar su misión, su vocación y su ambición. Esas dificultades se traducen hoy, sobre todo, en la necesidad de allegar los recursos necesarios para compensar las limitaciones de las aportaciones de las Comunidades Autónomas a sus universidades. Estas limitaciones son las que han condicionado la necesidad de abrir prudentemente la puerta a que las tasas cubran un porcentaje algo mayor del coste del que venían hasta ahora cubriendo, posibilidad a la que cada Comunidad Autónoma se ha acogido de la forma que ha entendido en cada caso necesaria o conveniente. Por nuestra parte, hemos preservado el principio fundamental de equidad manteniendo la dotación de las becas y los mismos umbrales económicos y comprometiendo también a las Comunidades Autónomas a que se hagan cargo de cubrir el coste añadido de las nuevas tasas. Pero somos conscientes de que este incremento puede suponer un problema para familias con economías ajustadas pero no hasta el punto de quedar exentas del pago de tasas. 2
Para estas familias, buscamos solución por la vía de los préstamos o las tasas diferenciadas en función de la renta y en ello trabajamos con las Comunidades Autónomas. Preservar la equidad es lo prioritario, pero no es menos importante perseverar en la búsqueda de la calidad. Porque la calidad real y percibida- de nuestro sistema universitario será el factor que determine el peldaño que nos corresponda ocupar en la escalera de la economía globalizada. No hay hoy riqueza mayor de una nación que la cantidad y calidad de su talento formado y la Universidad es esa fábrica de talento en que se forja -y cada vez se forjará más- el destino de los países en la sociedad del conocimiento. Y con plena conciencia de las dificultades y con cabal conocimiento de los problemas quiero sin embargo poner aquí de manifiesto que estoy convencido de que en nuestras Universidades anidan el talento y el compromiso para superar estas dificultades y para poner en marcha los mecanismos que nos permitirán elevar la calidad, la eficiencia y el rendimiento de nuestro sistema universitario. 3
Tenemos indudables fortalezas en él. Sin duda, la principal es la elevada tasa de matriculación, más de 1,6 millones en estudios de grado y máster en el curso pasado, lo que supone que ya hemos superado el objetivo que se establece por la Unión Europea para 2020. Debemos recordar que en 1975 el número de universitarios apenas superaba los 200.000 El tejido universitario español es denso y ofrece una amplia oferta. Y si bien es cierto que arrastramos ciertos déficit que impiden que nuestras Universidades alcancen posiciones destacadas en los ranking internacionales, también lo es que tenemos muchos centros y departamentos de reconocida excelencia, y que nuestras universidades más jóvenes entre ellas, ésta en la que nos encontramos- se abren paso entre las mejores dentro de su categoría. Pero todas nuestras Universidades las centenarias y las más recientes- se enfrentan a retos muy exigentes, puesto que la capacidad de atraer a los mejores estudiantes y a los mejores profesores, de ofertar la mejor docencia y la mejor investigación es algo que ya no queda limitado a los confines de un país, sino que también se ha hecho global. Hoy, la llamada migración educativa, la salida fuera del propio país para estudiar en centros universitarios prestigiosos y excelentes es un fenómeno muy importante. Ya son casi 3 millones los estudiantes en países distintos al de su residencia, pero se calcula que en 2025 la cifra superará los 8 millones. En esta decisiva Gran carrera de los cerebros 4
como la ha llamado Ben Wildavsky, quedarse atrás supone un enorme riesgo. Por eso la internacionalización, en la que nuestras cifras son todavía muy modestas, es una meta que debemos abordar, junto con otras no menos importantes: mejorar la gobernanza, abordar mecanismos de financiación eficientes y sostenibles, mejorar el rendimiento de los estudiantes, adecuar mejor la oferta a los requerimientos del mercado y facilitar incentivos a la especialización. Todas estas cuestiones están siendo discutidas por la Comisión de Expertos que el Gobierno ha nombrado y en cuanto aquella facilite su dictamen serán objeto de amplio debate y reflexión con la Comunidad Universitaria para, más adelante, adoptar aquellas medidas necesarias para que nuestras Universidades den el gran salto adelante que todos deseamos. Majestades, Quisiera finalizar esta intervención con un especial homenaje a la Universidad que hoy nos acoge. Los cuarenta años de existencia de la UNED, que se cumplen ahora, son, en cierta medida, no solo la expresión del crecimiento de la presencia de la Universidad en la vida española sino, lo más importante, su más eficaz maquinaria de acceso. Porque la UNED, con sus casi 240.000 5
estudiantes supera el número de alumnos que tenían todas las universidades españolas cuando se fundó y porque, más importante aún, gracias a la flexibilidad de su modelo muchos de aquellos que no pudieron acceder a la universidad en su juventud han tenido la oportunidad de hacer realidad su sueño. Un modelo hoy cada vez más eficaz y con mayor cobertura gracias al valor inmenso que le proporcionan las TIC- que se revela así como un formidable mecanismo de equidad, de justicia y de mejores horizontes para muchos. Espero que estos primeros 40 años de la UNED no sean otra cosa que el inicio de una larguísima y fructífera ojalá que centenaria- trayectoria. Felicito al rector, al equipo de gobierno, al Claustro, al PAS y a sus estudiantes por esta conmemoración. Muchas gracias Madrid, 26 de septiembre de 2012 José Ignacio Wert Ortega Ministro de Educación, Cultura y Deporte 6