Les distraccions en la conducció La distracción como resultante de la pérdida de control de los impulsos. Estudio de un caso Dr. Gustavo Levit Iritz Psicòleg RESUMEN En este artículo se describe un tratamiento psicológico conductual en un caso de pérdida de control de los impulsos (trastorno explosivo intermitente F63.8 DSM IV R) vinculado a la distracción en la conducción de vehículos. El sujeto un adulto de 32 años de edad, diagnosticado de trastorno de control de impulsos, que acude a consulta por reiteradas retiradas del permiso de conducir. El programa terapéutico consistió en 20 sesiones individuales (5 de control de dialogo interno con autoregistro,5 de bioretroalimentación y 10 registros con el vehículo) repartidas a lo largo de 10 semanas. Tras 3 meses de seguimiento,el sujeto experimenta un incremento en su capacidad de autocontr olarse lo que genera una disminución del efecto distracción. INTRODUCCIÓN Es probable que las características de la personalidad presenten una relación significativa con el factor distracción en general y distracción en la conducción en particular. No es nuestra intención hacer una referencia bibliográfica de esta interacción; sino que centramos nuestra atención en un caso de trastorno de pérdida de control de impulsos directamente centrado en el vehículo. El trastorno del control de los impulsos hace referencia a la dificultad para resistir un impulso,una motivación o una tentación de llevar a cabo un acto perjudicial para la persona o para los demás. En este sentido la persona percibe una sensación de tensión o activación interior antes de cometer el acto y posteriormente experimenta placer, gratificación o liberación en el momento de llevarlo acabo. Tras el acto puede haber o no arrepentimiento, autorreproches o culpa. Al mismo tiempo puede verse agravada por el consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas; algunas personas pueden presentar un electroencefalograma anormal y signos neurológicos levemente patológicos. El impulso es una sensación de tensión que se va incrementando hasta el momento de cometer el acto. La agresión es por otra parte una respuesta o reacción a diversas condiciones del medio externo o interno caracterizada por la expresión de un ataque no planeado contra si mismo, contra objetos o contra individuos y que en muchos casos puede sugerir una afección orgánica cerebral.
La mayoría de estos trastornos de control de impulsos no deben considerarse verdaderas entidades nosológicas diferenciadas, sino parte de complejos sindrómicos, razón por la cual la conmorbilidad es muy elevada y debe investigarse. Dentro de esta categoría sindrómica se han descrito y relacionado los siguientes trastornos que hacemos mención por lo anteriormente dicho. La adicción a la conducción temeraria (joy riding) no es estructuralmente hablando, tan distinta a las conductas compulsivas tales como la conducta agresiva compulsiva, la autolesión, patrones de conducta suicida. Puede darse el caso de encontrarnos con pacientes con un estado de pérdida de control de impulsos que incluya la poliadictividad o adicciones alternativas. Probablemente, en el estudio de este trastorno deban contemplarse factores de personalidad de base y otros factores que predisponen a algunos individuos. Por ejemplo, es frecuente la asociación de adicción a las compras compulsivas, cleptomanía y conducción temeraria en pacientes con trastorno de personalidad límite. Los trastornos asociados que pueden verse enmascarados por el control de los impulsos son: A) Los trastornos afectivos B) Los trastornos por abuso de sustancias (alcohol,drogas, psicofármacos) C) Trastornos de la conducta alimentaria D) Trastorno obsesivo compulsivo E) Fobias específicas F) Fobia social G) Trastorno por estrés postraumático H)Trastornos por déficit de atención con hiperactividad Por lo que podemos argumentar que la implicación del control de los impulsos es un factor sensible y vulnerable de psicopatologías mas severas y por lo tanto con capacidad de generar alteraciones en la conducción. Ciertas variables vinculadas al trastorno como el funcionamiento cognitivo, se ve alterado con una disminución de la capacidad para pensar con claridad, tomar decisiones y retener nueva información. Así pues el nivel de atención y la capacidad concentración tiende a disminuir. Otra variable como el estrés incrementa los niveles de ansiedad y tensión. Se ha observado que del 15 al 20% de individuos con conducción temeraria presentan manifestaciones de cólera.
Es frecuente la presencia también de síntomas psicosomáticos, dolor de cabeza, hipertensión, fatiga, trastornos del sueño, dolores y molestias gastrointestinales y musculares. Todas las variables descritas tienen una estrecha implicación no solo en el trastorno de control de los impulsos, sino a cualquier persona sin el trastorno. El carácter diferencial es la labilidad con la que estas actúan. MÉTODO El paciente es un adulto de 32 años, soltero, que trabaja de restaurador y reside en Vic. (Barcelona). Es el hijo menor de una familia de cinco hijos de clase media-alta, compuesta por los padres,dos hermanos y dos hermanas; siendo él el único que reside en la vivienda familiar. La madre es la que se pone en contacto con el psicólogo expresando su preocupación por la conducta de su hijo. Éste había recibido tratamiento psicológico durante 16 meses por adicción a las drogas y alcohol. El temor de la madre es que su hijo tuviese un accidente, ya que le veía muy desorientado, agresivo y conducía de forma alocada. Concretamente la noche anterior le vio dando vueltas a una plaza sin parar a toda velocidad. Al preguntarle el motivo,éste manifiesta un deseo imparable de descargar adrenalina. Al paciente le habían retirado el carnet de conducir, durante cuatro años por reincidentes multas por exceso de velocidad. El paciente manifiesta su capacidad de control de la situación; que las multas eran injustas, que conduce seguro, y que no entendía el motivo de la preocupación. Él no tenía accidentes, aunque hacía un mes que tenía el carnet y llevaba siete averías en el vehículo. La única muestra de inquietud del paciente esta centrada en que a veces se queda pensando en muchas cosas al mismo tiempo y que puede llegar a distraerse y pasarse de pueblo o notar como su vehículo se desvía un poco sobre la calzada. Manifiesta que de pronto siente la necesidad de acelerar, pero sin correr riesgos. El desarrollo evolutivo de la infancia y de la adolescencia ha sido normal. No padeció ninguna enfermedad médica grave y siempre ha tenido un rendimiento académico irregular; con períodos de alto-bajo rendimiento. Fuma alrededor de 10 cigarrillos diarios y hasta el ingreso en el centro consumía alcohol y cocaína. En la actualidad solo esporádicamente le surgen pensamientos de consumo que controla con el método de detención del pensamiento que le enseñaron en el centro.
PROCEDIMIENTO a) Evaluación En principio se realiza la historia clínica del paciente donde se describe la anamnesis detallada y antecedentes médicos del paciente. Se realizaron cinco entrevistas diagnósticas, de una hora de duración cada una. En las primeras tres, de tipo abiertas, se basan en completar el historial clínico. Las dos siguientes tienen como objeto la pasación de pruebas objetivas (test y cuestionarios). En este sentido el paciente respondió a los siguientes cuestionarios: Inventario de ansiedad estado- rasgo (STAI) (Spielberger y otros)1982. Consta de 20 items relacionados con la ansiedad estado y otros 20 con la ansiedad rasgo. Escala de pensamiento suicida (SSI) (Beck)1988. Consta de 19 items que evalúan el riesgo suicida. En la escala STAI los resultados fueron ansiedad rasgo 15 y ansiedad estado 12. Rango 60% Escala SSI: resultados fueron: 0 nulo riesgo suicida MMPI: Todas las variables dentro de los limites de la normalidad. Validez relativa Escala de inadaptación (E y Corral)1987. Refleja el grado en que los problemas actuales del paciente afectan a diferentes áreas de la vida cotidiana: trabajo,vida social, vida familiar. Consta de 6 items.el rango total de la escala es de 0 a 30. A mayor puntuación, mayor inadaptación. Escala MMPI II de personalidad. Consta de 564 items, donde se describen psicopatologías. B) Hipótesis explicativa y motivación para el tratamiento Una vez llevado a cabo la evaluación, se le ofreció al paciente una información clara y detallada sobre los síntomas que presentaba y la posibilidad de intervención. Se le explicó al paciente que presentaba síntomas de nosología impulsiva y que probablemente no era consciente de lo que le estaba ocurriendo. Se hacen diferentes comentarios sobre la conducta ideal en la conducción, sobre la importancia que tiene respetar la normas regladas.en este sentido el paciente difiere sobre las normas, ya que para él, estas están para frustrar y controlar la libertad.
Con la intención de motivar al paciente al cambio de conducta,se le propone que de un ejemplo donde la normativa tenga sentido en la conducción. Él responde que las normas de aviación tienen sentido porque el riesgo para la vida es mucho mayor que en un vehículo. Se le preguntó si él vería con buenos ojos que un piloto de aviación se dejase llevar por sus impulsos y no se rija por las normas, en el caso que éste pensase que el avión es un medio mucho mas seguro que un vehículo y que él ya sabe lo que tiene que hacer porque sabe pilotar. Su respuesta fue en la dirección de que quizás las personas con un problema como él no podrían pasar las pruebas de pilotaje de aviones. La hipótesis que planteamos es que si el paciente toma conciencia de su problema y modifica la idea que tiene sobre la conducta en la conducción de vehículos, disminuirá significativamente el riesgo de la conducción temeraria y se incrementará la capacidad de control de los impulsos. Acordamos que la toma de conciencia y el autocontrol son variables estimables en la conducta del piloto de avión; y que por lo tanto si esto se aplicase a la acción de conducir, la probabilidad de distracción disminuiría. TRATAMIENTO El tratamiento consiste en la aplicación de la técnica de dialogo interno con autoinstrucción y la técnica de bioretroalimentación. El objeto de la misma es actuar sobre el apartado cognitivo (toma de conciencia) y la enseñanza en el autocontrol emocional mediante la instrumentación psicofisiológica. Para el primer tratamiento, se le solicita al paciente que realice una serie de actividades previas al acto de conducir. Estas tareas se refieren a la obtención mas analítica de lo que un vehículo representa ; como si nunca hubiese conducido. Se realiza conjuntamente con el paciente una serie de funciones normativas idóneas de seguridad similares a la conducta del piloto de aviación. Se centra en controlar desde los instrumentos del vehículo, la presión de los neumáticos, luces, aceite, limpieza. En las sesiones de autocontrol emocional con bioretroalimentación; 5 sesiones, se enseña al paciente a trabajar frente a un monitor EMG con biofeedback. La técnica de BF pretende que la persona consiga el control voluntario de una respuesta fisiológica relacionada con un problema específico.
Para ello el paciente es entrenado delante de una pantalla con información sobre sus registros psicofisiológicos. Y se le pide que piense situaciones que consigan modificar los registros observados. Posteriormente se le sugiere que mediante esos pensamientos consiga disminuir los registro observados. Mediante este método aprende a relajarse y autocontrolarse. En las siguientes sesiones el paciente debía llevar un registro previo a la conducción del dialogo interno y las autoinstrucciones,así como visualizar los pensamientos que provocaban relajación. RESULTADOS Y CONCLUSIONES Al tratarse de un tratamiento terapéutico y no de un estudio experimental, preferimos referir los resultados no cuantitativamente. El paciente después de las veinte sesiones reconoce un conocimiento distinto del acto de la conducción. Podríamos definir que el objetivo de la toma de conciencia se ha conseguido, tanto en lo que se refiere al conocimiento de su trastorno psicopatológico, como a un cambio de actitud que le ayuda a posicionarse de forma distinta en la conducción de vehículos. La presencia de marcadores que indican una tendencia a la dificultad en controlar los impulsos, demuestra el riesgo real de distracción, lo cual incrementa el peligro de accidente. Creemos que el estudio mas en profundidad de este patrón patológico podría beneficiar significativamente en la reducción de accidentes y actos aparentemente voluntarios pero dirigidos a la reducción tensional que ejercen los que padecen este problema. Cabría quizás reflexionar sobre un estudio en la población adolescente que conduce motocicletas donde la descarga de ansiedad es evidenciable a simple vista. En definitiva se trata de un trastorno que se enmascara muy bien frente a las pruebas actuales para obtener el permiso de conducir y que sin embargo representa un peligro elocuente.