CONTRASTES POSTVACACIONALES: PRONUNCIADO DESCENSO ANÍMICO Y RÉCORD DE COMPRAS 1. ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR MADRILEÑO: DESCENSO ANÍMICO MÁS QUE ESTACIONAL Ratificando en parte la tendencia estacional declinante, habitual en la serie histórica (con la salvedad del trienio 2001-2003), asociada a la vuelta de vacaciones y el comienzo del nuevo curso, y coincidiendo además, en esta ocasión, con el aluvión de noticias, comentarios y alarmas económicas de signo negativo, el comportamiento del ICCM en esta oleada de septiembre de 2007, se adentra de manera acusada por la senda del descenso. Y así, el Índice de Confianza del Consumidor Madrileño se sitúa en septiembre de 2007 en el nivel de 76,1, con lo que pierde casi quince puntos respecto a julio y más de diez en la comparación interanual (86,6 puntos en septiembre de 2006). Tal registro es el más bajo desde noviembre de 2005 (75,9) en que se batió el record de ICCM valle, de la ultima década. (Gráfico 1)
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Cierto es que este nivel del ICCM es el más bajo de cualquier oleada septembrina desde que se inició la Encuesta de Consumo de la Cámara, en 1993, lo que hace pensar que el contexto económico de tinte pesimista ha adquirido un especial brío este año, acrecentando los elementos estrictamente estacionales que se asocian a la cuesta de septiembre. De hecho, el diferencial negativo entre julio y septiembre de este año (-14,8 puntos porcentuales) se sitúa muy por encima del registrado el año pasado (-0,1 puntos), cuando excepcionalmente el ICCM apenas se movió; también es casi tres veces superior al de septiembre de 2005 (-5,2 puntos). Sin embargo, con perspectiva más amplia, este descenso postveraniego no es el más pronunciado de la ultima década; de hecho, el récord lo ostenta la oleada de septiembre del año 2000, en la que el ICCM perdió 19 puntos con respecto a julio (Gráfico 2). 2
En aquella vuelta de vacaciones coincidieron también un conjunto de circunstancias económicas negativas, por cierto no muy diferentes de las actuales - hipotecas al alza; previsiones de menor crecimiento; precio disparado de los carburantes, etc., -, que frenaron en seco el clima de euforia mantenido hasta la oleada anterior. Sin embargo, hay que recordar que entonces la situación del ICCM era bien distinta, pues superaba sin dificultad el nivel normal del valor 100 (102,8), mientras que ahora se sitúa casi 24 puntos por debajo de esa referencia. Esta fuerte caída del estado de ánimo se explica por el comportamiento negativo de todos los subíndices, pero en especial de dos íntimamente relacionados entre sí: el de valoración de la coyuntura económica nacional (IEP) y el de expectativas de futuro inmediato (IE). El primero cede 22 puntos desde julio pasado -es la segunda mayor caída de la serie, tras la de septiembre de 2000, cuando descendió 30- y algo más de catorce respecto al mismo mes del año anterior. Comportamiento que contrasta con el registrado por el subíndice relativo a la marcha de las economías domésticas (IEF), que, con 89,6 puntos, apenas pierde ocho respecto a julio y lo mismo en el año (97,6 en septiembre de 2006). Con ello, los máximos valores de confianza se siguen depositando en la marcha de las economías familiares, que continúa ejerciendo de locomotora del ICCM y explica los niveles récord de consumo registrados en esta oleada; ensanchándose, además, de forma notable la distancia entre este subíndice con su homólogo sobre la economía del país, que es ahora -con sus 30 puntos de diferencia- la segunda más pronunciada de toda la serie histórica. (Gráfico 3) 3
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Por lo que se refiere al subíndice de expectativas (IE) - el segundo que más desciende en esta oleada -, con 80 puntos cede algo más de 19 desde julio pasado y en torno a 13 puntos en términos interanuales (93,3 en septiembre de 2006). Sin embargo, y como es habitual, el futuro se sigue viendo con bastante más optimismo que el pasado reciente aunque de forma menos acentuada este año -, y así lo ratifica la distancia respecto al comportamiento del subíndice retrospectivo (IR), que apenas supera en esta oleada los 69 puntos: diez menos que en julio pasado y nueve por debajo del registro del año anterior (78,3% en septiembre de 2006). Por lo que se refiere al comportamiento negativo del subíndice de Momento de Compra (73,9 puntos), lo cierto es que se inscribe dentro de los descensos habituales de septiembre, aunque en esta ocasión pérdida de 11 puntos desde julio - de forma más notable, ya que se deja el doble que en el mismo período de 2006. Con todo ello, el panorama sobre lo adecuado de la situación presente para inversiones familiares de cierto calibre que es lo que mide el IMC - dibuja una situación menos optimista que la de septiembre de 2006 (80,7) y, desde luego, muy alejada a la de las mismas fechas de hace un década (106,7 en septiembre de 1997, que ostenta hasta ahora el mejor registro de este subíndice en una oleada postveraniega. 5
Las tendencias decrecientes mencionadas repercuten, aunque de forma moderada, sobre el índice de Comportamiento Consumidor síntesis de decisiones y expectativas de compra que, con un 54,9% de hogares situados en la categoría de expansivos en esta oleada, pierde algo de fuelle respecto a julio pasado (57,2%) pero apenas sufre variación en la comparación (55,6% en septiembre de 2006). (Gráfico 4) 6
En síntesis, estado de ánimo fuertemente declinante tras el paréntesis estival que se resume en una proporción de responsables de las compras familiares madrileñas positivas que solo se aproxima el 33% de la muestra: esto es, 12,8 puntos de pérdida respecto a julio, y que van a alimentar casi por igual, tanto al cuadrante de las negativas - 35%- como al de las indiferentes 28,9 %-. En términos interanuales el panorama anímico, de esta vuelta vacacional es notablemente menos halagüeño que el de la correspondiente de 2006. (Gráfico 5). 7
Por segmentos sociales, el reparto de los índices comentados aparece con diferencias menos acusadas entre los extremos que en otras ocasiones. Así, aunque el ICCM obtiene su mejor registro en los hogares de mayores niveles de renta (82,3 puntos; con todo, menos que hace un año), el diferencial con los de menores ingresos es ahora de 19 puntos frente a 30 en septiembre de 2006. En cuanto al Índice de Comportamiento Consumidor, el diferencial social de ahora - 41 puntos- es prácticamente el mismo que el de hace un año por estas mismas fechas Por territorios, los más elevados niveles de confianza se registran entre los residentes en los distritos del Centro y Noroeste de la ciudad de Madrid (80,5 puntos), que son también los más expansivos frente al consumo (55,4%). 8
2. TONO VITAL DEL MERCADO: NUEVO MÁXIMO HISTÓRICO DE COMPRAS DE BIENES DURADEROS Y RÉCORD EN MUEBLES Pese al declive anímico presente, la adquisición efectiva de bienes de larga duración durante el último semestre que se ha registrado en esta oleada 52,1% de hogares compradores se puede calificar de excepcional. De hecho, con una mejora de 3,7 puntos porcentuales respecto a julio, alcanza no sólo el mejor nivel de un mes de septiembre, sino que bate el anterior récord de la serie, registrado en mayo (50,8%), marcando con ello un nuevo máximo histórico. Además, en la variación interanual, este registro de 2007 gana casi cinco puntos y salvo en vivienda - todos los capítulos mejoran posiciones respecto a septiembre de 2006. (Gráfico 6) 9
Tomando como referencia la oleada de julio pasado, los capítulos que registran mayores ganancias relativas son, sobre todo, muebles y automóviles - corroborando así plenamente las previsiones al respecto de la anterior oleada de la Encuesta-, y hasta (en mucha menor medida) electrodomésticos; en vivienda, sin embargo, se producen pérdidas. En muebles (22,7%), las compras mejoran en cerca de cuatro puntos los datos de julio (19,2 %) y en torno a dos puntos en la comparación interanual - 20,7% de hogares compradores en septiembre de 2006 -, que además ostentaba hasta ahora el récord de la serie histórica, desbancándolo. Por tanto, se puede decir que si es cierto que septiembre suele ser un buen mes para la compra de muebles, el de este año ha sido el mejor desde que se inició la encuesta en 1992. Por lo que se refiere a automóviles (9,4% de hogares compradores), hay una ganancia de 2,9 puntos respecto a julio y de 1,3 en términos interanuales (8,1% en septiembre de 2006), aunque se trata de un registro más bien modesto si lo comparamos con el máximo de la serie, alcanzado también en una oleada de septiembre: la de 2000, en la que un 10,7% de las familias madrileñas adquirieron un coche. 10
Por su parte, los electrodomésticos, con un 36,8% de compras, mejoran ligeramente - casi dos puntos - las registradas en julio pasado (35,1%) y más holgadamente cinco puntos desde el de 2006. De hecho, este registro es el tercero mejor de toda la serie, no muy alejado del máximo obtenido en noviembre de 2006 (38,6%). En este dinámico panorama de consumo, contrasta el declive del sector inmobiliario, ya detectado antes del verano; de hecho, ahora se registra sólo un 2% de hogares compradores de vivienda, frente al 2,2% de julio o el 2,9 % en septiembre de hace un año. Lo cierto es que son las cifras más modestas de cualquier oleada de este mes desde el comienzo de la serie histórica (1,9 en septiembre de 1993), lo que es un indicador más de la ya constatada ralentización del mercado inmobiliario madrileño. Por zonas, los mayores niveles de compras de bienes de larga duración se concentran en dos puntos distantes tanto geográfica como socialmente, la Corona Noroeste (54,3%), de una parte, y la periferia sur y este de Madrid (52,8%), por otra. Pero los incrementos interanuales más apreciables se concentran en Madrid municipio, sobre todo en los distritos del Centro y Noroeste - casi siete puntos porcentuales y también en los ocho del sur y este de la capital algo más de cinco puntos -, muy por encima de los hogares residentes en la Corona. (Gráfico 7) 11
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Cara al futuro próximo, las expectativas tienden a moderarse respecto a los bienes que suponen mayor inversión - aunque vivienda podría remontar -, y las compras tanto de muebles como de electrodomésticos es posible que continúen su tendencia positiva, mejorando posiciones. El municipio de Madrid - especialmente el ahora tan dinámico Centro y Noroeste de la capital -; los hogares con mujeres ocupadas laboralmente y los de nivel socioeconómico alto y medio son los que aparecen con más elevadas expectativas de consumo de bienes de larga duración. 13
3. TERMÓMETRO DEL NIVEL DE VIDA: MODERADAS PREVISIONES DE GASTO CORRIENTE El consumo cotidiano presenta las típicas pautas postvacacionales y de comienzo del nuevo curso escolar. Así, el índice general que promedia el comportamiento de los últimos dos meses (103,6) con el esperado para el próximo bimestre (94,9) supera ligeramente los 99,3 puntos, registro no sólo inferior al de la oleada de julio (102,9), sino también al del mismo mes de hace un año (102,5), lo que apunta hacia una tónica de cierta moderación en el gasto corriente. Como es habitual en septiembre, descienden de forma espectacular las previsiones respecto a los gastos propios del ya casi olvidado ocio veraniego (restaurantes, carburantes, salidas de ocio, bebidas, y pagos con tarjeta), e incluso se moderan los de alimentación. Y, en paralelo, se produce un aumento más que significativo aunque inferior al de hace un año- en las previsiones de los gastos generados por el nuevo curso: actividades extraescolares, que ganan 61 puntos, y compra de vestido y calzado para el equipamiento familiar, que gana casi 10 puntos. (Gráfico 8) 14
Las mejores previsiones de compras de vestimenta y calzado se concentran en familias jóvenes con hijos, de nivel socioeconómico medio y medio-alto, y residentes en los municipios de la Corona Sur y Este Metropolitana. 15