COMO FORMAR UNA BIBLIOTECA Esteban: Qué lugar ocupan los libros en su vida, en su diario vivir? Hoy con Salvador Dellutri, vamos a hablar acerca de cómo armar una biblioteca personal y queremos preguntártelo Salvador, desde tu experiencia personal, porque estás constantemente hablando de libros en estos programas, citando obras, lo cual muestra que estas permanentemente buscando referencias de lectura. Has tenido que ir formando a lo largo del tiempo una biblioteca en tu casa, dinos: cómo has desarrollado todo este proceso? Salvador: No vengo de familias con Bibliotecas. Algunos heredan bibliotecas de sus padres, sus abuelos... Esteban: No es tu caso... Salvador: No lo es. Pero mi madre es una gran lectora. Los primeros pasos en la lectura los di muy temprano en la vida. Cuando tenía cinco años, me fascinaba ver cómo mi abuelo leía su Biblia y luego me contaba historias maravillosas. En aquel entonces me preguntaba cómo podía sacar de ese libro, esos contenidos, entonces a partir de allí tuve interés por aprender a leer. Me enseñaron entonces a distinguir las letras y a los cinco años leía de corrido. Hasta los cinco años fui hijo único, mi hermano nació cuando yo tenía esa edad. Y fui nieto único de los abuelos que tenía más cerca. Tenía una madre sobre protectora que me cuidaba muchísimo, así que tenía que encontrar alguna forma de acceder a la imaginación y el libro fue una puerta importante de escape y creatividad, me abrió "un universo". A los seis o siete años mi padre me llevó a una biblioteca y fui socio de la misma, recuerdo que había dos días a la semana donde se podían sacar y entregar libros allí, así que el domingo sacaba un libro y lo entregaba un miércoles, así sucesivamente durante todo el año, hasta tal punto que durante dos o tres años batía el record de lectores. Por supuesto que leía libros infantiles, pero la biblioteca hacía todos los años una reunión donde se resumía todo lo acontecido en el año, era interesante porque se le daba el premio al que más libros había sacado, de pronto me llamaban a mí, un niño de siete u ocho años para sorpresa de toda la
gente. Por esto la lectura fue muy importante en mi vida. Pero cuando ya tenía once o doce años, empecé a formar mi propia biblioteca... Esteban: Empezaste a conseguir libros... Salvador: Claro. Todo el dinero que podía tener lo invertía en libros y eso ha sido una constante en toda mi vida. Esteban: Guardas libros de aquella época? Salvador: Sí, los guardo. Soy muy avaro con ellos, están todos en mi biblioteca. Los primeros libros que compré pertenecían a dos ediciones que seguramente en América Latina la deben de conocer muchos, los libros de la Editorial del Agné, La Colección Robin Hood (unos libros de tapa dura amarilla) donde leía por ejemplo todo Salgari, y los libros de la Editorial Tor. Esta última editorial, estaba ubicada en Argentina y editaba sus libros en una calidad de papel malísima. Un tipo de papel como el del diario, pero del peor tipo. Editaba unos libros voluminosos, grandes, en el que se amarilleaba el papel rápidamente, pero editaba todo Alejandro Dumas, Miguel Cevasco, todos los grandes folletinistas, así que en esos libros (libros que por otra parte, todavía conservo) leí no solamente a Dumas, también El Hombre que Ríe de Víctor Hugo, El Príncipe Idiota de F. Dostoievsky, en una impresión que dificultaba la lectura, porque ni siquiera era una impresión pareja, había páginas bien impresas otras débilmente, pero uno entraba dentro de la historia y la lectura. Con esa editorial descubrí las novelas policiales, me sumergí en los grandes policiales de la historia como El Misterio del Cuarto Amarillo, o El Fantasma de la Opera de Gastón Leroux, o a Edgar Allan Poe cuando tenía 15 o 16 años y me fascinaba como escritor, creía que era el más grande del mundo y de la historia (con el fanatismo típico que tienen los adolescentes), por lo tanto fui descubriendo el mundo de la lectura a través de la literatura. Algo a destacar también, es que en aquel entonces todavía no comenzaban los ensayos. Lógicamente por mi formación cristiana, la Biblia era el libro de lectura diario, puedo decir que desde los cinco años hasta hoy que tengo 62, la Biblia ha estado presente todos los días de mi vida. Pero hablo de la Biblia, no como un libro, no lo considero simplemente un libro, es el Libro de Dios. Entonces cuando preguntan cuáles son los libros más importantes de la literatura, nunca menciono la Biblia, y como no la menciono mucha gente se asombra, pero la Biblia es otra
cosa. No puedo decir: La Biblia y luego mencionar: El Quijote, son dos cosas totalmente distintas, si me preguntan diez libros, seguramente voy a hablar de El Quijote, La Ilíada, La Odisea, son grandes obras de La literatura Universal, como dije la Biblia es otra cosa. Por supuesto mi biblioteca es "anárquica" casi, porque no sigue un estilo, a medida que uno va creciendo va interesándose por diferentes autores y cada autor es un descubrimiento. Aprendí a dialogar con los autores del pasado, porque un libro es una invitación al diálogo, un autor habla y uno responde con sus emociones, su pensamiento. Nos entendemos a través de la palabra, es interesante pensar en autores que han muerto, cuando leo El Quijote suelo reírme a carcajadas y uno piensa bueno, Cervantes hace siglos que está muerto y sin embargo me sigue haciendo reír, quiere decir que el libro guarda la magia de la emoción. O uno lee los ensayos de Montaigne e inmediatamente lo hace pensar. Y uno puede remontarse en la historia y está muchas veces hablando con hombres del pasado con los que reflexiona a pesar del tiempo, la distancia, por eso el libro es algo maravilloso o mágico. Fui formando así mi biblioteca, como te decía, en forma anárquica sumando autores... Esteban: Haciendo espacio en la casa, poniendo estanterías aquí y allá... Salvador: Cuando era soltero iba poniendo libros hasta que mi padre me hizo una biblioteca muy grande en mi habitación para que los tuviera todos juntos. Cuando me casé tuve que improvisar una biblioteca y hoy mi casa es como una inmensa biblioteca, porque cuando uno entra al comedor de mi casa hay dos paredes que están colmados de libros, la gente se asusta al momento de entrar, y después cuando sigue se encuentra con que hay otra biblioteca en el pasillo y no sabe que en mi estudio, ubicado en el fondo, hay tres paredes de libros, más de diez mil libros, seguramente, en la casa. Y en mi mesa de luz debe haber sesenta o setenta libros, es decir, quise hacer una mesa de luz especial donde entraran una cantidad considerable de libros, porque mi esposa se cansó de ver libros tirados sobre la mesa de luz. Todo esto, de ninguna manera impidió que tuviera un contacto permanente con la realidad, el libro no es una forma de evadirse, vivo en el mundo de hoy, estoy al tanto de las noticias, participo de la vida social de la comunidad donde vivo, escribo en los diarios, por lo tanto estoy en la realidad, pero el libro ha sido siempre un sostén. Es muy importante, porque hay mucha gente que dice: "No tengo tiempo para leer" Esteban: Se usa mucho esa excusa el día de hoy.
Salvador: Pero tres o cuatro horas al día las utilizan para ver televisión, que no les aporta nada. Mientras uno viaja, por ejemplo, puede estar leyendo. He utilizado muchos los viajes para leer. He leído libros enteros en un viaje de avión por ejemplo. Me acuerdo que Crónica de una Muerte Anunciada, lo llevé en un viaje que hice a los EEUU y lo leí en el vuelo. Hay momentos, uno tiene que hacerse del tiempo. Suelo tener algunos momentos de insomnio en la noche y cuando me despierto tomo el libro y sigo leyendo, aunque sea una hora durante la noche. La Biblioteca en mi casa, fue creciendo en todo sentido, porque después aparecieron los ensayos, luego las grandes obras que uno necesita para seguir adelante, como son algunas enciclopedias y algunos diccionarios importantes. Esteban: Claro, después en tu adolescencia y tu incursión en las novelas, ingresaste en los libros de filosofía. Salvador: Sí, muchos libros de filosofía, ensayos y por supuesto, muchos de teología, historia que los fui comprando, esto es muy importante que la gente sepa, no soy una persona de fortuna, ni mucho dinero, he comprado con sacrificio y esfuerzo los libros. Esteban: Han tenido que ser parte de tu presupuesto. Salvador: Sí, no solamente eso. Mi esposa Celia, me ayudo mucho, porque muchas veces teníamos que reducir el presupuesto familiar en ciertos momentos difíciles en la historia Argentina, porque se necesitaban libros para seguir adelante, entonces uno tuvo que tener ayuda allí. Muchos creen que se puede tener una biblioteca únicamente cuando es rico, no es así. Se compran muchos libros de ocasión, muchos en lugares de libros usados, que son muy baratos. Hay mesas de ofertas, veo muchas mesas de ofertas por todos lados, esos libros que las editoriales no han podido sacar y ocupan espacio, no le van a redituar, lo mandan a esas mesas de saldo y allí se encuentran muy buenas obras. Hoy se pueden comprar en muchos lugares en América Latina un clásico por el precio de un dólar, bueno, es cuestión de ir juntando y ahorrando. Lo aprendí de un gran maestro que tuve, él venía de una familia como la mía, es decir, sin fortunas, pero viajaba al colegio todos los días. Entonces su madre le daba el dinero para el
pasaje de tranvía en aquel momento. El salía antes y guardaba ese dinero para comprar libros. Esteban: Que te parece, era disciplinado. Salvador: Muy disciplinado. Así fue formando una poderosa biblioteca y se convirtió en un hombre muy culto y preparado. Es bueno subrayar esto. Por otro lado, si alguien no quiere tener libros, hay bibliotecas a las que uno puede ir y leer. Así se fue formando toda la biblioteca y fue creciendo la biblioteca, creo que así se forma una biblioteca personal. Esteban: Hacemos una pausa en la charla con Salvador Dellutri acerca de cómo formar nuestra propia biblioteca, como desarrollar eso que debe ser una ayuda permanente y tenerlo cerca para poder buscar referencias, material para dialogar y construir el pensamiento y la cosmovisión que uno tiene sobre la vida. Ya venimos en Tierra Firme para seguir charlando sobre esta temática. PAUSA... Esteban: Armar una biblioteca es todo un sacrificio como nos compartía Salvador recién en nuestro primer bloque de nuestro programa en Tierra Firme. Tu mencionabas Salvador que los libros los compras, no para adornar una biblioteca, sino para cumplir una función de sostén, actualización, diálogo, de meterte en el mundo, lo que se está hablando en el momento, la necesidad de actualizar tu trabajo, porque hay gente que luce sus bibliotecas con libros relucientes, que en realidad, nunca han pasado por las manos de ningún lector. Salvador: No. Por supuesto que hay libros de consulta que uno no los ha leído completos, pero la Biblioteca tiene que ser algo vivo, algo que uno utilice, que uno use. La acumulación de libros, por la acumulación misma, no tiene ningún sentido, el asunto es ver qué utilidad tiene. Cada vez que voy a comprar un libro, pienso para qué me va a servir, qué utilidad le voy a dar, para qué lo estoy comprando.
Aprendí a comprar libros. Este es otro tema interesante. Cuando va a comprar un libro tiene, necesariamente, que leer la contratapa, las solapas, el índice, darle una hojeada al prólogo (si es que existe), tiene que cerciorarse acerca del autor y si la obra es o no valiosa; luego de todo eso uno puede comprar con libertad. En ese sentido, Internet, nos ha dado una gran ventaja, ponemos el nombre de un autor y nos enteramos muchas cosas acerca de él. Por otro lado, Internet, tiene una gran cantidad de libros que son de dominio públicos, digitales, que se pueden bajar y es legal hacerlo, pues hay páginas que lo ofrecen y es gratuito. Debo tener en la computadora que llevo de un lugar a otro (notebook) para trabajar, debo tener unos trescientos o cuatrocientos libros Esteban: Otra biblioteca... Salvador: De vez en cuando leo desde la pantalla cuando estoy viajando. Esteban: Pero el sabor de tener el libro en las manos es único. Salvador: Claro, el libro en las manos es irremplazable. Por otro lado uno ve la historia de su propia vida, porque allí aparecen libros que uno ha leído en momentos de gran angustia, de dolor, hay libros que me han acompañado en las vacaciones, todo eso ha sido muy importante. He aprendido a no prestar libros, porque uno los pierde, la gente cree que son un bien que no hay que devolver, entonces puedo tener esta biblioteca que significa un soporte intelectual muy importante para la vida. Esteban: Y tenerla en casa ayuda mucho para transmitir el hábito de la lectura a las nuevas generaciones. Porque una de las críticas que se hace por parte de los padres a las nuevas generaciones es que "este niño no lee nada" o "no veo que lea", pero la pregunta es: El padre la madre, dedica realmente tiempo a la lectura? Forman una biblioteca? Están trabajando en su casa para que esto sea un hábito a transmitir? Es algo a preguntarse también. Salvador: Claro. Nosotros, tanto Celia como yo, somos lectores y nuestros hijos lo han visto, por eso también ellos son lectores. Unos más otros menos, con diferentes intereses. Ariel que es Veterinario, sus intereses son biológicos, así que tiene su biblioteca especial sobre temas biológicos y Ezequiel que está casado ya y que es profesor de literatura tiene
también su biblioteca y la han armado en la misma forma, sacrificándose, es decir, dejando otros intereses y postergando otras cosas para tener sus libros. Creo que es muy importante que la gente sepa; la formación de una persona no se hace solamente en los claustros de la Universidad, también en el interés y la curiosidad que uno manifieste por investigar temas por uno mismo. La búsqueda del conocimiento está siempre en el libro, el libro es lo más seguro. Esteban: Por qué? Salvador: Porque una página en Internet la puede poner cualquiera, entonces uno busca y si no sabe elegir hay sitios que dicen cualquier tontería sobre cualquier tema. Humberto Eco, señalaba que en una enciclopedia muy famosa que circula por Internet, sobre su biografía hay una gran cantidad de errores y eso que es un personaje famoso. Quiere decir que muchas cosas no son confiables, pero en general el libro pasa por una editorial, estas tienen su característica, hay editoriales a las que llamamos "serias", que publican cosas realmente valiosas que no están solamente con el Best Seller sino que están tratando de dar trabajo en calidad. Para ciertos autores, que los promocionen determinadas editoriales, significan toda una garantía. El libro implica toda una tarea de equipo, no es solamente un señor que está detrás de la pantalla que subió lo que se le ocurrió, hay una editorial detrás la cual debe hacer toda una inversión para publicarlo, hay un grupo de gente que analiza el libro para saber sus alcances, lo corrigen, quiere decir que el libro siempre es más confiable que muchas páginas de Internet, ahora muchas páginas de estas son confiables también por el origen que tienen, pero otras no, por eso hay que ser muy astuto cuando busca algo en la Web. El libro me ha acompañado siempre y leer muchos libros es como vivir muchas vidas y tengo grandes amigos en la literatura, a quienes creo conocer más que a mis amigos que tengo en frente a través de sus libros. Balzac marcó una etapa en mi vida, Cervantes está siempre presente con el Quijote, Chesterton es uno de mis predilectos, nunca viajo sin tener algún libro de Chesterton en la valija para sacarlo en el momento oportuno y leer aunque sea un capítulo, pero son autores importantes. Y por supuesto, libros de inspiración cristiana que son los que han marcado mi vida profundamente, dejado hondas huellas. Y siempre el libro que me acompaña que está en todos mis viajes, que está presente en todas partes, es la Biblia. Si Dios escribió un libro para comunicárselo a los hombres, si lo puso en letras y los hombres lo han transformado en letras de molde, es porque el libro es importante. Este transmite a través de las generaciones el pensamiento genuino del autor, los hombres podemos desviarnos muchas veces y cambiar, las tradiciones son cambiantes, pero lo que está escrito, así permanece para siempre, por eso creo que a la fe cristiana hay que irla a buscar siempre a la Biblia, al Evangelio, no en lo que
dicen las religiones, ni los grupos religiosos, o los dirigentes religiosos, hay que ir a la misma fuente. Si uno quiere saber qué es el evangelio, tiene que ir a la misma fuente, leer lo que dijo Jesucristo no pueden haber cristianos que no hayan leído el evangelio y se digan cristianos. Si usted lo es, tiene que buscarse un Nuevo Testamento, una Biblia, un Evangelio, y leer. Ese libro tiene que estar al alcance de su mano y usted debe saber si lo que le están diciendo los ministros religiosos coincide con lo que enseñó Jesucristo, o es lo que se les ocurre a ellos. Hoy tenemos que decir que hay muchos que utilizan el título de cristianos pero tergiversan la fe, han hecho a veces de esta una fuente de ganancia personal, donde lamentablemente se ha mezclado el mercado con la fe, creo que es muy pero muy importante, que uno conozca la fe de la misma fuente. Cuál es la fuente de la fe cristiana? La Biblia, en Ella tenemos el antiguo testamento, la base de la fe del judaísmo y el Nuevo Testamento que es la base de la fe del cristianismo. Dentro del nuevo testamento tenemos los cuatro Evangelios, que son los testimonios acerca de Jesucristo, nadie puede llegar a conocer a Jesucristo sino lee profundamente los Evangelios. Por eso invito a todos los oyentes que viven en un mundo "occidental-cristiano", que abran el Evangelio, El libro sagrado de Dios. El Cual es insuperable y fundamental, que busquen allí los fundamentos de su fe.