INDEPENDENCIA EN LA ADOLESCENCIA El pasaje de la niñez a la adultez, esa etapa conocida como adolescencia, se compara muchas veces con un puente. Ahora bien, este no es un puente firme, sino que se asemejaría más a un puente colgante, un tanto oscilante e inestable, donde a veces parece que se avanza, y otras que se retrocede. Por este proceso se abandona un terreno conocido y seguro, como es el de la niñez, donde se cuenta con la protección y seguridad que brindan los padres, para aventurarse a la tarea de ser adulto, de ser responsable, de elegir su futuro. Este tránsito como puede verse no es fácil, ni para los adolescentes, ni para los padres y es por ello también que esta etapa está plagada de contradicciones, de ambivalencias, ya que se trata de algo muy deseado - crecer, ser independiente pero hay mucho miedo. Es también un momento difícil para los padres, quienes se encuentran generalmente en una etapa de realizar un balance de su vida, donde se replantean sus proyectos y expectativas; cuales fueron sus logros y cuales no pudieron ser. Donde ellos también deben elaborar el duelo de ver desprenderse a sus hijos, y abandonar esa imagen de niños, y verlos como adultos. Sin embargo, la adolescencia es una etapa muy bella también, donde surgen con más fuerza los ideales, donde se cree firmemente en la posibilidad de realizar los sueños, donde aparece por primera vez el enamorarse; en fin, es también un gran momento para encontrarse de otra manera con los padres y redescubrirlos, pero muchas veces los padres se muestran preocupados o confundidos, sin saber muy bien como acompañar a sus hijos a transitar este camino. Si bien cada adolescente es un individuo, con una personalidad única y con intereses propios, sus propios gustos y disgustos, hay numerosos factores
comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia y que quizá, ayude a comprenderlos El establecimiento de una verdadera independencia respecto a los padres no es cosa sencilla para el adolescente, las motivaciones opuestas y las presiones externas en pro de la independencia y de la conservación de la dependencia son fuertes, por lo cual, producen conflictos y conductas vacilantes 1. El adolescente esta tratando de ser adulto con toda seriedad. Posee la estatura, el peso y muchas de las destrezas de un adulto. Para que se le reconozca el rango de adulto, tiene que adquirir las características psicológicas sobresalientes de este. La independencia y la autonomía son dos de las más importantes características que debe poseer. La poderosa motivación que tiene el adolescente para conducirse independientemente proviene de dos fuentes: las presiones sociales y la identificación con la independencia de los modelos que son los adultos. Es necesario tener en cuenta que para el desarrollo de tal independencia el adolescente debe desarrollar ciertos aspectos que intervienen en el proceso y que facilitan el logro de la misma, así como es necesario describir elementos que intervienen en el proceso del desarrollo de la independencia, estos aspectos son: ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LA INDEPENDENCIA AUTOESTIMA. Es la capacidad de tener confianza y respeto por sí mismo. Se empieza a construir desde antes de nacer, en el deseo y amor de los padres. y es en el 1 KROGER, J. Discussions of Identity. (1993).
núcleo familiar en donde se fortalece día a día, en el desarrollo de la confianza y el sentimiento de valía que transmiten los padres a los hijos. Es la base firme para lograr una identidad que se transformará en el sentimiento de ser aceptado, de ser él mismo y la persona en que los demás pueden confiar. Una adecuada autoestima se asocia al reconocimiento de cualidades y defectos y a una mayor conciencia de los alcances y limitaciones para luchar y obtener mejores condiciones de vida. En la adolescencia la autoestima se debilita, ya que uno de los factores importantes como la imagen corporal cambia y se da la confusión de roles. En esta etapa el adolescente cuestiona, rechaza, pregunta y necesita que los adultos le ayuden a valorar sus logros con el fin de fortalecer su posición personal y su autoestima. El adolescente siente la necesidad de independencia, de ser reconocido y de buscar su propia identidad, creamos en su capacidad para lograrlo pero también asumamos la responsabilidad y el compromiso de que necesita del acompañamiento adulto para hacerlo. La autoestima es la capacidad de valorar y amar lo que somos y queremos ser, es fundamental para el reconocimiento y desarrollo de nuestras capacidades y potencialidades, es estar en constante armonía entre lo que tenemos y podemos ser. Debemos amar y valorar las cosas maravillosas de nuestra cotidianidad por que allí radica la felicidad y el verdadero sentido de cada minuto que tenemos del hermoso regalo llamado vida. Para el adolescente es necesario que se fortalezca esta cualidad, considerada así por que es la base para vivir en sociedad, partiendo del principio que si nos queremos a nosotros mismos y a nuestras cosas, también podemos querer a los que nos rodean.
La autoestima es la base para nuestro bienestar, puesto que si queremos nuestro cuerpo, nuestro ser, nuestros familiares y amigos, nuestra sociedad y nuestro planeta; seremos capaces de velar y procurar de que todo lo que queremos siempre se encuentre bien. Teniendo presente lo anterior es necesario incluir el concepto de autocuidado y el cuidado de todo lo que tiene que ver en nuestras vidas como una consecuencia de una excelente autoestima. IDENTIDAD. Es la necesidad de reafirmar la individualidad y el ser como persona única e irrepetible, con capacidades, con habilidades, con proyectos, con ideales, con sueños y sentimientos. Rodeado de una familia y una sociedad que influyen en esto. El adolescente se halla en una constante lucha en la búsqueda de su identidad, esto es de definir quien será, como será. (El tan frecuente: "Yo soy así", en su intento de reafirmarse), buscando incorporar modelos, ideales, a la vez que comienza el dejar un poco a las figuras de los padres como modelos. Este proceso conlleva a una inevitable "desidealización" de las figuras paternas, con la consecuente crítica hacia ellos. Esto, por supuesto, es motivo de muchas peleas, ya que no siempre los padres pueden tolerar esas críticas, o no siempre el adolescente puede formularlas como corresponde. Es importante recordar que como adolescentes se tiende a idealizar las figuras paternas u otras como modelos de comportamiento dignos de imitar y son estos los que moldean la identidad y la personalidad que adquirimos. De allí la importancia que como adolescentes busquemos modelos beneficiosos y positivos para nosotros, nuestra familia y nuestra sociedad.
EL DESARROLLO FISICO Los cambios que ocurren con nuestro cuerpo, suceden a un ritmo que no siempre alcanza a ser asimilado, lo que lleva a que con frecuencia nos sintamos extraños o avergonzados con nosotros mismos o con nuestro cuerpo. (VER SECCIÓN DE CAMBIOS FISICOS). Por otra parte es necesario tener en cuenta el crecimiento da apariencia de ser adulto aunque no en su totalidad, puesto que falta madurez mental y emocional. Esto genera conflictos pero es muy importante comprender que a pesar de sentirnos grandes el proceso es lento y la consecución de la adolescencia no será inmediata, requiere tiempo, pues los padres notan cuando la responsabilidad y sentido de nuestro comportamiento es favorable y beneficioso para nuestro bienestar. Puesto que Aparece preocupación con relación a su atractivo físico y sexual con relación a otros. RESPONSABILIDAD. Las circunstancias, necesidades y elecciones sitúan a las personas en situaciones y roles particulares. Responsabilidad moral es aceptar lo que se requiere, honrar el papel que se nos ha confiado y llevarlo a cabo conscientemente, poniendo lo mejor de uno mismo. Al actor se le ha dado un papel. Debe ser consciente de esto y no desear estar en otro lugar o ser otra persona. Las tareas asignadas deben realizarse con integridad y sentido de propósito. Una persona responsable cumple con el deber que se le asignó y permanece fiel al objetivo. Las responsabilidades se llevan a cabo con integridad y con sentido del propósito. La responsabilidad implica cumplir con nuestros compromisos y deberes como adolescentes, como hijos, como estudiantes, comos miembros de una comunidad y la sociedad. Es pues necesario e imprescindible que para ser independientes seamos responsables de nuestros actos y cumplamos permanentemente con nuestros compromisos, con las reglas o leyes y
respetemos los valores sociales, de esta manera seremos independientes y se nos respetaran nuestras decisiones. Algunos interpretan la responsabilidad como una carga y no logran verla como algo personalmente relevante. Creen conveniente proyectarla como si fuera el problema de otros. Estas personas no asumen sus responsabilidades, sin embargo, cuando se trata de sus derechos son los primeros en reivindicarlos! Es necesario asumir la responsabilidad como algo nuestro y no de lo demás. RESPETO. El respeto comienza en la propia persona. El estado original del respeto está basado en el reconocimiento del propio ser como una entidad única, una fuerza vital interior, un ser espiritual, un alma. La conciencia elevada de saber quién soy surge desde un espacio auténtico de valor puro. Con esta perspectiva, hay fe en el propio ser así como entereza e integridad en el interior. Con la comprensión del propio ser se experimenta el verdadero autorespeto. Conocer el valor propio y honrar el valor de los demás es la verdadera manera de ganar respeto. Respeto es el reconocimiento del valor inherente y los derechos innatos de los individuos y de la sociedad. Estos deben ser reconocidos como el foco central para lograr que las personas se comprometan con un propósito más elevado en la vida. El respeto por nosotros, nuestros padres, nuestros amigos y por los que nos rodean es fundamental para que respeten nuestra condición como adolescentes y personas con capacidades, es fundamental para el desarrollo de nuestra independencia y el respeto por nuestras propias decisiones. LA DISCIPLINA. Los adolescentes necesitan límites claros para mantener el orden y proteger derechos individuales y sociales. Deben ser consistentes y claramente
establecidos. Algunas normas pueden flexibilizarse y ser negociadas en consenso con ellos y los padres o adultos responsables. LAS EMOCIONES. Las emociones son esa capacidad de expresar mediante actos o comportamientos lo que sentimos o pensamos acerca de lo que nos esta pasando, en la adolescencia las emociones son de vital importancia para la expresión de los cambios que se sufren o suceden. Por otra parte en la adolescencia es frecuente que esas emociones sean muy explosivas y extremistas por la misma adaptación a los cambios que afrontamos, y por que hay una tendencia a ser mas susceptibles a los inconvenientes y explotamos con facilidad. Es necesario para el logro de la independencia que estas emociones se puedan controlar y manejar para que no afecten nuestra razón y nuestra lógica en las acciones y decisiones que tomamos, y no afecte las relaciones con nuestros padres y personas cercanas. EL GRUPO. Las relaciones personales, los amigos y el grupo, son un medio de socialización prioritario después de la familia, es en el grupo donde se aprende con los pares a forjar la independencia, a tomar y poner en marcha las pequeñas y grandes decisiones, de allí la importancia de relacionarnos de la mejor manera y buscar amistades adecuadas para un desarrollo positivo de nuestra adolescencia. (ver sección de amistad) El modo de vestir e intereses está muy influenciado por los amigos, esto es muy importante, ya que como dijimos, pasan a ser nuestros referentes, en este proceso de independencia de nuestros padres, desvalorizando muchas veces las opiniones de la familia. Nuevamente, los padres tendrán que lograr ese equilibrio, en que se respete a los amigos, respetando también las normas
básicas que cada familia tiene. Es necesario que la influencia del grupo no contradiga las normas familiares y morales otra parte, como adolescentes debemos establecer limites a las influencias del grupo de manera responsable, esto también demuestra el grado de independencia y razonamiento en la toma de decisiones. CONFLICTOS ENTRE EL ADOLESCENTE Y LOS PADRES Aprender a ser padres de adolescentes es difícil. La mayoría de los padres repite con sus hijos los mismos patrones de educación que recibieron. También hay que aprender a ser hijo adolescente, no es suficiente serlo y vivirlo. Con frecuencia padres e hijos se quejan de no poder comunicarse entre sí, y a pesar de las buenas intenciones la dificultad está en asumir posiciones extremas, tanto departe de los padres como de los hijos. Los padres justificados en su gran amor por los hijos, ven el riesgo, sienten el miedo y quieren evitarles cometer errores. Los hijos los ven muy prevenidos y desconfiados, que los sobreprotegen y no los dejan independizarse. La única forma de acercar estas posiciones es mantener una comunicación abierta, dentro de una actitud de entendimiento, respeto y búsqueda de acuerdos de doble vía.(ver sección de comunicación). CONSEJOS A LOS PADRES: Todos los padres quieren proteger a sus hijos de riesgos innecesarios, sin impedirles su desarrollo, independencia y responsabilidad y la capacidad de disfrutar de la vida. Cada padre es modelo para su hijo. La rebeldía del adolescente tiene que ver con el desarrollo de su identidad y autonomía, no con desafiar a los padres. Es conveniente que los padres acompañen a los adolescentes en su desarrollo, indicar o sugerir alternativas y apoyarlos en sus luchas y búsqueda de caminos. Para promover la comunicación con los hijos es necesario sacar tiempos
especiales para cada uno, aprender a escuchar con atención, no interrogar, no juzgar, pedir y tener en cuenta su opinión, estimular sus logros, hacer claridad en valores y creencias pero no imponerlos, interesarse por las cosas importantes para ellos. Para los adolescentes es valioso intercambiar ideas, debatir y contradecir como intento de afianzar sus posiciones. Está tratando de ver la vida desde una nueva óptica. Aceptar que sus amigos son más importantes y que los prefieren a su familia, por lo cual abrir el espacio familiar para incluirlos. Si bien nuevamente podemos decir que no hay reglas fijas respecto a lo que debe hacerse, algunas pautas generales que pueden ayudar, son:?? Proveer un ambiente seguro y armonioso en el hogar.?? Crear una atmósfera de honradez, confianza y respeto mutuo.?? Permitirle al adolescente la independencia apropiada para su edad.?? Desarrollar una relación con el niño o el joven que le permita confiar en los padres cuando tenga preocupaciones o problemas.?? Enseñarle la responsabilidad básica para con sus objetos personales y para con los suyos.?? Enseñarle la responsabilidad básica de ayudar en la casa.?? Enseñarle la importancia de aceptar límites. La habilidad de hablar abiertamente acerca de los problemas es uno de los aspectos más importantes de la relación entre padres e hijos. Desarrollar esta relación requiere persistencia y comprensión. Los padres deben tratar de dedicarle cierto tiempo a cada hijo, especialmente si están discutiendo temas difíciles o tristes. Esta relación crea una base de confianza que le permite al niño el discutir con sus padres los problemas y conflictos que surjan durante la adolescencia.
Una relación padre hijo llena de conflictos y tensión en la adolescencia puede ser una señal de la necesidad de ayuda profesional. El tiempo y energía que invierten los padres durante la infancia de sus hijos puede prevenir el que los problemas pequeños de la infancia se conviertan en problemas más grandes de la adolescencia. CONSEJOS A LOS ADOLESCENTES.?? Demuéstrales tu afecto, cuando discutas con ellos no grites, habla con razones sólidas y pensadas, escucha con atención todos sus consejos.?? Elige la negociación antes que la confrontación y demuéstrales que sabes dialogar, olvida el mal humor, se divertido y educado con todos, aprende de las discusiones y conversaciones con ellos, por favor se coherente entre tus palabras y tus actos.?? Gánate su confianza, intenta permanecer al a altura de las circunstancias, piensa que ellos quieren lo mejor para ti. El proceso de critica y rebelión contra lo establecido forma parte del crecimiento individual y es necesario para establecer una personalidad diferenciada. Pero, a veces, comprendemos poco a nuestros padres y exigimos demasiado. Olvidamos que detrás de un padre, o una madre, hay un ser humano que siente, padece y tiene ilusiones. En el enfrentamiento entre padres e hijos no hay malos ni buenos. Acéptalos como son, quítate de la cabeza que puedes cambiar sus ideas, y menos a base de enfados. Acéptalos tal como son e intenta mostrarte tal y como tu eres, seguramente tus padres piensan que te corresponde a ti cambiar, es lógico que tengan otra forma de ver la vida. Recapacita sobre cuales han sido sus experiencias, buenas y malas, y ten en cuenta el salto generacional. Fortalecer las barreras que te separan de ellos no
afianzará tu personalidad, al contrario: el acercamiento de los hijos hacia sus progenitores es una señal inequívoca de madurez. Demuestra tu madurez, los hijos no vienen al mundo con un manual debajo del brazo, tampoco se aprende a ser padre en la escuela o en la universidad. Así que ellos intentan hacerlo lo mejor que saben. Durante la infancia, la educación se facilita mas, pero en la juventud se complica. Debes demostrar que tienes tu propia opinión y que por eso te opones a lo que no te gusta. Hacerles comprender tus puntos de vista es difícil, pero sólo porque tienen miedo de que las cosas te salgan mal, en tu mano esta tranquilizarles. Cuando comprueben que estas preparado para afrontar la vida, te respetaran las decisiones. Afianza tu afecto así ellos, deja claro, igual que hacen ellos, que les quieres a pesar de las diferencias que hay entre ustedes. No es fácil para los padres aceptar que sus hijos crecen, que ya no son esos retoños que durante años les obedecían a ciegas (ropas, comidas, horarios) y que requerían cuidado, de mimos y compañía a todas horas. Piensa que echan de menos el cariño incondicional y los lazos estrechos de afecto. Ahora se dan cuenta de que no pueden decidir por ti. Quizás tienes unos proyectos de futuro que no entienden e incluso te atreves a cuestionar su forma de pensar, actuar y ver la vida. Explícales que tu capacidad critica es indispensable para formar tu personalidad frente a ellos. Asume tu papel, Seguro que te has hartado de gritar que no te traten como a un niño. Pues no sirve de nada. Debes tener claro que para ellos siempre serás su pequeño, aunque tu comportamiento sea maduro o vayas a celebrar tu 30 cumpleaños. No te lo tomes a mal, solo hay una explicación, su instinto de protección, un sentimiento que comprenderás cuando seas padre ó madre. Actúa con lógica y no pierdas tiempo en repetir que ya eres adulto, que sabes lo que haces ó que
no se preocupen. Son verdades que tienes que demostrar día a día con actos, y no con palabras, gritos o malas caras. Ocúpate de ellos, A lo mejor no te has dado cuenta, pero tus padres también están en una mala época. Seguramente han pasado el umbral de los 40 e, inevitablemente, atraviesan una etapa de cambios. Mientras tu decides tu futuro, ellos deben analizar lo que han logrado en su vida, reconocer si han cumplido o no sus sueños, si están autorrealizados, Quizás se sientan frustrados por no tener la situación que habían planeado, ó puede que aun les queden muchos objetivos pendientes, aunque ya no tengan toda la vida por delante. Como tu, se encuentran en una encrucijada de dudas y miedos que les hace mas vulnerables. Tranquilízales "Antes las cosas eran de otra forma": cuantas veces habrás oído esta frase, Pues los adultos, en su juventud, también hacían locuras. Conocían el ambiente en el que se movían y sabían ponerse sus limites. Ahora la situación ha cambiado Tu sabes por donde andas y ellos no. Su miedo se basa en el temor de que su "niño inexperto" vague por un mundo lleno de trampas. No se dan cuenta de que te puedes mover con seguridad, como ellos en su momento. Para tranquilizarles, preséntales a tus amigos, cuéntales lo que haces cuando sales por ahí!, háblales de la gente que conoces, que te gusta, de tus planes de futuro. Aprende de sus errores, Algunos padres arrastran fantasmas que no quieren para sus hijos. También fueron presionados por sus mayores y, como explican los expertos, la conducta que vieron en su casa es la que ahora desarrollan. Puede que en su adolescencia cometieran errores de los que después se arrepintieron (abandonar los estudios, casarse demasiado pronto...) y no quieren que a ti te ocurra lo mismo.
Aunque tengas una opinión formada, escúchales: algo ganarás!!!. Y si olvidan que la experiencia puede relatarse pero no transmitirse, hazles ver que debes vivir por ti mismo y aprender de tus errores: en eso consiste el aprendizaje vital. BIBLIOGRAFIA PAPALIA, Diane E. Psicologia del Desarrollo. Editorial Mac Graw Hill, Octava edicion. Bogota 2001. TOLEDO, Virginia y otros. Adolescencia tiempo de decisiones. Centro de medicina productiva y desarrollo integral del adolescente, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Editorial mediterráneo 1998 KROGER, J. Discussions of Identity. (1993).