Volviendo a nacer. Lic. Cristina Camesella Resumen Hic et nunc et mecum, aquí, ahora conmigo, como allá y antes y como más adelante y en otra parte. Enrique Pichón-Rivière (1957) 1 Uno de los objetivos de esta presentación es explicitar cómo en un ámbito hospitalario distinto al consultorio privado, el psicoanálisis bipersonal cura-típica puede transformar resultados relevantes utilizando estrategias peculiares vinculares fuertemente respaldadas en modelos de la teoría y técnica psicoanalítica. Soy la psicóloga titular de la guardia. Mi función es atender y resolver las demandas extra e intra hospitalarias a través de tratamientos ambulatorios o derivaciones judiciales a lugares específicos y realizo una tarea docente con residentes y alumnos. Describiré el trabajo realizado durante un mes (cuatro guardias) en el Dto. de Urgencias del Hospital General de Agudos Dr. Juan A. Fernández, que es Centro de Emergentología y Trauma situado en la Capital Federal de la Republica Argentina, acompañando a una embarazada de ocho meses, que rechazó su embarazo hasta la fecha más óptima de maduración gestacional del bebé. La mirada, basada en autores rioplatenses, sobre el vínculo primario y el transferencial, fueron los puntales de mi intervención como psicoanalista para el logro de una re-vinculación con ella misma y con su bebé, entendiendo el vínculo como una estructura dinámica en continuo movimiento y en constante proceso de evolución (Pichón-Rivière 1957) 2 Palabras claves: Vínculo primario, Relación de Objeto, campo intrapsíquico, Bivalencia Dirección: Dr. José Ingenieros 798.La Lucila, Pcia. de Bs. As. Dirección electrónica: criscam@fibertel.com.ar
Nuestro primer contacto Estoy embarazada de ocho meses y lo estoy rechazando, no quiero tenerlo más, quiero que me lo saquen ya. No lo quiero ni ver ni escuchar. Esta frase la repitió Pilar muchas veces a lo largo de la entrevista. - Lo quise pero ya no lo quiero, quiero darlo en adopción. No me llevo bien con mi mamá y me obliga a tenerlo!... La mujer, de 32 años de edad, llegó a la guardia acompañada por una psicóloga y el jefe de internación. consultorios externos del Servicio de Salud Mental, con la indicación de Entrevistamos a la paciente el psiquiatra, la psicóloga residente y yo. Yo observo detenidamente a una mujer que llora desconsoladamente, sus ojos están hinchados, su cara roja. Nos mira atentamente. Ante nuestro silencio, expresa con tono que registramos de autorreproche. - No voy a ser una buena madre Pilar es adoptada, relaciona el rechazo hacia su hijo con el que su madre tuvo para con ella, como origen de su trauma. El año pasado fue a buscar a esa madre y cuando la vio, volvió a ser rechazada por la misma. Pilar se entera que su progenitora tuvo cinco hijos y se pregunta una y otra vez por qué con ellos sí se quedó y conmigo no? Pilar tampoco se quedó con tres de sus hijos porque abortó, éste es su cuarto hijo. - Quiero que me lo saquen, no quiero pensar Pensar, asociar, poner una pausa a tanta aceleración, implicaba mucha angustia, se acercaba el momento de mayor reactualización del rechazo materno. Pensar resulta
doloroso porque puede implicar una relación de objeto. Todo lo que realizamos en nuestra mente, todo nuestro pensamiento esta siempre en relación con otro, y no con uno sino con dos ya que la relación universal es siempre una relación de tres, ese tercero aparentemente excluido. (P.Rivière 1957) Cabe aclarar que en la mayor parte de la entrevista privilegiamos el escuchar sobre el intervenir porque Pilar nos impresionaba como necesitada de verbalizar ansiedades que podían resultarle insoportables por el significado de la maternidad. Pero también tuvimos intervenciones cuestionándole su afirmación autodescalificatoria cuando insistía que era un fracaso como madre y se dejaba guiar por sus vivencias pasadas. Luego de escucharla decidimos no internarla y volver a tener otra entrevista en tres horas. Necesitábamos, ambos protagonistas, tiempo para pensar y sentir, y así descubrir cómo poder ayudarla. Todo lo que no soy yo, es objeto (P.Rivière 1957) Este bebé era un objeto muy persecutorio, que amenazaba su integridad, deseaba sacárselo, invadida por la compulsión a la repetición teñida de muerte. Ese bebé también era ella misma. Tuve claro que no era una paciente para internar, sí para contener y sostener muy comprometidamente, ya que había que ofrecer el cuerpo que ella quería borrar. Recordé a Bleger relacionando el encuadre a una institución, que como tal funciona como límite del esquema corporal y como núcleo fundamental de la identidad, constituyéndose en la organización más primitiva e indiferenciada. El encuadre del paciente representa su fusión mas primitiva con el cuerpo de la madre y el encuadre del psicoanalista, en ciertas situaciones clínicas, debe servir para restablecer la simbiosis original, pero para modificarla 3 Debíamos funcionar como un gran útero. Era una paciente grave con un alto nivel de impulsividad, que repetía, pensábamos, para posibilitar un cambio en su historia. Pilar se hallaba acompañada por su pareja, un hombre 26 años mayor que ella, que no quería dar en adopción a su hijo, generándose fuertes peleas entre ellos.
Valoramos su valentía en la demanda de ayuda, pudimos conjeturar que esta crisis era una oportunidad única para descubrir y descifrar vicisitudes de su propio nacimiento. Que era su propia identidad quien estaba alojada en su panza. Que iba a poder, tal vez, producirse un nacimiento diferente al que se produjo en su realidad existencial. Lloraba pero escuchó atentamente. Se sintió escuchada y se tranquilizó. Evocando a Pichón Rivière (1957) me parece que siempre estamos en relación con otros que nos van constituyendo en forma permanente, vinculándonos como una estructura dinámica en constante movimiento, que engloba al sujeto y al objeto. Recuerdo que José Bleger decía de sí mismo que era un hombre en construcción 4. Intentábamos reconstruir aquel vínculo, que ella misma convoca para encarnarlo reparatoriamente. La relación de objeto, como estructura interna del vínculo, tiende a repetirse en la conducta, tanto en la relación interna como externa con el objeto y justamente se hace comprensible en la medida en que se descubren sus vínculos internos. (P. Rivière 1957) El desafío era formar una unidad dialéctica donde la paciente y yo, o ella y nosotros, (como objetos externos encarnando sus objetos internos) actuáramos uno sobre el otro en función del campo intrapsíquico de ambos. (Pichón Rivière 1957) Su conducta estaba fuertemente condicionada por el vínculo interno con su madre biológica. Situación que se repite ya que la psicóloga que la recibió (representación de la madre biológica) la entrevista pero no se queda con ella, busca otra madre que la adopte, dejándola en la guardia para que otro la contenga, que le permita ser No hay actividad psíquica desvinculada de la práctica, no hay proceso y contenidos psíquicos que no estén determinados desde las condiciones concretas de existencia. En síntesis, son las experiencias concretas, la acción y la práctica las que determinan la subjetividad y no a la inversa (E. Pichón-Rivière 1957) 5 Decidimos estar y sostener.
En la segunda entrevista del mismo día, continuamos trabajando su disociación, su escisión entre madre buena y mala y sus identificaciones con la madre biológica, la abandónica, la mala, la que la rechazó, antes y ahora, como estaba repitiendo con su bebé, y con ella misma. Notamos en el vínculo terapéutico y en la comunicación, que se había establecido una actualización dramática de sus vínculos internos con nosotros, que conceptualizamos psicoanalíticamente como fenómeno transferencial. Fueron oscilando en la transferencia las variaciones de sus relaciones con sus objetos internos. Actualmente coexisten los dos vínculos, el establecido con un objeto bueno y el otro con un objeto malo, por constituir objetos diferentes, no conviene hablar de ambivalencia sino de divalencia ya que la primera se refiere al vínculo con un objeto total en que el amor y el odio están dirigidos al mismo objeto y la paciente dirige el amor y el odio a objetos distintos. La interpretación tendía a juntar ambos objetos en uno a través de la relación transferencial. (P. Riviére, 1957) Fuimos creando un vínculo que oscilaba entre el amor y el odio, la confianza y la desconfianza, con estas figuras simbólicas parentales que se ofrecían sin juzgarla, sin criticarla, acompañándola en este proceso doloroso pero sanador. Con los vínculos, el ser humano, se subjetiva a través de esa especificidad que otorga la historización, la cual sólo es posible en relación con otros. No se es sujeto sin cuerpo pero sólo el cuerpo no es suficiente, tampoco es posible el vínculo sin una relación de presencia. (I. Berenstein, 2007) 6 Y allí estábamos, a la semana siguiente, psiquiatra de guardia, psiquiatra y psicóloga residente y yo. Sin proponerlo conformábamos una analogía de su núcleo familiar: madre, padre y sus dos hermanos biológicos de sus padres adoptivos. Durante el fin de semana, articulamos el contacto telefónico (era demasiado tiempo una semana para una paciente con las características de Pilar). Recordamos el trabajo de Álvarez de Toledo 7 (1953) sobre la voz y su significado,
La voz de una persona es también la madre adentro y su significado es como leche que penetra por el oído y al reactivarse las vivencias primarias, esto es sentido de una manera concreta, intensa y físicamente gratificante. Las palabras, en el hablar, son vividas como alimento. En sus llamadas Pilar fluctuaba entre estar bien o vincularse a través de descalificaciones, enojos, reproches e intolerancia. Necesitaba vomitar con voz hiriente e irritante la distancia que vivía como abandono pero podía recibir voces que la contenían y calmaban como bálsamo que curaba las heridas. Continuamos trabajando sobre su rechazo al bebé como el similar que sintió cuando ella estaba dentro de la panza de su madre y la oportunidad de revertir dicha situación, de parirse a si misma, a través del hijo. Comenzaba a oscilar de la divalencia a la ambivalencia afectiva, del rechazo total a la posibilidad de tenerlo. O darlo en adopción. También observábamos, a través de la ecografía, la evolución del bebé, decía una cosa pero su hijo crecía con buen peso y medida acorde a su edad gestacional. También tuve entrevistas a solas con la paciente, la cual, manifestaba sus miedos, pudimos trabajar que no era lo nuevo solamente lo que producía miedo, sino lo desconocido que hay dentro de lo conocido de ella misma, eso que cada persona trae consigo en forma de no-persona y en forma de no-identidad (yo sincrético). (Bleger 1970) Contactamos la locura implicada por el desamor. Tuvimos entrevistas con su pareja y con su madre. No querían dar al bebé en adopción. El último miércoles, antes de la cesárea programada, le surge un fallido que nos resultó muy impactante. _ Cris ya no doy mas estoy pesada me canso.me entendés? Ya estoy cansada de hacer fuerza para rechazar a este bebé. _ No hagas mas fuerza para rechazarlo, aceptalo es tu hijo. Empezamos a trabajar su acto fallido, que interpretábamos, que daba cuenta de su deseo inconsciente. Era la señal que necesitábamos, estábamos partes disociadas. integrando sus
_Ese es tu verdadero deseo, tu inconsciente habla, dejá de pelearte dentro tuyo Pilar, con ayuda, con un tratamiento prolongado que debe continuar luego de la cesárea, seguro que podés. Nos pidió que estuviéramos presentes antes y durante la cesárea, que la acompañáramos hasta que se duerma por la anestesia y que no dejáramos al bebé sólo en ningún momento. (Había comenzado otra clase de cuidado). Cuando despierta de la anestesia, lo primero que hizo fue preguntar por su bebé. Era un varón, Pilar lloró mucho. Hice pasar a su pareja, lloraron juntos. El psiquiatra y yo representábamos unos padres/abuelos emocionados. Una vez en su habitación, tranquila y repuesta de la intervención quirúrgica, deseó ver a su hijo y darle de mamar. Se la veía contenta y tranquila amamantando, acunando, cambiando a su hijo. _ No puedo creerlo, cómo me negué a esto, es tan lindo! No es divino? Al día siguiente estábamos de guardia. Cuando la voy a ver, dice: _ Gracias, pude juntar a mis dos mamás la que me dio la vida y la que me sostuvo. _ Si, lo lograste, por eso diste vida y sostenés, pero hay que continuar procesando y sosteniendo estas nuevas alternativas, para esta vez ser Pilar, en tu propia historia. Conclusiones finales Pilar se retiró del Hospital con su bebé dispuesta a realizar un tratamiento en el Centro de Salud Mental próximo a su domicilio con una psicóloga, y a ver a un psiquiatra en privado. Ante la gravedad de la situación, la vulnerabilidad yoica de Pilar y posibles complicaciones trabajé con la Asistente Social el cuidado y resguardo del bebé sin judicializarlo, pero notificando al Consejo del Niño, Niña y Adolescente, quien a través de la Defensoría del Gobierno de la Ciudad, dispone que la abuela tome en guarda al bebé supervisando, además, la continuidad del tratamiento de Pilar.
Todos sabemos que la vida vincular es una vida de enormes complicaciones y oscuridades, que reflejan la infinitud interior, pero sólo a través del vínculo con el otro y con los otros, es que la vida, adquiere un sello de humanidad. BIBLIOGRAFIA 1 Pichón Riviére, E. (1957) Teoría del Vínculo.Cap. 1 Ed. Nueva Visión. Buenos Aires 2 Baranger, W. (1979) Proceso en espiral y campo dinámico, Rev. Uruguaya de Psicoanálisis. 3 Bleger, J, (1967) Simbiosis y ambigüedad. Paidos. Buenos Aires. (1968) Psicología de la conducta, Paidos. Buenos Aires. (1971) Temas de Psicologia (Entrevista y grupos),ed Nueva Visión, Buenos Aires. 4 Picabea, M. Luján, (2009) Bleger, las batallas de un hombre en construcción, Fundadores de la Psicología Argentina, E. Capital intelectual, Buenos Aires
5 López Ocón, M, (2008) Enrique Pichon-Riviére, el hombre que se convirtió en mito, Fundadores de la Psicología Argentina, E. Capital Intelectual, Buenos Aires. 6 Berenstein, I. (2007) Del ser al hacer, curso sobre vincularidad, Ed. Paidos (p 116), Buenos Aires (2000) El vínculo y el otro Rev. de Psicoanálisis, LVII, ¾ 7 De Álvarez de Toledo, L. (1953) El análisis del asociar, del interpretar y de las palabras, Rev. de Psicoanálisis. Tomo XI- Nº III, Buenos Aires 1 Baranger, W. (1979) Proceso en espiral y campo dinámico, Rev. Uruguaya de Psicoanálisis. 2 Pichón Riviére, E. (1957) Teoría del Vínculo.Cap. 1 Ed. Nueva Visión. 3 Bleger, J, Simbiosis y ambigüedad. Paidos. Buenos Aires. 1967 4 Picabea, M. Luján, (2009) Bleger, las batallas de un hombre en construcción, Fundadores de la Psicología Argentina, E. Capital intelectual 5 López Ocón, M, (2008) Enrique Pichon-Riviére, el hombre que se convirtió en mito, Fundadores de la Psicología Argentina, E. Capital intelectual 6 Berenstein,I,(2007) Del ser al hacer, curso sobre vincularidad Ed. Paidos ( pag. 116) 7 De Álvarez de Toledo, L. (1953) El análisis del asociar, del interpretar y de las palabras, Rev. De Psicoanálisis. Tomo XI- Nº III