SUPLEMENTO ESPECIAL Domingo 26 de abril de 2015 BODAS
2 BODAS Los números que esconde el amor Un repaso a las estadísticas muestra que cada año desciende la cantidad de enlaces La boda típica es por lo civil, se celebra en septiembre y une a contrayentes solteros y de distinto sexo :: A. G. LATORRE CÁDIZ. No hay mejor manera de empezar un reportaje en un especial de bodas que haciendo referencia a uno de los poetas más sinceros del amor, Mario Benedetti. En su Amor de tarde hace alusión a un amante que «hace números y les saca verdades». Antes de casarse, los contrayentes no paran de hacer números para saber cómo van a pagar la boda. Después, los números muestran qué tipo de bodas se celebran en cada provincia. En el caso de Cádiz, las últimas estadísticas completas de las que se disponen son de 2013. Sirven para hacer un esbozo de cómo, cuándo y a qué edad se casan los gaditanos. A grandes rasgos. En la provincia se celebraron 3.960 bodas. De éstas, 3.911 fueron entre contrayentes de distinto sexo y 49 del mismo, de las que 25 fueron entre varones y 24, entre mujeres. Los 3.911 enlaces confirman la tendencia descendente en cuanto a número de bodas que se registran desde hace una década. Así, en 2012 fueron 4.383, en 2008 fueron 5.587 y en 2004, 6.779. También se confirma la tendencia de las parejas gaditanas de apostar por el matrimonio civil en detrimento del religioso. De los 3.911 matrimonios entre parejas de distinto sexo de 2013, 1.739 se dieron el «sí, quiero» según el rito católico, 11 lo hicieron bajo el credo de otra religión y los 2.161 restante de forma exclusivamente civil. Huelga decir que los 49 matrimonios entre homosexuales fueron todos civiles. Pero hay más datos significativos. Pese a que siempre se evoca a la primavera como la época propicia para el matrimonio, los gaditanos prefieren decantarse por el otoño. El mes por excelencia es septiembre, con 672 enlaces. Le sigue junio con 560 y julio con 473. Pese a las altas temperaturas, también hay 902 valientes (451 parejas) que se unieron en agosto. Los meses en los que menos bodas hubo fueron febrero (118 enlaces) y enero (con 91 bodas). Una pareja sale de la iglesia después de haber celebrado su boda. :: NÚMERO DE BODAS 2013. 3.911 (solo hombre y mujer) 2012. 4.383 2011. 4.054 2010. 4.263 2009. 4.635 2008. 5.587 2007. 5.892 2006. 6.253 2005. 6.728 2004. 6.779 30 contra 32 Revisando las estadísticas también se descubre cuál es la edad que eligen los gaditanos para casarse (o, mejor dicho, cuando se unen el querer y el poder). Y hay diferencias entre los hombre y las mujeres. Mientras que la edad más frecuente (la moda, sería el término exacto en estadística) entre las gaditanas fueron los 30 años, la de los gaditanos fue de 32. Si se abre un poco más la horquilla, la franja típica entre las mujeres es entre los 26 y los 33 años, mientras que entre los varones también se pospone un poco y se sitúa entre los 28 y los 35. Sí puede sorprender más la edad a la que se estrenan en el matrimonio los gaditanos. En el año 2013, se casaron cuatro chicas menores de edad (tres MATRIMONIOS 3.960 fue el total de matrimonios que se registraron en la provincia en el año 2013. 49 fue el total de bodas de personas del mismo sexo, de las que 25 fueron entre varones y 24 entre mujeres. 1.739 bodas por el rito católico se celebraron en 2013, frente a las 11 de otras confesiones y las 2.210 civiles. 672 enlaces tuvieron lugar en septiembre de 2013, el mes con más bodas, un 17% del total. con 16 y un con 17 años). Entre los chicos, todos tenían más de 18 años (si bien, con esa misma edad, hubo dos contrayentes varones y siete hembras). Llama la atención cómo se invierte esta preponderancia femenina en las edades más avanzadas. Así, si durante 2013 hubo 107 hombres de más de 60 años que se dieron el «sí, quiero», sólo 35 mujeres se vieron en la misma tesitura. Lo inquietante es que, en ambos casos, había el mismo número de solteros: 12. También puede sorprender el hecho de que los divorciados más jóvenes en casarse fueran dos chicas de 24 años. Los hombres divorciados más jóvenes en volver a casarse lo hicieron con 28 años. Más abultada es la diferencia de edad entre la primera viuda que se casa (32 años) y el primer viudo (44). Por lo general, los divorciados son más proclives a casarse que los viudos, y más los hombres que han perdido a su pareja que las mujeres. En 2013, se casaron 47 viudos y 16 viudas (no necesariamente entre ellos) frente a 520 divorciados y 474 divorciados. Por último, por nivel de estudios, y según siempre la dictadura de la estadística, las bodas más frecuentes en la provincia son entre un hombre y una mujer en la que ambos tiene el graduado escolar (426 enlaces), seguidos por las bodas en las que ambos tienen una licenciatura (198).
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4 BODAS Manual de gasto y ahorro para una boda Asociaciones de consumidores elevan hasta los 15.000 euros el coste medio de un enlace Iniciativas como alquilar el traje de la novia o llevar las propias bebidas alcohólicas al convite evitarán que la cuenta se dispare :: CÁDIZ. Llega el momento más temido de los novios... el de echar cuentas. Claro que el de situar a los invitados en el banquete tampoco es cómodo, pero dura menos. Cuando se comienza a planificar la boda se descubren gastos inesperados que aumentan y aumentan las facturas. El mejor clima económico ha motivado que los gaditanos empiecen a gastar algo más en sus enlaces, aunque quedan lejos los años precrisis en los que el gasto medio se situaba en 25.000 euros. El pasado 2014 cerró con una media, en Andalucía, según la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI ), de 16.010 euros (para una boda con 100 comensales). Una cifra muy superior a los 11.750 euros de media que se gastaron en 2013 y a los 12.750 de 2012. Y las previsiones para el año 2015 son positivas. El principal gasto que deben afrontar los novios es el del banquete, que se puede llevar la mitad de todo el desembolso. El precio medio del cubierto se sitúa entre los 75 y los 100 euros. Así que, siguiendo el modelo de boda de 100 invitados, el coste oscilaría entre los 7.500 y los 10.000 euros. En algunos lugares se incluye la barra libre pero en otros hay que pagarla aparte. Cuando es aparte, pueden cobrar bien por copa (unos siete euros) o por comensal (añaden entre 15 y 20). Un truco para ahorrar es negociar con el establecimiento el llevar las bebidas alcohólicas. De esta manera, se pueden devolver las que sobren y el coste disminuye considerablemente. Otra opción es la de casarse en un día que no sea sábado y fuera de la temporada de bodas (de mayo a octubre), cuando los salones de bodas ofrecen sus servicios a precios más competitivos. Ahorro, pero con gusto En el traje de los novios también se va un buen pellizco. El vestido de las novias se mueve en una horquilla de entre 525 y 1.650 euros (sin contar con los inevitables complementos, zapatos, maquillaje, peinado y ramo, que encarecen la cuenta entre 300 y 700 euros). En el caso del novio, el gasto total oscila entre los 375 y los 780 euros. Un truco para ahorrar es el alquiler del traje, una opción por la que secretamente apuestan muchas parejas, ya que los alquileres ronda los 300-700 euros en el caso de las mujeres y los 90 en el de los hombres. Un maniquí con un traje de novia, uno de los artículos en los que más se puede ahorrar en una boda. :: GASTOS PRINCIPALES Convite. El gasto, sin barra libre, oscila de media entre los 75 y 100 euros por cubierto. Ropa. El precio del vestido de la novia (sin complementos) se mueve entre los 525 y los 1.650 euros. El del novio, entre 350 y 700. Reportaje. Las asociaciones de consumidores cifran el precio del reportaje gráfico en 900 euros como mínimo y 1.500 de máximo. Música. Si se contrata un DJ, el precio estará entre los 200 y los 400 euros. Si se opta por una orquesta, puede llegar a 1.000 euros. En la asociación de consumidores destacan que las bodas ya no son necesariamente un lugar de dispendio, donde se hace alarde de gasto. «Ahora se valora más la originalidad e, incluso, está bien visto cómo se consiguen soluciones económicas y divertidas», señala desde FUCI. Así, cada vez más se lleva Casarse fuera de temporada supone un ahorro para el convite y para el viaje de novios Mientras que en 2005 se sobrepasaban los 25.000 euros de gasto, en el último año se invirtieron 16.000 el do it yourself, que hace que se reduzca el coste a la hora de las invitaciones (que suelen salir por unos 200 euros) o los detalles que se entregan a los invitados (cuyo precio medio suele estar en 450 euros). Otro de los aspectos donde más se puede ahorrar es en el reportaje fotográfico. Su coste medio oscila entre los 900 euros de los más sencillos, y los 1.500 de los más completos. En la mayoría de los casos se incluye tanto fotos como vídeo. Una solución económica es repartir cámaras de fotos desechables entre las mesas y luego ver qué imágenes se han tomado. También la de hacer álbumes públicos con los amigos y que ellos cuelguen las fotos hechas con el teléfono móvil. Para el vídeo, ademas de pedir a un invitado que grabe, se puede optar por habilitar un lugar donde los invitados vayan pasando para dedicar un pequeño mensaje a los novios. Es original, de montaje sencillo y no necesita grandes conocimientos técnicos. Música y viaje de novios En lo que respecta a la música para el baile, las dos opciones más utilizadas son el DJ y la orquesta. El precio del pincha oscila entre los 200 y los 400 euros (como es normal, cuanta más fama tenga, más subirá el coste), que pueden ahorrarse si se hace una programación musical previa o si, directamente, se pide a algún amigo que se ocupe de la música. El precio de las orquestas suele estar en torno a los 1.000 euros. En cuanto al viaje de novios, el precio mínimo suele ser 1.200 euros. Viajar fuera de temporada o a lugares menos frecuentados es sinónimo de ahorro.
BODAS 5 Los menús infantiles y el peligro de las intolerancias alimentarias Dos niñas juegan en una boda a hacer pompas de jabón. :: Qué hacemos con los niños? Los pequeños deben tener su rincón y actividades propias Integrar a los pequeños en la ceremonia siempre aporta más ternura al evento, aunque es mejor ensayar antes para evitar despistes :: CÁDIZ. Llega la hora de configurar las listas de invitados y surge la pregunta entre los novios, niños sí o niños no? Aunque la mayor parte de las parejas opta por la primera opción, no pocas parejas indican que no quieren menores en la boda. Antes de tomar esa decisión hay que tener en cuenta que la boda es un acto familiar y que los niños son la esencia de los hogares, por lo que algunos invitados pueden molestarse si se les excluye. En cualquier caso, debe quedar especificado en la invitación con suficiente antelación para dar a los padres tiempo para organizarse y saber con quién dejan a los pequeños. Si se ha decidido que la boda sea con niños, no hay que perder de vista una cosa: son niños. Y como tales, no han elegido ir a la celebración y es posible que se aburran. Así que es importante reservarles un lugar para que se sientan integrados y entretenidos, lo que los tendrá relajados y felices. A ellos y a los padres. A los niños se les puede reservar una mesa especial, adornada con globos y con chucherías en lugar de centros con flores Durante la ceremonia, se les puede confiar la misión de entregar las arras. Eso sí, mejor dárselas en una bolsa o en una cesta para que no las pierdan o se les caigan. También pueden hacer un pequeño cortejo (entre dos y seis niños, nunca más) que preceda a la novia en el altar (en una ceremonia civil, queda ridículo). Un detalle: si los novios quieren que los niños vayan con una indumentaria concreta lo normal es que lo paguen ellos. Si los pequeños van a participar en la ceremonia, lo mejor es hacer antes un par de ensayos para que sepan cómo actuar y que haya algún adulto supervisándolos. En el banquete Si hay muchos niños en la boda, es mejor que ésta sea de día para que no estén tan cansados. Ya en el lugar de celebración, lo ideal es que tengan algún pequeño patio o jardín donde puedan correr y jugar tranquilos sin los molestos familiares que les recuerdan cuánto han crecido y que los conocían desde que eran «así» de pequeños. Los niños deben tener su sitio, algo que agradecerán tanto ellos como sus padres, que podrán disfrutar tranquilamente de la comida, y el resto de invitados. Lo mejor (aunque suba un poco el presupuesto) es que hay uno o dos animadores pendientes de los niños. Antes de la boda hay que darles un listado con el nombre de los niños y con sus edades para que puedan organizar las actividades. También hay que pensar en que los niños no valoran (realmente, es que ni les interesa) las formalidades del mundo de los adultos. Así que su mesa puede tener colores, globos de helio y cubiertos de plástico. En lugar de un centro de mesa con flores, puede haber un centro con golosinas (con un plástico para que no picoteen) e incluso unos cuadernos con lápices para que coloreen. Si se les puede reservar un lugar donde se les pueda poner su música o incluso dibujos, la boda será inolvidable (por un tiempo) para ellos. :: A. G. L. CÁDIZ. Un niño pocas veces descansa de ser niño. Si bien hay que educarles en la gastronomía desde pequeños, la mayoría no apreciará un delicado plato de cocina moderna. Es por esto que la idea de un menú infantil más económico y más cercano a su gusto siempre es un acierto. Pero, eso sí, hay que preguntar e insistir si el niño presenta algún tipo de intolerancia alimentaria ya que es posible que se encuentre con algún alimento que no puede tomar y olvide su alergia. Nunca está de más recordárselo al animador, ya que los niños son dados a compartir. En la barra libre también hay que pensar en los niños. No se les puede atiborrar de refrescos o de bebidas muy azucaradas. Es mejor pensar en zumos o en helados naturales. Si bien es cierto que a los niños les alegra que haya fuentes y bandejas de chucherías, también lo es que no saben controlarse. Deben estar en alto para que no les dé un empacho.
6 BODAS Del recogido perfecto al ondulado Yolanda Pereira, de la peluquería Aire, cuenta cómo han cambiado las tendencias Las modas también afectan al peinado de la novia, lo que obliga a los profesionales a estar siempre pendientes de las últimas propuestas :: A. G. L. CÁDIZ. La moda lo invade todo. Nada escapa de la dictadura de la belleza, del juez que marca lo que está bien y lo que está pasado. Cuando de lo que se trata es de una boda, esta dictadura es más severa todavía, nadie quiere quedarse fuera de tendencia ante la mirada inquisitiva de los amigos, ante el análisis de los familiares y antes el juicio de las fotografías. Y la más afectada a la hora de someterse a las normas del cambiante buen gusto es la novia, desde los zapatos hasta el peinado. En este aspecto, cuenta Yolanda Pereira (profesional de la peluquería Aire, de Carrefour Sur), se vive en una evolución constante. «Hace unos años se llevaba el pelo totalmente recogido, luego cambió a una melena suelta, luego otra vez recogido... hay que estar siempre muy atentos a los cambios», analiza con la perspectiva que da trabajar en un establecimiento que lleva 19 años atendiendo al público. La pregunta que, cada año, las novias se hacen es, qué es lo que se lleva ahora? «El pelo ondulado, el recogido perfecto ha dejado paso a la onda, se busca algo más natural», sostiene Pereira. Incluso hay novias que piden una trenza para el día de su boda, algo que no se contemplaba hace apenas unos años. «Claro que, en muchos casos, depende de la edad: una novia joven preferirá un trenza de espiga y una más mayor optará por un arreglo más clásico», detalla. Qué le aconseja esta profesional a las mujeres que se van a casar? «Sobre todo, que se dejen asesorar». Pereira explica que muchas veces las novias van con una idea y en Aire, con su experiencia, les hacen ver que no quedará bien. «Lo que solemos hacer es mostrarles cómo quedaría lo que ellas piensan y cómo nuestra propuesta y, por lo general, nos dan la razón, aunque muchas veces llegamos a una especie de punto intermedio entre las dos ideas», indica. Claro que en esta peluquería de Carrefour Sur no sólo atienden a novias, sino también a invitadas. «Una de las premisas que tenemos, si sabemos cómo va a ir la novia, es que las invitadas lleven algo diferente, porque la protagonista siempre es quien se casa», explica. A la hora de decantarse por un peinado u otro es fundamental saber Mercedes Pérez y Yolanda Pereira preparan a una mujer en Aire. :: Presentación de peinados para bodas de una cadena de peluquerías. :: Looks más informales y juveniles se imponen en los últimos años sobre el clasicismo Pese a las pruebas previas, una peluquera tarda entre dos y tres horas en rematar el peinado de la novia qué tipo de boda es (si es religiosa es más formal, si es civil se permiten looks más atrevidos) y a la hora que se celebra, «si es una boda de día la mayor parte de las mujeres prefieren un recogido para lucir un tocado». Como en todo lo que rodea a una boda, hay dos tiempos diferentes: el de los contrayentes y el de los invitados. «A las novias las citamos entre dos semanas y un mes antes para hacerles la prueba del peinado, y luego las peinamos justo antes de salir de casa; mientras que a las invitadas la tarde anterior si la boda es por la mañana o unas horas antes del enlace si es por la tarde», resume Pereira. Cuantificar el tiempo que dedican a una novia no es fácil. «Entre un mes y dos semanas antes de la boda le hacemos pruebas a la chica, para ver cómo le queda el peinado con el tipo de maquillaje por el que ha optado y con el modelo de velo que lleve». Pero eso es sólo la primera parte, «el día de la boda vamos a su casa y, aunque ya llevamos una idea clara de lo que tenemos que hacer por las pruebas, las dos o tres horas no nos las quita nadie; además, siempre ayudamos a la novia con los La última moda: cambiarse el traje y el peinado en el convite Yolanda Pereira descubre una tendencia que se está imponiendo en los últimos años: que las novias cambien de traje y de vestido en mitad de la boda; es decir, entre la ceremonia religiosa o civil y la fiesta posterior. «La verdad es un reto cambiarle el peinado a la novia, para que siga estando guapa, en mitad de la boda. La experiencia a la hora de afrontar este tipo de encargo es fundamental. «Nosotras nos desplazamos hasta el lugar de celebración y, lo que solemos hacer, es crear un peinado utilizando como base el que llevaba la novia en el momento de la ceremonia, empezar desde cero nos llevaría horas», explica la peluquera de Aire. El efecto que se consigue, sorprender a los invitados que, por lo general, esperan volver a ver a la novia con el mismo look. últimos retoques y a ponerse el vestido». Un último apunte es que siempre recomiendan a las novias un leve teñido del pelo para darle más color y brillo, «un poco más de luminosidad ayuda a que salgan más favorecidas», confiesa.
BODAS 7 Sí, quiero en Barceló Montecastillo El hotel jerezano ofrece un amplio abanico de servicios para una boda de ensueño Una de sus últimas propuestas es la de optar por una Healthy Wedding, con menús gourmet sanos y bajos en calorías :: JEREZ. Las bodas, como las modas y las especies, evolucionan. Atrás han quedado las celebraciones en las que lo importante era cebar al invitado, darle de comer los platos típicos y manidos hasta que decía basta. Ahora, en las bodas se opta por propuestas gastronómicas cuidadas y por menús saludables, que hagan al invitado sentirse bien, cómodo y mimado. Es el concepto de Healthy Wedding (bodas saludables), que demuestra que la alta gastronomía y la comida sana son el componente perfecto para un enlace de lujo, como el que atesora el hotel Barceló Montecastillo, que ha incluido este servicio en su completo paquete de bodas. Un encanto más para darse el «sí, quiero» en este rincón de la campiña jerezana. El Montecastillo no necesita presentación. Es uno de los hoteles más exclusivos de Andalucía, tanto por sus instalaciones (entre las que destacan su spa o su campo de golf de 18 hoyos diseñado por Jack Nickalus) como por los servicios de los que dispone. Entre ellos, sorprende su cuidada atención en la celebración de bodas, que hará del enlace un momento inolvidable tanto para la pareja como para los invitados. Y es que en el Barceló Montecastillo cuidan hasta el último detalle, como diseñar la decoración floral de las mesas y obsequiar a los novios con una habitación de categoría superior. Salud y diversión La gran novedad con la que quiere sorprender Montecastillo es con sus Healthy Weddings, en la que se incluyen menús saludables, bajos en grasas y azúcares, y con altas dosis de elementos antioxidantes, vitaminas y minerales, pero igualmente deliciosos y propios de la alta cocina, además de aptos para alérgicos e invitados con intolerancias a determinados alimentos. Unas propuestas que se extienden tanto a aperitivos y platos principales como a la barra libre y a los dulces. Y es que el hotel pone a disposición de los contrayentes su Candy Bar, con propuestas como las fuentes de chocolate negro con un 70% de cacao y bajo en azúcar y deliciosas brochetas de frutas en su punto óptimo o bombones de chocolate orgánico aptos para intolerantes a la lactosa o al gluten. Además, los que Una clienta recibe un masaje cerca de la piscina. :: El hotel ofrece un entorno envidiable en la campiña jerezana, con un completo spa y un campo de golf de 18 hoyos diseño de Nicklaus El entorno del Hotel Barceló Montecastillo es ideal para una boda al aire libre. :: Espectacular interior de la categoría superior. :: no tomen alcohol, podrán disfrutar de una barra libre plagada de smoothies, cócteles elaborados en el momento a base de zumos naturales de sandía, maracuyá, fresa o mango, o licores bajos en calorías sin alcohol. Pero hay más. Durante la fiesta, los asistentes podrán contar con los beauty corner para hacerse un retoque al maquillaje o al peinado. Y, cómo no, dispondrán de un servicio de barra libre de masajes podales express, especialmente indicado para los que más disfrutan con el baile durante la boda. Para acabar, dos propuestas de Barceló Montecastillo para antes y después de la boda. Los novios pueden recibir clases particulares de baile en el hotel por si quieren sorprender a sus invitados con una coreografía. Y para el día después, el hotel ofrece para los novios y sus más allegados una sesión de bootcamp, el divertido ejercicio grupal que simula el entrenamiento de los marines.
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