03 de octubre 2014 Hora: 09.00 hrs Espacio Cultural Matta Av. Santa Rosa 9014. La Granja, Santiago DISCURSO MINISTRA DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL 5 años Construyendo Diálogo Social, Chile Valora Tus Competencias Laborales Buenos días a todos y todas. En el día de hoy, al conmemorar los cinco años de existencia de CHILEVALORA, estamos marcando un hito simbólico en la senda que inauguró la Presidenta Bachelet durante su primer mandado, al impulsar la Ley N 20.267 que, el año 2009, creó el Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales. Esta plataforma ha permitido estructurar la institucionalidad de certificación en Chile, que nos permite reconocer a los trabajadores en sus competencias y darles mayor movilidad y empleabilidad, con una perspectiva de formación permanente a lo largo de la vida. Este hito hace mucho sentido en un momento en que el conjunto del esfuerzo del gobierno, y de nuestro Ministerio en particular, está enfocado en potenciar el empleo, tanto en calidad como en calidad, y en impulsar la
productividad en nuestra economía, que es el tema que ha estado en el corazón de las intervenciones de esta jornada y que es consustancial al quehacer de CHILEVALORA. Si miramos estos cinco años en perspectiva, podemos decir que esta institución, y el trabajo tripartito que ella permite desarrollar, han permitido avances importantes en pocos años. En efecto, actualmente CHILEVALORA trabaja con 23 sectores productivos del país, entre los cuales destacan los sectores minería, agroalimentario, comercio, construcción, electricidad, metalmecánica, transporte y turismo, y esta lista está en continua expansión, por una razón muy sencilla: porque todas las partes ven la utilidad concreta de este esfuerzo común y su impacto directo en la productividad de los trabajadores y trabajadoras, y en consecuencia, de las empresas. En cada uno de estos sectores se ha construido un catálogo de perfiles ocupacionales que hoy nos permiten evaluar y certificar a los trabajadores sin títulos o con ellos, y orientar la capacitación laboral hacia la demanda del mercado del trabajo. Yo quisiera destacar que, no obstante que el país tiene muchas experiencias previas de diálogo social tripartito en diferentes materias del ámbito laboral, la que ha desplegado CHILEVALORA a lo largo de su corta vida, claramente es una de las que ha alcanzado mayor profundidad y alcance. Ello se refleja en que esta institucionalidad ha permitido la constitución de 41 mesas de diálogo social, las que han dado pie a la generación de un catálogo de más de 750 perfiles laborales. Para el Ministerio del Trabajo y Previsión Social este esfuerzo es de la más alta relevancia, porque permite orientar y darle mayor pertinencia al mercado de la capacitación, que es uno de los objetivos de este período de 2
gobierno, porque una capacitación pertinente y de calidad facilita el acceso y permanencia en el empleo de quienes acceden a ella. En directa relación con lo anterior, yo tengo la profunda convicción y he insistido sobre este punto que uno de los propósitos estratégicos que debemos fijarnos como país para dar el salto de productividad que necesitamos, es adaptar la institucionalidad al principio de realidad y ordenar los instrumentos públicos en función de los auténticos requerimientos de las empresas y las personas en el mundo del trabajo. Solo así contaremos con un lenguaje común, transparente, que oriente las decisiones de todos los agentes involucrados, que permita ir eliminando la capacitación espuria y ordenando la oferta de capacitación pertinente, para que de esta manera fluyan con mayor dinamismo el mercado del trabajo y el empleo. En esa perspectiva, hace algunos meses dimos un paso muy significativo, al materializar un Marco de Cualificaciones para la Formación y la Certificación Laboral. Este logro-país fue posible gracias a una alianza estratégica entre el SENCE, CHILEVALORA, la OIT y su centro especializado CINTERFOR, y la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo. Y fue posible también, gracias a la convergencia de voluntades y de acción de un amplio arco de organizaciones de trabajadores y empleadores, además de la Fundación Chile, el Consejo Nacional de Educación, la Asociación de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados, académicos y muchos otros actores del ámbito educativo. Ahora bien, junto con consolidar todo lo avanzado hasta ahora a un nivel sectorial, no podemos perder de vista que la construcción de un Marco de Cualificaciones para la Formación y Certificación Laboral constituye 3
un primer nivel de avance del sistema, que debe permitirnos, a futuro, proyectarnos hacia un Marco Nacional de Cualificaciones, como lo han hecho los países más desarrollados, incorporando en esta tarea al mundo de la educación. La OCDE nos ha hecho recomendaciones a este respecto, poniendo de relieve la escasa vinculación que existe en Chile entre nuestra educación superior y el mundo de las empresas, y previniendo sobre la estructura relativamente inflexible tanto de la educación superior como de la formación técnico profesional. Esta situación ha subrayado este organismo debe ser corregida para que podamos avanzar más rápido en materia de productividad y para cumplir con el objetivo estratégico de que el país cuente con una estructura bien articulada para la formación continua. Sin duda, dentro de la gran Reforma a la Educación que está impulsando el gobierno, que apunta simultáneamente a objetivos de equidad y de productividad, deberán considerarse las transformaciones que requiere nuestro sistema educacional, para optimizar su empalme con el mundo de la producción. Este es un gran desafío sistémico, que puede ser fundamental para lograr un objetivo del cual venimos hablando hace décadas en América Latina y en Chile, particularmente la CEPAL: el paso a la segunda fase exportadora, superando la excesiva dependencia de las materias primas con escaso valor agregado. Como muestra la experiencia de países como Australia o Finlandia, no se trata de renegar y dejar de exportar las materias primas que tenemos el privilegio de tener en países como el nuestro. Se trata de ir agregando valor, sistemáticamente, a esas materias primas; y eso pasa por recursos humanos 4
cada vez más calificados y productivos, y con capacidad de reconversión permanente en sus conocimientos y competencias. De allí el énfasis que tenemos que marcar en una estructura institucional apta para facilita procesos de formación continua, lo que, de paso, tiene un positivo impacto social en tanto facilita la movilidad laboral ascendente y genera mayor equidad. En esta misma línea de fomentar nuestras capacidades para potenciar nuestras capacidades como país exportador y generar empleo de calidad se ubica la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento que está impulsando el Ministerio de Economía. Esta agenda permitirá identificar y financiar iniciativas que promuevan el encadenamiento productivo en torno a inversiones estratégicas y actividades priorizadas, potenciando los emprendimientos público-privados donde existan fuertes complementariedades. Impulsará el emprendimiento y la innovación, este último factor clave para la agregación de valor. Desarrollará la infraestructura portuaria y el transporte multimodal, para aumentar la competitividad del país y reducir los costos de exportar. Y aspecto muy importante para el Ministerio del Trabajo- entregará financiamiento y apoyo a la gestión de las PYMES a través de la Capacitación de Banco Estado y la expansión de las garantías del FOGAPE. Para nosotros, fortalecer a este sector resulta vital, porque es el segmento de empresas contribuye con una proporción muy significativa del empleo total, y todo lo que vaya en su apoyo se traduce en la generación de más y mejores puestos de trabajo. Permítanme referirme ahora a otro desafío sistémico que está planteado en el Programa Laboral del Gobierno. Nuestro mercado laboral 5
presenta grandes desafíos y asimetrías, y hay dos en particular que se vinculan a los temas de esta jornada. Se trata, por un lado, de mejorar la participación laboral de los sectores más vulnerables y que enfrentan las mayores dificultades para acceder a un empleo; y, por otro lado, de la necesidad de dar un salto cualitativo en la calidad de nuestra capacitación, vinculándola además a la intermediación laboral y a la certificación de competencias. Para el abordaje de lo primero, hemos concebido el Programa Más Capaz, que tiene una escala bien amplia, pues involucrará a 300.000 mujeres y 150.000 jóvenes de los tres primeros quintiles a lo largo de estos cuatro años. Quiero destacar que estas personas serán capacitadas en base a estándares de calidad muy superiores a los que se han venido desarrollando en Chile en los últimos años, ya que son cursos de entre 200 y 300 horas, que combinan una dimensión teórica y una dimensión práctica, siendo esta última vital para la formación en oficios. El programa cuenta también con un componente de intermediación laboral, que permitirá a los proveedores y a la red pública contar con los incentivos para hacerse cargo del proceso de colocación de los beneficiarios. Asimismo, considerando que las personas más vulnerables requieren de un apoyo aún más integral para asegurar su permanencia en el mercado laboral de manera sostenible, Más Capaz tiene otros componentes adicionales: continuidad de estudios, nivelación escolar, certificación de competencias y una línea de salida de emprendimiento, dirigida a 40.000 mujeres que, por su experiencia y situación familiar, prefieran esta opción a la del empleo asalariado. Las madres con hijos menores podrán acceder a cuidado infantil y así asegurar su participación estable en las actividades de capacitación. Asimismo, está previsto que los equipos ejecutores cuenten con profesionales 6
de apoyo sociolaboral que garanticen, bajo un modelo de tutoría, la permanencia de los beneficiarios a lo largo de todo el proceso. Queremos que este casi medio millón de compatriotas se capaciten, sean más productivos y accedan a empleos de calidad, pues ese es un foco en que todo el gobierno está profundamente comprometido, ya que sabemos que ello no es sólo fuente de dignidad sino que, también, es una de las mejores políticas sociales para generar equidad en un país como el nuestro! Quiero destacar que CHILEVALORA también está participando activamente en este proceso, certificando las competencias de una parte de los beneficiarios que logren la inserción laboral, ayudando a la intermediación laboral gracias a su carácter tripartito y a su amplia red de contactos en los sectores productivos y de servicios, y contribuyendo también a asegurar la pertinencia de los cursos a través de planes formativos basados en perfiles laborales demandados por la industria. Por otro lado, como Ministerio del Trabajo y Previsión Social estamos dedicando mucha energía para poder cumplir con el objetivo programático de dotar al país de un nuevo Sistema Nacional de Capacitación e Intermediación Laboral, que integrará servicios de información, orientación, diagnóstico de empleabilidad, apresto laboral, certificación de competencias laborales y capacitación. Esto implicará esfuerzos de diverso orden, incluyendo aspectos legislativos. Significará un importante proceso de modernización del SENCE, para adaptar su estructura y funciones a la magnitud del desafío, y también mejorar la Ley de CHILEVALORA, para potenciar sus capacidades y optimizar la articulación institucional del nuevo sistema. Además, tenemos que fortalecer la dinámica de gestión de los mecanismos de financiamiento 7
que permiten el acceso de los trabajadores y las empresas a la capacitación y a la certificación. Ahora bien, quiero poner de relieve y hacer un llamado a todos los actores respecto de lo siguiente. Para que un nuevo Sistema de Capacitación e Intermediación de esta naturaleza funcione, además de sus fortalezas de diseño y su solidez institucional, requiere de la colaboración activa de los actores. En particular, es fundamental que la industria y las empresas de servicios confluyan sobre el sistema, para que optimicemos el empalme entre la oferta y la demanda de puestos de trabajo, puesto que un objetivo de consenso, que cruza transversalmente a nuestra sociedad, es fortalecer el empleo en Chile. Amigos y amigas: Para concluir, quisiera destacar el valor del trabajo tripartito que se ha materializado durante estos cinco años en el seno de CHILEVALORA. Gracias a ese esfuerzo, se ha constituido una gran red de actores de la sociedad chilena que ha venido colaborando y generando sinergias, con la convicción común que dar vida a este Sistema Nacional representa un activo público y un bien social que Chile requiere para enfrentar los grandes desafíos que impone una economía moderna y un contexto de alta competitividad internacional. Esta experiencia confirma que el diálogo social y la articulación público-privada son fundamentales para enfrentar las grandes metas del desarrollo inclusivo que todos anhelamos. Solo por esa vía lograremos construir, todos juntos, la dinámica virtuosa que concilia mayor justicia distributiva con mayor productividad. 8
Por último, quiero agradecer a todo el equipo humano que ha dado vida a la institucionalidad de certificación de competencias desde su origen, primero como CHILECALIFICA y hoy como CHILEVALORA. Ustedes han prestado y prestan un gran servicio al país, ya que fortalecer las competencias de nuestros trabajadores y trabajadoras constituye una de las vigas maestras para aumentar la productividad de la economía y ayudar a generar empleos de calidad, que es justamente lo que aquellos necesitan y lo que permite hacer de la nuestra una sociedad más cohesionada e inclusiva. Desde ese punto de vista, la calidad técnica y el compromiso humano que ustedes muestran día a día tiene un profundo sentido social, y Chile se los agradece. Muchas gracias. 9