INFECCIONES DE LA CAVIDAD ORAL Miriam Prat Roibás, Pilar Casteleiro Roca y Alba González Rodríguez Las infecciones faciales en pediatría tienen gran importancia clínica. La causa más frecuente de inflamación facial aguda en niños es la linfadenitis, seguida por las infecciones odontogénicas; el diagnóstico se basa en la historia clínica detallada y en la exploración física. Habitualmente no se requieren pruebas complementarias, su uso se limita a la identificación de colecciones subsidiarias de drenaje quirúrgico o en caso de sospecha de complicaciones. La repercusión sistemática de estas infecciones es más precoz y más acusada en niños que en adultos, siendo muy manifiesta la deshidratación y el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. El tratamiento en general depende del foco infeccioso, requiriendo de modo habitual antibioterapia y/o tratamiento quirúrgico: - En fases tempranas se debe iniciar tratamiento antibiótico empírico que se modificará posteriormente en función del antibiograma. - El tratamiento quirúrgico consiste en el drenaje de abscesos de modo habitual, y con menos frecuencia desbridamientos más amplios y agresivos (en caso de infecciones graves). - Es fundamental enviar muestras para cultivo, y ajustar la antibioterapia en función del antibiograma. INFECCIONES ODONTOGÉNICAS Las infecciones odontogénicas suelen aparecer en niños de más de 6 años que ya presentan alguna pieza dental definitiva. En la mayoría de los casos la etiología es flora mixta de la cavidad bucal, y en más de la mitad de los casos están implicados únicamente microorganismos anaerobios. La clínica habitual es dolor en alguna pieza dental. Resulta fundamental explorar minuciosamente la cavidad oral en busca de caries, gingivitis o hipersensibilidad a la percusión de determinadas piezas dentales La infección puede diseminarse siguiendo varios trayectos: - Destrucción ósea con osteomielitis secundaria.
Urgencias extrahospitalarias pediátricas. Sección 1. Síndrome coronario agudo - Formación de trayectos fistulosos que conducen a la formación de abscesos intraorales y subcutáneos en la mejilla. - Diseminación hacia el seno maxilar con sinusitis secundaria. - Diseminación hacia la órbita. Tratamiento. - Debe iniciarse de modo empírico con penicilina V oral (25-50 mg/kg/día) - En caso de no respuesta o tratamiento previo con antibióticos debe cubrirse un germen productor de β- lactamasas con amoxicilina-clavulánico (40-50 mg/kg/día v.o.) o clindamicina (30-40 mg/kg/día v.o.). - La vía de administración depende de la evolución y de la gravedad de los síntomas iniciales. - Puede ser necesario el drenaje de abscesos, aunque en algunos casos es necesario la extracción de la pieza dental implicada, pero lo habitual es que pueda conservarse gracias al tratamiento antibiótico adecuado INFECCION GLANDULAS SALIVARES: PAROTIDITIS Y SIALOADENITIS La glándula parótida es la que resulta afectada más frecuentemente por patología infecciosa. En la mayoría de las ocasiones se trata de una infección vírica ocasionada por paramixovirus. Su incidencia ha disminuido drásticamente en los últimos años debido a la inclusión la vacuna triple vírica en el calendario vacunal. El diagnóstico es clínico, no siendo habitualmente necesarias pruebas complementarias. El objetivo del tratamiento es sintomático. También existen infecciones de origen bacteriano de las glándulas salivares, generalmente producida por S. aureus y bacterias anaerobias. El tratamiento en este caso comienza con antibióticos de amplio espectro, como son penicilinas resistentes a penicilinasas (Amoxiclavulánico 30-40 mg/kg/día) o cefalosporinas de segunda generación (cefuroxima 30 mg/kg/día). GINGIVOESTOMATITIS La gingivoestomatitis se define como la inflamación y edema de las encías y mucosa oral con aparición de lesiones orales, la mayoría muy dolorosas. Algunas de estas lesiones se denominan aftas.
Las aftas pueden presentarse como una lesión única o múltiple con pérdida de sustancia, de borde eritematoso y centro necrótico. Son lesiones inflamatorias que se pueden manifestar de forma aguda, crónica o recurrente. Etiología Su etiología varía según se trate de una infección local, una reacción inmunológica o una enfermedad sistémica. Las patologías del cuadro anterior se encuentran explicadas en sus capítulos correspondientes. El síndrome PFAPA se caracteriza por la aparición de fiebre periódica de 5 días de duración a intervalos variables de 21 a 42 días, suele aparecer en los niños antes de los 5 años; se asocia a faringitis, adenopatías cervicales, aftas orales que suelen ser menores. No suele haber asociación familiar. El tratamiento se basa en prednisona oral cuya respuesta ayuda al diagnóstico. La candidiasis oral o muguet se caracteriza por placas blanquecinas confluyentes en mucosa oral, paladar, lengua y orofaringe. Al desprenderlas aparece fondo eritematoso. Son frecuentes en lactantes pequeños sanos sobre todo después de la administración de antibióticos de amplio espectro, como
Urgencias extrahospitalarias pediátricas. Sección 1. Síndrome coronario agudo resultado de la destrucción de la flora bacteriana saprofita y del aumento de la capacidad patogénica de la candida. También se observa en relación con corticoterapia (tópica, sistémica o por vía inhalatoria), quimioterapia y en el periodo neonatal, por contagio en el canal del parto. La enfermedad de Behçet se caracteriza por la presencia de aftosis oral en ausencia de otra enfermedad que lo justifique, úlceras genitales recurrentes, afectación ocular (uveítis anterior, vasculitis retiniana) y leiones cutáneas. Tratamiento Foto 1: lesiones aftosas. Además de tratar la enfermedad subyacente, reduciremos las molestias de las lesiones bucales con analgesia pautada, paracetamol o ibuprofeno. También administraremos tratamiento tópico: -En menores de 6 meses: carbenoloxona tópica bucal 1 aplicación cada 6-8 horas (Sanodin gel 2%) 20 minutos antes de las comidas, ácido hialurónico (Aftex ) y también se puede usar lidocaína tópica bucal (Nani Pre Dental gel 5%) para el control puntual del dolor. -Mayores de 6 años: corticoides tópicos como la hidrocortisona tópica bucal. Hidrocortisona al 1% con Orabase ( Aftasone ). Triamcilonona + lidocaína tópica (FM: pasta de triamcilonona acetónido 0.2%+ lidocaína 2% en Orabase,). Afta Juventus, Aftasone BC (hidrocrotisona+ piridoxina +riboflavina). También se pueden emplear soluciones antisépticas en enjuagues de Clorhexidina. En pacientes con úlceras múltiples o crónicas se puede emplear corticoides tópicos más potentes como betametasona y fluticasona.
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