FACTORES QUE PARTICIPAN EN EL PROCESO DE FORMACIÓN DEL VÍNCULO MATERNO- FILIAL QUE ESTABLECE UNA MUJER LESBIANA Y MADRE QUE



Documentos relacionados
Construcción social de la masculinidad

MADRES MENORES SOLTERAS

Acciones y creencias de la educadora infantil (EI) Un dispositivo de reflexión e interacción pedagógica para mejorar la práctica

OncoBarómetro, Imagen social de las personas con cáncer. Resumen ejecutivo

CAPÍTULO 5. LA PATERNIDAD Y LA MATERNIDAD. 1. Jóvenes que son padres o madres.

CONCLUSIONES SOBRE LA CUSTODIA COMPARTIDA

GUÍA TÉCNICA PARA LA DEFINICIÓN DE COMPROMISOS DE CALIDAD Y SUS INDICADORES

LOS ANCIANOS Y LA SOLEDAD

DESARROLLO COMUNITARIO Y EDUCACIÓN

LA PAREJA: relaciones. CompliCiDAD, proyectos, experiencias Y vida en ComúN. Cómo AfroNtAr juntos la em?

CAPITULO III. DERECHOS DE LOS HIJOS NACIDOS FUERA DE MATRIMONIO Y LAS CONVENCIONES INTERNACIONALES.

EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA. MSc. Ana Bertha López Gómez Dra.C G. Ma. Antonia Torres Cueto MSc. Magali González Lamazares

De las nueve mujeres reunidas todas teníamos conocimiento directo de casos de mujeres que han vivido situaciones de violencia contra ellas.

SER Y HACER FAMILIA: LA MIRADA LÉSBICA DE LAS RELACIONES INTIMAS. Florencia Herrera Universidad de Barcelona Chile

Mejores Familias adopción

TALLER DE AUTOCUIDADO DE LA SALUD

- Dónde creciste? (Pueblo o ciudad y Comunidad Autónoma). - Tienes estudios? Cuáles?/ Si trabajas, cuál es tu puesto.

Una nueva visión de la capacidad jurídica: algunas reflexiones con ocasión del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

Percepción sobre la posible legalización de la marihuana en un grupo de Adolescentes estudiantes de nivel medio superior en Quintana Roo.

TALLERES PARA PADRES Y MADRES

La fecundidad adolescente: implicaciones del inicio temprano de la maternidad.

Conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Área 5

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

VIOLENCIA DE GÉNERO; SITUACIÓN GENERAL, REPERCUSIÓN PENAL Y MEDIDAS EDUCATIVAS

Qué es desarrollo humano sostenible?

5.1. Organizar los roles

ECONOMÍA SOCIAL SOLIDARIA

1. MARCO LEGISLATIVO DE LA EDUCACIÓN EN VALORES

Dependencia, discapacidad y género. Pedro Fernández Santiago Palma de Mallorca 2011

8. CONCERTACIÓN MULTISECTORIAL PARA LA LUCHA CONTRA LAS DROGAS EN EL

La Historia Clínica de la Conducta Sexual en Cuidado Primario

Bioética y toma de decisiones en políticas públicas

La responsabilidad de la Universidad en el proyecto de construcción de una sociedad. Cristina de la Cruz Ayuso Perú Sasia Santos

INCLUSIÓN EDUCATIVA.

oportunidades para el trabajo, la equidad en el acceso a los servicios y su plena participación en la sociedad.

Autor: VANESSA BETHSABE MORAN ENCALADA Tutor: Psi. Clin. José Acosta

La Reconstrucción De La Tradición Educativa Pedagógica En El Caribe: Una Propuesta Para La Creación Del Observatorio Pedagógico

COLABORACIONES DE LA RED DE FAPMI

Mindfulness, o la meditación occidental

Para qué lo hemos producido?

cuatro Objetivos estratégicos igualdad de oportunidades cultura gitana solidaridad defensa de los derechos respeto des

Módulo III. Aprendizaje permanente Tema 4: Aprendizaje de actividades laborales Entrevista. El papel de las familias como impulsoras del empleo

Para llegar a conseguir este objetivo hay una serie de líneas a seguir:

instituciones religiosas y culturales, la escuela, el trabajo y los medios de comunicación.

2. Entrevistas en profundidad a 16 expertos conocedores de la problemática de la soledad desde diversas perspectivas.

LOS CAMBIOS EN EL PROYECTO DE VIDA DE LA ADOLESCENTE EMBARAZADA

MÓDULO 2 SÉ LO QUE ESTÁS PASANDO: Desarrollo de la sexualidad

VISIÓN, MISIÓN, VALORES

PROGRAMA DE IMPLANTACIÓN PROGRESIVA DE LA COEDUCACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL

Juan María Aburto Consejero de Empleo y Políticas Sociales

Fundamentos del arte del siglo XX

RECOMENDACIONES PARA LA FORMACIÓN ÉTICA DE PSICÓLOGOS

GUÍA DE DISCUSIÓN PARA LOS PADRES

LA ESCOLARIZACION EN EDUCACION INFANTIL ES UNA REALIDAD

Unidad. Solidaridad con la maternidad y la paternidad LO QUE NOS PROPONEMOS EN ESTA UNIDAD ES: Temas:

LA MUJER Y SUS DERECHOS. Presente, no futurismo, de una realidad que ha costado mucho conseguir.

Palabras de María Jesús Conde, Representante de UNICEF, Presentación de situación de Discapacidad y conformación Mesa Consultiva

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN SOBRE IDENTIDAD DE GÉNERO EN EL SISTEMA EDUCATIVO ANDALUZ

MATERIA: DISCAPACIDAD E INTEGRACIÓN

PLAN ESTRATÉGICO SIDA STUDI

Trabajo Práctico Nº3 Hipótesis - Enfoque Tipo de investigación Diseño de investigación

APORTACIONES DE LA LOE A LA ETAPA DE LA EDUCACIÓN INFANTIL

PRESENTACIÓN. Violencia de género y procesos de empobrecimiento

III Jornada sobre Empleo y Discapacidad Acciones para un empleo cualificado

Todos los niños necesitan un hogar

Tiempo libre y vida social Cómo es la comunicación a estas edades?

SENTIDO Y SIGNIFICADO DEL CONCEPTO «PROFESIONALES DE LA EDUCACION»

Cristina Pajares Moral: Abogada y Mediadora del Ayuntamiento de Madrid (CAF2) 09/10/2012

LOS HERMANOS DEL NIÑO CON DISCAPACIDAD

Las cuatro conferencias Mundiales: Desarrollo y objetivos

PROGRAMA DE REFUERZO EDUCATIVO EN PRIMARIA

ASOCIACION ALBERTA: CENTRO DE INVESTIGACIÓN N SOCIAL Y EDUCATIVA, FORMACIÓN N Y DOCUMENTACIÓN

Filosofía del Ministerio de la Célula

Resumen del Plan de Acción de la Prefectura de Aichi para la Educación y Concienciación sobre Derechos Humanos (edición revisada)

Encuentro Internacional sobre


Manual para Tutores Manual para Tutores

PROCESO DE UN TRATADO DE LA ONU SOBRE EMPRESA Y DERECHOS HUMANOS

Moragas Moragas Ricardo. Gerontología Social. Envejecimiento Y Calidad De Vida. Ed. Albor 1998 Pág

IX. ANALISIS DE LOS RESULTADOS.

PONENCIA: MODELO DE CALIDAD DE VIDA EN SALUD MENTAL APLICADO EN AVIFES.

DECLARACIÓN DE VALENCIA PARA LA PROMOCIÓN Y DESARROLLO DEL VOLUNTARIADO DEPORTIVO EN EUROPA CON OCASIÓN DE LA CAPITALIDAD EUROPEA DEL DEPORTE 2011

ISO 17799: La gestión de la seguridad de la información

DEL ENCUENTRO DEONTOLÓGICO EN BILBAO 27 de Febrero de 2015

Conclusiones. A través de este amplio recorrido hemos llegado al final de la realización de nuestra

Cómo podemos ayudar al barrio a desarrollarse?

NORMAS Y LÍMITES Por qué es tan importante que los niños tengan normas y limites?

Tema 1: Actitudes del individuo en la sociedad. Ética y Valores II. Unidad III. La conciencia moral y sus espacios en contextos diferentes

TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION Y COMUNICACIÓN EN LA FORMACION DOCENTE UNIVERSITARIA. Autora: Ninoska Antonia Nava Parra de Alaña

EDUCAR PARA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

ENTREVISTA A OLGA GÓMEZ

BRILLAR CON LUZ PROPIA:

ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES

II PLAN LOCAL DE VOLUNTARIADO INTRODUCCIÓN-FUNDAMENTACIÓN

El Aprendizaje Colaborativo como una Herramienta de la Actividad Tutorial

INFORME FUNCIONARIOS MUNICIPALES

ESTUDIO SOBRE LA INMIGRACIÓN Y EL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO ESPAÑOL CONCLUSIONES

El embarazo en adolescente lo define la OMS como aquel que se produce entre los 11 y los 19 años de edad.

Transcripción:

Carrera de Psicología FACTORES QUE PARTICIPAN EN EL PROCESO DE FORMACIÓN DEL VÍNCULO MATERNO- FILIAL QUE ESTABLECE UNA MUJER LESBIANA Y MADRE QUE CONVIVE CON SU PAREJA LESBIANA Profesor Guía Metodólogo : Javier Lepe. : Genoveva Echeverría. Profesor Informante : Claudia Liberona. Alumnas : Natalia Aravena S. : Francisca Potthoff P. Tesis para optar al grado de Licenciado en Psicología. Tesis para optar al título de Psicólogo. Santiago, Septiembre de 2007.

ABSTRACT El presente trabajo tiene como propósito dar a conocer aquellos factores que, posiblemente, influirían en el proceso de construcción del vínculo afectivo materno- filial de la mujer lesbiana que convive con pareja lesbiana. El marco teórico se articula en base a tres ejes: el primero, relacionado con el paradigma de la sexualidad femenina como constructo social. El segundo, aborda las teorías que dan cuenta del proceso de construcción de la identidad lésbica, la dinámica de la pareja lesbiana y estudios relacionados con la maternidad en mujeres lesbianas y familias homosexuales que constituyen. El tercero, basado en la teoría del vínculo, da cuenta de aquellos conceptos de conductas y características que debiera poseer la madre para el establecimiento del vínculo materno- filial. La metodología utilizada se enmarca en el enfoque cualitativo, la recolección de datos se realizó por medio de entrevistas en profundidad semi-estructurada y la muestra estuvo constituida por seis mujeres - entre 20 y 50 años de edad -, lesbianas y madres que actualmente conviven con pareja lesbiana. Los datos recopilados se estudiaron aplicando el Análisis Cualitativo por Categorías, es decir, cada idea fuerza constituyó una categoría las cuales, a su vez, fueron agrupadas en núcleos de acuerdo a los objetivos específicos. Cada categoría fue analizada por medio de un análisis descriptivo. 2

Los resultados obtenidos dan cuenta de tres principales factores que participan en el proceso de formación del vínculo afectivo materno- filial de la mujer lesbiana que es madre y convive con pareja lesbiana, a saber: la relación establecida entre la mujer lesbiana y su familia de origen, especialmente con la madre como figura de referencia; el entorno social, que generalmente otorga una carga moral y prejuiciosa a la maternidad de las mujeres lesbianas; la pareja lesbiana otorga la estabilidad emocional y sentimental necesaria para la crianza de los hijos ante la ausencia del padre de éstos. Otro hallazgo importante de destacar dice relación con la diferencia que se produce en la conducta del rol materno adoptado por las mujeres que han asumido su lesbianismo con características masculinas, versus, las que no cursaron un conflicto de identidad sexual. Esta diferencia se explica por la visión estereotipada del rol masculino, que es considerado más como proveedor económico que proveedor afectivo. 3

INDICE ABSTRACT... 2 I. INTRODUCCION. 6 1. Antecedentes... 6 2. Formulación del problema.. 16 3. Aportes y relevancia de la investigación 20 II. OBJETIVOS 22 1. Objetivo General... 22 2. Objetivos Específicos. 22 III. MARCO TEORICO.. 23 1. Presentación.. 23 2. Sexualidad y maternidad 24 3. Lesbianismo... 27 3.1 Construcción de la identidad lésbica 27 3.2 Pareja lésbica 33 3.3 Maternidad en mujeres lesbianas.. 37 3.4 Familia homosexual.. 45 4. Teoría del vínculo... 49 5. Integración conceptual 60 4

IV. MARCO METODOLOGICO.. 65 1. Enfoque metodológico 65 2. Tipo y diseño de la investigación... 67 3. Diseño muestral.. 68 3.1 Universo. 68 3.2 Tipo de muestra y muestreo.. 69 3.3 Tamaño de la muestra 73 4. Métodos y técnicas de recolección y producción de información 75 4.1 Técnicas de procesamiento 77 5. Confección del guión de preguntas. 79 V. RESULTADOS Y ANALISIS 82 Presentación 82 Introducción. 83 Resultados 89 Análisis e interpretación de los resultados en base a los objetivos planteados. 178 VI. DISCUSIÓN Y CONCLUSION 188 Alcances y sugerencias 204 VII. BIBLIOGRAFÍA.. 206 5

I. INTRODUCCION 1. Antecedentes y planteamiento del problema La construcción de la figura de la maternidad, ha ido evolucionando de mano de los procesos históricos, políticos, sociales y culturales de las diferentes épocas. En las antiguas civilizaciones occidentales, griegas y romanas, bases de la cultura Occidental, el papel de la mujer quedaba subordinado al esposo, cumpliendo ésta un rol pasivo y sumiso, siendo éstos aspectos característicos de una sociedad patriarcal y esclavista. El discurso femenino carecía de importancia por cuanto era el hombre quien ejercía la autoridad y el poder en todos los ámbitos. Situación que se mantuvo por varias épocas (Thomas, 1988). La visión de que la mujer relegaba su sexualidad a la reproducción la llevó a ser consideradas como asexuadas por lo que la idea de relaciones sexuales entre ellas, sin un hombre, era algo totalmente impensable lo que motivaba que el concepto de homosexualidad femenina no fuese considerada. No obstante, las relaciones entre ellas eran fomentadas por los hombres que, en vez de sentirse amenazados por ellas, las alentaban, en la creencia que éstas eran carentes de alusiones sexuales (Mondimore, 1998). 6

Una revisión de la literatura de los orígenes del lesbianismo nos da cuenta de la falta de ésta ya que el registro sobre su historia es escaso y, sobretodo, de aquella escrita del puño y letra de las propias protagonistas. La bibliografía existente ha sido considerada y estudiada a partir de la experiencia de los hombres, centrándose en aspectos como: formas de establecer relaciones y de acceder a la sexualidad, la expresión sexual y la duración de las relaciones (Ureta, 2003). Los primeros escritos referidos al tema del lesbianismo datan aproximadamente del cuarto milenio antes de Cristo, en Babilonia, actualmente Irak. Estos escritos relatan sobre el amor entre mujeres describiéndolo como un comportamiento de carácter erótico- amoroso, no siendo sancionado en esa época (Ureta, 2003). En 1870 en una revista de Psiquiatría es publicado el artículo de Karl Westfal, que trata sobre lesbianismo, considerando la homosexualidad como un tipo de enfermedad mental, como consecuencia, empezó a disminuir la tolerancia social de las amistades románticas entre mujeres. A finales del siglo XIX, al identificarse a las invertidas femeninas, las amistades intensas entre mujeres empezaron a levantar sospechas, especialmente si una demostraba signos de inversión, es decir, características masculinas (Mondimore, 1998). A comienzos del siglo XX la sexología -rama de la medicina que tiene por estudio los fenómenos sexuales normales y patológicos, y el tratamiento de los 7

trastornos del comportamiento sexual- consideraba como características del lesbianismo la autoafirmación, la independencia, la actitud feminista y el juego de rol en que una hace de hombre y la otra de mujer. También diferenciaba dos tipos de mujeres lesbianas, las Invertidas Congénitas, de orientación masculina, y las Pseudolesbianas, mujeres que pudiendo haber sido heterosexuales sucumben ante las invertidas congénitas. Esta clasificación -que considera como patológico el lesbianismo al asociarlo con la enfermedad, demencia y tragedia- trae como consecuencia que las mujeres entren en un conflicto de identidad, con el propio ser femenino, llevándolas a asumir formas de relación y valores sexuales masculinos (Mondimore, 1998). Con el pasar del tiempo, estas mujeres lograron entablar relaciones pasionales, agrupándose y participando en el Movimiento Sufragista y Movimientos Femeninos, en defensa de los derechos de las mujeres y contribuyendo en el ámbito político- social del siglo XX. La expansión del movimiento lésbico es frenada por las dos Guerras Mundiales, no es sino a finales de los 60 y comienzo de los 70, que renace el lesbianismo como un movimiento colectivo y organizado. Este resurgimiento, con militancia activa, da inicio a reivindicaciones que les permitieron integrarse en la sociedad como ciudadanas de derecho, considerando a las mujeres lesbianas como transgresoras de las expectativas sociales respecto del rol social que ellas debían cumplir, es decir, a la lesbiana se la definía por el rol, las actividades que desempeñaban y no por el aspecto emocional, claro definidor de la lesbiana actual (Ureta, 2003, p. 7). 8

9

Las Naciones Unidas, durante la Conferencia de la Mujer celebrada en China en 1995, introduce por primera vez el tema de homosexualidad femenina. En la Conferencia se plantea el ejercicio libre de la orientación sexual considerando el derecho al lesbianismo, independizando a las mujeres de los hombres y de la procreación. Este planteamiento tiene como fin que las mujeres tengan un control de su propia sexualidad y de su propio cuerpo, separándolo de los hombres. Actualmente y como consecuencia de lo anterior toda discusión sobre los derechos civiles, la libertad individual, la tolerancia, el pluralismo, tiene que pasar en algún momento por el tema de la homosexualidad. Ésta ya no es un asunto exclusivo de clérigos, jueces o médicos, sino que nos incumbe a todos (Castañeda, 1999, p. 34). En Chile el Movimiento Lésbico surge en 1983, con el objetivo fundamental de dar cuenta de que la homosexualidad femenina existe y cuestionar la heterosexualidad obligada. Aportan, además al movimiento feminista reflexiones sobre la sexualidad y generan debates en conjunto con el Movimiento Social de la Mujer. A pesar de que existen organizaciones de mujeres lesbianas que luchan por reivindicar sus derechos como mujer y ciudadana, aún existen temas que no han logrado grandes avances, pues no hay leyes que legislen sobre el matrimonio homosexual, la maternidad en mujeres lesbianas y la adopción de niños por parejas homosexuales. Un claro ejemplo de la dificultad social de ser madre y mujer lesbiana, se ve reflejado en el conocido caso de la jueza Karen Átala. A la cual en enero de 2003 el 10

ex marido de la magistrada y padre de las niñas solicitó la tutela de éstas, pues a su juicio el ambiente otorgado por la madre no era el más propicio debido a que la jueza convivía con su pareja mujer. El caso llegó hasta la Corte Suprema donde se consideró que el interés superior del niño implicaba separar a las hijas de su madre ya que las menores estaban expuestas a una situación de riesgo al vivir con una madre lesbiana. El caso de la Jueza Karen Átala marcó un antes y un después para las madres lesbianas chilenas. A partir de la resolución de este caso adquirieron conciencia que sus hijos les podían ser arrebatados si reconocían públicamente su orientación homosexual (Herrera s.f.). Respecto del Matrimonio Homosexual, la actual legislación chilena establece la heterosexualidad como requisito fundamental del matrimonio. Así lo prescribe el Código Civil en su artículo 102 El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen. Al respecto, una sentencia de la Corte Suprema establece que no pueden reconocerse en Chile aquellos matrimonios que contravengan el orden público chileno, cualquiera que sea el valor que se les atribuya en la legislación del país en que se contrajeron (Matrimonio Homosexual, 2006). Ante esta situación en el Congreso Nacional, está en discusión el proyecto de ley sobre Pacto de Unión Civil que, en su Artículo 1792-28, define dicho pacto como un contrato celebrado por dos personas naturales, de sexo diferente o del mismo sexo, para organizar su vida en común (Proyecto de ley pacto de unión civil, s.f., p. 2). 11

Esta definición permite el reconocimiento a las parejas de hecho - homosexuales o heterosexuales- evitando toda discriminación arbitraria. Las parejas que decidan vivir juntas podrán suscribir un Pacto de Unión Civil, que no tendrá ninguna incidencia en su estado civil y en las reglas de filiación aplicables a los padres que lo celebren. Este proyecto de ley fue presentado y redactado por los profesores de derecho civil Mauricio Tapia Rodríguez de la Universidad de Chile y Carlos Pizarro Wilson de la Universidad Diego Portales, con la colaboración de Felipe González Morales, de la Universidad Diego Portales, Programa de Derechos Humanos Centro de Investigaciones Jurídicas, Luís Lizama Portal docente de las Universidades de Chile y Diego Portales y por último, Rolando Jiménez, presidente del Movilh. Aún no hay resolución al respecto (Proyecto de ley pacto de unión civil, s.f.). Respecto de este mismo tema, el 10 de julio del 2003 ingresó a la Cámara de Diputados una moción de los diputados Enrique Accorsi, Gabriel Ascencio, Víctor Barrueto, Patricio Hales, Antonio Leal, Osvaldo Palma, Pablo Prieto, Fulvio Rossi, María Antonieta Saa, Carolina Tohá y Ximena Vidal, el cual tiene por objetivo fomentar un contrato de unión civil entre personas del mismo sexo. El proyecto actualmente se encuentra en la Comisión de Familia de esa Corporación, sin urgencia definida, es decir, aún no se ha resuelto (Matrimonio Homosexual, 2006). La pareja lesbiana se sustenta, básicamente, en los afectos donde dos mujeres se comprometen a vivir juntas y formar una pareja estable haciéndolo únicamente 12

porque se quieren o por lo menos se llevan bien. Sin embargo, no poseen los fundamentos legales y económicos del matrimonio heterosexual, pues no son una pareja reconocida ni por la sociedad, ni por el estado. Según plantea Castañeda (1999), esta pareja no tendría como propósito fundar una familia, es decir, su finalidad no sería establecer descendencia; tampoco pretenden formalizar un contrato amoroso ante la sociedad, ni legitimar ni regular las relaciones sexuales entre ellas. Castañeda (1999) plantea que uno de los obstáculos a los que se ven enfrentadas las parejas lesbianas es el aislamiento social. Según esta autora, las lesbianas al separarse de su familia de origen no constituirían nuevas familias, es decir, no tendrían descendencia directa por lo que no fundarían su propio núcleo familiar, por esta razón que la pareja debe sustentarse por sí misma, sin los vínculos afectivos, sociales y las actividades y proyectos que sustentan la actividad familiar. Esta situación las lleva a contactarse con otros grupos conformados por mujeres lesbianas, los cuales se convierten en un soporte social y emocional importante para la pareja, pues, generalmente, no cuentan con el apoyo de su familia de origen, debiendo mantener oculta su condición sexual y convivencia con otra mujer. Otro obstáculo que enfrentan las parejas lesbianas, y homosexuales en general, es la invisibilidad social de la cual son parte que las imposibilitaría para describirse y expresarse como pareja, no siendo reconocidas por la sociedad, ni aceptando su existencia (Castañeda, 1999). 13

Actualmente, han surgido diversos estudios respecto de temas relacionados con la homosexualidad y cómo este tema ha sido abordado en nuestra sociedad. Uno de estos estudios es La Tercera Encuesta de Intolerancia y No Discriminación, efectuada en el 2003 por la Fundación Ideas y la Universidad de Chile que consultó a 1.400 personas mayores de 17 años. Los resultados revelaron que el 50%, de los habitantes de Santiago considera que los médicos deben investigar más las causas de la homosexualidad para evitar que sigan naciendo (Estévez, 2006). Uno de los datos más sorprendentes provino de la afirmación en los tiempos actuales ya es hora de que en Chile se permita el matrimonio entre homosexuales, la cual comparte el 34% de los encuestados en la Región Metropolitana (Estévez, 2006). Otro estudio realizado es La Primera Encuesta sobre Sexualidad y Familia, realizada en octubre del 2005, en la ciudad de Concepción 1. Los resultados de este estudio mostraron que para la mayoría de los habitantes de Concepción, la homosexualidad es un tema que provoca rechazo que aumenta en la medida en que las personas perciben que esa realidad se aproxima a la cotidianeidad de las personas y su entorno: su barrio, su familia, sus hijos; la mayoría de los encuestados rechazan la idea de dejar a sus hijos al cuidado de una pareja homosexual; los entrevistados 1 La referida encuesta fue realizada por Biobarómetro, organismo operativo académico del Centro Teológico de la Universidad Católica de La Santísima Concepción. Tiene un carácter multidisciplinario y capacidad para vincularse con la comunidad regional y nacional, con el fin de aportar información relevante para la toma de decisiones en el ámbito regional que se puedan realizar en las áreas moral y social. A su vez, el Biobarómetro, es un instrumento de medición de la percepción de la comunidad regional en las áreas ético-moral, social, económica, política y de desarrollo regional, que opera mediante la aplicación de encuestas y sus respectivas interpretaciones 14

aspiran a que sus hijos tengan parejas heterosexuales. Coherente con lo anterior, dos tercios de las personas consultadas se muestran contrarias a permitir el matrimonio homosexual en Chile (Primera Encuesta Sobre Sexualidad y Familia, s.f.). Por otro lado, los trabajos de investigación respecto de la maternidad en mujeres lesbianas chilenas, son muy escasos. Sin embargo, Florencia Herrera, antropóloga chilena, ha escrito diversos artículos relacionados con el tema. Una de estas investigaciones es Construir Familia: La Perspectiva de Gays y Lesbianas, el cual tiene por objetivo describir e interpretar las narrativas que elaboran los homosexuales en torno a la familia y a sus necesidades de cuidar y ser cuidados. A partir de este trabajo, ha desarrollado más artículos en los cuales describe cómo las mujeres lesbianas enfrentan la maternidad, es decir, cómo construyen familia las mujeres que se consideran lesbianas. Una de estas investigaciones fue realizada en la ciudad de Santiago de Chile, con mujeres lesbianas, la cual plantea que los proyectos de la maternidad de estas mujeres está marcado por el miedo a la discriminación, pues la legislación y las políticas públicas chilenas están orientadas a la familia heterosexual y no reconocen a la pareja homosexual, ni la maternidad en mujeres lesbianas, quedando estas relaciones, inclusive los niños desprotegidos legalmente. Los antecedentes desarrollados muestran como las mujeres lesbianas han ido abriéndose espacio y haciéndose más visibles ante una sociedad regida por parámetros heterosexuales, construyendo estrategias para establecer vínculos familiares y dar respuesta a su necesidad de cuidar y ser cuidadas. Sin embargo, han 15

encontrado obstáculos para desarrollarse plenamente como lesbianas, sobretodo en aquellas que son o desean ser madres existiendo en ellas el miedo de perder la tuición y derechos sobre los hijos al conocerse su orientación sexual. 16

2. Formulación del problema y pregunta de investigación La mayoría de las mujeres nace con la capacidad biológica de engendrar y por esta razón la maternidad se constituiría en un evento socialmente esperado de ellas. La significación biológica que le atribuye la sociedad parece requerir el cumplimiento mediante la concepción, el nacimiento y la crianza de hijos (Lidz, 1985). Ciertamente la visión de la maternidad ha ido variando de la mano de los cambios culturales, en especial en Occidente, pasando de ser la madre mirada sólo como objeto de procreación a una madre sumisa y entregada a sus hijos, dando paso a la maternidad como un rol opcional. Aquella mujer que toma la decisión de engendrar y parir, se hace responsable de algún modo u otro, de ese nuevo ser humano. La maternidad es un hecho complejo, todas las madres son diferentes y cada una construye a su manera la relación con sus hijos, adquiriendo el significado de la maternidad características particulares relacionadas con la biografía, los valores personales, las creencias y expectativas presentes en el medio social al cual pertenece. Socialmente, se espera que la mujer sea madre algún día, como lo demuestran sus madres cuando regalan la primera muñeca en la infancia (Tubert, 1996). Entre la permanencia y cambios de las visiones y representaciones de la maternidad, han ido surgiendo nuevas posibilidades de maternidad, siendo las más aceptadas en el siguiente orden: las heterosexuales casadas, las madres solteras, las 17

madres adolescentes y las madres adoptivas, las madres lesbianas serían las menos aceptadas. Desde esta perspectiva se Podría pensar que las mujeres lesbianas son madres distintas? Influye en la crianza de los hijos el tener una orientación sexual diferente? Serán los hijos de estas mujeres homosexuales o heterosexuales? Serán niños distintos a los criados por mujeres y familias heterosexuales? En Chile, la maternidad en mujeres lesbianas ha ido constituyéndose en un hecho que comienza a tener visibilidad a través de casos controversiales expuestos por los medios de prensa, los cuales la muestran excluida y criticada producto del no reconocimiento y discriminación social donde el ser mujer lesbiana y madre seria inaceptable, a pesar que biológicamente están dotadas para serlo. Frente a esta problemática y luego de una revisión exhaustiva damos cuenta que en Chile no existen estudios sobre la viabilidad de las madres lesbianas para criar a sus hijos ni de los padres homosexuales en general. Los estudios que apuntan a esta maternidad son más bien de una perspectiva sociológica y antropológica que dan cuenta de los tipos de familia que se generan desde esta perspectiva, de los prejuicios a su alrededor, de los lazos de parentesco generados. Sin embargo, no dan cuenta de la habilidad o no de las madres lesbianas para la crianza de los hijos. Desde una perspectiva legal, la maternidad en mujeres lesbianas no es protegida, ni reconocida, corriendo el riesgo de perder la tuición de los hijos al hacer pública su orientación sexual. Al concebir la posibilidad de que una mujer lesbiana 18

sea madre podría prestarse mayor atención a su orientación sexual y a la discriminación por parte de la sociedad de ser lesbianas y madres y al autocuestionamiento de ser lesbianas y tener hijos, más que a la capacidad de estas mujeres para establecer un vínculo afectivo importante con su hijo (Herrera, 2005). En relación al establecimiento del vínculo afectivo materno- filial, a finales de los años 50, John Bowlby psicoterapeuta infantil, elabora la Teoría del Apego, en la cual plantea el proceso por el cual se establece el vínculo afectivo materno- filial. Bowlby desarrolla en esta teoría conceptos que dan cuenta de las conductas y características que deberán realizar y poseer las madres para desarrollar una crianza exitosa. El tipo de vínculo que estos padres desarrollarán con sus hijos es fundamental para el logro de este propósito (Bowlby, 1989). Esta teoría, refiere sobre los vínculos significativos establecidos en las diferentes etapas de la vida de las personas, especialmente, con la madre. Sería ésta figura fundamental en los primeros mese de vida. Bowlby, plantea que la madre, principalmente, debe preocuparse de satisfacer las necesidades del hijo, entregar cuidado, protección y afecto necesario para su supervivencia. La conducta de búsqueda de proximidad, denominada conducta de apego, está directamente relacionada con el trato que recibió la madre o cuidador por parte de su familia de origen. Las pautas entregadas por sus cuidadores generalmente los padres-, las relaciones significativas establecidas con personas de su familia de origen o externas y la interacción con el medio externo, serán fundamentales en el proceso relacionado 19

con la crianza y proceso de formación del vínculo materno- filial. Según lo expuesto en los párrafos anteriores, inferimos que el ser mujer lesbiana y madre en una sociedad regida parámetros heterosexuales sería causal de exclusión y discriminación, lo que podría dificultar las habilidades en las conductas de crianza afectando los vínculos relacionales entre madre e hijo. Por otro lado, consideramos el aporte que la teoría del vínculo realiza para comprender la formación del vínculo materno- filial. Es que hemos formulado la siguiente pregunta que guiará nuestra investigación: Qué factores participan en el proceso de formación del vínculo afectivo materno- filial de la mujer lesbiana y madre que convive con pareja lesbiana? 20

3. Aportes y relevancia de la investigación El desarrollo esta investigación será un aporte para la Ciencias Sociales, específicamente en el área de la psicología pues al parecer son pocos los estudios realizados referidos a las madres lesbianas chilenas y como consecuencia, escaso material bibliográfico al respecto. A través del discurso de estas mujeres podemos acercarnos a su subjetividad y conocer parte de su intimidad, lo que nos permitiría ampliar la mirada como terapeuta respecto del tema para crear nuevas estrategias de intervención y poder mejorar la calidad de vida de estas mujeres, en especial temas que refieren a la crianza de los hijos. Lo que sitúa a esta investigación como una herramienta de trabajo ante el enfrentamiento de un caso de estas características en psicoterapia o en otros escenarios de acción de la psicología. A partir de esta investigación, pretendemos plantear algunas preguntas para seguir socializando en el tema, es decir, abrir la discusión e investigación no solo en el ámbito de la Psicología, sino también en las distintas áreas de las Ciencias Sociales, respecto de un tema que poco a poco se ha ido abriendo a la sociedad y viceversa, generando además la reflexión del derecho de las lesbianas de ser madres y crear una familia independiente de su orientación sexual, puesto que en nuestra sociedad aún se cuestiona de sobremanera esta posibilidad. 21

El estudio de los factores que participan en el proceso de formación del vínculo afectivo materno- filial, nos darían cuenta de las pautas de crianza de esta mujeres, las cuales en ciertas ocasiones son en conjunto con su pareja lésbica, creando de esta manera familias homosexuales existiendo la posibilidad de coexistir dos madres. Consideramos que estos factores podrían constituirse en un aporte para la psicología dando cuenta de los procesos que influyen en la formación del vínculo materno- filial. Con el desarrollo de esta investigación entregaremos un aporte teórico- social para los actores y sus familias aportando más conocimiento sobre el tema, basado éste en un sustento teórico el cual le otorgaría nuevas herramientas para conocer y comprender un proceso, muchas veces, complejo para ellas, sus familias y la sociedad en la que viven. 22

II. OBJETIVOS 1. Objetivo General Describir los factores que participan en el proceso de formación del vínculo afectivo materno- filial de la mujer lesbiana y madre que convive con pareja lesbiana. 2. Objetivos Específicos Conocer la vivencia emocional de la mujer lesbiana durante su embarazo. Describir la vivencia y dificultades en el ejercicio de la maternidad durante el período lactante de su hijo. Describir la influencia del entorno social y familiar de la madre lesbiana en el estilo vincular con su hijo. Describir de qué manera influye el reconocerse como lesbiana y la presencia de la pareja lesbiana en la crianza de su hijo. 23

III. MARCO TEÓRICO 1. Presentación A modo de sustentar desde una perspectiva teórica enmarcaremos nuestro trabajo desde el paradigma de la sexualidad femenina el cual plantea que la maternidad no pasa, necesariamente, por la sexualidad, sino que sería un constructo social en que no sólo la configuración biológica de la mujer configura la función materna, sino que hay variables políticas, económicas y culturales que están en juego. Ampliaremos a continuación, los orígenes del concepto de maternidad, ya introducidos en los antecedentes y planteamiento del problema de nuestra investigación. Luego profundizaremos a qué se refiere el nombramiento de lesbianismo, cómo se construye la identidad lésbica y la dinámica de la pareja, finalizando en el estudio y posible entendimiento de la maternidad en mujeres lesbianas y la familia que constituyen. A fin de lograr una exploración sistémica, si bien hemos desarrollado la teoría del vínculo al final del marco teórico, queremos aclarar que el entendimiento de la misma es transversal a toda nuestra investigación. 24

2. Sexualidad y maternidad La maternidad ha sido construida histórica y socialmente en referencia a imaginarios sociales, donde los conceptos de maternidad y mujer han pasado por el mismo camino de atribución de significación. Es central, en la construcción social de la maternidad, la naturaleza y la función de la mujer, es decir, mientras el hombre es ubicado del lado de la cultura, la mujer continúa siendo ubicada del lado de lo doméstico, quedando excluida de lo intelectual, lo moral y lo filosófico. Esta exclusión ha sido reforzada a lo largo de la historia por las culturas occidentales: griegas, romanas y judeo-cristiana, tal como lo describimos a continuación. En la Antigua Grecia, por ejemplo, el fin de las relaciones sexuales era la procreación, y el único medio legítimo para ello era el matrimonio, pues sólo así el hombre podía perpetuar la familia, asegurar los intereses y el patrimonio. La mujer era considerada como objeto donde su condición social estaba relegada, única y exclusivamente, a la procreación siendo segregada de la vida social (Sissa, 1988). La Civilización Romana consideraba a la mujer como carente de autonomía, y su función principal estaba definida por su rol materno como formadora de futuros ciudadanos. El matrimonio era un vínculo provisional, donde la mujer en algún momento y por razones, a veces, no fundadas, podía dejar de pertenecer al esposo y ser devuelta a su familia de origen (Thomas, 1988). 25

Durante la Edad Media, era la Iglesia el ente regulador de la vida de las personas. En el ámbito de la sexualidad condenaba toda conducta sexual que no se enmarcara dentro del matrimonio y que no tuviera por objetivo la procreación. Consideraba además, que la protección y cuidado de los hijos era un deber a cargo de la mujer, por el sólo hecho de pertenecer al nivel social más bajo (Hays, 1998). En la época del Renacimiento, surge con Rousseau una nueva concepción del niño y de sus necesidades afectivas. Que el niño requiera de ser acariciado y tratado dulcemente, permite que se le asigne a la madre el rol de cuidadora, mientras que el padre debía cuidar su formación, su saber y su espíritu. Por tanto, existe un contrato de amor para la mujer y un contrato social para el padre (Alvarado, 2005). Posteriormente, la mujer es definida a partir de su función materna y de su rol como esposa, de esta forma se encuentra privada de su contribución activa en la generación humana, pero adquiere un reconocimiento social, en tanto ocupe el imaginario que se le asigna como cuidadora de hijos y del marido (Alvarado, 2005). Actualmente, la maternidad es considerada no sólo como puramente natural, ni exclusivamente cultural; compromete tanto lo corporal como lo psíquico, consciente e inconsciente, participa de los registros real, imaginario y simbólico (Tubert, 1996 p.13). Tubert, plantea que -hoy en día- el instinto materno estaría siendo cuestionado ya que no surgiría sólo de su naturaleza biológica, sino que sería un constructo social en que no sólo la condición biológica de la mujer configura la 26

función materna, sino que intervienen aspectos sociales, económicos y políticos en la reproducción. La división sexual del trabajo, establece que las mujeres además de la concepción, gestación, parto y lactancia deben ocuparse de la crianza de los hijos. Desde el punto de vista social Hays habla de una Maternidad Intensiva, planteando que esta ideología es un modelo genéricamente marcado que aconseja a las madres invertir una enorme cantidad de tiempo, energía y dinero en la crianza de sus hijos (Hays, 1998 p.14). Según este planteamiento la madre es el paradigma de la mujer: ser madre es ser mujer. De esta manera la maternidad es significada como la práctica social más completa para la mujer. El sexo femenino impone una misión que es tener hijos, lo que señala que la maternidad sería alcanzar la plenitud de su feminidad, esperándose que la mujer ejerza sus capacidades reproductivas, biológicas y sociales (Hays, 1998). En síntesis, la maternidad parecería relegar a la mujer a un segundo plano - específicamente en el plano de la sexualidad- situándola en un deber ser materno y sexual, donde la importancia de la reproducción ha sido un objetivo de vida impuesto para la mujer, lo que no le permite visualizarse como un sujeto de deseo con un proyecto de vida que no incluya necesariamente el ser madre, como consecuencia, su sexualidad y su feminidad quedan condicionadas al acontecimiento de la maternidad. 27

3. Lesbianismo El lesbianismo es sinónimo de homosexualidad para el género femenino, es decir, una mujer que se siente atraída afectiva y sexualmente hacia otras mujeres. Este término hace referencia a la isla de Lesbos, actual Mitilene, en Grecia y a la poetisa Safo, quien escribía poemas apasionados dedicados a sus amigas, además de vivir rodeada de mujeres, lo cual le valió la reputación de lesbiana. Esta situación no era motivo de escándalo, pues en aquella época, 630-560 A.C. existía la posibilidad de mantener relaciones heterosexuales o lésbicas, sin que esto fuera castigado (Lesbianismo, s.f.). 3.1. Construcción de la identidad lésbica La construcción de la identidad lésbica -homosexualidad femenina- y la construcción de la identidad gay -homosexualidad masculina- suponen procesos psicológicos muy similares. Por la temática de esta investigación, relacionaremos el proceso de construcción de la identidad homosexual con el proceso de construcción de la identidad lésbica. Sensibilización. Es durante el período de la adolescencia cuando algunas de las mujeres empiezan a darse cuenta de que sus sentimientos pudieran estar dirigidos 28

hacía otras mujeres; sin embargo, antes de la adolescencia, entre los 6 y 12 años, Troiden (1989) señala que las experiencias tempranas de diferencia en relación con los pares, están en una primera fase del desarrollo de la identidad lésbica. Este autor utiliza el concepto prehomosexual para destacar que estas niñas no se consideran sexualmente diferentes. A esa edad estas niñas se hacen sensibles a dos cosas: a sentirse distintos respecto de sus pares y a una serie de etiquetas -camionera o tortillera- y de actitudes discriminación y exclusión- (Mondimore, 1998). Confusión de Identidad. Durante la adolescencia, experimentan la segunda fase de la construcción lésbica Confusión de Identidad, las adolescentes reconocen una incongruencia entre sus sentimientos y las de sus compañeras, esto se puede traducir en una pérdida del interés que manifiestan sus pares por el sexo opuesto y de una toma de conciencia de interés por su mismo sexo o ambos. Experimentan una disonancia cognitiva, es decir, un estado de desconcierto y desorientación que provoca angustia y miedo que las obliga a analizar su autoimagen una vez surgida esta nueva información y muchas veces las lleva a utilizar el mecanismo de la negación, es decir, niegan reconocer lo que sienten. En el funcionamiento psicológico se produce una separación entre pensamiento y sentimiento. Los sentimientos que no son aceptables son expulsados mentalmente cada vez que emergen provocando cambios en su conducta social, es decir, habría una privación de identidad obstaculizando el desarrollo sexual, es por esta razón, que algunas mujeres quedan embarazadas para demostrarse a sí mismas y a los otros que son heterosexuales o bien 29

tratan de evitar seguir explorando el tema dedicándose a actividades heterosexuales (Mondimore, 1998). Cass, psicóloga, señala que en esta etapa, estas mujeres experimentan una Privación de Identidad, una clausura del desarrollo, es decir, estas mujeres se pueden desarrollar a otros niveles, pero dejan de desarrollarse a nivel de la orientación sexual. Esta privación trae consigo un gasto de energía psicológica considerable para negar, evitar o redefinir los sentimientos y pensamientos homosexuales, con el fin de impedir que éstos se incorporen a la identidad, lo cual no permite que experimenten congruencia y coherencia respecto a la identidad sexual que es la base para futuras relaciones (Cass s.f., en Mondimore, 1998). El Estigma. El estigma, si bien, es un proceso más social, influye notoriamente en el aspecto psicológico de la construcción de la identidad lésbica. Las mujeres que se encuentran en el proceso de construcción de identidad lésbica, y que están en un período de confusión de identidad sexual pueden sentir una estigmatización internalizada o lo que es lo mismo una homofobia internalizada, sintiendo vergüenza ante la perspectiva de que pueden ser identificadas como lesbianas y sentirse excluidas del mundo heterosexual. Las mujeres que no pueden aceptar su condición lésbica asumiendo que las consecuencias de tal identificación son desagradables, proyectan hacia fuera una identidad asexuada. Otras tratan de hacerse pasar como heterosexuales, se autodefinen como lesbianas pero ocultan su condición a los demás, es decir, llevan una doble vida (Viñuales, 2000). 30

De acuerdo a Viñuales (Viñuales, 2000) el estigma de la identidad lésbica se conforma sobre la base de tres factores: a) afirmación del carácter esencialista de la homosexualidad (condición), b) reconocimiento de la discriminación social c) creencia de que se forma parte de un mundo diferente al heterosexual. A medida que van aceptando esta nueva situación, el sentimiento de aislamiento es sustituido por el sentimiento de exclusión o falta de representación, es decir, no pueden expresar libre y públicamente detalles de su condición sexual. Esta situación las lleva a buscar y frecuentar lugares que les puedan otorgar soporte emotivo, intelectual o ambos, donde se les permita ser ellas mismas, facilitando de este modo la construcción e internalización de la identidad lésbica. A pesar de que el contexto histórico ha cambiado, las lesbianas deben pensar en una parcelación de sus relaciones, es decir, cómo manejar la información que se tiene de su condición, si exhibirla u ocultarla, expresarla o guardar silencio; revelarla o disimularla; mentir o decir la verdad; y, en cada caso, ante quién, cómo, dónde y cuándo (Goffman 1993, en Viñuales 2000, p. 60). Para ellas este es un estilo de vida no elegido, por tanto la posibilidad de compartirlo tanto en el trabajo, en su vida familiar y privada es excepcional. Incorporación de la identidad lésbica. A medida que se van sintiendo más cómodas con su identidad, es decir, aceptan esta visión de sí mismas como una identidad válida, lógica y satisfactoria, lo cual les permite tolerar, internalizar e integrar la identidad lésbica a su self sí mismo- siendo conscientes de los detalles 31

que significa llevar una vida homosexual, más aún cuando reconocen que se han enamorado de otra mujer, situación que le permite disminuir el conflicto interno que esto genera. Plummer (1995) resume este proceso de cambio de conciencia en cuatro etapas: 1. Sensibilización. Refiere a cuando aparece un sentimiento amoroso hacia otra mujer, acompañado por una claridad en el significado de este sentimiento surgido. 2. Significación. Corresponde a la claridad de este sentimiento amoroso. 3. Sub-culturación. La percepción de aislamiento y la necesidad de encontrar puntos de referencia, soportes ideológicos y emocional con los cuales poder enfrentarse al estigma social, conduce a contactar un mundo social formado por similares. 4. Estabilización. Este mundo social que les proporciona soporte y legitimación en su estilo de vida, acaba por explicar y construir su identidad lésbica. Cabe destacar, que estas etapas no tienen un orden cronológico, ni secuencial, dependen única y exclusivamente cómo cada una viva las distintas etapas. (Plummer 1995, en Viñuales 2000). 32

El hecho de que integren su identidad lésbica a su self, puede desencadenar que la revelación de la identidad se de en forma automática, en el ámbito familiar, social y algunas veces, aunque las menos, en el trabajo (Mondimore, 1998). Esta revelación es denominada como Salir del Clóset, la cual refiere a que la persona exprese su identidad lesbiana o gay- y sea capaz de comunicársela a los otros. El clóset simboliza el aislamiento, el individuo sin sociedad, un extraño para sí. Entonces al salir el sujeto actúa para crear un sentido de ser completo estableciendo la congruencia entre la experiencia interior y la presentación externa, moviendo lo interior hacia fuera, transformando la realidad privada en realidad social pudiendo profundizar en sus relaciones (Ravelo s.f.). Esta expresión que tiene varios grados dependiendo a quiénes se revele tal secreto, empezando por los amigos homosexuales, seguido por los amigos, la familia y en última instancia el trabajo -este último ámbito es donde generalmente se esconde- (Viñuales, 2000). Esto hace que la energía psicológica antes usada en los mecanismos de defensa negación de la identidad sexual- ahora se reorienten en la búsqueda del bienestar personal (Mondimore, 1998). En síntesis, denominarse como lesbiana es resultado de un proceso de autoetiquetaje y aceptación en el que están relacionados una determinada conceptualización del cuerpo, la autoidentidad y las norma sociales (Giddens, 1995 en Viñuales, 2000 p. 141). 33

3.2 Pareja lésbica Para analizar y comprender la dinámica interna de la pareja lésbica es necesario ubicarla en un contexto histórico y social que nos permita entender su evolución y comprender los aspectos psicológicos que se dan al interior de ella. 3.2.1 Aspectos sociales de la formación de la pareja lésbica Dimensión social e ideológica. La pareja lésbica se origina en la evolución social, económica y jurídica que transformó la condición de la mujer moderna. Depende también de la ideología que surgió con el movimiento feminista, la liberación gay y la revolución sexual de los 70, en ellos se encuentran las bases de la identidad lésbica contemporánea: Vida afectiva y sexual independiente de los hombres. La mujer no necesita casarse ni tener hijos para realizarse plenamente. Dos mujeres pueden valorarse emocional y materialmente por sí mismas (Castañeda, 1999). Rechazo a lo masculino. Dos mujeres que viven en pareja han optado por independizarse de los hombres. Independizarse de lo sexual, afectivo, económico y social. Esta situación para las personas heterosexuales resulta extraña, pues estas 34

mujeres han renunciado voluntariamente al matrimonio y a los hijos dejando de hacer lo propio de su sexo. Es por esto que consideran que la relación lésbica tiene un carácter subversivo, en la cual rechazan las reglas de la sociedad heterosexual, específicamente las impuestas por los hombres, relegándolos a una posición secundaria y cuestionando el poder y las relaciones entre los sexos que ha regido a la sociedad (Jeffreys, 1996). Esta elección implica un rechazo al papel tradicional de la mujer, al matrimonio y la dependencia, deciden hacerse responsable de su destino y luchar contra los valores y creencias aún arraigados en la sociedad (Castañeda 1999). 3.2.2 Aspectos psicológicos de la pareja lésbica Intensidad afectiva. La pareja lésbica se caracteriza por una relativa igualdad entre sus integrantes, en comparación con las parejas heterosexuales, pues no se dejan dominar fácilmente, situación que vuelve compleja la relación, pues entre iguales puede haber más desacuerdos y luchas de poder, por el solo hecho de que las decisiones se pueden discutir. La libertad de expresión, en la pareja, conduce a una mejor comunicación, pero también a más enfrentamientos (Castañeda 1999). Un rasgo distintivo de las parejas lésbicas, es su intensidad afectiva. Las emociones se expresan de una manera que pueden llegar a ser irracional y exagerada, es decir, se expresan abiertamente. Dan una alta prioridad a la intimidad, a la comunicación afectiva y la cooperación. Esto sucede porque los rasgos femeninos se multiplican por dos, lo cual ayuda a comprender la intensidad emocional de este tipo 35

de parejas, donde las mujeres necesitan comunicación afectiva constante, hablan más sobre lo que les sucede, de lo que sienten, de sí mismas y de los problemas que pueden surgir en la relación. En caso de pelea harán lo posible para reestablecer la comunicación y los nexos afectivos (Castañeda, 1999). Identificación y tendencia a la fusión. Ambas son características fundamentales de las parejas lésbicas. La identificación sucede cuando estas mujeres se enamoran profundamente de otra mujer, perdiendo los límites y fusionándose de tal manera que el diálogo y entendimiento desembocan en una relación simbiótica, afectando la autonomía y la identidad de las integrantes, desaparecen los límites interpersonales generando sensaciones de sofocamiento, desapareciendo los momentos de intimidad. Este tipo de vínculo se caracteriza por cerrarse con la pareja, abandono de las amistades no compartiendo el tiempo libre con ellas. Weston (1991) define la tendencia a la fusión como perderse la una con la otra, ( ) cuando una hace lo que la otra, cuando fracasan en hacer vidas separadas, en mantener amistades por separado y en participar en actividades separadas (en Viñuales 2000). La relación simbiótica, esta dependencia creciente de la otra, reproduce el vínculo con la madre, y tiene por tanto un carácter regresivo. Es decir, la dinámica de la relación vuelve a una o a ambas a fases anteriores del desarrollo, lo cual permite el renacimiento de conductas, necesidades y deseos infantiles. Esta tendencia permite que la relación amorosa entre dos mujeres repita elementos del vínculo primario entre madre e hija, sobretodo aquellos relacionados con las emociones, que en realidad 36

están dirigidas a su madre. Esta repetición de emociones permite el surgimiento de la mujer- madre y la mujer- hija. La mujer- madre tratará de que su compañera cambie sus hábitos o se cuide sola, mientras que la mujer- hija se rebelará ante tales mandatos, provocando una lucha entre ambas que si no es detectada y trabajada a tiempo puede desencadenar la ruptura de la pareja (Castañeda, 1999). Ruptura de la pareja lésbica. La desaparición de los límites interpersonales, es decir, problemas surgidos en el área de la autonomía, explicarían el problema más importante de la pareja lésbica. Como consecuencia existe un declive de los momentos de intimidad, como ya se mencionó, se pierden los límites, se sienten ahogadas y surge el deseo de separación. Cuando este deseo se concreta, generalmente, inician una relación con otra mujer. Situación que podría desencadenar en la ruptura de la pareja. Estas relaciones externas son un intento desesperado por huir de la dinámica de fusión en la que viven, y un intento por romper la simbiosis y poner distancia con su pareja. 37

3.3 Maternidad en mujeres lesbianas Para acercarnos en la vivencia de la maternidad en mujeres lesbianas expondremos distintos temas relacionados con este proceso. A partir del vínculo con su familia de origen, con su hijo y con su pareja lésbica nos darán cuenta de la vivencia y factores que participan en este proceso. Expondremos, además los métodos que estas mujeres pueden utilizar para alcanzar la maternidad o en su defecto formar una familia. Actualmente, ha habido una transformación de la actitud hacia la maternidad en mujeres lesbianas. Si bien antes sólo se concebía la experiencia de tener hijos dentro de una relación heterosexual, ocultando la identidad lésbica, hoy en día las lesbianas consideran la maternidad compatible con su identidad sexual, oponiéndose a la afirmación que no por no tener sexo no procreativo son infértiles. No obstante, existen problemas asociados a la maternidad producto del no reconocimiento y discriminación de la sociedad de sus relaciones íntimas, pues lo que más les preocupa es la discriminación y estigmatización que pudieran sufrir sus hijos al saberse que son criados por mujeres que son lesbianas y madres. Por consiguiente, la maternidad puede hacer invisible la identidad lésbica ya que la sociedad da por hecho que una lesbiana no tiene hijos, el sólo hecho de aparecer en público con hijos, automáticamente presupone que aquella mujer es heterosexual (Romans, 1992, en Herrera,005) 38

Ausencia del padre de los hijos. El círculo heterosexual plantea que la maternidad debe ser organizada en base a la diferencia de sexos y roles, es decir, un niño debe tener un padre y una madre para tener una infancia adecuada. De esta manera se explica que la figura paterna debería cumplir el rol de autoridad frente al niño. La opinión de estas mujeres frente al tema del padre es diversa, algunas creen que es necesario que tenga un padre presente y como tal debe cumplir su rol. Otras señalan que sí debe haber una figura paterna, pero que no necesariamente, debe ser el padre biológico. Otras más radicales, piensan que sus hijos no necesitan de una referencia paterna. En relación a este tema, el que una mujer lesbiana tenga contacto físico con un hombre y quede embarazada supone la posibilidad de saber quién es el padre biológico, por ende, al momento de conversar con su hijo sabrá contarle sobre sus orígenes paternos- lo cuál será más fácil de aceptar y entender tanto para el mismo niño, los familiares y los seres más cercanos cómo la familia llegó a ser y como tal tiene autenticidad. Por el contrario, si el tema sobre el origen es tabú para el hijo será más difícil que la familia como tal pueda legitimarse ante el mundo exterior (Herrera, 2005). Alternativas para ser madre. Lo que tradicionalmente se ha entendido como el único modelo posible de familia -matrimonio heterosexual e hijos- queda fuera del alcance de las mujeres que se asumen lesbianas. Al no encontrar un modelo de familia que les sea adecuado, estas mujeres, han ido modelando un camino tal que les permita encontrar maneras de relacionarse que satisfagan sus necesidades de cuidarse y ser cuidadas (Herrera s.f.). 39

Lo esperado de una pareja heterosexual es que tengan hijos y conformen su propia familia. Por el contrario, de las mujeres lesbianas se espera que no tengan descendencia (Viñuales, 2000). Sin embargo, muchas lesbianas consideran la posibilidad de tener hijos. Esto se debe a una discusión pública y un cambio de actitud más abierta sobre el tema, no obstante, la maternidad lésbica sigue siendo cuestionada. La sociedad considera que las mujeres lesbianas y madres desafían las ideologías imperantes sobre el género, la maternidad y la familia (Romans 1992 en Herrera, s.f.). Cadoret (2003) identifica cuatro formas distintas para que las mujeres lesbianas puedan tener hijos: 1. Recomposición Familiar. Se trata de mujeres que han tenido hijos en el marco de un matrimonio o, en su defecto, de una relación heterosexual. Estos hijos pasan a formar parte de una familia homosexual, es decir, una o ambas aporta con hijos a esta nueva familia. 2. Co- Parentalidad. Una pareja de lesbianas se pone de acuerdo con una pareja de gay para criar un hijo en conjunto. Más que un método para alcanzar la maternidad ésta es una manera de definir quiénes serán considerados padres y organizar así el cuidado de los hijos. 40