Escenarios productivos y ambientales del Chaco Argentino: 1977-2010



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Transcripción:

Escenarios productivos y ambientales del Chaco Argentino: 1977-2010 Jorge Adámoli Rubén Ginzburg Sebastián Torrella Con la colaboración de Carla Narbaiza Grupo de Estudios de Sistemas Ecológicos en Ambientes Agrícolas Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires Junio de 2011 Fundación Producir Conservando

Escenarios productivos y ambientales del Chaco Argentino: 1977-2010 Índice General 1. Presentación y resumen ejecutivo 3 2. Expansión de las fronteras agropecuarias 9 a. Cambio de uso del suelo en el Chaco Argentino 10 b. Análisis de los principales cultivos 31 c. Cambio de uso del suelo y conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos 49 3. Ordenamiento Territorial 68 a. Elementos conceptuales sobre ordenamiento territorial 69 b. Ley de Bosques Nativos: Análisis de casos 78 c. Ordenamiento Territorial con enfoque integral: el caso de la Provincia de Formosa 87 4. Conclusiones 95 2

1. Presentación y resumen ejecutivo El presente trabajo se propone analizar y describir la evolución de la producción agropecuaria en el gran chaco argentino en los últimos 35 años y algunas de sus implicancias para el medio ambiente. Este período abarca distintos procesos de expansión agropecuaria, motorizados por distintos actores sociales y distintos cultivos. El trabajo está dividido en dos grandes capítulos: Expansión de fronteras agropecuarias y Ordenamiento Territorial. Siendo que el principal impacto de los procesos de expansión agropecuaria en los ambientes naturales es la conversión de los mismos en agroecosistemas, el principal objeto de análisis es la superficie dedicada a cultivos, ya sean estos agrícolas o pasturas. N W E S 1977 1992 2002 2010 u t g v g o q n k M 2 2 4 2 2 3 2 2 2 3 Figura 1. Superficies donde la cobertura vegetal nativa ha sido transformada (en naranja, superficies agrícolas al año 1977; en verde, rojo y azul, expansión agrícola registrada entre los años 1977-1992, 1992-2002 y 2002-2010, respectivamente). 3

En el apartado 2.a se estudia la magnitud y la disposición en el territorio de las áreas cultivadas en cuatro momentos: 1977, 1992, 2002 y 2010 (Figura 1). Entre 1977 y 2010 las áreas cultivadas se triplicaron, pasando de 4 a más de 11 millones de ha, es decir el 22% de la superficie de la región. Esto implicó que 7.630.000 hectáreas de ambientes nativos se han convertido en agroecosistemas cultivados. En el último período, 2002-2010, la tasa de cambio fue la más alta, llegando a 528.000 hectáreas/año. A nivel provincial, se observa que el 85% de la expansión se concentra en 4 provincias: Santiago del Estero, Chaco, Córdoba y Salta. Naturalmente, las áreas cultivadas se concentran en aquellas zonas donde las condiciones de clima y suelos son más favorables, constituyendo una serie de núcleos productivos distribuidos en la región. Por otro lado, se advierte que esta agregación de las áreas cultivadas, constituye una amenaza para la conservación de los ecosistemas naturales originalmente asentados en estas zonas. En este sentido los ambientes más afectados son los bosques de la transición chaco-yungas en el subhúmedo occidental y los bosques de tres quebrachos en el subhúmedo central. En el apartado 2.b, se analiza, sobre la base de estadísticas oficiales del Ministerio de agricultura, ganadería y pesca de la Nación (estimaciones agrícolas), la evolución de los principales cultivos en Chaco, Salta, Santiago del Estero, Tucumán y Formosa. Se observa que a nivel regional hay un importante aumento de las superficies cultivadas (Figura 2). Esto permite detectar cuáles fueron los cultivos que impulsaron la expansión agrícola en cada período. 5.0 Superficie sembrada (Chaco- Formosa-Santiago del Estero- Salta- Tucumán) 1969-2010 Millones de hectáreas 4.5 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 1969/1970 1971/1972 1973/1974 1975/1976 1977/1978 1979/1980 1981/1982 1983/1984 1985/1986 1987/1988 1989/1990 1991/1992 1993/1994 1995/1996 1997/1998 1999/2000 2001/2002 2003/2004 2005/2006 2007/2008 2009/2010 ALGODÓN GIRASOL SOJA MAIZ TRIGO SORGO TOTAL Figura 2. Superficies sembradas en Chaco, Formosa, Santiago del Estero, Salta y Tucumán. 4

Se advierten notables diferencias entre las provincias, por ejemplo en Salta el poroto fue el cultivo dominante durante las primeras fases, mientras que en Chaco ese lugar lo ocupó el algodón. En ambas provincias, al igual que en la región en su conjunto menos en Formosa, la soja pasó a ser el cultivo dominante a finales de la década del noventa. Sin embargo, es importante notar que el avance de la soja no ha sido en desmedro de la superficie ocupada por otros cultivos, sino que lo que ha ocurrido predominantemente es una incorporación de nuevas áreas al escenario agrícola. Más recientemente las pasturas han ido ocupado un papel cada vez más importante, destacándose en zonas con limitaciones climáticas para cultivos de granos, como la mayor parte de la subregión semiárida. Este aspecto se analiza en particular para el caso de la Provincia de Salta, debido a la falta de información fehaciente para otras provincias de la región, pero se destaca la importancia del fuerte crecimiento de las pasturas, como el más probable impulsor de la futura expansión de las áreas cultivadas. En el apartado 2.c se desarrolla el impacto del cambio de uso del suelo para la conservación. En primer lugar se presentan algunos elementos conceptuales de la problemática de la pérdida y fragmentación de ambientes naturales, que son considerados a nivel internacional como las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad. Asimismo se discute sobre algunas herramientas de gestión desarrollas desde la biología de conservación tendientes a mitigar sus impactos. Entre estas herramientas se destacan los corredores de conservación y las áreas de protección ambiental. Figura 3. Disposición de los bosques de tres quebrachos en el SO de la Provincia del Chaco. Verde oscuro: bosques en el 2010, verde claro bosques desmontados entre 1957 y 2010. Luego se estudia en detalle el caso de uno de los ecosistemas más amenazados por la expansión agrícola en la región: el bosque de tres quebrachos en la Provincia del Chaco. Para ello se analiza la evolución de la superficie y la disposición espacial del bosque de tres quebrachos en el SO de la provincia en el período 1957-2010 (Figura 3). En el inicio del período los cultivos ya ocupaban el 63 % de la superficie total. A partir de este primer registro, se llevó adelante un intenso proceso de desmonte, que implicó la 5

pérdida de la mitad de la superficie de bosques, que pasan a ocupar menos del 20% de la superficie de la zona estudiada. Se calculan también distintos índices de paisajes que permiten cuantificar la fragmentación sufrida por este bosque: la superficie total se distribuye en un mayor número de isletas, estás son cada vez más pequeñas, y tienen mayor cantidad de borde por unidad de superficie, todos ellos considerados indicadores negativos para la conservación del ambiente ya que lo torna más vulnerable. Se cuestiona finalmente la utilidad de dejar los remanentes del bosque nativo en la forma de cortinas como lo exige la legislación provincial, ya que desde el punto de vista de la conservación, es el peor diseño posible, tras lo cual se discuten luego posibles alternativas para la conservación de estos bosques. El capítulo 3 está dedicado a lo que entendemos es la herramienta clave para la política ambiental a escala regional: el ordenamiento territorial. En el primer apartado (3.a) se presenta una serie de elementos conceptuales sobre el tema, acompañados de un breve repaso por los antecedentes nacionales e internacionales. En la Argentina son pocas las experiencias efectivas, ya que el tema comienza a desarrollarse en forma incipiente. La sanción en 2007 de la ley de bosques nativos (26.331) marca sin dudas un antes y un después en el ordenamiento territorial del país. En el apartado 3.b se señala que esta ley fue sancionada como respuesta al intenso proceso de deforestación analizado en 2.a), con el objetivo de regular el avance de la frontera agropecuaria y asegurar la conservación de los bosques nativos. Tratándose de una ley de presupuestos mínimos, marca una pauta nacional con base en la cual las provincias deben categorizar sus bosques nativos en función de su valor de conservación, según tres categorías: rojo, amarillo y verde. En los bosques asignados a la categoría rojo no se pueden realizar desmontes ni aprovechamiento forestal, en amarillo se permite el aprovechamiento sustentable pero no el desmonte y en el verde se permiten ambas prácticas. En primer lugar se presentan las características principales de la ley, tanto sus méritos como sus limitaciones. Entre los primeros se destaca el hecho de haber puesto en agenda tanto el problema del avance descontrolado de la frontera agrícola (y la consecuente amenaza sobre los bosques nativos) y al Ordenamiento Territorial como la herramienta de gestión adecuada para abordarlo. Por otro lado, presenta el error conceptual de proponer el Ordenamiento de los Bosques Nativos, lo que en realidad es una Zonificación Temática basada en las áreas forestales. Es decir, se pierde el necesario enfoque integral. Otra seria objeción es que no considera explícitamente a la cuestión de fondo: la necesaria articulación entre el avance de la frontera agrícola con la conservación de los bosques. Luego se analiza como está siendo aplicada la ley en las tres provincias que presentaron mayor deforestación en el período estudiado: Santiago del Estero, Chaco y Salta. Se observa que en general, se han categorizado como rojos a los bosques que ya estaban protegidos por pertenecer a áreas protegidas, y a aquellos que no asientan sobre 6

suelos potencialmente agrícolas; es decir que la categorización en rojo no ha tenido un impacto positivo y efectivo en la protección de los bosques más amenazados por la expansión, que son los potencialmente cultivables. En el amarillo, tanto Chaco como Santiago del Estero adoptaron el criterio de flexibilizar las restricciones impuestas por la ley nacional en esta categoría, permitiendo ciertos porcentajes de desmonte y también permitiendo prácticas silvopastoriles, que a los fines de la conservación del bosque nativo, no son más que un desmonte encubierto, levemente diferido en el tiempo. En la categoría verde Chaco, Santiago del Estero y en forma parcial Salta, incluyeron a todos los bosques ubicados en áreas con mayor potencial agrícola. De esta manera, se da la paradoja de que los bosques más amenazados por la expansión, resultan los menos protegidos. Finalmente se concluye que, al focalizarse solamente en la conservación de los bosques, la ley nacional no considera debidamente la cuestión del avance agropecuario crucial para varias provincias. Esto forzó a que las provincias flexibilizaran y distorsionaran las categorías, haciendo que el impacto de la aplicación de la ley sobre la conservación de los bosques nativos más amenazados sea escaso y en algunos casos nulo. En el apartado 3.c se presenta el caso del Programa de Ordenamiento Territorial de la Provincia de Formosa (POT-For). Además de dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en la Ley 26.331 de bosques nativos, el POT-For se desarrolló con un enfoque integral, aplicando el concepto de presupuestos mínimos y contemplando no solamente a los bosques nativos sino también al resto de las fisonomías naturales (humedales, pastizales, etc.), en armonía con una fuerte expansión de su base productiva. El POT- For se propone alcanzar en forma simultánea objetivos ambientales, sociales y productivos. La herramienta clave del POT-For es la zonificación, mediante la cual se divide a la Provincia en dos Zonas de Ordenamiento Territorial, ambas con una extensión aproximada de 3,7 millones de hectáreas. La Zona Corredores reúne y conecta a los sectores de mayor interés para la conservación de la diversidad biológica, presenta escasa población urbana y baja densidad de áreas cultivadas. La Zona Central y Oriental reúne a los principales núcleos agropecuarios, establecidos y en desarrollo; incluye a los principales núcleos urbanos y la mayor infraestructura. En la Zona Central y Oriental el máximo porcentaje de cambio de uso del suelo admisible es el 60% del predio; en la Zona Corredores el tope predial de cambio de uso del suelo es el 20%, con una restricción adicional al desmonte sobre bosques altos. Esto implica que en cualquier escenario factible de expansión de las actividades productivas, se garantiza conservar como mínimo un 90 % de los bosques y más del 85 % de los otros ambientes naturales actualmente existentes en la Provincia. Finalmente se presenta la adecuación del POT-For a la ley 26.331, destacándose una diferencia conceptual con respecto a los casos de aplicación analizados en el capítulo 3.b: Mientras varias provincias adoptaron el criterio de permitir cambios de uso del suelo parciales sobre la categoría amarillo, forzando la interpretación de la letra de 7

la ley; en Formosa se optó por aplicar el concepto de presupuesto mínimos y limitar las posibilidades de cambios de uso del suelo en la categoría III. Las principales conclusiones del trabajo son: Las posibilidades de expansión de la agricultura de secano con las variedades disponibles, es muy restringida en los principales núcleos ya establecidos. Las principales áreas de expansión están localizadas en el Centro de Formosa, Centro-Norte del Chaco, en algunas sabanas y pajonales del Chaco Húmedo. Los altos precios de la soja y del algodón, en especial para Chaco y en menor medida para Santiago del Estero, sugieren que más que una competencia entre ambos cultivos, haya una presión de ambos para la apertura de nuevas áreas. A este escenario de presión adicional para la expansión de las fronteras agrícolas, se le suman las variedades de algodón con genes apilados BT-RR y la previsible aparición en corto plazo de variedades de maíz y soja tolerantes a sequía. La fuerte expansión de las pasturas documentada en Salta podría ser el principal impulsor de una próxima expansión de las fronteras agropecuarias, concentrada en la porción semiárida de la región. Es previsible que esta tendencia de fuerte crecimiento de las pasturas se repita a futuro (con otras especies), en el Chaco Húmedo. La sustentabilidad de los actuales sistemas de producción es cuestionable, por el escaso nivel de adopción de las principales herramientas de las Buenas Prácticas Agrícolas (siembra directa, rotaciones con gramíneas, control de la erosión, reposición de nutrientes, etc.). La expansión agropecuaria está comprometiendo seriamente la conservación a largo plazo de ciertos ecosistemas forestales. Lamentablemente, la aplicación de la Ley de Bosques no tendría un impacto positivo en la protección de los tipos de bosques más amenazados. A pesar de las limitaciones señaladas, existe una regulación vigente sobre la práctica de los desmontes descontrolados. Debería complementarse con otras regulaciones necesarias, como el previsible avance de las pasturas sobre el semiárido, o las obras de drenaje de zonas húmedas. Es preocupante la precariedad de fuentes oficiales de información, consolidada y confiable sobre superficies sembradas, sobre todo teniendo en cuenta la importancia estratégica que tiene la actividad agropecuaria en el país. 8

2. Expansión de las fronteras agropecuarias 9

2.a Cambio de uso del suelo en el Chaco Argentino Introducción...11 Aspectos conceptuales..11 Metodología 13 Cambios de uso del suelo..15 Tendencias 25 Riesgos Ambientales.27 Bibliografía 29 10

2. a Cambio de uso del suelo en el Chaco Argentino Introducción En los últimos años se dio en la Argentina un significativo aumento en la producción agrícola y en particular en la superficie dedicada a cultivos anuales. En este proceso cumple un papel fundamental el cultivo de la soja, constituyendo en la actualidad cerca del 50% de la producción total del sector (MAGyP). En la región chaqueña el proceso tuvo distintos matices; En los 70 y 80 el poroto impulsó la expansión de la frontera agrícola en Salta, en la década del 90 el algodón cumplió ese papel en Santiago del Estero y Chaco, en los últimos años el gran motor de la expansión es la soja y es previsible que en los años siguientes este papel sea desempeñado por las pasturas. Las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Salta cuadruplicaron la producción de sus principales cultivos desde 1992-93 hasta la fecha, pasando de 2,2 millones de toneladas a 9,1 millones de toneladas en la campaña 2009-10 (elaboración propia en base a estimaciones agrícolas - MAGyP). Al igual que en el resto del país, la soja tuvo un papel preponderante en este aumento, pasando de representar 32 % de la producción total hasta 68 %, en igual período. Al mismo tiempo, la región recibió a buena parte de los emprendimientos ganaderos desplazados de la región pampeana por la mayor rentabilidad de la actividad agrícola. Esta combinación constituyó una fuerte presión sobre los bosques nativos, que terminó desencadenando un proceso de desmontes generalizados. A su vez, la expansión agropecuaria en la región chaqueña genera opiniones encontradas. Si bien se celebra la incorporación de nuevas áreas productivas al mapa agrícola del país y los ingresos económicos que ello implica, por otra parte se alerta sobre los riesgos que conlleva el modelo adoptado, en cuanto a la sustentabilidad tanto ambiental como social. En este sentido, existe una creciente preocupación sobre temas como la planificación y el ordenamiento territorial, cambio climático, pérdida de biodiversidad y conectividad entre ambientes. En el ámbito social, la caída del empleo rural, la concentración de la renta, el conflicto con comunidades campesinas y aborígenes, los procesos migratorios y la falta de programas específicos para pequeños productores, son temas más que relevantes. Aspectos conceptuales Al hablar de frontera en ecología, en geografía o en política, se presta más atención a las discontinuidades que a la homogeneidad de las áreas internas. Es así que los estudios se concentran en el deslinde entre sistemas diferentes, siendo la frontera considerada como una barrera o límite. En un caso más extremo, entre países o sistemas diferentes, o incluso entre provincias o departamentos de un mismo país, la organización política puede aumentar la discontinuidad de una interfase, hasta hacerla impermeable. En el caso del proceso de expansión de la Frontera Agrícola, el objeto de estudio se localiza básicamente en el interior de un mismo sistema. No es un proceso estático, sino fuertemente dinámico, pues representa un equilibrio inestable. El conflicto se da 11

por la ocupación del espacio entre dos sistemas igualmente adaptados a las condiciones regionales como el trigo y el pastizal en la Pampa, o la uva y el desierto en Mendoza. Obviamente, la adaptación de los cultivos está mediatizada por una serie de subsidios energéticos. Los problemas en los bordes o las características del límite son secundarios, lo que interesa es el hecho dinámico y su magnitud. Por eso hay tres requisitos básicos que deben estar presentes para definir a un fenómeno como de expansión de Frontera Agrícola: - Sustitutivo. Un cultivo reemplaza a una comunidad nativa (pastizal, bosque, humedal). A veces puede reemplazarse un cultivo por otro, como fue el caso de la soja y el maíz. - Masivo. Para caracterizar a un proceso como de Frontera Agrícola, no es suficiente con que haya sustitución en un punto (por ej. un desmonte), tiene que ser un proceso en gran escala. - Dinámico. Un área agrícola estable como pueden ser las áreas de riego de Mendoza o del Alto Valle del Río Negro, no es un objeto de estudio. Tiene que tener un componente dinámico, ocurrir en el momento analizado y con tasas de crecimiento anual importantes como fue la expansión de la Frontera Agrícola en la región pampeana en el siglo pasado, o actualmente en la región chaqueña. Uno de los problemas ambientales más importantes generados por las actividades agrícolas y agropecuarias en general, es justamente el del avance de las fronteras agrícolas, ya que implica la sustitución de la vegetación original y su reemplazo con cultivos. El primer gran proceso de expansión que se produjo en nuestro país fue el que dio lugar a la ocupación productiva de la región pampeana. Varias economías regionales expandieron sus fronteras agrícolas apoyadas en el riego, sustituyendo diversos ecosistemas de desierto por cultivos, como en Mendoza y San Juan, el Valle del Río Negro o los Valles Calchaquíes. El actual proceso de expansión agropecuaria se expresa en varios frentes que afectan a las selvas misioneras, a las áreas pedemontanas de las Yungas, al pastizal pampeano semiárido, o a algunos sectores de la transición entre la estepa patagónica y los bosques andinos. Pero sin dudas, el mayor proceso de expansión (en torno del 90 % de la superficie total) se manifiesta en la región chaqueña. A diferencia de los anteriores procesos de expansión, protagonizados en gran medida por pequeños productores (los colonos) respondiendo a planes de colonización, la actual expansión en la región chaqueña está protagonizada por grandes y medianos productores, sin ningún tipo de planificación -más allá de la propia inercia del mercado y una muy vaga e incipiente conciencia de la problemática ambiental-, y con muy bajos niveles de control en las provincias. 12

Metodología Para describir y analizar la configuración espacial del proceso de expansión agrícola en la región chaqueña, se evalúan cuatro cortes temporales, 1975-1992-2002 y 2010, mediante la interpretación de imágenes satelitales y el uso de sistemas de información geográfica (GIS), bajo una aproximación ecorregional. El área de estudio comprende la parte del Chaco argentino donde el proceso de expansión agropecuaria se desarrolla con mayor intensidad. El área en cuestión, con una superficie total de 50.736.000 de hectáreas (figura 1), abarca la totalidad de las Provincias de Formosa, Chaco y Santiago del Estero, el Chaco salteño (este de la provincia), el norte de las Provincias de Santa Fe y Córdoba, el este de la Provincia de Tucumán y una pequeña porción del este de Catamarca, Jujuy y La Rioja. No se han incluido las áreas serranas ni la subregión árida del Chaco, dado que la actividad agrícola es incipiente y nula la expansión. Figura 1. Área de estudio de la región chaqueña. Sobre imágenes satelitales se identificaron visualmente y se mapearon (figura 2), trabajando a escala 1:250.000, todas las parcelas en las que la cobertura vegetal original ha sido sustituida por cultivos, tanto agrícolas como pasturas. Se utilizaron distintas series de imágenes satelitales Landsat, para cada uno de los cortes temporales evaluados. - Para el corte temporal 1977, se trabajó con 33 imágenes Landsat 2 (sensor MSS y píxel de 57 m) de los años 1972-1977. - Para el corte temporal 1992 se utilizaron 4 mosaicos Mr Sid compuestos a partir de imágenes Landsat 5 (sensor TM y píxel de 28,5 m) que abarcan los años 1986-1992. - El corte temporal 2002 fue cubierto con 4 mosaicos Mr Sid compuestos a partir de imágenes Landsat 7 (sensor ETM+ y píxel de 28,5 m) de los años 1999-2002. - Para el corte temporal 2010, se utilizaron 32 imágenes Landsat 5 de los años 2007-2010 (figura 3). 13

Figura 2. Trabajo de identificación y mapeo digital de las áreas agrícolas, sobre imágenes satelitales. Izquierda: imagen satelital de un área con parcelas agrícolas (en tonos lilas y verdes claros) y bosques nativos (en verde oscuro). Derecha: digitalización (en celeste) de las áreas agrícolas. Figura 3. Imágenes satelitales Landsat 5, utilizadas para la digitalización de las áreas transformadas en la región chaqueña. Para los cálculos de la tasa anual de expansión, se utilizaron las fechas reales de captura de cada una de las imágenes. Sin embargo, para una rápida identificación, lectura de los datos y comparación, todos los resultados se muestran agrupando los cortes estudiados como series temporales, 1977-1992-2002 y 2010. Existe una limitación en cuanto a la amplitud temporal de cada uno de los cortes analizados; no obstante, el volumen de información generada, las tendencias detectadas y la localización espacial de los procesos, hacen de los resultados una importante herramienta para la toma de decisiones y la planificación en esta escala de trabajo. 14

En la enorme mayoría de los casos la diferenciación entre la vegetación nativa y cultivos es inequívoca, pero en algunos potreros de ganadería extensiva sobre campos naturales, pueden generarse confusiones, porque ciertos tipos de manejo pueden presentar un patrón similar al de las parcelas cultivadas. En estos casos la identificación de las parcelas se hizo ampliando sensiblemente la escala de la imagen, para mejorar la definición. Este tipo de errores no son intrínsecos de la metodología, ya que inclusive una clasificación automática sin una exhaustiva verificación a campo también puede presentarlos, incluso en mayor medida. Para analizar el proceso de expansión en las distintas zonas climáticas, se dividió la región chaqueña a partir de un análisis bibliográfico de datos de precipitación anual (Galmarini y Raffo del Campo, 1964; Bianchi 1981; Bruniard 1987). Así quedaron definidas las siguientes zonas (ver más adelante figura 8): - Chaco Semiárido: 500 a 750 mm, la de mayor extensión territorial. - Chaco Subhúmedo: 750 a 900 mm, presenta una faja muy angosta en el borde oeste de la región chaqueña (Subhúmedo Occidental), y una faja más ancha en la frontera entre Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe (Subhúmedo Central). - Chaco Húmedo: más de 900 mm, se extiende por el este de las provincias de Formosa, Chaco y Santa Fe. Estas zonas no son estables en el tiempo, ya que pueden modificarse en función de ciclos plurianuales secos o húmedos. Tomando como referencia a la isohieta de 750 mm en la Provincia del Chaco, durante un ciclo húmedo esa isohieta se desplaza hacia el Oeste, mientras que en un ciclo seco se desplaza hacia el Este (en el borde occidental de la región, los desplazamientos son en sentido inverso). Cambios de Uso del Suelo La particularidad del proceso de expansión agropecuaria en la región chaqueña radica en el hecho de que el aumento en la producción se explica en gran medida por la incorporación a la actividad agrícola de terrenos donde hasta el momento se asentaban ambientes naturales. Esta pérdida de ambientes naturales y su sustitución por agroecosistemas, con la deforestación de montes nativos en particular, es el aspecto de la expansión agropecuaria que presenta los mayores impactos ambientales. En los últimos años la región ha sido, y es, la ecorregión de Argentina donde el proceso de deforestación de bosques nativos es más intenso (UMSEF 2004). Si bien el fenómeno también alcanza valores críticos en las Yungas en el noroeste y la Selva Paranaense en Misiones, es en la región Chaqueña donde se concentran las mayores superficies de ambientes naturales (mayormente bosques) transformados, constituyendo uno de los más importantes problemas ambientales del país (Brown et al. 2005). El Gran Chaco Americano constituye una de las masas boscosas más extensas de América del Sur. El 60% de su superficie se ubica en territorio argentino, y presenta en su extensión una gran variabilidad climática, acompañada por distintas formaciones vegetales, entre las que se destacan los bosques dominados por especies del genero Schinopsis, los quebrachos colorados (Morello y Adámoli, 1974; Prado, 1993). Es la 15

tercera región con mayor biodiversidad del país, después de la Selva Paranaense y las Yungas. La eliminación y la fragmentación de hábitat naturales es considerada la principal causa de extinción de especies a nivel mundial (Foley et al. 2005), por lo que la preservación del bosque chaqueño representa uno de los objetivos principales para la conservación en Argentina. Mapas de expansión y núcleos agrícolas 1977-2010 El trabajo de mapeo muestra la muy fuerte expansión agropecuaria registrada en la región durante el período analizado, 1977-2010 (figura 5). N W E S 1977 1992 2002 2010 u t g v g o q n k M 2 2 4 2 2 3 2 2 2 3 Figura 5. Superficies donde la cobertura vegetal nativa ha sido transformada (en naranja, superficies agrícolas al año 1977; en verde, rojo y azul, expansión agrícola registrada entre los años 1977-1992, 1992-2002 y 2002-2010, respectivamente). En 1977 las áreas transformadas cubrían 3.847.000 ha, ocupando 7,6 % de la región. Para 1992 esta superficie alcanzaba 5.130.00 ha, pasando en 2002 a 7.253.000 16

ha. En 2010 llega a cubrir más del 22 % del área de estudio, con 11.476.000 ha agrícolas (tabla 1 y figura 6). 1977 1992 2002 2010 Superficie transformada (ha) 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 % del área de estudio 7,6 10,1 14,3 22,6 Tabla 1. Superficies transformadas en la región chaqueña para los años 1977, 1992, 2002 y 2010. Millones de hectáreas 14 12 10 8 6 4 2 0 1977 Superficie agrícola 1992 2002 2010 1970 1980 1990 2000 2010 2020 Figura 6. Crecimiento de la superficie agrícola en la región chaqueña entre los años 1977 y 2010. Entre 1977 y 2010 las áreas agrícolas se triplicaron (crecimiento del 298 %), lo que implicó la transformación de 7.630.000 hectáreas de ambientes nativos. La tasa de expansión agrícola siempre aumentó entre períodos, llegando a alcanzar para la última serie, 528.000 ha/año de expansión (figura 7). Los datos muestran que la mayor transformación y tasa de cambio se dio en el período 2002-2010. 14 12 10 8 6 4 2 Superficie agrícola (millones de hectáreas) + 1,28 3,85 + 2,12 5,13 7,25 + 4,23 11,48 600 500 400 300 200 100 Tasa de cambio (miles hectáreas/año) 212 85 528 0 1977 1992 2002 2010 0 77-92 92-02 02-10 Figura 7. Expansión agrícola y tasa de cambio (tasa de expansión) en la región chaqueña. Analizando el proceso de expansión se advierte que la distribución de las áreas cultivadas en la región no es homogénea, sino que como es natural, se concentra en aquellas zonas donde las condiciones de clima y suelos son más favorables. Así, históricamente se han evitado las zonas con limitantes edáficas, como los Bajos Submeridionales en el centro-norte de Santa Fe y centro-sur de Chaco, o con deficiente 17

balance hídrico, como el chaco semiárido, distribuido entre el oeste de las Provincias de Chaco y Formosa, el centro de Santiago del Estero y el este de Salta. Estos núcleos históricos en los que se concentra la actividad agropecuaria son, de oeste a este, y según el análisis en zonas climáticas (figura 8): a.1 N W E c.3 S a.2 b.2 d.3 a.3 b.1 c.1 d.2 c.2 d.1 c.4 Figura 8. Núcleos agrícolas históricos en la región Chaqueña según las distintas zonas climáticas; áreas cultivadas al 2010. a) Núcleo Sub-húmedo Occidental Es una angosta y en partes discontinua faja con aceptables condiciones pluviométricas originadas en el ascenso orográfico de las masas de aire, proceso que un poco más hacia el oeste permitió la instalación de los bosques de transición primero y más al oeste aún de la Selva de las Yungas. La rapidez y la magnitud del proceso de ocupación de estas tierras desde mediados de los años 1970, dieron lugar a una serie de problemas ambientales, entre los cuales se destaca un fuerte proceso erosivo, especialmente en las porciones próximas a las estribaciones montanas. En contraste con el modelo original de ocupación de la tierra, que estaba basado en pequeños y medianos productores (Barsky y Gelman 2001), la mayor parte de este proceso de expansión de la frontera agrícola se hizo, y continúa, con medianos y grandes productores. Se distinguen tres sectores principales: a.1) Embarcación, Tartagal, en el norte del chaco salteño. a.2) Las Lajitas, Nuestra Señora de la Talavera, en el centro-sur del chaco salteño (figura 9). 18

a.3) A lo largo de la frontera entre Tucumán y Santiago del Estero. 1977 / 1992 / 5 0 10 20 30 40 50 5 0 10 20 30 40 50 Kilometers Kilometers / / 2010 5 0 10 20 30 40 50 Kilometers 2002 5 0 10 20 30 40 50 Figura 9. Expansión en el centro-sur del Chaco salteño, en cercanías de la ciudad de Las Lajitas. Para una más fácil comparación de los cortes temporales, las imágenes siguen la dirección de las agujas del reloj. Kilometers b) Núcleos con irrigación en el Semiárido Debido a las condiciones climáticas (lluvias escasas y alta evapotranspiración), la agricultura de secano en el semiárido tiene severas restricciones, razón por la cual las dos áreas agrícolas principales tienen como soporte a la irrigación: b.1) Santiago del Estero - La Banda, es la más extensa. El riego depende del agua almacenada en el Embalse Río Hondo que luego es distribuida por el sistema de canales del río Dulce. Existen núcleos menores irrigados por el río Salado. b.2) Joaquín V. González - Gaona, dependiente del riego del río Juramento, que tiene sus aguas represadas en Cabra Corral y reguladas por el Embalse El Tunal. c) Núcleo del Sub-húmedo Central El Chaco Subhúmedo Central presenta buenas condiciones de suelos y clima por lo que siempre ha sido la principal área agrícola de la región Chaqueña. Ocupa la cuarta parte de la superficie regional, pero concentra casi la mitad de la producción total. El grueso de las áreas cultivadas históricamente (antes de 1977) estuvo formado por pequeñas propiedades originadas en los procesos de colonización de principios del Siglo XX. Las áreas agrícolas son: c.1) En la Provincia del Chaco se localizan básicamente en el centro y sudoeste, en torno a las localidades de Sáenz Peña, Charata y Villa Ángela; y su continuidad en la Provincia de Santiago del Estero, en el centro este de la provincia, con un área de gran expansión agrícola al norte de Roversi (figura 10). 19

c.2) En el noroeste de Santa Fe las áreas cultivadas se localizan especialmente al norte de Tostado; y su continuidad en el sudeste de Santiago del Estero, en torno a Bandera. c.3) En Formosa ocupan reducidas superficies en torno a San Martín 2 e Ibarreta (donde existe un importante porcentaje de chacras abandonadas), continuando en la Provincia del Chaco en Castelli y Tres Isletas. c.4) En la Provincia de Córdoba, desde la localidad de Jesús María hacia el sudoeste de la Laguna de Mar Chiquita / 1977 0 2010 0 4 4 8 8 16 16 24 24 32 32 / 1992 40 0 4 8 16 24 32 40 Kilometers Kilometers / / 2002 40 Kilometers 0 4 8 16 24 32 40 Kilometers Figura 10. Expansión en el área núcleo del Subhúmedo Central, en torno a las localidades de Charata (Chaco) y Roversi (Santiago del Estero). Para una más fácil comparación de los cortes temporales, las imágenes siguen la dirección de las agujas del reloj. d) Núcleos en el Chaco Húmedo A pesar de contar con buenas condiciones climáticas, en el Chaco Húmedo la alta proporción de tierras inundables hace que la superficie cultivada represente sólo 7,5 % del total de esta zona climática, lo que virtualmente corresponde al total de tierras altas o no inundables potencialmente agrícolas. Esas tierras aptas para la agricultura están cultivadas desde comienzos del siglo XX, ocupadas en su mayor parte por pequeños y medianos chacareros, muchos de ellos minifundistas. Las áreas agrícolas del Chaco Húmedo presentan varios sectores diferenciados: d.1) La mayor área se localiza sobre la dorsal oriental de Santa Fe, angosta faja de tierras altas que tiene a Reconquista y La Toscas como ciudades principales (figura 11). Hacia el norte penetra en la provincia del Chaco en los alrededores de Basail, en un área originalmente azucarera, como fueron originalmente la mayor parte de las áreas agrícolas del Chaco húmedo (Maeder 1996). d.2) En el centro-este de la provincia del Chaco hay varios núcleos agrícolas en torno a Resistencia, Colonia Benítez, Margarita Belén y Las Palmas, que ocupan tierras altas 20

situadas sobre los albardones de los ríos Tragadero, Iné y la porción terminal del gran albardón del Río de Oro. d.3) En el nordeste de Formosa, hay otro sector agrícola en Laguna Blanca y Riacho He-he, sobre albardones del Riacho Porteño, un paleocauce del Río Pilcomayo. N W E S 1977 1992 2002 2010 Figura 11. Como puede observarse, en la Dorsal Oriental de Santa Fe la expansión posterior a 1977 es virtualmente nula; las tierras altas con potencial agrícola se encuentran ocupadas desde finales del siglo XIX comienzos del XX. Mapeo de los alrededores de Gdor. Crespo (en naranja, superficies agrícolas al año 1977; en verde, rojo y azul, expansión agrícola registrada entre los años 1977-1992, 1992-2002 y 2002-2010, respectivamente). La tabla 2, de la evolución de la frontera agrícola en los distintos cortes temporales, según las zonas climáticas, nos entrega una información notable. Históricamente, más de la mitad de la agricultura de la región se encuentra en el Subhúmedo Central, aunque dicha zona climática ocupa apenas 28,2 % de la superficie total regional. Al analizar la expansión de los últimos 35 años zona por zona puede verse: - En el Húmedo, una variación neta y porcentual muy baja; - En el Subhúmedo Central, una expansión neta muy alta, en donde se incorporaron 3.866.000 ha a la producción (44,4 % de la expansión total de la región); - En el Semiárido, una expansión neta de 2.558.000 ha, lo que implicó un incremento porcentual del área bajo cultivos en esta zona de 922 %; - En el Subhúmedo Occidental, el incremento porcentual también fue muy alto, 630 %, incorporando 1.289.000 ha. 21

Zona climática 1977 1992 2002 2010 Área total % transfor. Expansión (ha) Incremento % Superficie (ha) (ha) al 2010 1977-2010 Húmedo 991.588 931.052 1.026.425 1.387.517 10.486.764 13,2 395.929 39,9 Subhúmedo Central 2.373.144 2.643.029 3.897.616 5.759.603 14.310.447 40,2 3.386.459 142,7 Semiárido 277.233 704.377 1.194.918 2.835.264 22.439.912 12,6 2.558.031 922,7 Subhúmedo Occidental 204.574 851.540 1.133.695 1.493.974 3.499.252 42,7 1.289.400 630,3 Tabla 2. Superficies transformadas según zonas climáticas en la región chaqueña, para los años 1977, 1992, 2002 y 2010. Por último, cabe notar que la expansión en el Húmedo y en el Subhúmedo Occidental parece estabilizarse (figura 12); en tanto que en el Subhúmedo Central y en el Semiárido, la tendencia indica que la expansión todavía no ha encontrado su techo. Millones de ha 7 6 5 4 3 2 1 Húmedo Subhúmedo Central Semiárido Subhúmedo Occidental 0 1977 1992 2002 2010 Figura 12. Superficies transformadas según zonas climáticas. Para visualizar más claramente los núcleos en los que se concentran las áreas transformadas y su expansión, se dividió el área de estudio en hexágonos regulares de 10.000 hectáreas. Las áreas transformadas fueron expresadas como porcentaje que ocupan en cada hexágono: cuanto mayor el porcentaje ocupado, más oscuro el hexágono. En la figura 13 se muestran de esta manera las áreas transformadas para los cuatro cortes temporales. Los datos multitemporales y su mapeo permiten analizar la dinámica de la expansión agropecuaria durante los períodos comprendidos. Se observan dos procesos complementarios: - Por un lado una intensificación de la ocupación de los suelos en los núcleos existentes, que se evidencia en el oscurecimiento de los polígonos (dentro de los núcleos, se fueron ocupando gran parte de los espacios que todavía no se hallaban ocupados); - Por otro lado, un desplazamiento de esos núcleos, muy especialmente de los ubicados en el Chaco Subhúmedo Occidental y Subhúmedo Central, hacia el Chaco Semiárido (figura 14), es decir, una expansión hacia una subregión que antes era considerada marginal debido a la escasez de las precipitaciones. Esto ha sido posible debido a un aumento relativo en las precipitaciones y a la incorporación de nuevas tecnologías, como la siembra directa que mejora el balance hídrico del suelo. Una parte considerable de los emprendimientos en las porciones más secas son establecimientos 22

ganaderos, que se han desplazado de la región pampeana y de otras zonas chaqueñas, y que tienen menores exigencias edafológicas y climáticas. % transformado 5-25 % 25-50 % W 50-75 % 75-100 % N S E W N S E 1977 1992 N N W E W E S S 2010 2002 Figura 13. Áreas transformadas, expresadas como porcentaje ocupado en hexágonos de 10.000 ha, para los años 1977, 1992, 2002 y 2010. Para una más fácil comparación de los cortes temporales, los mapas siguen la dirección de las agujas del reloj. En ambos casos, intensificación y desplazamiento, y más allá de cuestiones climáticas y técnicas que posibilitaron la expansión, el motor que traccionó este crecimiento fue el precio elevado y mantenido en el tiempo de los commodities, primero del algodón y luego de las oleaginosas y los cereales. 23

u c e k v c o k n e " u c p q o o " 2 2 ; @ " q f g o Ú J o o " 2 2 ; / 2 7 9 " n c t v p g E " q f g o Ú j d w U o o " 2 7 9 / 2 2 7 " q f k t ¾ k o g U o o " 2 2 ; / 2 7 9 " n c v p g f k e e Q " q f g o Ú j d w U N W E S u t g v g o q n k M 2 2 4 2 2 3 2 2 2 3 Figura 14. Las flechas indican las tendencias de la expansión agrícola en la región Chaqueña según las distintas zonas climáticas; áreas cultivadas en 1977 (naranja) y su expansión al 2010 (azul). Análisis Provincial Si se evalúa cómo fue la expansión agrícola dentro de cada una de las provincias, puede verse una gran disparidad (tabla 3). Para todo el período analizado, 1977-2010, 4 provincias explican el 85 % de la expansión agrícola en la región (figura 15): Santiago del Estero, con 2.971.000 ha representa el 38,9 % de ese total; Salta, 1.568.000 ha (20,5 %); Chaco, 1.097.000 ha (14,4 %); y Córdoba, 834.000 ha (11 %). Las tasas de expansión evidencian el gran salto producido durante el período 20022010, alcanzando 85.300 ha/año en la Provincias del Chaco, 98.500 ha/año en Salta, y 201.100 ha/año en Santiago del Estero. La Provincia de Córdoba, presenta tasas más estables en el tiempo, siendo la del último período de 33.600 ha/año. 24

Provincia 1977 1992 2002 2010 Superficie (ha) Santiago del Estero 443.735 995.861 1.805.552 3.414.753 Chaco 965.385 937.478 1.380.458 2.062.774 Córdoba 898.354 1.270.127 1.466.989 1.736.079 Salta 133.116 557.980 912.349 1.700.901 Santa Fe 1.088.373 774.024 976.911 1.474.424 Formosa 223.034 240.447 248.092 463.282 Tucuman 63.929 260.933 307.499 369.740 Catamarca 4.119 44.916 96.105 169.579 Jujuy 26.493 48.233 58.698 84.825 TOTAL 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 Tabla 3. Superficies transformadas por provincia para los años 1977, 1992, 2002 y 2010. 3.500.000 3.000.000 2.500.000 2.000.000 1.500.000 Santiago del Estero Salta Expansión agrícola 1977-2010 (millones de hectáreas) 250.000,0 200.000,0 150.000,0 100.000,0 Tasa de cambio (hectáreas/año) 1.000.000 500.000 0 Chaco Córdoba Tucuman Formosa Catamarca Santa FeJujuy 50.000,0 0,0 Santiago del Estero Salta Chaco Córdoba 2002-2010 1992-2002 1977-1992 Figura 15. Expansión agrícola en la región chaqueña, desagregada por provincias; y tasas de expansión (ha/año) para las 4 provincias con mayor cambio. Un dato más que llamativo es lo acontecido en Santa Fe; en esta provincia se dio entre los años 1977 y 1992 una importante reducción de la superficie agrícola (más de 300.000 ha). Ese abandono de lotes agrícolas se produjo en áreas inundables del Oeste de los Bajos Submeridionales santafesinos. Para 1977, gracias a un ciclo seco de varios años, productores de la zona decidieron avanzar sobre estas áreas. Años posteriores, con precipitaciones normales, o incluso entrando a un ciclo más húmedo, estas zonas como es normal se inundaron, pasando varios meses al año con agua, por lo que los productores tuvieron que abandonar las áreas en las que se habían expandido. En años recientes, y dado a un sistema de canalizaciones que está llevando a cabo la provincia, varios productores del área están volviendo a avanzar hacia estas zonas más bajas e inundables. Tendencias En consonancia con el aumento en la producción esperado para los próximos años en la Argentina, se proyecta que las superficies cultivadas en toda la región chaqueña aumentarán considerablemente. La tasa de expansión agrícola ocurrida entre los años 2002 y 2010 fue muy alta (528.000 ha/año). La mayor parte de este período fue previa a la sanción de la Ley 26.331 de ordenamiento territorial de bosques nativos (diciembre 2007), factor a considerar como una limitación a las futuras tasas de expansión. 25

Además, para estimar una futura expansión, hay que considerar que: a) una parte importante de las tierras potencialmente agrícolas, con las variedades actuales, ya está ocupada; y b) se prevé una fuerte expansión de los cultivos forrajeros. Con base en lo anterior, para poder hacer una estimación general de las superficies cultivadas en la región al año 2020, se calcularon tres escenarios: - Escenario Medio: se consideró que la tasa de expansión será la mitad a la del período 2002-2010, es decir en torno de 250.000 ha/año. - Escenario Bajo: se consideró una tasa de expansión 20 % menor a la del escenario medio (200.000 ha/año); - Escenario Alto: se consideró una tasa de expansión 20 % mayor a la del escenario medio (300.000 ha/año); Así, se estima que para el año 2020 la superficie cultivada en toda la región chaqueña será entre 17 y 26 % mayor a la superficie actual, oscilando entre los 13,5 millones a 14,5 millones de hectáreas, según el escenario de expansión planteado (tabla 4). Escenarios al año 2020 1977 1992 2002 2010 Bajo Medio Alto Superficie transformada (ha) 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 13.476.357 13.976.357 14.476.357 Expansión (ha) - 1.283.458 2.122.657 4.223.702 2.000.000 2.500.000 3.000.000 Tabla 4. Superficies estimadas de expansión agrícola para la región chaqueña, bajo tres escenarios al 2020. Si bien no hay datos disponibles sobre la proporción ocupada por las pasturas para toda la región, consideramos importante hacer proyecciones basadas en la experiencia propia, opiniones de informantes calificados, y considerando las fuertes tendencias de desplazamiento de la ganadería desde la región pampeana, hacia el norte del país. Para hacer estas estimaciones tuvimos en cuenta: a) Para los cortes temporales 1977, 1992, 2002 y 2010, donde se cuenta con datos existentes de mapeo del total de las áreas cultivadas (agrícolas y forrajeras), se estimó directamente el porcentaje que representaban las pasturas del total del área cultivada de la región; b) Para los tres escenarios de expansión al 2020, se estimó el porcentaje que representarán las pasturas en la nueva expansión proyectada (el dato del % de pasturas respecto del total del área cultivada, surge de su cálculo). A su vez, se consideraron porcentajes distintos para cada proyección: escenario Bajo, las pasturas representarán 65 % de la nueva expansión proyectada; Medio: 70 %; y Alto 75 %. La estimación de la superficie ocupada con pasturas y con cultivos agrícolas, en cada uno de los cortes temporales analizados, muestra un constante avance en los porcentajes de pasturas (tabla 5), desde un incipiente comienzo con 0,3 % en 1977 cuando muy pocos campos tenían pastos cultivados, pasando a 1 % en 1992, 5 % en el año 2002 y a 10 % en 2010. Para el año 2020 se estima que entre el 18,2 y 22,5 % de la superficie cultivada en la región estará ocupada con pasturas, representando entre 2,5 y 3,4 millones de 26

hectáreas. Estos números reflejan la importancia creciente que tiene esta actividad en la región. Escenarios al año 2020 1977 1992 2002 2010 Bajo Medio Alto Superficie transformada (ha) 3.846.539 5.129.997 7.252.655 11.476.357 13.476.357 13.976.357 14.476.357 % de pasturas 0,3 1,0 5,0 10,0 18,2 20,7 23,5 Superficie de pasturas (ha) 11.540 51.300 362.633 1.147.636 2.447.636 2.897.636 3.397.636 Superficie agrícola (ha) 3.834.999 5.078.697 6.890.022 10.328.721 11.028.721 11.078.721 11.078.721 Tabla 5. Estimaciones de la superficie de pasturas en la región chaqueña. Asimismo esta primera estimación sugiere que las áreas estrictamente agrícolas virtualmente han alcanzado un techo máximo, por lo que la previsión de crecimiento es mínima a nula. Riesgos ambientales - Emisiones de CO2 La emisión de gases de efecto invernadero es otro de los importantes impactos que tiene la deforestación masiva. El bosque chaqueño en razonable estado de conservación contiene 170 toneladas de materiales vegetales (troncos, ramas, hojas, materia orgánica del suelo) por hectárea, de las cuales el 50 % corresponde a carbono (Dirección de Bosques, SAyDS, 2004). A partir de este valor, hemos estimado el contenido de carbono en cada una de las fisonomías presentes en las zonas de estudio. Del mismo modo, se estimó la participación de cada una de esas fisonomías dentro de las áreas que han sido incorporadas a la actividad agropecuaria en el período 1977-2010 (tabla 6), según las zonas climáticas. Contenido de C (Tn/ha) % de cobertura transformada Fisonomía Subhúmedo Húmedo Semiárido Central Bosques altos 85 1 5 5 5 Subhúmedo Occidental Bosques altos raleados 51 15 15 15 15 Bosques bajos 34 15 25 30 30 Bosques bajos muy degradados 25,5 10 15 35 35 Sabanas muy arbustificadas 25,5 35 30 10 10 Sabanas y pastizales drenados 12,75 20 10 4 5 Sabanas y pajonales inundables 15 4 0 0 0 Peladares 4,25 0 0 1 0 Tabla 6. Estimación del contenido de carbono de las distintas fisonomías presentes en el área de estudio, y su participación en las áreas que han sido transformadas e incorporadas a la agricultura, según las zonas climáticas. Fuente: Estimaciones propias. Al cruzar la expansión agrícola registrada en el período 1977-2010 (tabla 2), con el contenido de carbono de las distintas fisonomías y su participación en dicha expansión, según las zonas climáticas, podemos obtener una cuantificación de la cantidad de carbono emitido. En los 35 años considerados, se emitieron más de 254 millones de toneladas de carbono, producto de la expansión agrícola en la región chaqueña (tabla 7). Esta expansión de la frontera agrícola implica una emisión promedio anual de 7,7 millones de toneladas de carbono, que en forma de CO 2 equivalen a 28.316.000 Tn. 27

Zona climática Tn de C emitido Húmedo 11.175.090 Subhúmedo Central 112.261.111 Semiárido 87.299.206 Subhúmedo Occidental 44.113.586 Total 254.848.993 Tabla 7. Toneladas de carbono emitido en la región chaqueña, según zonas climáticas, a causa de la expansión agrícola entre los años 1977 y 2010. En la segunda comunicación nacional de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático del año 2000, se reporta un valor para las emisiones de CO 2 provenientes de la transformación de bosques cercano al 80 % del valor aquí calculado. Hay que tener en cuenta que: a) la expansión agrícola, como vimos, fue mucho más intensa en los últimos años, por lo que al considerar en el análisis tan sólo el último período (2002-2010), el valor aquí estimado es bastante mayor al reportado a las Naciones Unidas en el 2002; y b) el valor estimado comprende la transformación de fisonomías boscosas y no boscosas (sabanas, pajonales, pastizales), en tanto el valor reportado es producto exclusivo de los desmontes. Por último, si bien se trabajó con metodologías y niveles de detalle muy diferentes, estas diferencias muestran el grado de incertidumbre y amplio margen de error que existen en este tipo de cálculos. La diferencia entre ambas estimaciones es importante; sin embargo, proyectados a los totales nacionales, el aporte de la expansión agrícola se limita a valores entre un 6 y un 8 % de las emisiones netas de CO 2 equivalente. - Riesgo de desaparición de ambientes únicos y carencia de áreas protegidas La concentración en núcleos que presenta la expansión agrícola en la región hace que los ecosistemas naturales asentados originalmente en estas zonas se vean seriamente comprometidos. De igual modo que procesos anteriores implicaron la virtual desaparición de bosques y sabanas de la dorsal oriental santafesina, hoy en día son varios los ecosistemas chaqueños en riesgo de correr la misma suerte. Analizando la distribución tanto de la expansión más reciente como de los núcleos agrícolas más antiguos, se observa la gran presión de transformación y el riesgo de desaparición de los bosques de la transición Chaco-Yungas en el Subhúmedo Occidental, y del bosque de tres quebrachos en el Subhúmedo Central (figura 16). Asimismo, al analizar la ubicación geográfica de los distintos tipos de áreas naturales protegidas, considerando las de la administración nacional y provincial, las Reservas de Biosfera y los Sitios Ramsar, los resultados son preocupantes (figura 16): a) Virtualmente no existen áreas protegidas en las zonas con un desarrollo agrícola histórico, ni en aquellas en las que se concentra la expansión actual; b) Las pocas áreas protegidas existentes ocupan un porcentaje muy bajo a nivel regional; y c) En la mayoría de los casos estas áreas protegidas se encuentran aisladas. 28