Apunte N 4 Unidad N 5 Caídas Otro de los temas considerados dentro de los denominados síndromes geriátricos problemática de las caídas en los Adultos Mayores, es un hecho conocido entre las personas que conviven o trabajan cuidando a un AM tanto el miedo de éstos a caer, como la aparición de caídas y los efectos que las mismas generan. Se estima que el 30% de los mayores de 65 años que viven en la comunidad se caen por lo menos una vez al año y que este porcentaje aumenta hasta en un 50% entre los mayores de 80 años. En los geriátricos, donde suele encontrarse un grupo poblacional aún más frágil con una movilidad disminuida, la incidencia es más elevada que en la comunidad (esto también produce que muchos adultos mayores se movilicen poco, muchas veces, por el temor que tiene el mismo personal geriátrico a que se produzcan caídas). En general, son más frecuentes en mujeres que en hombres y siempre el riesgo de su ocurrencia es mayor cuanto más edad tienen. La OMS las define como consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita al paciente al suelo en contra de su voluntad. Consecuencias de las caídas Las caídas y sus consecuencias constituyen uno de los grandes problemas de la salud pública: por su frecuencia relacionada con el aumento en la esperanza de vida, por su alta mortalidad, por su asociación a la inmovilización, institucionalización prematura y pérdida de independencia por parte del paciente. La caída de un adulto mayor no es un hecho impredecible e inevitable, debido al azar o al envejecimiento normal del individuo. En la mayoría de los casos se trata de una inadaptación entre el anciano y su entorno de causa multifactorial. El conocimiento de los factores que predisponen y generan las caídas es fundamental para poder evitar y reducir su frecuencia y la gravedad de sus consecuencias. Caída = Morbimortalidad Inmovilidad Síndrome post-caída Consecuencias = Físicas: Mortalidad Morbilidad =Psicosociales =Socioeconómicas La caída es el tipo de accidente más frecuente en los mayores de 65 años. Las complicaciones de las caídas son la principal causa de muerte por accidente en los mayores de 65 años. Un tercio de los mayores de 65 experimentan una caída al año, con mayor frecuencia en las mujeres hasta los 75 años y luego se iguala por sexos. Este porcentaje aumenta hasta un 50% con la edad, en los ancianos frágiles y en residencias geriátricas, porcentajes que pueden ser mayores si tenemos en cuenta que el propio paciente no suele consultar por una caída si ésta no ha tenido consecuencias.
Consecuencias Físicas a. Mortalidad: la 5ta. Causa de muerte en los adultos mayores son los accidentes, y las caídas son la primera causa entre los accidentes. b. Morbilidad: - Fracturas: La fractura de cadera es la causa más frecuente de hospitalización después de una caída. La mortalidad, mientras el accidentado permanece internado, es del 14 al 20% y se eleva a un 30% al año de producida la lesión, fundamentalmente como consecuencia de la disminución de la movilidad con sus complicaciones. Otras fracturas frecuentes son las del antebrazo (cúbito y radio), brazo(húmero), pelvis y costillas. - Contusiones y heridas en general: Son típicas y su trascendencia clínica radica en el dolor que producen, la disminución de la movilidad y como generadores del síndrome post-caída. - Traumatismo craneal: Si bien es menos frecuente, puede ser grave aunque sus consecuencias, como ocurre con los hematomas subdurales, pueden pasar desapercibidas durante un tiempo. Agregaríamos que en el 50% de las caídas se producen lesiones leves, pero en al menos un 5% se originan lesiones graves sin fracturas y fracturas en otro 5%. Un 90% de las fracturas de cadera y antebrazo a estas edades se debe a una caída. De los ancianos que se caen, un 50% tiene dificultad en levantarse, permaneciendo un 10% de ellos en el suelo durante más de una hora. Aunque el daño físico sea leve, en algunas ocasiones la pérdida de confianza en su propia capacidad genera el síndrome post-caída con pérdida de la independencia e incluso sobreprotección inadecuada. Consecuencias psicosociales Más allá de la morbimortalidad del traumatismo que implica una caída son muy frecuentes los síndromes post-caída. Síndrome Post-caída A partir de la primera caída suele ocurrir que la calidad de vida de los adultos mayores cambia. El temor a una nueva caída altera toda la rutina cotidiana, disminuyen su actividad física, caminan con temor, se sujetan a sus cuidadores generando, en algunas oportunidades, las caídas de ellos también y se sienten viejos discapacitados. La familia puede sobreproteger al envejeciente agravando aún más el cuadro. La restricción de la actividad física provoca con el tiempo una amiotrofia (atrofia muscular) y el empeoramiento de los test que evalúan el equilibrio y la marcha. Progresivamente el accidentado puede ir a la semidependencia o a la dependencia. Aproximadamente el 50% de las personas que se caen necesitan auxilio para poder levantarse y algunos de ellos permanecen largo tiempo en el suelo. La dificultad para levantarse es otro de los generadores de temores. Producida una caída, para predecir la evolución de la persona mayor es mejor medir la confianza para la realización de las actividades de la vida cotidiana que el temor a caerse nuevamente.
Consecuencias socioeconómicas El síndrome post-caída es el generador de una serie de gastos y complicaciones que impacta en el grupo familiar y que inicia sobre todo cambios en la vida diaria del paciente: - Disminución de la movilidad - Disminución de la actividad física - Disminución de las salidas y las relaciones sociales - Aumento de la necesidad de cuidados familiares o profesionales - Aumento de las complicaciones médicas por inmovilidad - Hospitalización o Institucionalización El costo de las caídas entonces debe evaluarse en toda su magnitud, no sólo desde el gasto en el área de salud con las internaciones o intervenciones quirúrgicas sino a través del deterioro y alteración familiar que producen y el gasto en cuidados intra o extra institucionales Causas de las caídas La causa de las caídas es multifactorial: la evidencia sobre la multifactorialidad de las caídas en el anciano se deriva de 60 estudios observacionales, aunque no todos los factores investigados se consiguen demostrar claramente. Los factores identificados son extrínsecos o ambientales, e intrínsecos, entre los que se debe destacar: las enfermedades agudas o crónicas, el uso de fármacos, sobre todo sedantes y antihipertensivos, los cambios propios de la edad en relación a la bipedestación, la marcha, el equilibrio, los pies, la audición y la visión. Un 20% de las caídas está relacionado con enfermedades agudas. Para evaluar el equilibrio y la marcha se pueden utilizar los test de Tinetti, de get up and go (levántese y camine) o la evaluación cronometrada de la estación unipodal.
- Aspectos internos o relacionados con el envejecimiento: Estructuras sensoriales (vista, oído, tacto) El sistema de equilibrio (oído, cerebelo, corteza cerebral) Del aparato locomotor (pies, tobillos, cadera, columna) Del aparato circulatorio (arritmias, ateroesclerosis, carotidea o vertebrovasilar) - Enfermedades: Infecciones Síndromes confusionales Anemia Deshidratación Síncopes Hipoglucemias Malnutrición - Medicamentos: Sedantes, antidepresivos Diuréticos, antihistamínicos Antihipertensivos - Alcohol Aspectos externos al envejecimiento: Mala iluminación Escaleras, alfombras Pisos encerados o mojados Barreras arquitectónicas en general La gran mayoría de las caídas se producen en el domicilio, y especialmente, en los baños y dormitorios. Frecuentes promotores de causas de caídas: Sedantes Deterioro cognitivo Alteraciones de la marcha y el equilibrio Alteraciones anatómicas o funcionales de los miembros inferiores Entre los adultos mayores con un envejecimiento satisfactorio predominan las causas externas a las que le pueden agregar los problemas sensoriales y entre los ancianos frágiles, las causas internas (deterioro cognitivo, alteración en el equilibrio, fármacos).
Intervención en las caídas Es imprescindible una evaluación geriátrica integral. Deben estudiarse el equilibrio, la marcha, los problemas de las extremidades inferiores y la fuerza muscular. Además debe analizarse el entorno para establecer recomendaciones que disminuyan el riesgo de los factores extrínsecos. Producida la caída, deberá excluirse la presencia de patologías tratables y asegurarse que no haya una fractura u otra consecuencia física grave. El seguimiento de los días posteriores perseguirá el mantenimiento de la movilidad, el prevenir el miedo y el consecuente síndrome post-caída así como la sobreprotección familiar.
Recomendaciones a cuidadores y adultos mayores para reducir el riesgo de caídas La práctica de ejercicio físico, particularmente el entrenamiento de equilibrio, la reducción de los peligros ambientales y la monitorización de la medicación. En ancianos con alto riesgo de caídas: mayores de 75 años, consumo de hipnóticos o antihipertensivos, polimedicación, deterioro cognitivo, alteración de la marcha y el equilibrio, se aconseja realizar una intervención multifactorial intensiva, individualizada y domiciliaria si hubiera recursos disponibles. En los que hayan sufrido una caída en los 3 últimos meses incluir la anamnesis sobre la caída previa y valorar la presencia de factores de riesgo relacionados con ella.