El reto de Glaucón Nombre del centro: IES Virgen del Pilar Dirección: Paseo Reyes de Aragón nº 20. 50012 Zaragoza Tel.: 976306009 Grupo: 2.º de Bachillerato Humanístico. Alumnos autores del trabajo: Francisco Labarta y Pablo Valverde. Profesor: Juan Carlos Olite jcolitem@hotmail.com Sinopsis: Aprovechando la lectura de textos de La República de Platón, y eligiendo el tema de la libertad como uno de los establecidos en las bases del concurso, se desarrolla una reflexión acerca del llamado «Reto de Glaucón». Se trata, en suma, de un tema fundacional de la Ética que indaga acerca de la necesidad de actuar siguiendo unos criterios morales básicos, incluso en la hipotética situación en que el sujeto moral puede sustraerse a todo tipo de juicio y/o castigo externos, pues su acción es «invisible» para el resto de seres humanos.
El reto de Glaucón Era la primera tarde de otoño, concretamente las siete de la tarde, y el sol se estaba poniendo. El cielo se teñía de un rojo anaranjado; sin duda, era una tarde ideal para tomarse una buena jarra de cerveza fresca en la taberna a la que Fran y Pablo solían ir los sábados. Así que eso fue precisamente lo que hicieron. Después de hacer un brindis por ellos y darles unos tragos a sus jarras, Pablo le preguntó a Fran: Oye, has pensado cómo podemos hacer el trabajo de Filosofía? Pues no mucho, la verdad dijo Fran. Estuve dándole vueltas, pero no se me ocurrió nada interesante; de todos modos, tenemos que intentar hacer algo original, algo que sorprenda al profesor. No te parece? Sí, lo tenemos que hacer para nota, que no queda mucho para la selectividad y en este curso la nota es importante, tío dijo Pablo. Mira que se ha puesto algo rebuscado el profesor con la historia del Ciges ése, y con la pregunta del millón como base de la Ética, como dice él, como base de cualquier tema concreto que queramos analizar desde un punto de vista moral Anda, Fran, recuérdame cuál es esa historia y qué es lo que tenemos que hacer, porque en la clase estuve algo despistado. Vale. Escucha con atención, que la cuestión está algo chunga. La historia aparece en La República de Platón. Se trata de un tal Ciges, que era un hombre normal y corriente, honrado y bueno, hasta que un día se encuentra con un anillo que resulta ser mágico, ya que cuando se giraba hacía invisible al portador. Con semejante anillo, Ciges acabó convertido en un hombre corrupto y malvado. Al principio hizo delitos leves, pero después llegó a cometer asesinatos y violaciones. Eso sí, alcanzando la posición social de una persona rica y poderosa. Así pues, es la historia de la corrupción de una personalidad como consecuencia de la impunidad que le otorgaba el anillo de invisibilidad, pues nadie podía acusarle de ninguna de sus acciones malvadas. Piensa en esa situación, Pablo: podrías hacer lo que quisieras y
nadie se iba a enterar nunca, te imaginas?; si lo piensas es algo tremendo Oye, qué harías tú si tuvieras un anillo como el de Ciges? Buena pregunta, Fran. Luego te lo cuento, pero antes dime en qué consiste el trabajo. Pues bien. Glaucón, que es uno de los personajes del libro de Platón, le plantea el siguiente reto a Sócrates, fíjate bien en la pregunta: por qué alguien que poseyera ese anillo, es decir, que tuviera absoluto poder y absoluta inmunidad a un posible castigo debería preferir la justicia, la honradez en su conducta, a la injusticia, a la maldad, a la satisfacción de todos sus deseos sin preocuparse por las consecuencias? Ahora lo entiendo dijo Pablo. Por eso se llama «El reto de Glaucón» ; y el profesor dijo que es uno de esos problemas filosóficos que Platón planteó como previos a cualquier otra reflexión de carácter moral. Pues claro dijo Fran. Es que es una situación en que puedes sentirte absolutamente libre, nadie te ve, nadie te juzga, nadie puede reprocharte nada, nadie puede castigarte Libertad total, poder total, Pablo. Dime, qué es lo primero que harías tú con un anillo como ése?... Hala, Fran, no seas pesado, ya te lo diré más tarde Ahora vamos con el trabajo, déjame pensar: por qué alguien que poseyera un anillo que le permite ser invisible, es decir, que le proporciona un absoluto poder, una absoluta libertad, una absoluta inmunidad a un posible castigo debería preferir la justicia? Es una pregunta muy difícil. Pero creo que ya tengo una posible respuesta : podría ser que la razón por la que esa persona no debería hacer ningún crimen sería por una simple cuestión de conciencia, para evitar el tormento de sus remordimientos o, quizás también por un simple sentimiento de compasión. Aunque está claro que muchas personas no tendrían un sentimiento compasivo a la hora de hacer algo malo como podría ser robar o incluso asesinar Comparto tu opinión interrumpió Fran. Pero también creo que una persona debería ser justa y honrada porque ese poder le cambiaría toda su personalidad y su forma de ser con los demás. Se volvería una persona más codiciosa y desconfiada con la gente de su alrededor. Así que, una persona cometiendo delitos, uno tras otro, transformaría su forma de ser, su personalidad, y al final acabaría perdiendo más de lo que ha ganado delinquiendo. Perdería lo más importante en la vida, que es la gente que le rodea y que le quiere. En mi opinión, el efecto del anillo sería como el de la droga que se empieza consumiendo muy poco, pero empiezas a perderle el miedo y cada vez vas a más, hasta que al final te has metido en una bola de la que no puedes salir. Acabas arriesgándolo todo y desprecias a la gente que te está intentando ayudar de verdad. Acabas destruyendo a las personas que tienes a tu alrededor y te acabas destruyendo a ti mismo.
Ése es un buen razonamiento, Fran. Pero lo difícil es que una persona en esa situación se diera cuenta de lo perjudicial que sería a la larga el corromper su personalidad cometiendo delitos. Pues acaso el conductor ebrio y a gran velocidad previene el accidente? O, como tú has dicho, acaso muchos de los que empiezan con las drogas previenen el descontrol y la destrucción de su vida? Mientras estuviera en posesión del anillo no pensaría en otra cosa que en usarlo, una y otra vez. La posibilidad, la tentación, siempre estaría ahí golpeando su cabeza Tienes que hacer cosas, tienes que resolver problemas, quieres satisfacer tus deseos y, con el anillo, todo parece más fácil Qué tentación tan poderosa e irresistible! Además, cada cual entiende la justicia de una forma particular, la justicia es relativa a cada persona. Por ejemplo, alguien con el anillo de Ciges podría vengarse de otro que le hubiera causado sufrimiento en el pasado pensando que lo que él hacía era justo y en realidad se estaría poniendo a la altura del otro. Es un lío, Pablo. Como tú dices, no está tan clara la respuesta; si empezamos ahora a considerar todas las posibilidades, cada caso, cada circunstancia depende de una persona, de un momento, de una historia... Por ejemplo, una persona con buen corazón lo podría utilizar para hacer el bien. Y sin embargo, las personas a las que no les importe la justicia, ni la dignidad, ni la honradez lo podrían utilizar para sus propios beneficios cometiendo delitos. Aunque, como has dicho antes, estas personas no se dan cuenta de lo que les puede suponer para su futuro utilizar un poder de tal magnitud, como el de la inmunidad hacia cualquier castigo. Quizá también haya personas que son capaces de rechazar este poder al adquirir conciencia de lo que podría influir en su personalidad, teniendo como consecuencia lo que le puede perjudicar para su vida. Todo eso es cierto, pero tenemos que ir concretando. Mira, a lo mejor la razón por la que una persona debería ser honrada y justa es por simple respeto a los demás, el respeto a la vida misma de una persona. Ya no sólo a la tuya, sino a la de todos los que te rodean. El ser humano es un ser egoísta, sólo piensa en sí mismo, es destructivo y corrompe todo lo que toca. Si miras la historia de la humanidad puedes encontrar cientos de ocasiones en las que alguien que ha adquirido un gran poder sobre los demás ha acabado formando una catástrofe. Por qué no lo iba a hacer una persona con un anillo de Ciges u otro poder parecido? A lo mejor no hay otro motivo por el que una persona debería ser responsable, con un poder de tal magnitud, que la conciencia de uno mismo o el respeto o el temor de poder convertirse en algo que, en el fondo, esa persona no quiere ser. Esto que dices suena bien, Pablo, realmente bien. Creo que añadiré algo más. Mi experiencia y la de cualquier persona dice que el hombre es un ser social, necesita a los demás para relacionarse y como anteriormente has dicho, una persona con un poder como éste acabaría destruyendo todo su ambiente social y familiar, todo el
círculo de relaciones en el que se mueve. Esto podría ocasionarle una gran infelicidad, una gran frustración, que le condujera incluso al suicidio. Un suicidio por falta de afecto y amor, un suicidio por haber traicionado a todos al poseer un instrumento mágico que, en el fondo, sólo sirve para engañar y, por tanto, para defraudar, para ensuciar todo tipo de relación humana. El anillo sería una fuente constante de infelicidad, de un tipo extraño de soledad, de aislamiento ; pues acaso no es verdad que las personas a las que más les cuesta amar son las que más amor necesitan? Bueno, creo que tenemos ya varios argumentos. Pienso que, a pesar de que hay muchas posibles opiniones, sí que podríamos establecer algún tipo de conclusión válida, que todos podrían aceptar, que sirviera como una respuesta moral universal. Creo que se acerca a lo que hemos dicho al principio: que una persona tiene que ser justa y honrada ya que este poder de invisibilidad le acabaría cambiando en su ámbito privado, con su familia y amigos, acabaría dañándose a sí mismo y acabaría dañando a los que le rodean. A las personas a las que de verdad tiene que apreciar y que le aprecian y a las personas a las que de verdad tiene que querer; porque un gran poder, tan peligroso como ése, conlleva una gran responsabilidad. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Fran. Una persona que tenga un poder de tal magnitud tiene que tener dos dedos de frente y saber controlar ese poder. No que ese poder le controle a él. Bueno, Pablo, no sé si este trabajo será para nota, pero creo que nos ha salido bien, y si ponemos por escrito toda esta conversación? Es una gran idea, Fran, si casi parece uno de los diálogos que hemos leído en clase, ésos que Sócrates hacía con los jóvenes de Atenas. Solamente por eso, seguro que le gusta al profesor. Y, es curioso, Pablo, la verdad es que hemos pasado muy buena tarde discutiendo sobre este tema. Sí, no ha estado nada mal, vaya preguntas se planteaba el viejo Platón. Es hora de cenar, se ha hecho demasiado tarde, y mañana tengo que madrugar que me voy a pasar el día al Moncayo Ahora, mientras vamos a casa, podías responder de una vez a lo que te he preguntado, ya no tienes excusa Es que me intriga mucho esta cuestión: qué harías tú con el anillo de Ciges? Te prometo que no se lo diré a nadie Vale, vale Te cuento