MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA Departamento de Antropología e Historia Arqueología No.0 13-2011 Informe de la Investigación Arqueológica En Proyecto Limón Ciudad Puerto (febrero) Elaborado por Arql. Juan Vicente Guerrero Miranda, investigador responsable Arql. María Laura Villalobos Pacheco, investigadora de apoyo Febrero 2011
Informe-resumen de trabajos arqueológicos realizados en Proyecto Limón Ciudad Puerto, Temporada 2010 INTRODUCCIÓN El presente documento hace referencia a las labores realizadas durante el año 2010, entre los meses de agosto a diciembre, en lo relativo al componente arqueológico del proyecto Limón Ciudad Puerto. El objetivo principal de este componente pretendía desarrollar una investigación arqueológica que aportara datos sustantivos y permitiera brindar una interpretación más profunda, completa y científicamente fundamentada sobre la historia precolombina de los alrededores de la Ciudad de Limón, datos sobre algunos sitios arqueológicos de Talamanca y controlar los datos históricos por medio de arqueología sub-marina o acuática. Lo anterior en función de ampliar la información existente, para ayudarnos a documentar las exhibiciones en el futuro Museo de dicha provincia. Además, con el fin de establecer políticas de protección al patrimonio a más largo plazo. Para cumplir esta tarea, se conformó un equipo de tres arqueólogos del Departamento de Antropología del Museo Nacional, donde el Dr. Francisco Corrales, se haría cargo de algunas inspecciones y visitas a Talamanca, el Arqueólogo Adrian Badilla tendría a cargo los trabajos de la parte subacuática y el arqueólogo Juan Vicente Guerrero, sería el encargado del proyecto en general y responsable de los trabajos en los alrededores de la Ciudad de Limón. También debo manifestar, que se contrató a la arqueóloga María Laura Villalobos, como asistente del proyecto. En este sentido los trabajos siguieron el siguiente proceso. Como primer paso se realizaron algunas visitas a Limón, a Isla Quiribrí, reuniones con personal de la Municipalidad, encargados del proyecto Limón Ciudad puerto. Además se visitaron tres sitios documentados por el arqueólogo Felipe Sol, Bananito, Bomba 1 y Bomba 2, el objetivo era determinar el estado de conservación, quienes eran sus propietarios y que potencial tendrían para la investigación. Luego se procedió a finiquitar detalles con la propuesta de investigación, para presentarla a la Comisión Arqueológica Nacional; la cual se tenía desde el mes de agosto, pero se afinó la misma durante el mes de setiembre y se obtuvo la aprobación por parte de la CAN, en los primeros días del mes de octubre. Para el mismo tiempo se hicieron conversaciones y reuniones con personeros de la Municipalidad de Limón, para obtener los permisos respectivos para la evaluación arqueológica en la Isla Quiribrí; incluyendo dos visitas a la mencionada isla. Lo mismo sucedió con personal del la Refinadora Costarricense de Petróleo, en solicitud del permiso de excavar en el sitio Moín (L-123 Mo)
Luego de una revisión de los antecedentes de estudios arqueológicos en la actual ciudad de Limón y sus alrededores, vemos que existen muy pocos datos y hasta el momento ningún estudio a nivel regional. Tampoco se encontró registro de evaluaciones o alguna otra modalidad de excavaciones en el área. La información actual deriva de inspecciones a nivel superficial y reportes aislados. Por lo anterior, se ha venido gestando un proceso de indagación con informantes locales, así como revisión de algunos terrenos que, de acuerdo a sus características topográficas y de accesibilidad de recursos importantes como quebradas o ríos, pudieran albergar evidencia de ocupación humana antigua 1. En el mes de setiembre se inició con la planificación de una temporada de campo, vista como la primera fase de un proceso de indagación arqueológica de mayor envergadura. Esta se llevó a cabo de octubre a diciembre de 2010 y consistió en la Evaluación Arqueológica de dos áreas: Isla Quiribrí (o Uvita) y un terreno sobre la margen derecha del río Moín, cerca de su desembocadura en el Mar Caribe. Fig.1 Ubicación de los dos sitios arqueológicos evaluados durante la primera temporada de campo, PLCP Evaluación Arqueológica de Isla Quiribrí 2 Isla Quiribirí cuenta con una extensión aproximada de 6,4 hectáreas y se ubica a 1100 metros hacia el noreste del Puerto de Limón, a unos 20 minutos navegando sobre el mar Caribe. Está formada principalmente por cuerpos de arrecifes que han emergido del fondo marino y sirven de base para la formación de un suelo mayormente arenoso. Hacia el centro de la isla se nota una loma cuya superficie -bastante plana- muestra una elevación máxima de aproximadamente 18 metros sobre el nivel del mar. 1 Este proceso se mantiene vigente pues se están realizando giras periódicas -cada 2 semanas- con el propósito de localizar la mayor cantidad de informantes y visitar las áreas con potencial arqueológico para su correspondiente registro y caracterización. 2 Si bien la isla estuvo en manos de JAPDEVA por varios años, actualmente se encuentra a cargo de la Municipalidad de Limón, por lo que las gestiones se realizaron directamente con la municipalidad.
Los objetivos para esta etapa de trabajo fueron: 1. Determinar la presencia o no de evidencia arqueológica en la isla, 2. Caracterizar el sitio en relación a su tamaño, ubicación cronológica y funcionalidad del mismo, 3. Seleccionar sector(es) para excavaciones futuras. Así, durante la segunda quincena del mes de octubre y primera semana de noviembre de 2010 se llevó a cabo la temporada de campo. Esta inició con un reconocimiento general de la isla Quiribrí, seguido por la excavación de pozos de sondeo y trincheras o pruebas de mayor envergadura. Para su estudio, la isla se subdividió en 4 sectores relativamente planos. Para cada uno de ellos se ubicó un punto-datum a partir del cual se excavaron pozos de sondeo de forma circular de 50 cm de diámetro. Cada uno de los pozos se identificó o nombró a partir de un eje cartesiano norte-sur, este-oeste cuyo punto central fue el datum. El sector 1 se encuentra en la parte baja de la isla, punto desde el cual se tiene acceso directo al mar y visibilidad hacia tierra firme; en dirección al área donde actualmente se ubica la ciudad de Limón, específicamente el puerto y el parque Vargas. Y fue este el único de los 4 sectores en donde se recuperó material arqueológico al realizar los pozos de sondeo. En esta área se excavaron 23 pozos, de los cuáles 8 aportaron material cerámico fragmentado. Todos los pozos con evidencia se encuentran agrupados en una misma área, donde además se observaron rocas de coral en superficie, algunas de ellas muestran un orden aparente. Se ubicaron 5 trincheras o ampliaciones cercanas a los pozos con mayores densidades de material o en donde la presencia de piedras a nivel de superficie así lo sugiriera. El propósito en este caso definir el tipo de estructura, su forma y su posible funcionalidad, además de recuperar más evidencia material que contribuyera en la caracterización general del sitio. Si bien el material aún no ha sido analizado, cabe anotar la presencia de fragmentos cerámicos donde destacan fragmentos de bordes de vasijas que sugieren una variedad de formas. También se recuperaron algunos fragmentos de lítica lasqueada y al menos 3 o 4 fragmentos de huesos largos, posiblemente humanos. Preliminarmente podrían achacarse estos materiales a la
presencia de algún tipo de campamentos con el objetivo de acceder a recursos tales como moluscos o la pesca; e incluso la realización de algún tipo de rituales en la isla por parte de antiguos habitantes de lo que hoy es Limón. No fue posible constatar un poblamiento precolombino como tal en la isla debido a la ausencia de estructuras habitacionales. Esperamos reforzar o bien descartar estas hipótesis posterior al análisis concreto de la evidencia recuperada, en las próximas semanas. En el sector 2 se excavaron 39 pozos de sondeo, de los cuáles ninguno arrojó evidencia arqueológica. No obstante, se encontraron los restos de al menos 3 estructuras: 1. Empedrado de 1,8 metros de ancho, delimitado por una alineación de rocas de coral a cada lado, y que atraviesa la isla en dirección suroeste-noreste, 2. Base de cemento para la colocación de una placa o similar, 3. Serie de bases de cemento que pudieron corresponder a algún tipo de estructura moderna o histórica. En una revisión preliminar de documentación histórica referente a la isla -en el Archivo Nacional y otras fuentes primarias- se registra que para finales del siglo XIX y principios del XX se construyeron edificios con el fin de albergar un área de cuarentena para barcos provenientes de Europa. También se habla de un hospital, un faro, un lazareto, una cárcel de mujeres, un muelle y en algunos incluso se menciona la existencia de depósitos de agua. Esta información está siendo procesada aún. En el sector 3 se excavaron 5 pozos de sondeo y en el sector 4 se realizaron 10 pozos, en ninguno de ellos se ubicó ningún tipo de evidencia arqueológica. Actualmente nos encontramos procesando los datos recolectados en campo, redactando el informe respectivo y por iniciar el análisis de los materiales recuperados. Si bien la muestra no es muy amplia, aporta información importante pues hasta el momento se desconocía sobre la presencia de evidencia humana antigua en la isla. Evaluación Arqueológica Sitio Moín (L-123 Mo) Durante los meses de noviembre y diciembre de 2010, también se realizaron algunas pruebas arqueológicas en el sitio Moín. Este se ubica en la Finca Nº3 de la Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE), sobre la margen derecha del río Moín y a escasos 300 metros de su desembocadura. Los objetivos en esta área fueron muy similares a los que se mencionaron anteriormente, con la particularidad de que en este sector ya se conocía sobre la presencia de evidencia prehispánica, pero no se había realizado trabajo alguno. En este caso nos enfocamos en delimitar con precisión la extensión del área y caracterizar el asentamiento. Este terreno también fue subdividido en 3 sectores, en este caso su delimitación se guió a partir de la presencia de dos quebradas o creeks.
En el Sector 1 se excavó un total de 57 pozos de sondeo (de forma circular y 50 cm de diámetro), formando tres líneas paralelas al río Moín. La primera a 5 metros, la segunda a 15 metros y la segunda a 25 metros del mismo. No obstante, en este sector no se encontró ningún tipo de evidencia arqueológica o cultural. En el sector 2 se concentra la totalidad de la evidencia que se registra para este sitio. En este se excavaron 86 pozos de sondeo de los cuáles 35 arrojaron evidencia cultural. Se excavaron además 5 trincheras donde se ubicaron rasgos con concentraciones de fragmentos cerámicos y artefactos líticos. La cerámica encontrada destaca por decoraciones con representación de fauna y estilos aún no reportados en anteriores investigaciones arqueológicas en la zona. Por ejemplo, la representación de serpientes, cuyas características la relacionan con las conocidas actualmente como oropel, de colores muy llamativos y por cierto muy comunes aún hoy en día en el sitio. En el sector 3 se ubica entre la segunda quebrada y las instalaciones de Desarrollo de JAPDEVA, consiste en una pequeña franja de suelo limoso donde no se encontró ninguna evidencia. Llama la atención lo bien delimitada que se encuentra el sitio pues hacia el norte se observa el río Moín, hacia el este una quebrada, hacia el oeste otra quebrada y hacia el sur manglar. Si bien la densidad de materiales, mayormente cerámica es muy alta y las concentraciones bien definidas, aún no ha sido posible definir una funcionalidad específica para el sitio, podría tratarse de algún área ritual pero sería una aseveración muy preliminar. Actualmente nos encontramos en la etapa de procesamiento y análisis de los materiales recuperados para preparar el informe técnico-científico correspondiente, en el que esperamos ampliar los datos y así proponer nuevas hipótesis. 3 3 Debido a la cantidad de material, para el procesamiento de la evidencia de ambos sitios se preveé la contratación de un jornal aunque aún se encuentra en proceso administrativo.