Cuidados a tener en cuenta antes del embarazo. Hormonas.. Previas al embarazo: Anticonceptivos Orales: frecuentemente se indican previo al tratamiento de reproducción asistida. La finalidad de esto es simplemente que los ovarios se encuentren en una situación óptima antes de comenzar el tratamiento de fertilidad. Al estar en reposo, se evitará la formación de quistes, y se logrará que todos los folículos crezcan de forma pareja, optimizando los resultados del tratamiento. En casos de mujeres con endometriosis además conlleva un efecto terapéutico beneficioso. Hormonas tiroideas: las alteraciones en la secreción de hormonas tiroideas puede asociarse a trastornos de la fertilidad. En caso de hipotiroidismo, en el que existe deficiencia de dichas hormonas, es necesario el aporte de las mismas antes de iniciar los tratamientos de estimulación ovárica, del mismo modo que el hipertiroidismo ya que ambos se pueden asociar a una mayor tasa de abortos espontáneos. Además existe una fuerte asociación entre las hormonas tiroideas y el adecuado desarrollo neurológico del feto, por lo que es primordial controlarlas antes y durante un embarazo. Andrógenos: todas las mujeres presentan un cierto valor de hormonas masculinas (andrógenos) que son normales y necesarios para su fisiología reproductiva, ya que los andrógenos tendrían un papel en el adecuado crecimiento y desarrollo de los folículos del ovario. Con el avance de la edad, sobre todo después de los cuarenta años, los niveles de andrógenos tienden a disminuir, por lo tanto, existe evidencia de que un tratamiento con este tipo de hormonas antes de comenzar el ciclo de estimulación puede mejorar los resultados en casos seleccionados... Durante la estimulación: Antiestrógenos: aunque parezca paradójico, al indicar medicación con acción antiestrogénica lo que se busca es que el organismo tenga la falsa información de que los estrógenos han disminuido y aumente los niveles de las hormonas (FSH y LH) que intentan elevar los estrógenos mediante el crecimiento de los folículos ováricos (los folículos son los que producen los estrógenos).
Bromocriptina: en algunos casos de respuesta exagerada de los ovarios a la estimulación, se corre riesgo de padecer lo que se conoce como Síndrome de Hiperestimulación Ovárica. Cuando esto ocurre hay acumulación de líquido en sitios donde normalmente no debería, como en el abdomen y los pulmones. Una estrategia para prevenir dicho síndrome es entonces emplear hormonas que evitan la acumulación de líquido... Posterior a la punción (para favorecer la implantación): Progesterona: suele indicarse luego de la punción de los ovarios para simular lo que ocurre en un ciclo normal, ya que la Progesterona comienza a elevarse luego de la ovulación. Su finalidad es preparar al útero para la implantación del embrión y evitar el rechazo de este nuevo organismo por parte de la madre. Por eso ayuda a prevenir el aborto espontáneo. Estrógenos: en algunos casos, por ejemplo en las receptoras de óvulos, en las que los ovarios no fueron estimulados y no hubo suficiente producción de estrógenos, es necesario administrarlos de forma exógena para lograr una adecuada preparación del útero para recibir al embrión. Corticoides: los corticoides podrían tener un rol positivo en el embarazo temprano no sólo porque evitarían el rechazo del embrión por parte de la madre, sino que regularían los niveles de ciertas sustancias necesarias para el proceso de implantación. Es por ello que dosis bajas, por un corto período de tiempo, pueden ser beneficiosas y carecen de efectos indeseados. Existen otros casos donde su beneficio es menos claro y se están llevando a cabo numerosos estudios clínicos para establecerlo.. Flujo sanguíneo Vasodilatadores: entre ellos encontramos el Citrato de Sildenafilo y la Pentoxifilina. Actúan aumentando el flujo sanguíneo. La finalidad de administrarlos entonces es mejorar el aporte de sangre al útero y los ovarios. De esta forma se favorece el crecimiento del endometrio, lo que resulta imprescindible para la adecuada implantación del embrión. Se utiliza sólo en casos seleccionados. Aspirina: en los trastornos de la coagulación, cuando existe tendencia aumentada de la sangre a formar coágulos, es beneficioso el tratamiento con aspirina ya que será sustancial para permitir una adecuada nutrición al embrión y así evitar complicaciones obstétricas durante los nueve meses de la gestación. Existen otros casos donde su beneficio es menos claro y numerosos estudios clínicos están tratando de establecerlo.
. Vitaminas y nutrientes suplementarios En la mujer: posterior al tratamiento de estimulación ovárica se indican complejos polivitamínicos. Dado que durante el embarazo es difícil obtener suficientes nutrientes de los alimentos, suele indicarse un comprimido prenatal para sí asegurar sus niveles adecuados. Lo ideal es que sean compuestos con: hierro, debido a la anemia fisiológica que sufren las mujeres gestantes; calcio, que será esencial tanto para el desarrollo del bebé como para la lactancia posterior, y vitaminas. Las vitaminas y los minerales ayudan a aprovechar la energía que proporcionan los alimentos para la madre y su bebé. También ayudan a reparar y a mantener las células y los tejidos. Ácido Fólico: El ácido fólico es una vitamina del complejo B que ayuda a prevenir los defectos congénitos relacionados con el cerebro y la médula espinal (llamados defectos del tubo neural). Debido a que los defectos del tubo neural se originan durante el primer mes de embarazo, es importante que las mujeres tengan suficiente ácido fólico en su organismo antes de la concepción y durante las primeras semanas de vida. Además el ácido fólico en conjunto con el hierro previene la aparición de anemia. En el hombre: diversos estudios sugieren que el déficit de ciertos nutrientes como el Ácido Fólico, el Cinc, el Selenio, y las Vitaminas antioxidantes, afecta a la capacidad reproductiva masculina. Ácido Fólico: Su deficiencia afecta al número y la movilidad de los espermatozoides. En una investigación realizada en Holanda se comprobó cómo después de un tratamiento conjunto de ácido fólico y cinc se incrementó notablemente el número de espermatozoides en el semen. Otros estudios sugieren que el déficit de ácido fólico produce alteraciones en el ADN del espermatozoide y puede ser causa de defectos congénitos en el futuro bebé. El ácido fólico es muy abundante en verduras de hoja verde, legumbres, cereales integrales y aquellos que estén enriquecidos con dicha vitamina. Cinc: Es un mineral esencial para la función del sistema reproductor masculino, al estar implicado en el crecimiento y desarrollo de los órganos sexuales. La cantidad y la movilidad del esperma están directamente relacionadas con los niveles de cinc en el organismo. Las cifras de Testosterona también dependen de la concentración de cinc. Los fumadores están expuestos al cadmio que contiene el papel del cigarro y el cadmio interfiere con la absorción y la utilización del cinc, por lo que es más probable la deficiencia del mineral en personas fumadoras. Los mariscos, el hígado, las carnes, los pescados, los huevos y lácteos son los alimentos más concentrados con este elemento, que también se encuentra en cantidades modestas en legumbres y frutos secos. Los órganos reproductivos masculinos son muy susceptibles a la acción nociva de los radicales libres, causantes del envejecimiento celular y de trastornos en la capacidad reproductora.
Selenio: Asociado directamente a la función reproductiva masculina, participa en la secreción de testosterona y mejora la movilidad y cantidad de esperma. Se suele recomendar conjuntamente con vitamina E. Vitamina E: Por su capacidad antioxidante contrarresta la acción nociva de los radicales libres en la movilidad de los espermatozoides y en la calidad del semen. El germen de trigo es la fuente natural más concentrada en vitamina E. El aceite de oliva virgen extra, y los frutos secos también son un buen recurso dietético en este antioxidante. Vitamina C: Por su carácter antioxidante favorece la desintoxicación de algunos metales pesados como el plomo y el cadmio lo que influye positivamente en la calidad y cantidad del semen y en la función de los órganos sexuales. Vitamina A: Protege a las células del aparato reproductor masculino del proceso de envejecimiento prematuro producido por los radicales libres. Favorece la fertilidad ya que participa en la formación de esteroides, base de las hormonas sexuales. Esta vitamina abunda en las grasas lácteas (nata, mantequilla), leche entera e hígado. También está presente en forma de betacaroteno (precursor de la vitamina A en el organismo) en la zanahoria, la calabaza, el albaricoque y en la mayoría de las hortalizas de color anaranjado-rojizo, así como en las verduras de hoja verde.. Manejo del peso El sobrepeso y la obesidad tienen graves consecuencias para la salud pero además pueden reducir la fertilidad de la mujer e incrementar los riesgos durante el embarazo. La Leptina es una hormona secretada por el tejido adiposo que regula la ingesta de alimentos y se relaciona con la función reproductiva. Su secreción depende del peso corporal y alteraciones del peso pueden por lo tanto alterar los niveles normales de esta hormona. Además tendría una participación en el control y desarrollo fetal así como en la placentación e implantación. Por lo tanto, la pérdida de peso puede mejorar la fertilidad y disminuir los riesgos en el embarazo. La Asociación Americana de Medicina Reproductiva estableció los siguientes efectos de la obesidad: Efectos que la obesidad tiene sobre la fertilidad: Ciclos menstruales irregulares. Aumento en la tasa de infertilidad.
Riesgo durante la cirugía reproductiva. Aumento en el riesgo de aborto espontáneo. Menor éxito con los tratamientos de fertilidad. Efectos que la obesidad tiene sobre el embarazo: Riesgo aumentado de hipertensión. Riesgo aumentado de diabetes de embarazo. Riesgo de malformaciones del recién nacido. Riesgo de neonatos de peso excesivo. Riesgo de parto por cesárea. Una forma de medir el grado de sobrepeso que padece una persona es mediante el cálculo de su Índice de Masa Corporal (IMC). Este índice es simplemente una medida que resulta de la ecuación entre el peso y la altura. Se obtiene dividiendo el peso (en Kilogramos) por la altura (en metros) al cuadrado: IMC = PESO (Kg) ALTURA (m) 9 0 5 6 7 8 9 0 5 6 7 8 9 0 9 0 5 6 7 8 9 0 5 6 7 8 9 0 Normal Obesidad en º grado Obesidad en º grado Sobrepeso Obesidad en º grado Cuando el índice se encuentra por encima de lo normal, es aconsejable consultar a un especialista y corregirlo lo antes posible para evitar complicaciones. La pérdida de peso puede impactar beneficiosamente en la fertilidad ya que hay cambios relacionados con parámetros endócrinos y del metabolismo. Moderadas pérdidas de alrededor del 5-0% en mujeres obesas han resultado efectivas en mejorar los perfiles hormonales, los ciclos menstruales, la ovulación y las tasas de embarazo. Además mejora la salud al reducir los índices de hipertensión, diabetes y enfermedad cardíaca y mejora la autoestima.
Para mantener un peso adecuado, la Organización Mundial de la Salud recomienda: Lograr un equilibrio energético y un peso normal. Reducir la ingesta de calorías procedentes de las grasas y cambiar del consumo de grasas saturadas al de grasas insaturadas. Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, granos integrales y frutos secos. Reducir la ingesta de azúcares. Aumentar la actividad física (al menos 0 minutos de actividad física regular y de intensidad moderada, la mayoría de los días). Para reducir el peso puede ser necesaria una mayor actividad. 5. Nutrición La calidad de lo que comemos juega un papel sustancial en el correcto funcionamiento del organismo, en Los niveles hormonales y en la adecuada función de las células. Desde el punto de vista de la nutrición, los alimentos naturales son superiores a los alimentos procesados. Los alimentos están compuestos por proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y sustancias fitoquímicas. Existen numerosas dietas, pero siempre es aconsejable consultar al profesional experto, que podrá indicar la más adecuada. Durante el desayuno es fundamental la adecuada ingesta de agua y alimentos de digestión simple, como la avena, el yogurt y la fruta. El almuerzo debería consistir en porciones pequeñas pero de alto contenido proteico ya que el exceso de carbohidratos estimula la elevación de serotonina y podría producir sueño. Se debe evitar cenar inmediatamente antes de acostarse, para evitar acumular calorías no deseadas. Constituyentes de las dietas: Las proteínas favorecen la producción de hormonas, de anticuerpos y la adecuada regeneración de tejido. Están constituidas por aminoácidos los cuales son esenciales para el buen funcionamiento de los óvulos y las hormonas reproductivas. En el caso de personas vegetarianas es vital el consumo de zinc y el adecuado aporte proteico aumentando el consumo de los alimentos que las contienen. Las fuentes de proteínas son la carne, pescado, huevos, lentejas, nueces, semillas de girasol, etc. Las grasas, sobre todo los ácidos grasos esenciales son también constituyentes de las hormonas, reducen la inflamación, favorecen la salud de la piel y el adecuado trasporte del colesterol. Las grasas saturadas deben disminuirse al mínimo, las grasas no saturadas provienen de aceites vegetales, pescado, semillas, nueces y son esenciales para el cerebro, nervios, piel, sistema inmune y cardiovascular.
Hidratos de carbono: es recomendable evitar los carbohidratos refinados como las harinas, el azúcar y aumentar en cambio la ingesta de fibras, granos, vegetales, frutas, etc. ya que los primeros sólo aportan calorías. Las fibras disminuyen los problemas intestinales y reducen el riesgo de cáncer de colon y pecho. Sin embargo el exceso de fibra en la dieta puede llevar a una reducción de los niveles de estrógenos y evitar la absorción de otros componentes esenciales. Los Micronutrientes y fitoquímicos son las vitaminas, minerales, antioxidantes, carotenos, fitoestrógenos, etc. No deben faltar en ninguna dieta. Los antioxidantes son recomendables por su efecto beneficioso en óvulos y semen, ya que protegen del daño causado por tóxicos ambientales como el cigarrillo o el paso del tiempo. El ácido fólico colabora en la reparación celular y es recomendado tanto en hombres como mujeres. Las vitaminas más recomendadas son la vitamina C, A, E. Los vegetales como frutas y hortalizas son los alimentos más concentrados en antioxidantes. Por ello, incluir a diario tres raciones de fruta y dos de verduras resulta beneficioso para la fertilidad. En una investigación de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva se constató que el 8% de los hombres infértiles tenían un bajo consumo de frutas y verduras, que se define como menos de cinco porciones al día, en comparación con el 0% de los hombres fértiles. También se observó una menor motilidad espermática en los hombres que comían menos frutas y verduras. El agua es el nutriente más importante del organismo, esencial para su correcto funcionamiento. En casos de deshidratación, los ovarios y testículos son los primeros órganos a los que se les reduce al máximo la disponibilidad de agua, por lo que debe evitarse el exceso de diuréticos como alcohol, café, té e incrementar el consumo de agua a un mínimo de litros por día. 6. Hábitos tóxicos y tóxicos medioambientales 6.. Tabaco Según estudios científicos el tabaco podría contribuir fuertemente a la infertilidad por lo que debería ser desaconsejado en parejas que la padecen o que presentan una historia previa de abortos a repetición. Dejar de fumar no sólo mejora la fertilidad natural sino que también eleva las tasas de éxito en los tratamientos de Reproducción Asistida. Es importante tener en cuenta que el consumo de tabaco también afecta el normal curso del embarazo.
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva ha arribado a las siguientes conclusiones con respecto al tabaco: Impacto del tabaquismo en la fertilidad de las mujeres: Fumar tiene un impacto adverso en la fertilidad. La probabilidad de infertilidad es mayor, y el tiempo necesario para concebir también es mayor en mujeres fumadoras comparadas con no fumadoras. El tabaco es nocivo para los ovarios. El grado de daño depende de la cantidad de cigarrillos y del período de tiempo que la mujer haya fumado. Además fumar acelera la pérdida de ovocitos y el deterioro de la función reproductiva y podría adelantar en varios años el momento de la menopausia. Los componentes del tabaco interfieren con la normal producción de Estrógenos por parte de los ovarios y al mismo tiempo alteraría los ovocitos favoreciendo la tendencia a presentar anomalías genéticas. El tabaquismo activo de cada cónyuge presenta efectos adversos, y el impacto de la exposición al tabaquismo pasivo es sólo levemente menor que en el activo. Impacto del tabaquismo en la fertilidad de los hombres: Los hombres fumadores presentan una menor cantidad y movilidad de los espermatozoides, así como un aumento de alteraciones en la forma y la función espermática. A pesar de que no se ha llegado a conclusiones claras respecto al efecto del tabaquismo en la fertilidad masculina, el efecto dañino del tabaquismo pasivo en la mujer y los efectos adversos del cigarrillo en la calidad del semen sugieren que hábito de fumar en el hombre debe ser visto como un factor de riesgo en la infertilidad. Impacto del tabaquismo en los resultados de los tratamientos de reproducción asistida: Las mujeres fumadoras requieren aproximadamente el doble de intentos de FIV respecto a las no fumadoras para obtener buenos resultados. Durante los tratamientos de FIV las fumadoras necesitan dosis más elevadas de gonadotrofinas para estimular sus ovarios, presentan menores niveles de estrógenos, menor cantidad de ovocitos obtenidos, mayor cantidad de ciclos cancelados, menores tasas de implantación, y que en general deben realizar más ciclos que las no fumadoras debido a su mayor índice de fallas.
Los efectos adversos del tabaquismo son más evidentes en las mujeres mayores. En ellas, las técnicas de reproducción asistida no logran contrarrestar los efectos perjudiciales debidos a la asociación del cigarrillo con su natural disminución de la fertilidad. Impacto del tabaquismo en el embarazo: Existe una fuerte asociación entre tabaquismo activo y riesgo de aborto espontáneo, así como de embarazo ectópico. Las embarazadas fumadoras tienen mayor probabilidad de concebir niños de bajo peso al nacer tanto como de provocar partos prematuros. La incidencia de muerte súbita infantil aumenta en los hogares en los que el niño convive con algún fumador. Abstención de tabaco en parejas que siguen tratamientos de infertilidad : Una importante investigación mostró que la abstención de tabaco durante al menos dos meses antes de intentar una FIV mejora significativamente las probabilidades de lograr la concepción. A pesar de que el tabaquismo crónico puede tener efectos ya irreversibles en la función ovárica, sus efectos negativos sobre los tratamientos de fertilidad pueden ser revertidos parcialmente si se interrumpe el cigarrillo antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida. 6.. Alcohol Los hombres que consumen regularmente grandes cantidades de alcohol - una gran cantidad es considerada cuatro o más tragos en una noche o en una misma tardeson más propensos a sufrir trastornos de la fertilidad, especialmente anomalías en la forma y número de espermatozoides. Además el alcohol puede por sí mismo provocar impotencia. Estos hombres experimentan dificultades para alcanzar y para mantener una erección. Por otra parte, dado que el alcohol causa daños en el hígado los bebedores compulsivos son más propensos a presentar elevados niveles de estrógeno en sus organismos, ya que el hígado no puede eliminarlos adecuadamente. Estos elevados niveles podrían alterar el desarrollo de espermatozoides o directamente suprimir la producción de esperma. Al igual que sucede con otras toxinas, el alcohol podría destruir directamente las células generadoras de esperma. En la mujer, se ha descrito que tomar más de dos vasos de alcohol de forma diaria podría ser perjudicial, afectando negativamente sus probabilidades de quedar embarazada ya que interfiere en los ciclos ovulatorios y menstruales.
6.. Café El consumo excesivo de café podría inferir negativamente en la fertilidad. Varios estudios clínicos llevados a cabo en mujeres que bebían demasiado café demostraron que el mismo reducía drásticamente sus probabilidades de quedar embarazadas durante el primer año de intentos. Las mujeres que más afectadas se vieron fueron aquellas que consumían más de o tazas por día. 6.. Drogas Las drogas en general juegan un importante rol en la disminución de la fertilidad. En particular algunas (la heroína, la cocaína, el PCP y las anfetaminas esteroides anabólicos, THC) han sido estudiadas más en detalle. Los narcóticos pesados, tales como: la heroína, la cocaína, el PCP y las anfetaminas han sido asociadas a una disminución de la libido, a disfunciones eréctiles y a problemas eyaculatorios. La heroína, al igual que sucede con otras drogas, provoca un desbalance hormonal mediante la reducción de la LH y la Testosterona. Estas dos hormonas son necesarias para la normal producción espermática. La cocaína además de reducir la fertilidad, acarrea defectos congénitos en los hijos. Un bajo conteo espermático, una disminución de la motilidad espermática y un incremento en la cantidad de espermatozoides anormales son algunos de los resultados más notorios y serios. Por otra parte, se ha demostrado que los esteroides anabólicos también afectan la producción de espermatozoides y traen como consecuencia un bajo conteo espermático. La marihuana ha sido asociada a un bajo conteo espermático y a la disminución de líquido seminal. Los fumadores de marihuana poseen espermatozoides más débiles y anormales y sus niveles de testosterona se ven significativamente afectados. Del mismo modo, el consumo de drogas puede dañar los órganos reproductivos y la capacidad reproductiva de la mujer. Estudios realizados en animales comprobaron que el consumo de marihuana podría impedir la ovulación por un período de tres a cuatro meses. Se estima que el THC contenido en la marihuana suprimiría la función del hipotálamo, inhibiendo el funcionamiento hormonal normal. Por otro lado, una serie de investigaciones más detalladas y precisas han demostrado que las mujeres que consumían alcohol y marihuana al mismo tiempo presentaban tasas de fertilidad significativamente menores que las de las mujeres que sólo utilizaban una de las dos sustancias.
7. Sustancias ambientales y disruptores hormonales Diversas sustancias tóxicas que se concentran en determinados ambientes a los que está expuesto el hombre, como pesticidas, insecticidas y metales pesados (plomo, mercurio, níquel, cadmio), pueden provocar daño oxidativo en el aparato reproductor masculino, alterando el normal funcionamiento. Los disruptores hormonales pueden encontrarse en plásticos, detergentes, herbicidas y fungicidas entre otros. Pueden alterar el equilibrio hormonal normal. Interactúan con los receptores de las hormonas bloqueando su acción o bien aumentando o disminuyendo sus niveles. Los efectos más preocupantes ocurren en hijas e hijos de madres expuestas durante el embarazo y la lactancia. Algunos de los efectos que pueden provocar son: En mujeres: pubertad precoz, deformación de los órganos reproductores, endometriosis y mayor incidencia de cáncer. En varones: estas sustancias pueden ser una de las principales causas de la disminución de la fertilidad masculina en los países desarrollados. Producen reducción del número de espermatozoides, reducción de la calidad del semen, disminución de los niveles de testosterona, e incluso puede llegar a dar cáncer de próstata o testículo. Se ha propuesto que la contaminación ambiental debida a una sustancia llamada dioxina puede favorecer el desarrollo de endometriosis en la mujer. La endometriosis está ampliamente relacionada con la fertilidad y Bélgica es uno de los países con mayor contaminación por dioxina y con mayor prevalencia de endometriosis. De todas formas esta afirmación todavía está en discusión y debe realizarse más investigación que lo confirme. 8. Manejo del estrés No existen pruebas certeras de que el estrés sea causa de infertilidad, sin embargo, podría afectar la función reproductiva de diversas formas, ya que existe una función alterada de muchos órganos del cuerpo. En la normal respuesta del organismo al estrés estarían implicados el sistema nervioso autónomo, el sistema endocrino e inmunológico y se produce el incremento de ciertas sustancias químicas que pueden alterar los niveles hormonales normales. Existen de todas formas algunos consejos para reducir los niveles de estrés, sobre todo en parejas sometidas a tratamientos de fertilidad asistida: Amplia comunicación con la pareja. Comunicación y apoyo con otras parejas que estén en la misma situación. Al compartir experiencias notará que los sentimientos, dudas e inquietudes que le aquejan son comunes a todas las parejas.
Infórmese sobre el tema así aclara sus dudas, puede hacerlo en su consulta, leyendo libros o revistas científicas. Realice alguna actividad que disminuya el nivel de estrés, por ejemplo, yoga, acupuntura, etc. Evite el exceso de estimulantes como la cafeína. Realice actividad física para liberar tensiones. Hable con su médico, usted y su pareja deben estar lo más cómodas posibles con los tratamientos que reciben. Planifique sus tratamientos de acuerdo a su capacidad económica y pregunte acerca de todas las opciones.