Carlos G. Wernicke La relación pedagógica lleva implícita siempre una interacción no violenta Violencia escolar Publicado por primera vez en Tiempo de Integración año VI n 27, Buenos Aires 1991. Reproducido con permiso. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio. Fundación Holismo de Educación, Salud y Acción Social desde 1990 en Buenos Aires, Argentina Estudio, investigación, difusión y docencia de la visión global en educación, salud y acción social Registro Inspección General de Justicia nº C 1.520.371 - Entidad de Bien Público sin Fines de Lucro Decreto 6708 MVL Registro Institutos de Perfeccionamiento Docente Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires DGEGP n C-172 Tel. / Fax 0054-11-4791-2905 - www.holismo.org.ar - info@holismo.org.ar
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En este artículo se aborda el tema más preocupante de la educación actual, un flagelo que debe erradicarse obligadamente si pretendemos construir una sociedad acorde con el tiempo por venir. La agresión, como búsqueda imperiosa de autosatisfacción de las propias necesidades básicas irresueltas, y la violencia, como modo de autosatisfacerse aún necesidades no básicas, como estilo usual de interacción, sólo pueden instalarse en un contexto altamente negador de satisfacción para sus miembros. Así es nuestra sociedad actual. Las interacciones violentas han existido siempre. Pero en el mundo de antes (es decir, hasta las primeras décadas de este siglo) era posible alejarse de ellas. La bomba atómica, la herramienta de violencia social más refinada, cerró aquella época. Desde su aparición ya no es posible dejar de participar, porque su violencia nos alcanzará donde estemos. Por eso el mundo es otro. Antes, en algún tiempo, quizás pudieron entenderse la agresión y la violencia como algo útil para la supervivencia. El mundo actual es otro. La humanidad cambió, aumentando exponencialmente sus interacciones: el avión, la TV, el fax, la computación, los anticonceptivos, el sida como pandemia, el aumento geométrico de la cantidad de habitantes, la posibilidad de vivir más años, la aparición de la familia nuclear como base social, el avance del rendimiento tecnológico y mercantil sobre el desarrollo emocional y político. Todo eso, junto y mezclado, produce este mundo, nuevo, que requiere conocer más a fondo las estrategias de interacción si nuestro rol exige trabajar con grupos humanos. RELACIÓN PEDAGÓGICA O MÁS TENSIÓN Cuando el sujeto esta insatisfecho aparece su estado de alerta (que desembocará en el cuadro llamado stress) con el fin de satisfacerse, esto es, rearmonizarse. En otras palabras, recuperar ese estado de sensación de equilibrio interno denominado salud. La insatisfacción produce ansiedad (nerviosismo) y su correlato principal, la tensión muscular. Todo está preparado entonces para el salto. Es obvio que interesa a todos quienes trabajamos con seres humanos reducir los factores que aumentan la tensión. He aquí algunos: 3
1) Imitación: de cuerpos en tensión, de gestos de insatisfacción, de agresiones verbales o corporales, de escenas observadas en vivo o en imágenes, de frases, de miradas 2) Poco contacto con personas de estamentos superiores e inferiores: por ejemplo, gente de otra edad, de otro sexo, de otras profesiones; o poco contacto con personas en general, con quienes se haga la experiencia de la interacción 3) Demasiado contacto con demasiada gente 4) Demasiado contacto con demasiados temas 5) El fenómeno de la obediencia automática, por el que el impulso básico es hacer lo que la autoridad dice, en principio sin plantearse si está bien o está mal 6) La vida urbana, que implica demasiados estímulos, pérdida del ser tratado como persona (anomia social), vivir alejado de parientes cercanos a los que un niño no puede visitar por propia voluntad, vivir en ambientes de pocos metros cuadrados para cada uno, desconocimiento de vecinos, rutina. 7) Consumismo, que implica bombardeo publicitario (con la sensación de descreimiento ulterior: otra vez me hicieron caer"), imitación de modelos sociales (personajes) impuestos y no de líderes naturales, exigencia (y autoexigencia) de rendimiento ( debo conseguirlo ): 8) La cercanía de soluciones fáciles y la observación de la aplicación de esas soluciones fáciles en los modelos sociales. Se trata de satisfactores rápidos, de breve y decepcionante efecto: drogas, medicaciones, modas, el acto violento en sí mismo. EL CONTEXTO CERCANO Estos factores de aumento de tensión existen en todo el escenario social. Hay violencias intragrupales e intergrupales, implícitas (las que no se ven claramente en la conducta) y explícitas. Las hay en estadios deportivos, oficinas, salas de parto, institutos de minoridad, hospitales, trenes, calles. Cuanto más se desciende en la escala social, cuanto mayor sea la anomia (cuanto más fácil sea perderse en el grupo), más explícita será la violencia. A su vez los modelos sociales más acomodados socialmente (más individualizados) no necesitan ser explícitos como provocadores de violencia; por el contrario, suelen ser sutiles. También en la escuela hay violencia intragrupal (niños y viceversa), explícita (sobre todo entre los naturalmente inmaduros e inexpertos, los alumnos) 4
e implícita. La diferenciar con otras zonas del escenario social es que la escuela es el lugar obvio donde se educa formalmente, también enseñando (mostrando) interacciones armonizadoras. LO QUE NO DEBO HACER No provocar aumentos de tensión. Es decir: ` Soy un modelo a imitar, por tanto no debo dar a imitar un cuerpo tenso, disarmónico, con gestos de insatisfacción o desprecio; no debo producir de modo verbal, gestual o corporal conductas agresivas. Jamás debo castigar; jamás debo prometer castigos. ` No debo evitar el encuentro de mis alumnos con niños de otras edades o con otros adultos; no debo cerrar las puertas del aula a la interacción frecuente con otras personas. ` No debo apabullar a mis alumnos con más de lo que pueden absorber. Es preferible poco y bueno. A cualquiera cansa en un día haber visto a muchos docentes o muchos temas. Es por eso que debo trabajar en equipo y nuestros temas deben tener hilación. ` No debo enviar consignas autoritaristas. La trampa consiste en que es muy probable que las obedezcan (e imiten), tanto más cuanto menor sea su edad. Pero guardando la emoción negativa transformada en rencor. El sentimiento de alguien que no se siente respetado es siempre negativo; aún cuando no se lo pueda ver en la conducta actual, surgirá. ` No trabajar en ambientes pequeños, cerrados u oscuros; no hablar fuerte o rápido, no preferir el contenido y el rendimiento a la persona; no evitar el movimiento y el trabajo en espacios abiertos. ` No exigir de los alumnos lo que la moda actual indica; no hacerles sentir despreciables si no cumplen con los cánones esperables; no son pobrecitos, sino personas con valores y realidades distintos. No creer que porque estamos en rol docente automáticamente seremos sus líderes naturales; eso hay que ganarlo en la relación. ` No ofrecer soluciones fáciles, ni siquiera mediante el ejemplo personal (fumar, por ejemplo). 5
LOS SÍ DEL DOCENTE Respetar el momento madurativo y el ritmo madurativo de cada uno de los alumnos; individualizar el acto educativo. Colocar el acto educativo en un marco ético y estético. Hablar con cada niño y cada familia de sus cosas personales: Acompañar a la familia en este desarrollo. Conocer las necesidades básicas irresueltas y transformarse en un satisfactor todo lo más que se pueda. Dar lugar a la expresión (verbal, teatral, gráfica, plástica) de los sentimientos de cada uno. Administrar contenidos serios, con aplicación a la vida real. Sólo así el alumno tendrá la sensación de haber aprendido algo, y no de haber perdido el tiempo (lo cual eleva la ansiedad). Educar es contar alegremente el cuento de la vida dejando que cada uno tome a su tiempo lo que le dimos a conocer. SERÁS UN PEDAGOGO O NO SERÁS NADA Pedagogo, del latín pedagogus, significa acompañante de niños; el guía, decía Pestalozzi. Una deformación italiana jocosa de pedagogo es "pedante", como peatón constante que acompaña a los niños. La cruel ironía es que en español pedante es el que se precia de sabio sin serlo. Para poder ser docente hay que haber estudiado y seguir estudiando pedagogía. Hay que criticar constantemente los fines de la educación. Hay que poner en sintonía el acto educativo, y sólo entonces estudiar las técnicas. Así el método se transforma en didáctica. Si usted no puede ser pedagogo, cree que eso no es necesario o importante, a mi juicio usted debería dedicarse a otra cosa. Está haciendo daño sin querer, porque lo esencial de la transmisión de códigos de una generación a otra, de un grupo a otro, es la relación humana. En este caso relación pedagógica, una relación humana con el objeto de traspasar códigos. Así de simple. 6
SÍ PERO... Claro que sé de las limitaciones que el sistema educativo tiene, y el daño que eso hace a sus últimos eslabones, los docentes y los alumnos. También sé que muchas cosas no pueden lograrse en el aula porque tampoco pueden lograrse en la calle o en casa. Por eso, se trata de una elección personal: si acepto ser eslabón de este sistema, no puedo decir que no estoy avisado. Puedo modificar muchas cosas a mi nivel, y debo hacerlo. Hay cosas que sí dependen de mí. Pero también puedo no aceptar pertenecer a un sistema tal. Está en juego lo esencial: si soy un docente, soy un pedagogo. Si por cualquier razón no puedo ser un pedagogo éste no es mi lugar. SOLUCIONES Puesto que la violencia en el contexto educacional es un problema gravísimo - por sus consecuencias cotidianas pero también a largo plazo- y la violencia explícita va en aumento, es urgente y perentorio hacer algo. Si no se hace nada, dentro de un tiempo alguien con poder suficiente dirá: se portan mal, hay que castigar más fuerte. Las autoridades no deben caer en la trampa de enviar mensajes de violencia. Si es lícito penar a un traficante con la muerte, la sociedad puede deducir que es lícito golpear a un niño porque roba un dulce. Antes bien, los modelos oficiales (entre ellos los políticos) deben "tabuizar" la violencia. Las autoridades deben coordinar las educaciones formal e informal. Los mensajes enviados por la TV incitan a la violencia explícita. Los dueños de las televisoras y los escritores de argumentos no son pedagogos. La TV debe tener un filtro pedagógico por parte de las grandes fuerzas vivas de la comunidad. Las autoridades deben crear espacios de reflexión y ejecución específicos en el tema. Los institutos de formación docente deben recontextualizar sus objetivos Un docente de hoy debe tener conocimientos serios en pedagogía, relaciones humanas, dinámica grupal, psicología del desarrollo, interacción familiar. Debe tener la oportunidad de realizar práctica supervisada del acto educativo (no sólo de la enseñanza) por lo menos durante un año, practicando a lo largo 7
de no menos de cien horas, inmerso de un verdadero laboratorio pedagógico. En las escuelas deben existir el rol del supervisor pedagógico, en la persona del director o no; grupos de reflexión entre docentes; comités de docentes sobre diversos temas a fin de seguir aprendiendo y aunar criterios; espacios de metacomunicación (comunicación sobre nuestra comunicación) entre el docente y sus alumnos; intenso trabajo entre los educadores formales e informales (léase docentes y padres). Los demás miembros de la comunidad educativa también deben ser preparados específicamente respecto del tema: porteros, mucamas, auxiliares, asistentes sociales, fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogos, médicos. Ante la observación de actos agresivos, autoritaristas, irrespetuosos, es necesario que el docente siempre intervenga. Aún cuando el violentador sea otro docente. Lo contrario es complicidad. El mensaje es entonces no te metás, no vi nada, no quiero protegerte, sometete una vez más. Al autoritarismo se lo enfrenta con autoridad; a la indignidad, con dignidad. NO ATEMORIZAR Autoritarismo es abusar del poder. El docente no es el gobernador del aula, es el administrador del aula. Conociendo las estrategias metodológicas correspondientes no necesita atemorizar para mantener la estructura. Pero a su vez ha sido objeto de atemorizaciones cuando niño; si no ha elaborado esta situación copiará aquél modelo adquirido experimentalmente. Atemorizantes son la negación del vínculo corporal, la actitud de trabajador desganado que no se hace responsable, la ausencia efectiva del docente en el aula, la exigencia de rendimiento porque sí, la administración aburrida de rutinaria información sin posibilidad de criticarla (otra vez Colón y el análisis sintáctico). EN SÍNTESIS Haga usted también algo concreto. Hable, reúnase, escriba, proponga, atrévase a nuevas metodologías, denuncie. Acérquese a instituciones que aborden el tema. Seamos agentes de salud de nuestra sociedad. 8