Cuadernos de El Avión Rojo Número 8 - Otoño 1999

Cuadernos de El Avión Rojo Número 8 - Otoño 1999 Partido Socialista de Chile

Cuadernos de El Avión Rojo Representante legal Ricardo Núñez Muñoz Director Gonzalo Martner Fanta Editor Carlos Tapia Araya Director Fundador Marcelo Schilling Rodríguez Comité de Redacción Carlos Altamirano, Clodomiro Almeyda (t). Luis Alvarado, Osvaldo Andrade, ArmandoArancibia, Jorge Arrate. Manuel Barrera, Fernando Bustamante, Carolina Carrera, Edgardo Condeza, Enrique Correa. Germán Correa. Antonio Cortés, Carlos Cruz. Alvaro Díaz, Raúl Díaz, Francisco Encina. Camilo Escalona. Jaime Estévez, Pío García. Manuel Antonio Garretón. Jaime Gazmuri. Helia Henríquez. Eugenia Hola. Oscar Landerretche. Juan Pablo Letelier. Luis Maira, Carlos Montes, Roberto Moreno. Carlos Moya. Ricardo Núñez. Carlos Ominami. Jaime Pérez de Arce. Patricio Quiroga. Juan Ruz. Augusto Samaniego. Adonis Sepúlveda. Juan Gabriel Valdés. Luciano Valle. Humberto Vega. Hernán Vodanovic. Secretaría Anita Lagos Arte y Diseño Franklin Troncoso Muñoz Oficinas Concha y Toro 36. Santiago. Teléfono: 696 65 96 Email: pschiie@reuna.cl I a Edición 500 ejemplares Partido Socialista de chile Santiago de Chile, octubre 1998 Impreso en LOM Ediciones Maturana 13, Santiago. ISSN 0717-1358

INDICE Presentación 7 Ricardo Nuñez Fundación y Trayectoria del 11 Partido Socialista Caso Pinochet Kofi Annan José Miguel Insulza Camilo Escalona Brigada Abogados Socialistas Eduardo Trabucco Ricardo Lagos y Heraldo Muñoz Derechos Humanos: de las palabras a los hechos 19 Los Fundamentos de nuestra acción 23 La justicia debe prevalecer 31 Justicia y Verdad 37 Reconciliación y Democracia 41 El dilema de Pinochet 49 Presente y Futuro del Socialismo Perry Anderson André Gorz S al v atore Veca Luis Maira Camilo Escalona Socialismo? 59 Adiós, Conflicto central 77 La igual dignidad 83 Chile: Los espacios de la esperanza 91 Salvador Allende, la izquierda chilena y la renovación Socialista 97 Primarias Carlos Tapia Tribuna Sergio Barría Pérez Los tres ganadores del 30 de mayo: Lagos, las primarias y la concertación 123 Aniversario Socialista 131

PRESENTACIÓN El 66 aniversario nos encontró sumergidos en las múltiples solicitaciones de una coyuntura que ha sido pródiga en acontecimientos. El discurso que pronunciara Ricardo Núñez, Presidente del Partido Socialista en la sesión del comité Central del 24 de abril de 1999, abre nuestra entrega N 8 y pone en perspectiva los complejos temas y reponsabilidades que enfrentamos hoy, a la vez que destaca las fortalezas de nuestro partido para estar, como hasta ahora lo ha hecho, en los puestos de avanzada en la lucha por los cambios. Sin duda, el impresionante triunfo que Ricardo Lagos obtuvo el 30 de mayo recién pasado en las elecciones que la Concertación de Partidos por la Democracia organizara para nominar el candidato único que representará a la coalición en las elecciones presidenciales de diciembre próximo, quedará registrado como un hito de la transición. Para los socialistas la alegría ha sido profunda. El resultado no sólo consagró a nuestro candidato; fue, además, una señal fuerte que envió el electorado concertacionista validando el mecanismo de primarias abiertas, y también -cuestión esencial para el futuro- validando a la Concertación como forma política para continuar por la senda del cambio que se abriera en los inicios de esta década. Al final de este número, presentamos los resultados y un primer análisis realizado por Carlos Tapia. El segundo acontecimiento, fue la detención de Pinochet en Londres. La creencia del ex-dictador de que ninguna mano podía tocarlo, quedó hecha trizas. La justicia española logró detenerlo en Londres y hoy se encuentra a la espera de que se inicie el proceso de extradición. Contrariamente a lo que podía esperarse, al interior del Partido Socialista no hubo uniformidad en los análisis. Una dura polémica se desató entre los sostenedores de la tesis soberanista y la tesis justicialista. Para los primeros, en nombre del principio de la soberanía territorial sólo el Estado chileno puede juzgar a sus ciudadanos. Para los segundos, la justicia, cuando se trata de crímenes de lesa humanidad, puede y debe operar en cualquier país del mundo. Una sección completa de esta entrega viene consagrada al tema y a la

polémica. Un primer texto de Koñ Annan, ilustra sobre los avances que se han ido realizando en materia de Derechos Humanos a nivel mundial. Luego intervienen el actual Canciller José Miguel Insulza y el Secretario General del partido Camilo Escalona. Ambos han sido representantes de una y otra de las posiciones arriba mencionadas. Los textos que presentamos, por otra parte, son notables ejercicios analíticos, a la vez que pruebas fehacientes de la franqueza y responsabilidad conque el partido Socialista ha sabido procesar sus divergencias durante este episodio. La brigada de abogados del partido socialista, a solicitud de la Comisión Política realizó un acucioso trabajo durante el debate generado por el caso Pinochet, el texto que publicamos resume las conclusiones de ese trabajo. El capítulo se cierra con un análisis que realizaron conjuntamente Ricardo Lagos y Heraldo Muñoz. Texto equilibrado, es sobre todo una mirada a futuro y diseña los pasos a seguir en materia de política internacional para lograr instalar el Tribunal Penal Internacional instancia que no debiera anular el deber que tiene los propios países de «lidiar eficientemente con sus propios tiranos». El segundo cuerpo de documentos que compone este número, continúa la reflexión que hemos venido haciendo de modo permanente y se refiere a los derroteros del socialismo como doctrina. Así, y pese a los designios de algunos profetas, cuando se haga el balance de este siglo que termina, un dato deberá ser considerado por historiadores, cientistas políticos, sociólogos: de todos los cuerpos doctrinales que se originaron durante el S.XIX y se instalaron consistentemente en el campo político, sólo dos - el socialismo y el liberalismo- logran pasar con relativo dinamismo los umbrales de la centuria y abordan el milenio en una pugna que, auguramos, está lejos de terminar. Por cierto, los doctrinarios del ultraliberalismo, luego de declarar la muerte de la historia y de celebrar con regocijo la caída del bloque soviético, diagnosticaron la muerte del socialismo. La realidad está lejos de ser exactamente esa: el socialismo ha pasado lo peor del episodio critico y se encuentra en la tarea de trazar nuevos derroteros para lo que son sus aspiraciones fundamentales: justicia, libertad, igualdad, solidaridad. El texto de Perry Anderson, despliega una minuciosa refutación de las afirmaciones de Fukuyama; André Gorz, por su parte, enjuicia el desempeño de la izquierda y plantea como conclusión para la izquierda europea, la necesidad de fundar un nuevo referente que tenga como característica principal, ser «común y pluralista, democrático y radical». Salvatore Veca, aborda desde una perspectiva filosófica las factibilidades de despliegue que tiene hoy el principio de la «igualdad», viga maestra del andamiaje doctrinal socialista. Finalmente, Luis Maira y Camilo Escalona en dos textos de diferente factura, pero de temática común, abordan los grandes temas del socialismo en el contexto de los complejos desafíos que se plantean en nuestro país de cara al próximo siglo. A partir de este número, los Cuadernos del Avión Rojo, abren una sección Tribuna, destinada a acoger colaboraciones tanto de miembros del Partido Socialista, como de otros organismos. Por cierto, como todos los espacios de estas características, los dichos allí vertidos no necesariamente reflejan la línea editorial de la revista. Los editores 8

FUNDACIÓN Y TRAYECTORIA DE PARTIDO SOCIALISTA

INTERVENCIÓN DEL SENADOR RICARDO NÚÑEZ MUÑOZ, PRESIDENTE DEL SENADO DEL PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE, EN EL 66 O ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN (Pleno del Comité Central, 24 de abril de 1999) Compañeros y compañeras miembros del Comité Central, estimados compañeros dirigentes de la Juventud, compañeros dirigentes del Regional Metropolitano, estimadas compañeras y compañeros dirigentes de diversos Regionales del país que se encuentran también en esta reunión solemne, estimado compañero Ministro Jorge Aírate, estimados compañeros parlamentarios, estimados compañeros funcionarios de gobierno, estimadas amigas y amigos, compañeras y compañeros: Se ha dicho permanentemente que un partido que no tiene historia difícilmente puede construir futuro. Un partido que no puede reconocerse en todas y cada una de las situaciones que han ido modelando su historia, no puede ser un actor significativo a la hora de prefigurar la sociedad a la que aspira. Un partido que no es capaz de enraizarse en lo más profundo de su propio ser nacional carece de legitimidad para construir la patria que sueña. Los socialistas, compañeras y compañeros, siempre es bueno recordarlo, somos parte de Chile: ése es nuestro capital esencial como organización política. Los 66 años de experiencia que hoy estamos conmemorando nos permiten estar en condiciones de entregar con generosidad, a las nuevas generaciones de socialistas, todo nuestro bagaje de experiencias, de conocimientos, de vivencias, con la esperanza cierta de que ello nos hará caminar hacia el futuro hoy y mañana. Alguien ha dicho: porque los socialistas conocemos lo efímero del poder es que hemos sabido aprender el valor de los principios. Es en esta convicción que nos reunimos hoy para honrar la visión de los fundadores, 11

Fundación y Trayectoria del Partido So: a su de nuestros compañeros que dieron a luz nuestra organización hace 66 años. Ellos :_er: r. capaces de construir una organización basada en la experiencia que surge de nuestra pror;a historia; ellos aunaron visiones diversas de la realidad tras el objetivo de alcanzar una sociedad más libre, democrática e igualitaria. Ellos, nuestros fundadores, diseñaron una organización política que -como reza en nuestra acta fundacional- no cree en dogmas. El Partido Socialista desde que naciera a la luz de nuestra historia inició un camino que estuvo marcado por la idea de que. cuando se lucha por el bien del pueblo, sólo es posible alcanzar el éxito si se es capaz de confrontar creativamente realidad y experiencia. Hoy nos reunimos para recordar y agradecer a Matte, Grove, Schnake, a Salvador Allende y a otros visionarios que el 19 de abril de 1933 se reunieron en calle Serrano 150 para firmar el acta de constitución del Partido Socialista. Hoy recordamos nuevamente ese día en que Eugenio Matte declaraba constituido el Partido Socialista y -como decía textualmente el acta-: se felicitaba del éxito que significaba para la causa socialista la fusión de todos los grupos que luchaban por la implantación de la doctrina socialista. Ante esa asamblea expectante, con conciencia clara de estar dando origen a una oportunidad histórica, declaraba su firme convicción de que la unión de todos los trabajadores manuales e intelectuales conduciría a satisfacer los anhelos de redención del pueblo. Así versaba nuestra acta fundacional. También es importante recordar, particularmente ahora, cuando hay nuevas condiciones y la coyuntura nos entrega nuevas vicisitudes y nuevos desafíos, las palabras de Oscar Schnake, cuando afirmaba: "El pueblo necesita un partido que por su organización, por los hombres que lo dirijan y su voluntad de unión sea garantía de su nuevo destino político. Es el Partido Socialista que nace como una necesidad y por eso es recibido como el partido del pueblo". Por lo tanto, compañeras y compañeros, estamos orgullosos de nuestra propia historia; no tenemos nada que ocultar, con la frente en alto seguimos caminando para construir un mejor destino para nuestra patria. Por esto es que tenemos la convicción democrática que surge de nuestras raíces. Vamos a luchar incansablemente por construir una organización cada vez más amplia, a través de coaliciones, de entendimientos, de acuerdos que hagan converger con otros sectores de la vida nacional, con otras visiones, con otros objetivos, la idea de la construcción de una patria más justa. Concurrimos desde nuestro nacimiento a la creación del Frente Popular, luego al Frente de Acción Popular, luego a la Unidad Popular y hace diez o más años a la Concertación de Partidos por la Democracia, todos instrumentos que dieron impulso vigoroso al desarrollo democrático y al progreso de nuestra nación. En el Frente Popular afianzamos la democracia, extendimos la educación y, obviamente con otros partidos que constituían aquella alianza, instalamos la Corporación de Fomento de la Producción, que dio inicio a un proceso de industrialización inédito en nuestro país. 12

Ricardo Nuñez II. Con el FRAP, Frente de Acción Popular, consolidamos a los trabajadores y a sus organizaciones; durante el FRAP surgieron la Central Unica de Trabajadores y las más poderosas organizaciones sociales que conociera la historia de Chile. En ese período crecieron políticamente aquellos dirigentes que serían pilares fundamentales en la evolución del Partido, en la estructuración de su experiencia y de su presencia nacional. Recordemos las figuras de Raúl Ampuero, de Aniceto Rodríguez, de Salomón Corbalán, de Clodomiro Almeyda y de Carlos Altamirano. No sería bueno olvidar el aporte generoso que cada uno de ellos entregó, desde sus particulares vivencias, al desarrollo, progreso, consolidación de la idea socialista en la sociedad chilena. Y entre ellos, naturalmente, Salvador Allende, la figura más señera del socialismo en este siglo, que desde su temprana juventud participó en todas las luchas sociales de la época y en particular aquella que terminara con la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo. Allende, desde siempre, tuvo claro que acuerdos nacionales de carácter popular eran posibles y factibles de impulsar para hacer realidad los cambios a los que aspiraba la mayoría de nuestro pueblo. Con la Unidad Popular y el liderazgo de Allende nacionalizamos el cobre y, con ello, proporcionamos al país enormes recursos adicionales para su desarrollo; completamos la reforma agraria creando las bases de la modernización del agro; extendimos la educación universitaria, y ampliamos la participación popular y la democracia política y social a límites jamás conocidos antes en nuestra historia. Unidad Popular: Autocrítica y realizaciones Hemos dicho que somos y hemos sido los más críticos de nuestras propias conductas durante la Unidad Popular, pero a través de esa autocrítica jamás vamos a ocultar los grandes logros que durante mil días el pueblo de Chile fue capaz de construir con la figura de Salvador Allende. El ideario político que representara Allende se materializó en la idea de la libertad jomo realización plena de la persona; la idea de la justicia como fin de toda discriminación de raza, sexo o condición social; la idea de la igualdad como un valor que dignifica la condición humana; la idea de la solidaridad que nos identifica con las víctimas de la injusticia y pone en práctica la aspiración de una humanidad mejor. Eso somos y seremos siempre los socialistas. Como lo hemos dicho tantas veces, la dictadura pretendió acallarnos y exterminarnos. Muchos de los nuestros sufrieron en carne propia la muerte, la tortura y el escarnio. Su lucha, sin embargo, no fue en vano. Y éstas no son meras palabras. Hoy nuevamente de pie y rendimos tributo a sus memorias, de la manera que mejor pccezncri hacerlo los socialistas: bregando, como siempre, por una patria más justa. Hemos ietad : atrás la oscura noche que ensombreció nuestra historia. Tantos 13

Fundación y Trayectoria del Partido Socialista años de dictadura, de horror y muerte han quedado, felizmente, en el pasado. Para que ello ocurriera fue necesario un esfuerzo personal y colectivo de todos, de los militantes que superando el miedo pregonaron el mensaje emancipador por doquier, de los trabajadores que tomándose las calles dijeron basta, de las mujeres que desde la población batieron campanadas de libertad, de los jóvenes que sin temor hicieron la barricada para impedir el paso al oprobio. Fue el pueblo de Chile el que terminó con el totalitarismo de Pinochet. Fue el Partido Socialista el que junto a él le dijo No al régimen militar. En esa tarea, el socialismo chileno ha sido protagonista y conductor, junto a las demás fuerzas de la Concertación de Partidos por la Democracia del gobierno de Aylwin y hoy del gobierno del Presidente Frei.Ellos han sido, también, nuestros gobiernos, y en ellos hemos puesto lo mejor de nosotros mismos, y Chile lo reconoce. En cada una de las obras, en cada una de las grandes iniciativas que han tomado estos gobiernos, se ha notado siempre la mano, la orientación, el sentido redentor de los socialistas. Es por esto que para continuar en la senda de nuestra historia, debemos consolidar para el presente y el futuro una organización política lúcida, unida en su diversidad, respetuosa del juego democrático interno, transparente en sus métodos y en sus medios, ejemplo del tipo de sociedad que queremos para todos los chilenos. La mejor manera en que podemos enfrentar el futuro es asumiendo que el surgimiento de nuestra organización partidaria es un auténtico producto de lo que somos como pueblo, como nación, como Estado. Compañeras y compañeros: Si algo nos caracteriza, si algo realmente nos debiera permanentemente motivar es que no somos una mera creación intelectual que surge como producto de las contradicciones de la sociedad capitalista. Los socialistas chilenos somos mucho más que eso. Los socialistas chilenos somos expresión de lo más profundo de la manera de cómo se constituyó Chile como Nación, como Estado. No existe rincón de nuestra patria que no haya recibido alguna vez nuestro mensaje, el mensaje de los socialistas. No hay hombre o mujer de nuestra patria que no haya conocido el afán libertador, democrático y transformador que siempre nos ha animado. Y eso es un bagaje que nos permite enfrentar las tareas y desafíos del presente. Por eso, como ya lo he dicho, al sentirnos orgullosos de nuestra historia, tenemos que decir que la vamos a recuperar cuantas veces sea necesario, porque ella ya es patrimonio no solamente de nosotros, sino de Chile y de su pueblo. Por eso, permítanme decir esta mañana algo que me parece esencial para iluminar el futuro de Chile. Quiero decir, con honestidad, con franqueza, que con la misma firmeza que hemos defendido los derechos humanos, con la misma fuerza que queremos que se 14

Ricardo Nuñez II. haga justicia y verdad para los perseguidos por la dictadura militar, con esa misma fuerza y pasión y la legitimidad que nos da la historia, queremos reencontrarnos con el Ejercito de OHiggins, queremos reencontrarnos con el Ejército que fundara el padre de la patria. No hay contradicción, en mi opinión, en esta convicción tan profunda que nos anima. Sin justicia no hay patria. Sin verdad la reconciliación nacional se aleja y se hace efímera. Ello no excluye que queramos sentir que el Ejército de Bulnes, Baquedano, Schneider y Prat, sea fundamental para la patria unida que busca construir los objetivos comunes de progreso, desarrollo y felicidad que animan a todos los chilenos. En suma, queremos reencontrarnos con una tradición de la cual forma parte el Ejército de Chile, en la cual -en nuestra opinión- no es Pinochet su figura más señera, como a veces se nos quiere hacer creer. Él no es la figura del Ejército que amamos; es O'Higgins, es su tradición, es ésa la figura que une a los chilenos. Pinochet es la figura que divide a los chilenos. Queremos reencontrarnos con la tradición histórica -que nuestros fundadores tuvieron también- sentir vinculaciones afectivas, con esa parte sustantiva de nuestra patria que es el Ejécito. No con el ejército que pisoteó las aspiraciones del pueblo, no con el ejército que vulneró los derechos humanos, no con el ejército que atropello a gran parte de nuestra sociedad y nuestro pueblo. Queremos reencontrarnos con ese otro Ejército, con el Ejército de O'Higgins, con el Ejército que también fue capaz de hacer patria en los campos de batalla. No es, pues, Pinochet la figura señera; lo será siempre O'Higgins, el padre de la patria. El ejército de Pinochet, el que le rinde culto a su personalidad, no es el Ejército que le dio continuidad histórica a Chile. El ejército de Pinochet divide, el Ejército de OHiggins nos une. Hoy, compañeras y compañeros, cuando las fuerzas democráticas en la Concertación se aprestan a elegir a su abanderado presidencial, los socialistas estamos más unidos que nunca y dispuestos a entregar los mejores esfuerzos para que nuevamente un hombre de nuestras filas, las del progresismo, las filas del humanismo socialista y laico, ocupe el sillón de O'Higgins y dirija los destinos de nuestra patria. El 30 de mayo próximo nos enfrentamos, entonces, a una tarea de proporciones, que compromete a nuestra historia, a nuestro presente y a nuestro futuro. Sin embargo, compañeros, el 30 de mayo próximo no es un desafío sólo de los socialistas. El gobierno que ha de encabezar el compañero Ricardo Lagos -porque estamos convencidos que con nuestro esfuerzo y nuestra dedicación Lagos va a ser el candidato único de la Concertación- no va a ser un gobierno socialista, ni siquiera un gobierno de izquierda en el sentido clásico de la palabra: va a ser un gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia, un gobierno que representará a los más amplios sectores de nuestra población, a los amplios sectores que aún requieren justicia, que aún requieren trabajo, que aún requieren dignidad y progreso. En la Concertación de Partidos por la Democracia es donde Ricardo Lagos va a ser capaz de enfrentar, como Presidente de la República, las tareas transformadoras que aún están pendientes en Chile. 15

Ricardo Nuñez II. Compañeras y compañeros: Ganar las primarias con Ricardo Lagos es el mejor homenaje que podemos rendir a nuestros fundadores y a Salvador Allende en estos 66 años de historia. Ella nos obliga a desplegar con el máximo esfuerzo nuestra pasión, empuje y coraje para enfrentar las tareas que nos demandan estas primarias. Compañeras y compañeros, el triunfo de las primarias no debe impedirnos seguir pensando y soñando en el futuro. El futuro será siempre un lugar donde aportemos nuestra imaginación, nuestra creatividad, nuestra condición de seres humanos capaces de predecir, de alguna manera, los grandes aconteceres que van a estar presente en el próximo período. Estamos ad portas del próximo siglo; un nuevo milenio se abre ante nuestros ojos llenos de incertidumbres y presagios. Algunos pseudoideólogos han declarado el fin de la historia y de las ideologías; han pretendido enterrar las esperanzas de igualdad, libertad y solidaridad que han animado siempre al ideario socialista. Sin embargo, cotidianamente vemos cómo surge por doquier la demanda de futuro de cientos de miles de seres humanos que buscan la felicidad y la realización plena. Esa demanda requiere de respuestas, requiere de esperanzas y de sueños. Los socialistas tenemos sueños, tenemos anhelos de un mundo mejor para todos. Queremos enfrentar el nuevo siglo señalándole a nuestro pueblo que somos los portadores de un mensaje renovador. Las minorías étnicas y sexuales reclaman por su discriminación, la mujer demanda igualdad y respeto a su condición, los jóvenes quieren vivir en un mundo mejor, la revolución científico-tecnológica necesita de un rostro humano, el desarrollo económico se vuelve intolerable cuando se alcanza a expensas del medio ambiente hipotecando el futuro de nuestros hijos, los trabajadores y trabajadoras del mundo reclaman por más tiempo para sus familias.y la sociedad toda pide libertad de creación y de información. Estos son los anhelos y los desafíos que debemos enfrentar. Tenemos, compañeros y compañeras, la capacidad de afrontarlos; queremos y podemos construir, dialogando con nuestro pueblo, como lo hacemos siempre los socialistas, ese mundo mejor que soñaran nuestros fundadores y particularmente Salvador Allende. Compañeras y compañeros, el pasado nos afianza y el futuro nos reclama. Muchas gracias. 16

CASO PINOCHET

DERECHOS HUMANOS: DE LAS PALABRAS A Los HECHOS Por Kofi ANNAN* Todos los ojos miran hacia Londres, ahora que el Reino Unido se prepara para decidir, de una vez por todas, si responder positivamente o no a la petición de España de extraditar al ex gobernante chileno Augusto Pinochet. Este caso está siendo estrechamente observado, no sólo por el drama humano -el espectáculo de un anciano ex dirigente retenido contra su voluntad-, sino también por las implicaciones que acarrea para el futuro. La Historia juzgará al señor Pinochet. Desde la perspectiva de las Naciones Unidas, sin embargo, ya vemos esta situación como una evidencia del importante papel desempeñado por el cuerpo de leyes referido a los derechos humanos que hemos ayudado a crear. El Reino Unido estableció recientemente que el señor Pinochet no podía ser juzgado por actos cometidos antes de 1988, cuando este país ratificó la Convención contra la Tortura, los Tratos Inhumanos o Degradantes o los Castigos. Este tratado es uno de los numerosos instrumentos internacionales adoptados por la Asamblea General de la ONU, que están apretando el nudo corredizo alrededor de quienes cometen gruesas violaciones de los derechos humanos. Si la ONU del siglo XX es recordada por su trabajo en la elaboración de tratados dirigidos a asegurar el respeto de los derechos humanos a lo largo y ancho del mundo, nuestra tarea en el próximo milenio debe centrarse en conseguir la adopción universal de tales tratados y su aplicación concreta. Juzgando desde el pasado, tengo grandes esperanzas para el futuro. *Koti Annn es Secretario General de la ONU. 19

Derechos humanos: de las palabras a los hechos La Historia recuerda un tiempo en el que la tortura era considerada, en muchas partes del mundo, una forma legítima de castigo, un instrumento legítimo para hacer cumplir la ley. Por supuesto, esta práctica atroz aún persiste, pero ningún gobierno se animará a admitirlo. La ONU ha sido un instrumento eñcaz en este proceso de transformación de ideales en compromisos vinculantes. Si este resultado no ha sido recibido con fanfarria, se debe a que el proceso es lento. Lento pero premeditado. Recién salidos de las devastaciones de la II Guerra Mundial, las Naciones Unidas se movilizaron rápidamente para adoptar la Convención de 1948 sobre la Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio. Algunos países firmaron el tratado casi inmediatamente, pero esperaron décadas para ratificarlo. Lo mismo podría decirse de otras y numerosas convenciones sobre derechos humanos. En diciembre de 1990, la Asamblea General adoptó la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y de sus Familias. Casi 10 años después, solamente 11 países la han convertido en ley, mientras otros seis sólo la han firmado. Pero, como en el caso de otros instrumentos clave para la protección de los derechos humanos anteriores, tengo la esperanza de que esta convención entrará en vigor a su debido tiempo. Por supuesto, el proceso de desarrollo de normas sobre los derechos humanos no se ha completado aún. Muy recientemente, el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos ha estado trabajando para definir mejor los derechos relacionados con la alimentación. Y los expertos de la ONU también están trabajando en cuestiones emergentes tales como los derechos humanos y el dumping de desechos tóxicos y de otros productos peligrosos, los derechos humanos y la pobreza extrema e incluso los derechos humanos y la deuda externa. Basta sólo leer las actas de las votaciones en la Comisión de derechos humanos para ver que estas cuestiones suscitan aún controversias. Pero estamos trabajando para saltar la línea divisoria entre derechos económicos, sociales y culturales, así como aquellos que son incluidos en las categorías de civiles y políticos. Esta dicotomía algunas veces toma la forma de una pregunta: cuán buena es la democracia si el estómago de uno está vacío? La imagen del acceso a una urna electoral pero no a una comida es poderosa, aunque en la práctica la distinción no es tan aguda. Considerar el incremento de la participación política es una cuestión clave en materia de derechos. Cuando todos tienen acceso a los derechos civiles y políticos, cuando todos pueden votar, ocupar posiciones de dirigentes y contribuir al desarrollo de sus sociedades, también pueden ayudar a asegurar los derechos básicos en lo económico, social y cultural. Por supuesto, la más amplia satisfacción de las necesidades básicas -de acceso a un adecuado cuidado de la salud y a la nutrición- hará que la gente esté en mejores condiciones para ejercer sus derechos políticos y asumir posiciones de liderazgo. 20

Kofi ANNAN Se ha dicho que toda gran idea ha sido primero ridiculizada, luego objeto de una vehemente oposición y finalmente aceptada como expresión de sentido común. Las Naciones Unidas primero hicieron que la noción del respeto por los derechos humanos dejara de ser considerada un mero vuelo de la fantasía alentado por sectores marginales y se transformara en sujeto de una acalorada controversia. Y la necesidad de promover y respetar los derechos humanos es ahora ampliamente vista como una cuestión de sentido común, aunque todavía subsistan algunas controversias. El desafío que tenemos por delante es el de transformar esta comprensión general del tema en una protección para todos aquellos que la necesitan. En ninguna otra parte es este desafío -y esta oportunidad- mayor que en el área del progreso de las mujeres. Las jóvenes de hoy, por ejemplo, deben tener tanto el alimento, el cuidado de la salud y la educación que necesitan, así como la concesión total de los derechos políticos. Podemos avanzar mucho más rápidamente con dos piernas de lo que podemos hacerlo con una sola. Estoy convencido de que procediendo hacia adelante de este modo, el mundo podrá realizar los ideales que hemos sido capaces de articular y convertirlos en ley moviéndonos desde la aceptación de iure hasta la realidad de facto. 21

Los FUNDAMENTOS DE NUESTRA ACCIÓN INTERVENCIÓN DE JOSÉ MIGUEL INSULZA ANTE EL PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO SOCIALISTA Santiago, 7 de Noviembre de 1998 Estimados Compañeros: Estos últimos días han sido difíciles para todos nosotros. Víctimas por muchos años de los crímenes, los abusos, el exilio y la discriminación, nos ha tocado enfrentar dilemas relacionados con los principios más caros de nuestra acción política: verdad, justicia, legalidad, derechos humanos, soberanía. Nos ha tocado, además, hacerlo en nuestra condición de Partido de Gobierno y miembros de una alianza con otras fuerzas democráticas, que también tienen sus ideas y sus principios enjuego y que también deben, como nosotros, lealtad al gobierno y la coalición que formaron. No quiero participar en esta discusión en torno a hechos coyunturales. Creo que el debate es más profundo y es necesario enfrentarlo en torno a los principios que están en juego. Muchos compañeros del Partido han criticado mis actuaciones. Otros, más comprensivos, han dicho que yo he hecho "lo que tenía que hacer". A los primeros, los comprendo y respeto; a los segundos, les agradezco. A todos, les pido excusas por cualquiera de mis acciones que pueda haberlos dañado u ofendido. Desde luego, he cometido errores y Uds. saben muy bien que habría preferido no vivir nunca los hechos de las últimas semanas. * José Miguel Insulza es Ministro de RR.EE.. miembro del Partido Socialista 23

Los Fundamentos de Nuestra Acción Pero no me escudaré en la fatalidad para justificar mis actos: no he actuado así por no tener otra alternativa, sino por hacer lo que creo mejor para Chile, para el Gobierno, para la Concertación y para el Partido. No es que no tuviera otras salidas; es que creo que las actuaciones del Gobierno del Presidente de la República y las mías propias están de acuerdo con los principios de legalidad y soberanía democrática que nos inspiran y con las necesidades de la transición chilena. 1- El Fundamento Etico de Nuestra Acción. Más allá de las críticas concretas o circunstanciales a la acción del Gobierno, la cuestión principal que se plantea, desde un punto de vista ético, es por qué el Gobierno de la Concertación - y los socialistas que forman parte de él - deberían defender los derechos de alguien que fue el dictador por muchos años, que atropello los derechos humanos, que se ha negado a arrepentirse de ello y que ha continuado activo, creando obstáculos objetivos a una verdadera reconciliación nacional. El gobierno argumenta que actúa conforme a principios. Pero, no hay acaso otros principios, en especial los de Justicia y Verdad, que deberían tener prioridad en este caso? Por supuesto que los principios de Justicia y Verdad deben inspirar siempre nuestra acción. Ello no es solamente un imperativo ético, sino también un deber político, inscrito en nuestro programa, como Partido y como Concertación. Pero todo Gobierno democrático tiene un deber previo y supremo, que es el que le da su razón de ser y su legitimidad. Ese deber ético fundamental es la defensa de la ley. Esa es la primera garantía que debe dar a sus ciudadanos. Respetar la ley como está escrita. Podrá luchar con todas sus fuerzas por cambiarla si la considera injusta o inapropiada; pero no puede abdicar de su obligación de respetarla y hacerla respetar. Nadie ha cuestionado la obligación del Gobierno de actuar como ha actuado en defensa de la Constitución y las leyes que rigen nuestra convivencia. Y ese es el único fundamento ético que nuestra acción puede tener. La legitimidad del Estado democrático está en su respeto por la ley. Y no me refiero a la Ley de Dios ni a la Ley Natural, sino a la ley (con minúscula), a todas esas leyes que forman el orden jurídico y que permiten o deben permitir que los ciudadanos comunes se sientan protegidos. Este imperativo no nace sólo del juramento o promesa que el Presidente y sus ministros prestan al asumir sus cargos - el cual es ya muy importante. El fundamento mismo del Estado democrático es la certeza que el gobierno está obligado a darle a sus ciudadanos de su respeto por la ley. Ellos tienen derecho a saber que su gobierno, sea que lo apoyen, se opongan a él o les dé lo mismo, está ahí para garantizar el ordenamiento jurídico que hay, no el que quiere que haya. La tentación de romper esta obligación ética es más fuerte que nunca en 24

José Miguel Insulza momentos de crisis y en nombre de los más altos principios: Derechos Humanos, Justicia, Verdad. Nada más fácil que decir: "De que sirven las leyes, si protegen al tirano", o incluso "saltémonos las leyes, para poder perseguir al tirano". Y cuando hayamos tirado todas las leyes a la basura, y los tiranos vuelvan quien nos defenderá de ellos? Ya hemos vivido esta experiencia y no queremos vivirla de nuevo. Los enemigos de la democracia y la legalidad esperan que nos apartemos un minuto de esta conducta, para justificar con ello su destrucción. Entonces vendrán sobre nosotros, esgrimiendo también Principios con mayúscula: Nación, Soberanía, Independencia. Y si olvidamos la obligación democrática de defender la ley, no podremos defendernos y defender a los millones de seres para los cuales la ley y los derechos humanos fueron concebidos. Porque los principios de juridicidad, irretroactividad, juicio justo, no fueron hechos para defender a Pinochet. Fueron establecidos para defender a los hombres y mujeres comunes, las más habituales víctimas del atropello y la arbitrariedad. Por eso es falso y equívoco poner al Gobierno en el dilema de "seguir la ley o seguir su conciencia". Faltaría a su deber y a su conciencia moral, si no respetara la ley que rige a los hombres y a las mujeres de este país. 2.- Los Deberes Irrenunciables del Estado. En el ejercicio de sus obligaciones legales y constitucionales, existen funciones que son inherentes a todo estado soberano. El gobierno tiene la obligación de actuar para respetar y hacer respetar esas funciones: gobernar, legislar y juzgar. Por cierto, puede asumir, en ese marco, compromisos internacionales. Pero eso lo hace en pleno uso de su soberanía. La afirmación de que "si no lo hacemos nosotros, pueden hacerlo otros", no tiene fundamento en nuestro ordenamiento jurídico ni en ningún tratado internacional que el país haya ratificado. Atribuir a otros el derecho a juzgar sobre Chile equivale a decir que otros podrían legislar obligatoriamente para los chilenos o que algún Presidente de otro país podría ejecutar nuestras leyes o aplicarnos las suyas. La primera orden de detención dictada desde España en contra de Augusto Pinochet, se refiere a "delitos cometidos en Chile, entre 1976 y 1983, bajo jurisdicción española". Chile - el estado democrático de Chile - nunca le ha entregado a España jurisdicción, ni el derecho a juzgar los delitos que han ocurrido en su territorio. Eso es ilegal, y como tal, el Gobierno no puede aceptarlo, sin renunciar al mismo tiempo a sus obligaciones fundamentales. Este es el nudo de la cuestión. Querámoslo o no, este es un asunto de soberanía. Es doloroso que lo sea, cuando la persona en cuestión es Pinochet. Pero si entregamos hoy las atribuciones del Estado democrático de Chile de legislar, gobernar y juzgar, estamos renunciando a deberes que son irrenunciables para un Estado soberano. 25