Epílogo Las Directrices de la OMS para el uso del agua residual: reflexiones para su aplicación en el entorno urbano L as experiencias presentadas, los conceptos explicados, la sustentación de enfoques y demás argumentos expuestos en esta publicación se han orientado hacia un único propósito: demostrar la posibilidad real de usar el agua residual doméstica en actividades productivas, haciendo más sostenible la protección de la salud humana y el uso de los recursos hídricos en el entorno urbano en América Latina y otras regiones en desarrollo. Desde su publicación en 1989, las Directrices Sanitarias de la OMS para el uso de las aguas residuales en agricultura y acuicultura (Tabla 22 en la página siguiente) ofrecen una excelente referencia hacia este propósito. Sin embargo, se ha determinado que en la mayoría de los países de la Región, éstas no han sido consideradas en todo su potencial por diversas razones. El epílogo de esta publicación pretende subsanar esta situación a través de una serie de reflexiones y recomendaciones para que estas directrices puedan ser mejor aplicadas y, en lo posible, incorporadas en el marco regulador y normativo de estos países. Enfoque en el principal problema de salud en los países en desarrollo: las enfermedades infecciosas. Los problemas de salud asociados al agua residual doméstica son diferentes en los países industrializados y en los países en desarrollo. Las directrices reconocen estas diferencias y por esta razón enfatizan la prevención de enfermedades infecciosas en los países en desarrollo, las que son originadas principalmente por dos grupos de patógenos: parásitos y bacterias representadas por los coliformes fecales. Obsérvese en la Tabla 22 que el énfasis está dado hacia los parásitos. Hay dos buenas razones para ello: en primer lugar, los parásitos causan enfermedades con dosis infectivas mínimas, independientemente del estado de salud del poblador; basta que se ingiera con el agua o los alimentos un quiste viable para que se desarrolle la enfermedad, y en segundo lugar, los quistes de parásitos sólo se pueden remover del agua residual por medios mecánicos, como la sedimentación o filtración. 106 142
Tabla 22. Directrices de la OMS para el uso del agua residual tratada en agricultura 2 (1989) Categoría Condiciones de uso Grupos expuestos Nematodos intestinales 3 (número de huevos por litro) 4 Coliformes fecales (NMP/100 ml) c Tratamiento previsto para alcanzar los requerimientos de las directrices A Irrigación de cultivos de consumo crudo, campos deportivos y áreas públicas 5 Trabajadores, consumidores y público =1 =1.000 Lagunas de estabilización diseñadas para alcanzar la calidad microbiológica indicada, o un tratamiento equivalente B Irrigación de cereales, cultivos industriales, forrajes, pastos y árboles 6 Trabajadores =1 Ningún estándar recomendado Retención por 8 a 10 días en lagunas de estabilización, o su equivalente en remoción de helmintos C Riego localizado de cultivos de la categoría B, si no hay exposición de trabajadores o público Ninguno No se aplica No se aplica Pre-tratamiento según lo requiera la técnica de riego, no menos de sedimentación primaria Fuente: Directrices sanitarias para el uso de aguas residuales en agricultura y acuicultura. Reporte de un Grupo Científico de la OMS, 1989 (Series de Reportes Técnico OMS-Número 778). Contrario a lo que se propone, las legislaciones de algunos países han flexibilizado los límites permisibles de parásitos para el uso en las aguas residuales, como es el caso de México en donde se permite hasta 5 huevos de nemátodos por litro de agua residual. Estos valores son cinco veces más de el menos de uno recomendado por las Directrices OMS, valor que incluso se encuentra en revisión por la evidencia de que están produciendo alguna incidencia de parasitosis en la población expuesta (Blumenthal et.al, 2000). Énfasis en la protección de los grupos de riesgo. En estas directrices considera los grupos humanos que se exponen al contacto con agua residual o consumen alimentos regados con agua contaminada con patógenos. Sin embargo, debe entenderse que el principal aspecto a considerar para la protección de la salud es el riesgo de contraer enfermedades infecciosas, y que ello depende de la forma cómo se expone una población a los patógenos. Esta exposición no sólo se da cuando se usa directamente 2 En casos específicos, se deben considerar los factores epidemiológicos, socioculturales y ambientales locales para adecuar las directrices. 3 Ascaris, Trichuris y anquilostomas. 4 Durante el período de riego. 5 Un límite más estricto (=200 coliformes fecales/100 ml) es apropiado para áreas públicas, tales como campos de césped en hoteles, donde el público tiene contacto directo con el cultivo. 6 En el caso de árboles frutales, el riego debe cesar dos semanas antes de la cosecha de los frutos y ningún fruto debe ser recogido del suelo. No es conveniente regar por aspersión. 143 107
el agua residual en el riego agrícola. Más bien, la forma cómo se maneja actualmente el agua residual en la mayoría de países en desarrollo (disposición sin tratamiento en los cuerpos de agua), ha aumentado significativamente la exposición de la población a estos patógenos, incluso en las áreas mas alejadas de los puntos de descarga. Consecuentemente, el riesgo de diseminación de estas enfermedades es ahora mayor, y no se limita sólo a los casos de riego directo con agua residual. La prevención de riesgos es aplicable a casos donde se usa agua residual para riego y donde se dispone agua residual sin tratamiento en cuerpos de agua. Debe considerarse que no todas las poblaciones disponen de sistemas de tratamiento para agua potable, que constituyen la primera barrera de prevención de contagio; muchas poblaciones, en especial aquellas en pobreza urbana, se abastecen de agua transportada en condiciones poco higiénicas. El principio de protección de riesgos es más necesario aún en estas condiciones. Recomendación de sistemas de tratamiento enfocados en la remoción de patógenos. Las directrices recomiendan las lagunas de estabilización como el sistema más adecuado para lograr una remoción eficiente de los principales patógenos presentes en el agua residual doméstica. Aún cuando esta recomendación se basa en el punto de vista sanitario las lagunas son el sistema más eficiente para remover quistes de parásitos-, las numerosas experiencias evaluadas en la Región demuestran que también el sistema de tratamiento más eficiente desde el punto de vista técnico y económico. Muchas empresas de agua y saneamiento, e incluso investigadores de los procesos que se desarrollan en los sistemas de tratamiento de agua residual, parecieran darle mayor importancia al buen funcionamiento del sistema desde el punto de vista operativo y menos al sanitario. Esta apreciación se deriva de los numerosos casos de plantas en razonables condiciones de operación, aún cuando desconoce la calidad sanitaria del efluente, principalmente en términos de quistes de parásitos. En algunos sistemas de tratamiento, en donde el agua es constantemente agitada, es imposible lograr que los quistes de parásitos sedimenten, pues para ello se necesita que el agua tenga un periodo mínimo de reposo. Esta es la razón por la cual las directrices recomiendan un mínimo de ocho días de permanencia del agua residual en lagunas de estabilización. Y es también durante este periodo de reposo que se inician los procesos biológicos que abaten la población de bacterias patógenas. 108 144
Referencias Blumenthal, U.; Mara, D.; Peasey, A.; Ruiz-Palacios, G.; Stott, R., 2000, Recomendaciones para la revisión de las Directrices OMS de calidad microbiológica del agua residual tratada para uso en agricultura http://www.who.int/docstore/bulletin/pdf/2000/issue9/bu0741.pdf Moscoso, Julio, & Egocheaga, Luis, 2002, Proyecto Regional Sistemas integrados de Tratamiento y uso de las aguas residuales en América Latina: realidad y potencial, Resumen ejecutivo, Lima, Perú. http://www.cepis.ops-oms.org/bvsaar/e/proyecto/rejecutivo.pdf; 2002, Guía para la formulación de proyectos de sistemas integrados, Lima, Perú. http://www.cepis.ops-oms.org/bvsaar/e/proyecto/guiaproye.pdf OMS, 1989, Directrices sanitarias para el uso de agua residual en agricultura y acuicultura. Reporte del Grupo Científico de la OMS, 1989 (Series de Reportes Técnico OMS, Número 778). 145 109
Mayores referencias del Proyecto Regional USO pueden consultarse en la siguiente ruta: http://www.cepis.opsoms.org/bvsaar/e/proyecto/proyecto.html 110