La otorrinolaringología (ORL) y el deporte Dr. E. Cánovas Robles Director Servicio ORL. Hospital Universitari Sagrat Cor Los deportes se pueden realizar con objetivos distintos como la competición, la diversión, mantenerse en forma etc., y con diferentes intensidades. Pero la mayoría de las veces estaremos expuestos a poder tener un traumatismo o lesión derivado de su práctica. Desde el punto de vista otorrinolaringológico, los accidentes deportivos más frecuentes van a estar relacionados con aquellas zonas más expuestas o externas de la cabeza y el cuello como son la nariz y las orejas; otras zonas menos frecuentes serán el oído medio, la faringe y la laringe. La naturaleza de las lesiones depende en gran medida del tipo de traumatismo y del deporte que se realice. Por ejemplo, los traumatismos nasales son mucho más frecuentes en los deportes de contacto (futbol, baloncesto, boxeo, etc.). Dada la fácil exposición de la cabeza, nariz, boca y pabellones auriculares, es cada vez más frecuente que los que practican deporte usen dispositivos de protección: cascos en hockey, boxeo, etc.; máscaras faciales en esquí, esgrima, etc.; protectores dentales; bandas protectoras para las orejas... Desde su utilización se han reducido el número y la gravedad de las lesiones en el deporte. Las lesiones traumáticas más frecuentes que ocurren en esta especialidad, y que describiremos de forma muy sucinta, son las siguientes: 1. Traumatismos del oído 2. Traumatismos orofaríngeos 3. Traumatismos laringotraqueales 4. Traumatismos nasales 1/5
1. Traumatismos del oído El primer traumatismo es el del pabellón auricular, que puede dar lugar a erosiones o heridas, con pérdida de sustancia, arrancamiento, etc. Pero el más frecuente es el otohematoma, que es una colección de sangre entre la piel y el pericondrio del cartílago auricular. Ésta es una lesión típica de los deportes de contacto y su tratamiento es el drenaje y vendaje compresivo. Hematoma pabellón En los casos de heridas, se tratarán con limpieza y desinfección. Si hay pérdida de sustancia o amputación parcial del pabellón, se deberá coger el fragmento amputado y conservarlo con una bolsa de hielo, ya que la reconstrucción suele dar buenos resultados si se realiza en las primeras horas. Las perforaciones timpánicas traumáticas están producidas por golpes directos sobre el pabellón (con la mano, un balón, etc.), de tal forma que el aire del conducto al comprimirse bruscamente, con el golpe, origina la rotura del tímpano y, como consecuencia, se tendrá dolor de oído, pérdida de audición, hemorragia o ruido (acúfeno). En casos más intensos puede Perforación timpánica alterarse la cadena de huesecillos por desarticulación y dar lugar a una pérdida de audición severa, que precisará de una intervención quirúrgica. Las perforaciones aisladas se suelen cerrar espontáneamente, pero es fundamental evitar la entrada de agua. Suelen ser relativamente frecuentes en los practicantes de windsurf. Los barotraumatismos óticos son debidos a los cambios bruscos de presión atmosférica. Es una lesión típica de los buceadores con botella y puede darse hasta en un 30% de los buceadores noveles. Suele producir taponamiento ótico y dolor de oído, incluso vértigo en los casos graves. Para prevenir este traumatismo se aconseja la utilización de vasoconstrictores tópicos nasales antes de bucear. 2/5
Otra patología del oído es la otitis externa en todas sus manifestaciones, típica en los nadadores y en los deportes acuáticos, sobre todo en verano. La mejor forma de prevenirla es evitando la manipulación del conducto después del baño. Su tratamiento es tópico y antiinflamatorios orales; en casos muy severos indicaríamos antibióticos orales. Otitis externa 2. Traumatismos orofaríngeos Son lesiones frecuentes en la práctica deportiva y suelen ser muy importantes, pues las heridas mucosas sangran abundantemente y son muy dolorosas. Para su evaluación es imprescindible hacer una buena exploración y mantener la vía aérea libre de coágulos y cuerpos extraños (prótesis dentarias, chicles, etc.). La mayoría no precisa de puntos de sutura, excepto las lesiones de la lengua y el paladar blando. Debe hacerse una buena antisepsia local para evitar la infección. 3. Traumatismos laringotraqueales Son raros, pero por su gravedad deben evaluarse rápidamente, ya que pueden ocasionar una obstrucción respiratoria grave y la muerte. Éstos pueden ser cerrados o abiertos, aunque éstos últimos suelen ser muy raros en la práctica deportiva. Hematoma cervical Los cerrados se dan en aquellos casos en los que la actividad deportiva requiere de una gran intensidad que pueda dar lugar a golpes fuertes. Rara vez llegan a producir fractura de los cartílagos laringotraqueales. Las causas más frecuentes son los codazos, rodillazos, golpes con la cabeza, etc. a nivel de la nuez en la laringe, pudiendo provocar un hematoma o una hinchazón en el interior de laringe con inflamación de las cuerdas vocales o hematoma de las mismas. Esto daría lugar a cambios Hematoma cuerda 3/5
de la voz (disfonía) y a una posible dificultad respiratoria. El tratamiento puede ser conservador con antiinflamatorios o a veces quirúrgico. 4. Traumatismos nasales Son los más frecuentes en ORL, ya que la nariz, a causa de su protrusión, es una de las zonas más expuestas a traumatismos. Para tratar al principio el traumatismo, aplicaremos frío en la zona del impacto para disminuir el edema y después debemos comprimir la nariz con los dedos índice y pulgar durante diez minutos. Si presenta hemorragia Traumatismo nasal nasal (epistaxis), esta medida también sirve, independientemente de cuál sea su causa. Posteriormente, si existe deformidad nasal o continúa la hemorragia, deberá ser valorado por un especialista en un centro hospitalario. Una de las complicaciones de los traumas nasales es el hematoma del tabique, que se puede presentar en las primeras Traumatismo nasal horas después del golpe. Éste deberá ser drenado y, posteriormente, se deberá realizar un taponamiento nasal. Si no se trata, podría dar lugar a un absceso de tabique que ocasionaría una necrosis del cartílago septal que provocaría deformidad nasal, llamada nariz en silla de montar. En muchos traumatismos nasales, el edema que se produce dificulta mucho la valoración de si hay un desplazamiento de la pirámide nasal o un hundimiento de los huesos propios. En caso de duda, conviene realizar una revisión a la semana cuando el edema haya cedido. Si en el momento del accidente no hay edema, se puede realizar la reducción de la fractura de forma inmediata reponiendo los fragmentos desplazados a su sitio y colocando después una férula de contención. Se añadirá al tratamiento antiinflamatorios y antihistamínicos. En aquellos casos en los que, a pesar de la reducción de la fractura, persista obstrucción nasal y deformidad estética, entonces hay que realizar una cirugía 4/5
para tratar tanto la obstrucción (cirugía septal) como la deformidad (cirugía estética). Lo ideal en la práctica de cualquier actividad deportiva es seguir una serie de normas para evitar un accidente. Éstas deberían consistir en comprobar que el equipo funciona correctamente y en usar elementos de protección (cascos, rodilleras, gafas, etc.). En los deportes que se utilicen vehículos (motos, tablas de surf, snowboard, etc.), se debería comprobar el área donde lo vamos a utilizar para eliminar o prevenir los posibles obstáculos. En las actividades deportivas infantiles, estas normas deben ser supervisadas por personas adultas. 5/5