El árbol de Navidad
Dirección editorial: Raquel López Varela Coordinación editorial: Ana María García Alonso Maquetación: Concepción Moratiel Título original: Der Tannenbaum Traducción: María Victoria Martínez Vega No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Reservados todos los derechos, incluido el derecho de venta, alquiler, préstamo o cualquier otra forma de cesión del uso del ejemplar. 1999, Esslinger Verlag J. F. Schreiber GmbH, Esslingen - Wien P. O. Box 10 03 25-73703 Esslingen - GERMANY EDITORIAL EVEREST, S. A. Carretera León-La Coruña, km. 5 - LEÓN ISBN: 84-241-1628-3 Depósito Legal: LE. 516-2005 Printed in Spain - Impreso en España EDITORIAL EVERGRÁFICAS, S. L. Carretera León-La Coruña, km. 5 LEÓN (España) Atención al cliente: 902 400 123 www.everest.es
El árbol de Navidad Hans Christian Andersen Adaptado por Arnica Esterl Ilustrado por Anastassija Archipowa EVEREST
En medio del bosque se encontraba un bonito y pequeño abeto. Gozaba de un lugar privilegiado; tenía suficiente sol y aire puro, y a su alrededor crecían numerosos abetos y pinos. El pequeño abeto, sin embargo, ansiaba ser más grande, no prestaba atención ni al cálido sol ni al aire puro. Ay! Por qué no seré tan grande como el resto de los árboles?, suspiraba el arbolito. Entonces podría extender mis ramas y los pájaros construirían sus nidos en mis ramas. Y cuando soplara el viento, podría inclinarme con la misma elegancia con la que lo hacen los demás!. Llegó el invierno y el suelo del bosque estaba completamente cubierto de nieve reluciente. Solía pasar una liebre por allí y saltaba por encima del arbolito, eso sí que era un fastidio! Pero transcurrieron dos inviernos y llegado el tercero el arbolito ya era tan alto que la liebre tenía que rodear el tronco para poder pasar. Sí, quiero crecer y crecer, ser grande y llegar a viejo! Eso sí que es lo más bonito de este mundo!, pensó el árbol. Al comenzar el otoño llegaron los leñadores y comenzaron a talar unos cuantos árboles, los más grandes. El joven abeto, que había crecido considerablemente, se estremecía al ver cómo caían los imponentes y robustos árboles al suelo, produciendo un estruendo estrepitoso. Les cortaron todas las ramas y los árboles parecían estar completamente desnudos. Los apilaron sobre un carro y unos caballos tiraban de él alejándose del bosque. A dónde los llevarían? Llegó la primavera, volvieron las cigüeñas y el abeto preguntó: Acaso sabéis a dónde se han llevado a los árboles? No os habéis encontrado con ellos? Una de las cigüeñas asintió con la cabeza y contestó: Sí, he visto muchos barcos nuevos mientras venía volando desde Egipto. Todos esos barcos lucían mástiles muy altos y quiero suponer que se trataba de estos árboles, ya que desprendían olor a abeto. Tenían un aspecto magnífico! Ay! Quisiera ser tan grande como ellos para poder navegar por los mares! suspiraba el abeto. Cuando volvió a llegar la época de la Navidad, comenzaron a talar árboles muy jóvenes, que incluso eran mucho más pequeños que nuestro 5
abeto, quien seguía igual de inquieto y ansioso por recorrer mundo. Estos jóvenes arbolitos sí que conservaban sus ramas y también fueron cargados sobre un carro y unos caballos los transportaron fuera del bosque. A dónde los llevarán?, se preguntaba el abeto. No son tan grandes como yo y por qué conservan sus ramas?. Nosotros lo sabemos! Nosotros lo sabemos! trinaban los gorriones. Abajo, en la ciudad, los hemos visto a través de las ventanas de las casas. Se convierten en verdaderas maravillas! Han plantado uno en medio de cada salón y los han decorado con cosas preciosas: manzanas doradas, juguetes y cientos de luces. Y después? preguntó el abeto, temblando a través de sus ramas. Qué ocurre después? Eso ya no lo sabemos. Pero nunca hemos visto algo similar! Será ése mi destino? exclamó el abeto. Eso sí que es mejor aún que navegar por los mares! Cuándo volverá a ser Navidad? Ahora ya soy tan grande como los otros, los que se 6