DOSSIER: ESCUELA DE NEGOCIOS Los retos de Bolonia para las escuelas de negocios OLGA A. PELEGRÍN, Directora de Formación Corporativa & Masters Especializados ESCP-EAP, Madrid La situación a la que se enfrenta la educación de postgrado y por tanto la actividad de las Escuelas de Negocios, en los próximos años, con motivo de la entrada en vigor en el año 2010 de los Acuerdos de Bolonia, exige por parte del sector una profunda reflexión y puesta en práctica de nuevas estrategias y formas de competir en el mercado. La puesta en marcha del nuevo sistema simplificará y sincronizará la estructura y contenidos de los programas y generará sin duda una mayor movilidad de estudiantes entre distintos países, pero también provocará una mayor competitividad entre las escuelas de negocios que tendrán que adaptar su estrategia para buscar formas innovadoras de colaboración con las Universidades, dado el rol sin precedentes que adquieren estas instituciones. Las cifras que se barajan oscilan entre 1,5 y 2 millones de europeos, que finalizarán sus estudios universitarios en el año 2010, en el que entrará en vigor el nuevo sistema. Uno de los cambios mas significativos que se dará con la entrada en vigor de los acuerdos, será el giro que deberán realizar las universidades que previamente ofrecían títulos de cinco años para crear nuevos programas preexperiencia que les permitan, por un lado retener a sus estudiantes y, por otro, atraer a estudiantes de otros países. Los estudiantes de programas master, podrán elegir entre la posibilidad de continuar con su ciclo master en la misma universidad donde han realizado su primer ciclo, o bien buscar, especialmente en estudios de management otra universidad o escuela de negocios donde finalizar sus estudios. Sin duda, éste será el momento en el que la demanda se orientará hacia instituciones con un claro y fuerte posicionamiento en el mercado y cuya marca tenga un importante peso específico. En un mercado abierto a cientos de proveedores, donde existirá la posibilidad de elegir entre mas de 12.000 programas master, la definición por parte de las escuelas de negocios de sus nichos de mercado y su política de marketing y comunicación será un elemento clave. La competencia además, se incrementará con la posibilidad para los estudiantes de traspasar las fronteras europeas para estudiar en otros continentes, dado que el nuevo sistema acaba con las dificultades de homologación del sistema europeo. En el caso de las entidades públicas, dependientes del control estatal, la principal amenaza se centra en su capacidad para asegurar la calidad de los programas y garantizar su rentabilidad. Muchos países ya han creado sus propios organismos de regulación y control que tienen como principal misión establecer un sistema de acreditaciones que permitan garantizar el respeto a las normas de calidad establecidas para estos programas. El sistema de acreditaciones internacionales, tales como AMBA, EQUIS o AACSB jugarán también un papel indispensable para los estudiantes que quieran asegurar el acierto en la decisión de seleccionar una u otra institución para la realización de su segundo ciclo. Estos sistemas, que garantizan la calidad de programas, profesores, selección de alumnos, etc, serán también para los empleadores un Capital Humano 104
factor determinante a la hora de seleccionar curriculas en los procesos de selección. Es significativo, en este sentido, la incertidumbre existente en torno al futuro de marca MBA, que, históricamente ha dado soporte a la mayoría de escuelas de negocios. Tradicionalmente, la diferencia existente entre el Masters in Management y el MBA era el hecho de que el primero, era un programa de especialización en gestión destinado a estudiantes licenciados sin experiencia, mientras el distintivo del MBA generalmente era el de contar con participantes con varios años de experiencia profesional. Existen algunos expertos que abogan por la clara pervivencia de los MBA en el nuevo marco, siempre y cuando las escuelas de negocio trabajen en reforzar sus aspectos diferenciadores, en relación con los programas pre-experiencia. Incluso, hay voces que hablan de la gran oportunidad para el MBA de pasar a ser un título oficial reconocido en el marco de Bolonia. Es cierto que hasta ahora, la diferencia entre programas Master y MBA ha sido claramente identificada por el mercado, tanto por los candidatos como por las empresas contratantes. Las escuelas de negocio, han establecido una clara diferencia entre programas pre y post experiencia. Los masters pre-experiencia tienen como objetivo fundamental abordar la formación en management, desde un punto de vista conceptual y preparar a los participantes en los conceptos claves de la gestión empresarial, buscando una aplicación eminentemente práctica y próxima a situaciones empresariales concretas, entrenando además a los participantes sin experiencia en las habilidades necesarias para incorporarse a las actividad profesional. Si embargo, los MBA son programas cuyos participantes buscan una proyección empresarial que les catapulte hacia puestos de mayor responsabilidad y les haga mas competitivos en el mercado para acceder a puestos de alta dirección. Esto hace que los contenidos de management que se abordan en un MBA se estructuren desde una perspectiva fundamentalmente estratégica y menos operativa. Una de las características mas determinantes de estos programas se sustenta en que el aprendizaje de las claves de las distintas funciones de la empresa, no se hace de forma aislada sino integrada y relacionada, es decir, orientada a la toma decisiones y apoyada en 105 Capital Humano
FIGURA I > OPCIONES DE ELECCIÓN PARA LOS ESTUDIANTES EN EL MARCO DE BOLONIA de estos programas ante la gran competencia que se avecina, con la aparición de un gran número de nuevos masters que, en muchos casos, ampliarán indefectiblemente las opciones de elección de los futuros profesionales. OPCIONES PARA LOS ESTUDIANTES TRAS LA ENTRADA EN VIGOR DE LOS ACUERDOS DE BOLONIA FUENTE > Graduate Management Admisión Council, 2007. el desarrollo de las competencias directivas, especialmente de liderazgo. Es cierto que el nuevo panorama, requiere por parte de las escuelas de negocio una reflexión sobre el carácter diferencial de los MBA y un trabajo serio y riguroso sobre metodologías, contenidos, calidad del profesorado, criterios de selección de candidatos, etc. La realidad es que en los últimos tiempos, ha aumentado significativamente por parte de los profesionales con experiencia la demanda de programas globales de gestión, con una duración menor que el Executive MBA, que han sido denominados de diferente manera por parte de las Escuelas: (PDD del IESE; Advanced Management Programme, del Insead, MDP, Management Development Progamme de ESCP-EAP). Este tipo de programas, lanzados desde las unidades de Executive Education tienen como principal objetivo el desarrollo de las capacidades estratégicas de los directivos y sus competencias de liderazgo y están suponiendo ya, de hecho, una competencia seria para los Executive MBA. Esta competencia puede además incrementarse en los próximos años, si existe un gran porcentaje de jóvenes que se incorporen al mercado laboral con un ciclo master realizado ya durante sus estudios universitarios. Pero qué ocurrirá con los MBAs pre-experiencia, actualmente existentes en el mercado? Hay expertos en el sector que no auguran un buen futuro a estos programas y de hecho ya surgen algunas voces que no consideran una tarea fácil reforzar el carácter diferencial Los acuerdos de Bolonia abren un nuevo e inusitado panorama para los estudiantes que han realizado su primer ciclo ( bachelor ) en la universidad. Hasta ahora, la decisión para los estudiantes al abandonar la universidad era, bien integrarse directamente en el mercado laboral y, en su caso con el paso de los años, decidir realizar un MBA o Master post-experiencia con el objetivo de catapultar su carrera profesional y acceder a puestos de mayor responsabilidad, para los que el marchamo MBA o Executive Master resulta indispensable dentro de las compañías, o bien buscar una institución donde realizar un MBA pre-experiencia o Master Especializado con el objetivo de aumentar su empleabilidad y profundizar en una determinada área funcional de la empresa. Bolonia aumenta las posibilidades de elección para los alumnos pero también se hace mas compleja la decisión, puesto que se abre un abanico de posibilidades para los alumnos y, su decisión, afectará de forma definitiva a su futuro profesional. Entre las opciones que se les plantean, será necesario seleccionar entre: 1. Incorporarse al mercado laboral, tras finalizar su primer ciclo, o continuar sus estudios. 2. Realizar el ciclo master en su país o desplazarse a otro país, dentro de Europa o, incluso en otro continente, para lo que será fundamental el conocimiento de idiomas. 3. Especializarse en las materias de su primer ciclo o hacerlo en una disciplina diferente: hay gran número de expertos que auguran una elección masiva por parte de los estudiantes de las disciplinas de gestión para este segundo ciclo. A todas estas posibilidades, se suma la decisión de elección de la institución, dónde, en Capital Humano 106
el caso de optar por un segundo ciclo, realizar el ciclo master. Y es aquí de nuevo, donde se plantean los retos para el sector de las escuelas de negocios. Las escuelas de negocio líderes están bien posicionadas para beneficiarse de los cambios en el sistema educativo europeo. De hecho, su funcionamiento se ajusta ya a muchos de los requerimientos que plantea el nuevo sistema: comparabilidad y compatibilidad entre titulaciones, formación orientada a las necesidades del mercado laboral, internacionalización de profesores y alumnos, etc. Además, en los últimos años, han realizado ingentes esfuerzos e inversiones en marketing para posicionarse internacionalmente y ganarse prestigio ante las empresas. Los organismos internacionales de acreditación y los prestigiosos rankings confeccionados por medios de comunicación líderes (Financial Times, The Economist, etc.) han contribuído sin duda a clarificar un mercado que, especialmente en España, en ocasiones ha sido percibido con cierta confusión por parte del cliente directo (alumno) y el indirecto (los empleadores). Siguiendo los sistemas americano y británico de acreditación, la mayoría de escuelas se someten periódicamente a la evaluación por parte de estas agencias creadas al efecto. El objetivo es garantizar la máxima calidad de la formación y las titulaciones ofertadas, así como las competencias del profesorado, métodos de selección de los alumnos, etc. Entre los organismos de máxima exigencia académica en el ámbito de la acreditación cabe citar al norteamericano AACSB cuyo modelo han seguido después el británico AMBA, y el sistema europeo de certificación EQUIS al que se han adherido las principales instituciones europeas del sector y tras un proceso extremadamente exigente y objetivo forman parte de él revisándose periódicamente. Además de la fuerza y notoriedad de la marca y la búsqueda de la calidad, apoyándose en estos sistemas de acreditación, la internacionalización es el tercero de los atributos que
representa Bolonia y quizás el que mejor proyecta el espíritu del nuevo sistema. No existe entre el grupo de escuelas líderes en el mercado europeo ninguna que no haya comprendido la importancia de la internacionalización como factor clave de competitividad en el mercado. Las escuelas de negocios de primer nivel tienen elevados porcentajes de alumnos extranjeros, favorecen la movilidad de sus estudiantes y profesores, facilitan la diversidad cultural y tienden, cada vez más a ofrecer programas ejecutivos destinados a equipos directivos multinacionales. Pero el futuro requiere aún más. Si estamos de acuerdo en que el reto está en formar a profesionales con competencias y habilidades para desarrollar su labor en un mundo globalizado, debemos profundizar e identificar los atributos que las empresas demandan de sus profesionales top talent. Un estudio reciente dirigido por Laura Tyson, Decana de LBS (London Business School), en el que un equipo de expertos realizó entrevistas a más de 100 ejecutivos de primer nivel, identificaba las cuatro competencias clave que hoy día son consideradas como indispensables para acceder a puestos de primer nivel: flexibilidad, sensibilidad cultural e integridad. Desde una perspectiva estratégica, el reto para las escuelas de negocios es el de transformarse en centros de conocimiento donde visión, misión, procesos, recursos, etc., estén orientados a desarrollar en los alumnos estas competencias que el mercado demanda. Gabriel Hawawini, ex-decano y actual prestigioso profesor de la escuela de negocios suiza Insead, identifica diferentes modelos de internacionalización para las escuelas de negocios: Import Model of Internationalisation: consistente en Aproximar el mundo a la Escuela, atrayendo estudiantes y profesores del entorno global Export Model of Internationalisation: basado en el envío al extranjero de profesores, participando como ponentes en instituciones extranjeras y de alumnos, a través de programas de intercambio. Network model of Internationalisation: a través de la creación de una estructura multi-campus que permita a las escuelas estar presentes en el ámbito internacional. Hawawini destaca también que es éste último (Network model of Internationalisation) el que identifica con mas claridad a la verdadera escuela de negocios global. En suma, parece que existe un amplio consenso entre los expertos con respecto a la globalización como factor estratégico clave para el futuro de las escuelas de negocios. Howard Thomas, profesor de la británica Warwick Business School, sintetiza los factores que garantizan dicha globalización: La diversidad de nacionalidades entre estudiantes Contenidos interculturales en los programas El crecimiento de programas a medida destinados a compañías multinacionales La creación de equipos cros-funcionales que gestionen cuentas globales Aplicación del modelo think global act local Formación desde una perspectiva global El papel fundamental de los socios estratégicos A modo de conclusión de estas reflexiones, parece inequívoco que la internacionalización de las escuelas de negocio ha dejado de ser una mera estrategia de diferenciación y ya se ha convertido en una condición indispensable para competir en el mercado. Si los empleadores demandan hoy día líderes preparados para afrontar este nuevo entorno en el que competencias como: capacidad de adaptación, flexibilidad cultural, dominio de idiomas, habilidades relacionales, movilidad geográfica e intelectual, etc.; son claves para su supervivencia, la misión de las escuelas de negocio es concentrar todas sus energías en esa dirección. Aquellas instituciones que trabajan desde hace años con colectivos internacionales, que han desarrollado procesos para gestionar esa complejidad trans-nacional, que disponen de un claustro de profesores de nacionalidades diversas y que tienen presencia física en distintos países, están en una situación inmejorable de abordar con éxito los retos la formación empresarial en el futuro. Capital Humano 108