Historia del cine en México Los albores del cine mexicano La creación del proyector de imágenes en movimiento por los hermanos Luis y Augusto Lumière, a finales del S.XIX es el punto de entrada de lo que con el tiempo vino a ser una nueva forma de hacer arte, el de la cinematografía. Este nuevo arte rápidamente se posicionó como símbolo de la modernidad y del progreso, cosa que lo hizo bastante popular desde su nacimiento y que lo llevó a dar la vuelta al mundo de la mano de entusiastas que no tuvieron problemas en venderle el nuevo invento a los gobiernos latinoamericanos y a las personas que se les acercaban buscando aprovecharse de esta nueva oportunidad que se abría con el comienzo del S.XX. La primera filmación de la que se tiene registro en México es El presidente de la República paseando a caballo en el bosque de Chapultepec (1896). Es obra de los franceses Gabriel Veyre y Claude Ferdinand Bon Bernard, quienes también son autores de la primera grabación de ficción que se realizó en México: Un duelo a pistola en el Bosque de Chapultepec (1896) Que es recreación de un duelo entre diputados-. Ya desde aquí el cine empieza a ser motivo de controversia política, pues una sociedad con una incipiente y recatada burguesía nacional, y con un sistema de censura tan fuerte y escrupuloso como el del porfiriato, se convirtieron en el preámbulo de una especie de trinidad que pasará a ser esencial para explicarse y comprender el cine mexicano sobre todo en sus primeras etapas-; cinematografía, censura y gobierno.
En los últimos diez años del porfiriato, que se pueden considerar como su auge y decadencia con su estruendosa caída, el cine pasó por diversas etapas. Desde la que iba siendo el fresco y fascinante estreno que encandilaba a los primeros espectadores, hasta pasar por un ligero desuso durante los primeros años del S.XX, para luego irse convirtiendo en una herramienta de propaganda con una rentabilidad política y electoral cuyo valor para nada se debe desestimar como se puede observar en los filmes: Fiestas presidenciales en Mérida (1906) primer largometraje documental hecho en México o Porfirio Díaz llega a Tehuantepec (1907). Aquí se debe considerar que esta incipiente atracción que produjo en el público hizo que la demanda por ver nuevas producciones trajera consigo la fundación de los primeros estudios de cine en el país, que se aprovecharon de una estabilización del público que acudía a las salas, sobretodo en la capital de la República. En este momento de la Historia, el cine se iba a cruzar con la celebración del Centenario de la Independencia de México, y siendo la novedad y la moda, no se iba a quedar sin su invitación a la fiesta. Así es como salen a exhibición las películas El grito de Dolores o la Independencia de México (1907) y El suplicio de Cuauhtémoc (1910), filmes que encajan dentro de la política de exaltación nacionalista y la visión romántica de la raza de bronce, el glorioso indio muerto. También es necesario mencionar que en esta primera etapa, los noticieros filmados por Salvador Toscano, Enrique Rosas y los hermanos Alva son la principal fuente de donde se nutren las salas de exhibición en el país. Estos noticiarios/documentales son una especie de hijo natural de la cámara, pues la filmación de los entornos naturales, rurales y urbanos es la materia prima de filmación que ofrecía el México que entraba con aires encontrados entre modernidad, ruralidad, efervescencia social y dictadura al S. XX. En especial hay que recalcar el papel de Salvador Toscano como pionero de la industria fílmica mexicana, sus recorridos por gran parte del país y en los estados fronterizos de los Estados Unidos (donde llegó a ser de los primeros exhibidores del cine en
algunas ciudades del sur de aquel país) proveyeron de vasto material que ha quedado para la posteridad en la memoria fílmica de México. Fuentes: Los cines de América Latina y el Caribe 1890-1960. Coordinador: Édgar Soberón Torchia, varios autores. Escuela Internacional de Cine y Televisión. San Antonio de los Baños, Artemisa, Cuba. 2012. Época de oro del cine mexicano. Emilio García Riera. Secretaría de Educación Pública (SEP).México DF. 1986.