Protocolo de manejo inicial de los accidentes de buceo Dr. Alejandro Fernández Alonso Dr. Jorge J. Moya Riera Centro de Medicina Subacuática de Menorca
Introducción : Sería deseable tener un estandar del abordaje inicial de los accidentados de buceo, para poder así equiparar resultados. Incidentalmente, un buceador puede presentar una enfermedad concomitante, pero, en general, los signos y síntomas tras el buceo se deben a esa inmersión.
Índice : Rescate Reanimación cardio-pulmonar (RCP) Posición Oxigenoterapia Fluidoterapia Medicación Recompresión en agua Transporte
Rescate : Extraer al buceador del agua tan pronto como sea posible, con especial cuidado del raquis cervical Si usa regulador, sin soltarlo de la boca Si usa rebreather o máscara integrada, insuflar aire de forma continua a su través Mantener hinchado el jacket o traje seco No retirar las botellas (actúan como una camilla de transporte en el agua) En superficie, proteger la vía aérea
R C P : Si hay parada cardio-respiratoria (PCR), practicar la compresión torácica-ventilación forzada según pauta estandar, tras izar a la barca. Aplicar esta RCP no importa cuál sea la causa de la PCR : ahogamiento, embolismo pulmonar, intoxicación por gases, etc. Si existe hipotermia asociada, no abandonar hasta recalentamiento.
Posición : Si se sospecha enfermedad descompresiva (ED), mantener en posición horizontal. No elevar las piernas. A pesar de que era un antiguo estandar, hoy no se recomienda ya descender la cabeza, pues : aumenta el retorno venoso de burbujas, ingurgita las venas cefálicas (haciendo más difícil la compensación del oído medio) y limita el acceso durante la resucitación y el seguimiento. Mantener horizontal hasta la recompresión en cámara hiperbárica.
Oxigenoterapia : Administrar oxígeno al 100% es útil en todos los accidentes de buceo, excepto en los casos de convulsión por hiperoxia. Utilizar un regulador a demanda con O2 puro, o mascarilla de alto flujo (15 litros/minuto) con reservorio, minimizando los tiempos de respiración ambiente (por ejemplo, al beber). Mantener O2 al 100% si ha habido barotrauma pulmonar, broncoaspiración de agua o neumotórax
Fluidoterapia IV : Rehidratar al buceador administrando soluciones isotónicas o expansores (tipo Rheomacrodex); evitar las soluciones glucosadas en la ED tipo II (síntomas neurológicos). Si está consciente, deberá beber agua (no alcohol) 1 litro/hora. Mejor dos catéteres periféricos, con alto flujo de perfusión, aunque controlando el balance. Vigilar la diuresis. Contemplar la posibilidad de sondaje vesical, si existe lesión medular.
Medicación : No existen drogas de beneficio probado en el tratamiento de la ED. Administrar los analgésicos precisos Aunque discutido, en principio no administrar AAS ni derivados, por el riesgo de discrasia sanguínea asociada.
Recompresión en el agua : En principio, se desaconseja, pero, de no haber otra opción, se requiere : Máscara integral (gran facial o similar) y soporte adecuado y suficiente de O2 al 100%. Arnés o silla de seguridad, fijada a bordo y que puede ser posicionada a la profundidad deseada. Mar cálido y en calma, sin corrientes. No aplicar en buceadores agitados, confusos o nauseosos.
Transporte : Estabilizar siempre antes de trasladar Registrar el balance de O2 y líquidos administrados Si hay sospecha de ED, trasladar al hospital más cercano en helicóptero o avión presurizado a menos de 300 m. de altitud. El transporte en ambulancia tampoco debe superar puertos de montaña de más de 300 m. sobre el nivel del mar.
Control hospitalario : Mantener el aporte de O2 al 100% incluso en el paciente asintomático a su ingreso. Fluidos IV : 1-2 litros de salino + dextrano de bajo peso molecular en la primera hora, y después 100 c.c./hora. Vigilar balance y aparición de preeap. Si ED tipo II : glucocorticoides y hacer TAC/RMN Si convulsiones : diazepam 10-15 mg IV o rectal Si paraplejia : sonda vesical (balón relleno con agua) y proteger puntos de apoyo. Si neumotórax : toracentesis.
Traslado a cámara hiperbárica : Solo cuando el paciente esté perfectamente estabilizado y se haya estudiado el alcance de todas sus lesiones potenciales. En ambulancia medicalizada y sin suspender el aporte de oxígeno normobárico al 100% y la perfusión de fluido IV, aunque el paciente permanezca asintomático.