UNA MISIÓN PARA UN PRÍNCIPE Érame una vez, hace setecientos años, yo. Bueno, para ser exactos, yo no era todavía, pero estaba a punto de ser. El mundo que me iba a tocar en suerte era muy distinto al de hoy. Para empezar, era plano y se acababa muy cerca de mi casa. Había brujos, dragones, unicornios, algún espíritu por ahí suelto, delicadas doncellas y valerosos caballeros a patadas. También tenía sus guerras, bien sangrientas, y alguna que otra peste de vez en cuando. En cambio, faltaban otras muchas cosas, como el chocolate, las grapadoras, los cubitos de hielo y los viajes interplanetarios, por poner algunos ejemplos. En mis primeros meses de vida fui tratado como un principito. Cinco doncellas me daban de comer, me vestían, me lavaban y corrían a mi cuna alborotadas cuando me echaba a llorar. Pero un buen día me dije que ya era tiempo de echar dientes, gatear y hacer esas monerías que hacían los bebés de mi edad. Y me puse a crecer,
A veces salí al amanecer, cuando todo estaba aún cubierto de escarcha. Luego me demoraba un buen rato junto a una charca llena de ranas. Era mi obligación. Yo era descendiente del rey de Constantinopla. Probablemente yo era un príncipe. Todo el mundo sabe que en aquellos tiempos había muchos brujos que se dedicaban a convertir las princesas en ranas. Y que se necesita para desencantar a una princesa? Un príncipe Por eso, cada mañana perdía un buen rato corriendo tras las ranas de las charcas y besándolas una a una en su resbalosa cara de rana. Pero nunca pasó nada. O yo eran un príncipe de pacotilla o aquellas ranas eran ranas de verdad, o aquellas princesas estaban tontas. De todos modos, con el tiempo me fui haciendo amigo de las ranas. Al verme llegar, se acercaban a mí y se dejaban besar con resignación. Y así pasaba un día, y otro día, y otro día Una mañana al llegar al bosque, me di cuenta de que el invierno se había ido sin despedirse. Acababa de presentarse la primavera y las ranas la saludaban croando como locas.
Como siempre, me acerqué y las fui besando una a una. Ya me conocían y se dejaban hacer, casi mimosas. Cuando me fui a acercar a la última, una ranita verde chillón que no recordaba hacer visto antes, dio un salto tremendo huyendo de mí. Aquello hirió mi amor propio. - Con esas tenemos, señorita rana! grité-. Pues pienso atraparte aunque me cueste toda la mañana. Me lancé tras ella y la perseguí por la charca, mientras las demás ranas contemplaban el espectáculo muy divertido. Como saltaba! - Ya te tengo!- grité al cabo de un rato. Me zambullí en el agua agarrándola con las dos manos, y le planté un buen beso sonoro. SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSMUACH! Ya me iba a alejar con la satisfacción del deber cumplido cuando vi que la rana se hinchaba, se hinchaba, se hinchaba Y se transformaba en una niña muy guapa, morena de ojos negros, vestida con un traje de tul, que me miraba con el ceño fruncido y los brazos en jarras.
Yo me quedé boquiabierto. Hacía tanto tiempo que besaba ranas, que había olvidado para qué lo hacía. Y cuando por fin una de ellas salía una princesa encantada, resulta que la cosa no me hacía ninguna gracia. Y qué demonios hago yo ahora con un princesa?, me dije. La princesa seguía mirándome con cara de pocos amigos. - Qué haces ahí parado? dijo al fin-. Ya me has atrapado, cumple tu deber. En estos casos, como todo el mundo sabe, el caballero debe llevar a la princesa en brazos hasta su castillo, pero yo era un caballero demasiado enclenque, y en cambio ella era una moza. De modo que me limité a tomarla de la mano y, sin cruzar una palabra, nos alejamos del bosque. A mis espaldas oía a las ranas croar: - Habrase visto la señoritinga! -Con razón la encontraba yo tan rara. No sé qué se habrá creído, con esos humos. PALOMA BARDONS Érame una vez. Ediciones SM
PREGUNTAS 1. Quién es el protagonista de la historia? 8. A qué se dedicaban los brujos en aquella época? 15. En quién se transformó la rana? 2. Hace cuantos años ocurrió esta historia? 3. Cómo era el mundo donde vivía el protagonista? 9. A que se dedicaba el príncipe cada mañana en la charca? 10. Qué se necesitaba para desencantar a una princesa? 16. Cómo se quedó el principito cuando vio a la niña? 17. Cómo le seguía mirando la princesa al principito después del desencantamiento? 4. Qué faltaba en el mundo donde vivía el protagonista? 11. El protagonista de la historia al final se hizo amigo de las ranas. Cómo lo saludaban cuando se acercaba a la charca? 18. Qué se supone que tenía que hacer el principito después de desencantarla? 5. Cómo fue tratado el protagonista durante los primeros años de su vida? 12. En qué estación del año sucedió esto? 13. Qué pasó cuando fue a besar a una ranita verde chillón, que no recordaba haber visto antes? 19. Al final que hizo? 6. Qué funciones tenían las doncellas? 7. De qué rey era descendiente? 14. Qué hizo el príncipe cuando la agarró con las dos manos? 20. Qué hicieron el resto de las ranas cuando se alejaron los príncipes del bosque?