8 Ing. Agr. Pablo A. Cattani & Ing. P. A. Fernando A. Opacak Toma de muestras y envío a laboratorio Conocer que calidad de alimento tenemos en forma de forraje conservado, es el primer paso para realizar un correcto balance de la dieta de nuestro rodeo y planificar la oferta forrajera de todo el año. Antes de comenzar con la descripción técnica de las correctas prácticas de muestreo para cada tipo de alimento, es necesario hacer algunas salvedades. La primera de ellas, es que solo una correcta toma de muestras puede representar al máximo posible lo que tenemos guardado. El primer error que se comete al intentar obtener una muestra, es que ésta no es lo suficientemente homogénea. Otro error frecuente que se comete al muestrear, es que no se respetan los tiempos de fermentación y estabilización del forraje conservado, el cuál para materiales ensilados, debe ser de por lo menos 30 días y quizás un poco menos en el caso que el material haya sido inoculado. De todos modos ese lapso de 30 días es lo más conveniente para asegurar que la fermentación se haya completado y que la muestra es representativa del silo analizado. Luego de hacer éstas salvedades, podemos comenzar a describir los procesos de toma de muestras para cada tipo de forraje.
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10 Ensilajes Dependiendo del tipo de silo que hayamos confeccionado (aéreo o bolsa), las técnicas pueden diferir en mayor o menor grado, pero básicamente se utilizan las mismas herramientas. Lo recomendable sería tener un sacabocado, realizado de tubo de acero inoxidable, con la parte perforante afilada, tal como podemos encontrar en un barreno para muestras de suelo. Munidos de un taladro eléctrico o a explosión, es relativamente sencillo poder recolectar muestras de distintos sitios del silo y a diferentes profundidades. En caso de no contar con ésta herramienta de fácil fabricación, podemos optar en recolectar muestras directamente con las manos, removiendo la capa exterior del Silaje que ya ha tomado contacto con el aire. Si tomamos muestras de un silo bolsa, recordar cerrar correctamente cada abertura realizada, para evitar la entrada de oxígeno al silo. Una vez que tenemos varias muestras de distintos sitios del silo, procedemos a mezclarlas. Realizado ese paso, distribuimos toda la mezcla sobre un nylon o una mesada, le damos forma de pizza, (ver gráfico) dividimos o fraccionamos en 4 partes iguales, y tomamos 2 partes opuestas de esa división. Esa muestra compuesta es la que se remitirá al laboratorio. El peso de la muestra compuesta a remitir a laboratorio, debería rondar los 2,5kgs. En el caso que el envío demore mas de 24 hs, la misma debe ser remitida en una doble bolsa de plástico (para minimizar el riesgo de pinchaduras) sacando todo el aire de adentro antes de proceder al cerrado de la misma y puesta en una heladera con hielo para tratar de minimizar el proceso de oxidación. Un punto a tener en cuenta y poder cuantificar la cantidad de silo con la calidad analizada disponible, es poder cubicar el mismo y estimar la capa o zonas de pérdidas. De esta manera no se cae en el error de estimar un mayor volumen de forraje de calidad con el consiguiente desfasaje en la presupuestación forrajera que esto originaría. Más allá de la calidad arrojada por el análisis de laboratorio, también es importante poder hacer un análisis de la uniformidad de picado y el tamaño de picado, como así también el procesado de granos, lo
11 cuál tendrá impacto en mayor o menor medida en la respuesta animal. Una manera sencilla de separar lo granos, es arrojar una porción de muestra en un balde con agua, sabiendo que los granos se precipitarán al fondo. Luego extraerlos, cuantificar la cantidad de granos y el grado y cantidad de granos partidos que tiene la muestra. Esto es importante debido a que cuando se hacen los análisis de laboratorio, las muestras se muelen y arrojan niveles de energía disponible que algunas veces (cuando el grano esta bien maduro pero no partido) no se condicen con la respuesta animal, porque el almidón no se encuentra disponible para las bacterias aminolíticas a nivel ruminal. Heno Para las muestras de heno, lo primero que debe hacerse es poder cuantificar la capa de pérdida, quitarla y luego con un calador sacar una porción de heno bueno. Sabiendo que los caladores se desafilan con mucha facilidad o bien que no se cuenta algunas veces en el campo con ellos, se puede cortar una porción del rollo o fardo para luego ser remitido al laboratorio. Es importante tener en cuenta que el material que se remite a laboratorio, no debe ser arrancado del fardo o rollo sino cortado del mismo, conservando la proporción de tallos y hojas que tiene el heno original. Un error común es tomar una sección y tirar del heno arrancando una porción del mismo, arrojando generalmente henos con menor contenido de proteína y mas de fibra que lo que realmente contiene el forraje. Esto ocurre principalmente en leguminosas como alfalfa y es un error que se debe evitar para llegar a datos ciertos en los análisis realizados. Al igual que con el silo, estimando la superficie de pérdida se tendrá una idea ajustada de cuanto material de la calidad analizada se cuenta para la producción de los rodeos a los que se destinará el forraje. FRACCIONAMIENTO DE LA MUESTRA 2 1 3 1 3 4
12 Etiquetado Los datos mínimos que debiera tener una bolsa conteniendo una muestra son: Fecha de extracción Empresa Apellido y nombre Numeración de Muestra Establecimiento Lote Tipo de material: Silaje Heno Henolaje Cultivo: Maíz Sorgo Trigo Alfalfa Henolaje En este caso se debe proceder en la extracción de la muestra de igual manera que con el heno, salvo que para remitir la muestra al laboratorio, debe estar preparada y enviada de la misma manera que los silos, ya que este es un material fermentado y que sufre un proceso de oxidación en mayor o menor medida dependiendo del contacto con el oxígeno y la temperatura ambiente. No está demás aclarar que el material que se remite al laboratorio debería ser de un paquete recién abierto sabiendo que esa calidad obtenida será la mayor alcanzada y que en la medida que el forraje tome contacto con el aire esa calidad comenzará a deteriorarse dependiendo de las condiciones y tiempos de suministro Forma de envío de muestras al laboratorio Para definir el mejor criterio de envío de una muestra a laboratorio, lo que debe primar es el sentido común. Si sabemos que lo que estamos enviando es material que puede rápidamente fermentar dependiendo del oxígeno y la temperatura, ya eso nos da la pauta de como deben enviarse las muestras. En el caso de silajes (no así en henos), en lo posible las muestras deben ir congeladas. Esto no quiere decir que sea necesario hacerlo, puesto que una muestra refrigerada correctamente y enviada a laboratorio en un plazo no mayor a las 24hs de tomada, perfectamente puede ser analizada y sus datos correlacionarse con la realidad. Pero hay veces en que la fuerza mayor puede hacer que se pierda tiempo entre la toma y la entrega de esas muestras, y una muestra congelada soporta mucho mejor el traslado que una solamente refrigerada, aún dentro de heladeras portátiles. Colocar la muestra en una bolsa de nylon, cerrarla, y colocar esa bolsa dentro de otra. Antes de cerrar
13 la segunda bolsa, colocar una etiqueta. Luego de cerrar la segunda bolsa, colocar una segunda etiqueta o escribir sobre ésta con marcador indeleble, los datos de la muestra. Otro de los temas importantes a la hora del envío de muestras a laboratorio, es el etiquetado. En muchas ocasiones todos los pasos anteriores se realizaron de manera correcta, pero en éste paso, que al parecer es el más sencillo, se cometen los errores más infantiles. Un correcto etiquetado de nuestra muestra nos va a asegurar que el laboratorio va a poder diferenciar esa bolsa del resto de muestras que enviamos o hayan enviado terceros. Un incorrecto etiquetado puede llevarnos a que nos envíen datos erróneos o directamente se pierdan en el camino nuestras preciadas muestras. Contactar al laboratorio con antelación al envío de muestras, comentando que cantidad de muestras se van a remitir y que parámetros se buscan de cada una de ellas es una buena práctica para ahorrar tiempo. También es importante aclarar si se desea que el análisis se efectúe con una técnica especial, por ejemplo NIRS o la tradicional química húmeda. Los análisis de laboratorio, son una excelente herramienta para poder diagnosticar problemas de confección, almacenaje, suministro y hasta de materiales elegidos para la confección de forrajes conservados. La importancia de los mismos radica en la estimación de respuesta animal y por consiguiente productividad de los rodeos. Para que ésta herramienta (el análisis) no se constituya en un punto de conflicto, se debe tener cuidado de preparar y enviar las muestras siempre con la misma rutina y procedimiento, para minimizar la variabilidad de datos ocasionada por la diferencia en la toma de muestras o en el procedimiento de acondicionado de las mismas.