El fascismo, un verdadero peligro para la Humanidad La burguesía está tratando de cambiar las graves consecuencias de la profunda crisis económicofinanciera que el mundo capitalista tiene en sus manos, cada vez más a espaldas del proletariado y de los demás trabajadores de la ciudad y del campo. Ante esta situación, es natural que la revuelta de las masas trabajadoras se haga cada vez más poderosa, mientras que la burguesía capitalista y revisionista, viendo su poder en peligro, se está transformando, sin demora, en su última carta -la dictadura fascista. Al igual que en el período de los años 20 y 30, las mismas fuerzas político-sociales, los grandes monopolios armamentísticos, los círculos militares que buscan venganza, las fuerzas contra-revolucionarias y reaccionarias de la extrema derecha, y otros están apoyando a los movimientos fascistas y al fascismo. Igual que en
el pasado, existen lazos estrechos y colaboración entre ellos. Casi están utilizando los mismos métodos para llevar al poder y establecer, la dictadura fascista en este o aquel país. En Alemania, por ejemplo, los acontecimientos han demostrado que, para tomar el poder, los nazis hitleristas no sólo estaban preparados para golpes de estado de tipo fascista, sino que también utilizaban el camino parlamentario, el sistema "electoral" de esa epoca. Es un hecho conocido que en septiembre de 1930 el partido nacionalsocialista (partido de Hitler) <ganó> las elecciones parlamentarias gracias a la actividad traidora de los socialdemócratas y a la liquidación que causaron en las filas de las fuerzas de la izquierda y estas elecciones abrieron el camino al nacional-socialismo hitlerista. Al llegar al poder, el fascismo del tipo aleman, se convirtió en el más reaccionario de la época. Era el representante del chovinismo más salvaje. En el interior del país, realizó una política de
gangsterismo, provocaciones y torturas contra la clase obrera y los elementos progresistas revolucionarios, y asumió la tarea de destruir al Partido Comunista de Ernst Thaelmann y Rosa Luxemburg, a toda costa, de destruir por completo a los obreros e intimidar a la pequeña burguesía, debilitada por la crisis económica, con el espectro del "peligro comunista", etc. En la política exterior representaba la política de agresión desenfrenada contra otros países y pueblos, se convirtió en el principal incitador de la guerra imperialista. No están apareciendo hoy los mismos signos en la actividad agresiva hegemónica que practican no sólo las dos superpotencias, sino también algunos otros países imperialistas? El continuo crecimiento y la modernización de los aparatos represivos de la policía son claras expresiones de la tendencia al fascismo. En 1976, en varios países capitalistas se aumentó el gasto presupuestario para los salarios de la policía, mientras que durante los últimos 7 años
los gastos para el aparato policial en su conjunto se han triplicado. La tarea principal del colosal aparato represivo de la policía es, como antiguamente, la supresión de las manifestaciones y huelgas de los trabajadores, despojándolos de las plantas y fábricas que ocupan, del desalojo forzoso de los pobres sin hogar que entran y ocupan apartamentos vacíos que los dueños ponen solo en alquiler que los trabajadores jamas pueden permitirse pagarlos, el desalojo de los campesinos de la tierra que ocupan (en América Latina), etc. En varios países capitalistas, y especialmente en los principales, los órganos especiales de la policía han sido creados bajo el lema de la protección de los "objetos sensibles", de la vigilancia, la acción y la intervención en los casos de "calamidades naturales", etc. De hecho, estos órganos no hacen más que entrenar tropas especiales para luchar contra las huelgas y las manifestaciones de los trabajadores. Estas unidades están operando en Irán, Jordania, Arabia Saudita, Estados Unidos, etc.
En muchos países capitalistas, los fascistas tienen sus propios escaños en el parlamento, son miembros de los consejos municipales, prefecturas y otros órganos estatales, hasta las instancias más altas, tienen su propia gentuza en el ejército y, en particular, en la policía y los órganos de seguridad, tienen a su disposición estaciones de radio y televisión, salas de reuniones, plazas para manifestaciones, periódicos, etc. En otras palabras, están organizados, defendidos y apoyados a gran escala. En estas condiciones, los fascistas están proclamando abiertamente sus propios programas para llegar al poder. Precisamente en estos momentos de la reactivación a gran escala de las fuerzas fascistas, los partidos revisionistas, a través de su participación en los parlamentos burgueses y otros órganos estatales, se han convertido en parte de los sistemas sociales y estatales capitalistas predominantes y sirven a estos sistemas. Así como la traición de los líderes
reformistas de la socialdemocracia abrió en el pasado el camino para que el fascismo llegara al poder, también hoy, a través de la traición de los dirigentes revisionistas, que se esfuerzan por desviar a la clase obrera y a las masas trabajadoras de la Revolución, el camino se está abriendo de nuevo para la llegada del fascismo al poder. El proceso del resurgimiento del fascismo y su actividad se han facilitado y estimulado por la llegada al poder del revisionismo en la Unión Soviética y en una serie de otros países revisionistas, por la destrucción de la dictadura del proletariado y su sustitución por la dictadura de la nueva burguesía y del social-fascismo, por la transición a las posiciones del socialimperialismo, la aplicación de una política exterior agresiva, chovinista y hegemónica y por la colaboración tanto con el imperialismo norteamericano como con los diferentes regímenes dictatoriales y antipopulares. Una clara evidencia de ello es la brutal agresión
llevada a cabo contra Checoslovaquia en 1968, durante la cual todo disfraz fue despedazado y comenzó el uso de métodos abiertamente fascistas en las relaciones con los otros países. La historia y el desarrollo de los acontecimientos durante las últimas décadas del siglo XX muestran que el fascismo, ya sea el clásico italiano o el de la variedad alemana, o el fascismo "moderno" de nuestros días, es el enemigo jurado de la humanidad. Representa un gran daño directo y reiterado al proletariado. Pero no es inevitable. Su llegada al poder puede ser evitada, el establecimiento de la dictadura fascista puede ser enfrentado con éxito, y puede ser derrotado. Esto exige el fortalecimiento de la vigilancia revolucionaria de las masas trabajadoras, la unidad en la lucha antifascista y anticapitalista, de todas las fuerzas revolucionarias, de la clase trabajadora, del proletariado, de los campesinos, de los estudiantes y de otras fuerzas progresistas bajo
el liderazgo de verdaderos Partidos Marxistas- Leninistas. Existen muchos ejemplos de esto porque los pueblos odian al fascismo y se oponen a él activamente. Por lo tanto, la unidad de acción del proletariado internacional es el arma más poderosa contra el enemigo común, el fascismo. ZERI I POPULLIT- ALBANIA TODAY - Nº3-1977