Análisis del contenido de humedad del suelo previo a la siembra de cultivos de invierno en diferentes departamentos de la provincia de Entre Ríos Gvozdenovich Jorge 1, Paparotti Osvaldo 2 Paraná, lunes 27 de junio de 2011 Introducción Es clave en el cultivo de trigo disponer de información que oriente sobre la cantidad de agua total almacenada en el suelo necesaria para lograr un determinado nivel de rendimiento y que asegure un resultado económico positivo. En las campañas pasadas 2009/2010 y 2010/2011, se determinó que los lotes agrupados dentro del orden de suelos molisol no presentaban una relación clara entre la humedad inicial a la siembra y el rendimiento del cultivo de trigo. Sin embargo dentro este orden de suelos, en los subgrupos Argiudol ácuico y Argiudol típico se pudo establecer una relación significativa positiva entre el agua almacenada a la siembra y el rendimiento del cultivo de trigo, sin tener en cuenta las lluvias durante el ciclo del cultivo. En los lotes pertenecientes al orden vertisol y en los diferentes subgrupos identificados dentro de este orden, se estableció una relación significativa positiva entre ambas variables. Alrededor del 50 % de las variaciones en el rendimiento fueron explicadas por las variaciones en el agua del suelo almacenada al metro de profundidad a la siembra. El contenido de agua total a la siembra puede ser un estimador del rendimiento. (Gvozdenovich J. et al., 2010). Técnicos del INTA Rafaela, provincia de Santa Fe, encontraron una estrecha asociación (R²=0.88) entre los rendimientos de trigo y el agua edáfica almacenada a la siembra (Fontanetto et al., 2009). Villar (2001) en experimentos similares encontró que las lluvias en el período de encañazón o sumadas a las ocurridas previamente durante el macollaje no tuvieron ningún impacto sobre el consumo en la etapa crítica, pero el agua almacenada en el perfil fue fundamental, ya que explicó el 93% de las variaciones en los rendimientos. En ensayos realizados en el INTA Paraná, se encontró que el desecamiento en los perfiles hídricos desciende hasta 1.8 m de profundidad, por lo que se deduce que las raíces del trigo extraen el agua del suelo hasta esa profundidad. Se desconoce la densidad con que colonizan, pero se observó que eran suficientes para producir una variación significativa de humedad hasta la profundidad muestreada. (Barbagelata P. et al., 2000). Tratando de aportar información para la toma de decisiones y disminuir la incertidumbre al momento de realizar la siembra de trigo, se presenta información previa a la campaña 2011/2012, correspondiente a varios departamentos de la provincia de Entre Ríos, relevados por la Red de Información Agropecuaria Nacional (RIAN) 1 jgvozdenovich@parana.inta.gov.ar 2 opaparotti@parana.inta.gov.ar 1
Materiales y Métodos Los muestreos se realizaron en los departamentos más trigueros de la provincia de Entre Ríos (Paraná, Diamante, Victoria, Nogoyá, Gualeguay, Gualeguaychú, La Paz y Villaguay), que ocupan el 75.6 % de la superficie sembrada con trigo en la campaña 2010-2011 (Fuente RIAN Entre Ríos). A fines de mayo de 2011 se extrajeron muestras de suelo para determinar la humedad total acumulada hasta el metro de profundidad, cada 20 cm (con tres repeticiones), en 10 lotes por departamento, que van a ser destinados a trigo. El contenido de agua total no representa la cantidad de agua disponible para el cultivo. El presente trabajo se realizó en lotes de producción elegidos al azar, en las condiciones y con las dificultades propias que involucra las tareas de siembra del productor, diferentes manejos, tipos de suelos, rotaciones, variedades de trigo, ciclos, fertilización, fecha de siembra, etc. Resultados A continuación se presentan los resultados en dos grandes grupos. El primero es de los departamentos en los cuales las mediciones del nivel de agua almacenada en el perfil hasta el metro de profundidad, estuvieron siempre por encima del 2
Punto de Marchitez Permanente (PMP). Y un segundo grupo que presentaron en alguna de las profundidades medidas un balance negativo. En los departamentos Nogoyá, La Paz y Gualeguaychú, se observa que en los primeros centímetros de muestreo, (00 a 60) se encuentra la mayor acumulación de agua y la mayor diferencia porcentual, desde 34 a 52 % con respecto al PMP. Mientras que de los 60 a los 100 cm disminuye considerablemente, y esta diferencia con el PMP llega hasta un mínimo del 6 %. Esto nos indica que si bien el suelo presenta un balance positivo hasta el metro, a partir de los 60 cm empieza a hacerse menor esta diferencia (agua total acumulada y PMP) por lo que aún es necesaria la ocurrencia de precipitaciones que permitan la recarga en profundidad del perfil. El segundo grupo de departamentos (Paraná, Diamante, Victoria, Gualeguay y Villaguay) presenta similitud con el primero, donde la mayor acumulación se da en los primeros cm del suelo (00 a 60), aunque con menores diferencias entre el PMP y el agua total almacenada, con balance positivo mínimo del 8 % hasta un máximo del 43 % para dicha profundidad. Desde los 60 cm hasta el metro hay un déficit marcado, que va desde el 2 al 1 % en Paraná y del 31 al 27 % en Diamante. 3
Al analizar los datos de precipitaciones locales de la EEA Paraná, EEA C. del Uruguay y la EEA Concordia, observamos que en los meses de octubre 2010 a mayo 2011, hay un balance negativo de 126.6, 234.4 y 147.8 mm respectivamente. Estos déficit de precipitaciones serían los que no permitieron la recarga del perfil en profundidad. Las lluvias registradas fueron muy inferiores a las de la media histórica para los primeros meses, presentando una pequeña recarga en enero (Paraná), febrero (C. del Uruguay) y diciembre-febrero (Concordia). En marzo-abril las lluvias fueron menores que la media histórica, produciendo otra vez un balance negativo. Recién para mayo las tres estaciones marcan un balance positivo, que de seguir la ocurrencia de precipitaciones van a mejorar la humedad del perfil. 4
Consideraciones para esta campaña Del análisis de la información suministrada por este informe se deduce que el perfil del suelo hasta el metro, no esta cargado en su totalidad. Teniendo en cuenta que el trigo consume agua aún por debajo del metro de profundidad, se puede especular que el éxito del cultivo va a estar influenciado por las lluvias que ocurran durante el ciclo del mismo, sobre todo en el período crítico. Agradecimiento Se agradece la colaboración Pioto Claudio en la determinación de humedad del suelo. Referencia bibliográfica Fontanetto H., Keller O., Albrecht J. Rufino P., Barsarelli J., Sillón M., Belotti L., Negro C. y D Giailevra 2009. La importancia del agua edáfica a la siembra como estimador de los rendimientos del trigo en el área central de Santa Fe. IPNI Informes agronómicos del Cono Sur Nº 41:9-10. 5
Gvozdenovich J., Paparotti O. y Barbagelata P. 2010. Relación entre el agua almacenada a la siembra y el rendimiento del cultivo de trigo en diferentes suelos de la provincia de Entre Ríos. XXII Congreso Argentino de la Ciencia del suelo. Barbagelata P.; Caviglia O. y Paparotti O. 2000. Evaluación del crecimiento, rendimiento y consumo y eficiencia en el uso del agua de cultivares de trigo de diferentes ciclos de crecimiento. Actualización Técnica Trigo. Serie Extensión Nº 18. EEA INTA Paraná. Villar J. 2001. Economía del agua en el cultivo de trigo. Información técnica de Trigo. Campaña 2000. INTA EEA Rafaela. Publicación miscelánea Nº 92. 7 p. NOTA: La Red de Información Agropecuaria Nacional (RIAN) cuenta con una red termopluviométrica donde se registran datos de precipitaciones, temperaturas y heliofanía de diferentes puntos del país. Usted puede acceder a mapas climáticos ingresando a http://www.inta.gov.ar 6