BELMIRA Hace parte del libro MONOGRAFÍAS DE ANTIOQUIA Publicado por Cervecería Unión 1941
ESBOZO HISTÓRICO La explotación aurífera de Belmira se inició a mediados del siglo 18, y paralela con esta explotación se inició el cultivo de las tierras frías de la comarca; unas y otras, desde la cabecera del Ríochico, hasta la confluencia de éste en el Ríogrande. Los primitivos pobladores blancos de la región que es hoy Belmira, fueron terratenientes españoles que empleaban grandes cuadrillas de esclavos africanos para extraer el oro y para hacer rendir a la tierra los productos agrícolas de que después disfrutaban ampliamente. Fueron factores que atrajeron a esta región, en forma rápida, un apreciable número de colonos y buscadores de oro, lo rico del subsuelo y la benignidad del clima. Los colonos se fueron dividiendo bien pronto en dos grupos: los que se dedicaban al laboreo de las minas y los que optaron por el cultivo de la tierra. Tanto los unos como los otros fueron concentrándose a orillas del Ríochico, en la parte noroeste de la gran Meseta de los Osos. Estas fueron las bases para la fundación al cabo de algún tiempo de la población de Belmira. La fundación de la población tuvo lugar en el año de 1757, por varios propietarios blancos de las minas del Ríochico, entre los cuales sobresalían los apellidos de Gutiérrez, Posadas, Londoños y Villas. Estos últimos, especialmente don Francisco Villa, se consideran como los verdaderos fundadores de Belmira. Pero su reconocimiento como curato parroquial, sólo tuvo lugar en 1824. Al paso que se establecía la población para la residencia de los blancos, los esclavos negros que se destinaban a las más arduas faenas de la minería se concentraron especialmente en el paraje de San Jacinto. Con el transcurso del tiempo, la explotación de las minas decayó visiblemente a tiempo en que el país se inquietaba con las primeras tentativas de independencia. Pasada la guerra magna, transformadas las instituciones jurídicas y abolida la esclavitud, los negros libertos de Belmira, al llegar la hora de la libertad, resolvieron permanecer en esos mismos parajes, donde formaron una comunidad propia, más o menos homogénea, que ha mantenido por mucho tiempo hasta hoy las características combinadas del ancestro africano, el influjo español y las consiguientes variaciones que introdujo en el ambiente social de la colonia esa rara mezcla de misticismo y barbarie, determinado por la
fusión de civilizaciones distintas en grado y en orientación. De allí que Belmira sea uno de los pocos lugares de las tierras frías de Antioquia donde existan grupos de hombres de la raza negra, pues bien sabido es que los descendientes de los africanos que se importaron al nuevo mundo fueron establecidos en su totalidad en las hoyas de los grandes ríos y en las costas, donde constituían el elemento humano más apropiado por su resistencia natural a los rigores del trópico. Con la decadencia del antiguo esplendor de la minería en esta región, sus habitantes se dedicaron en buena parte a la ganadería y la agricultura. GENERALIDADES El municipio de Belmira tiene dos corregimientos: el de Labores y el de Quebraditas. Es municipio autónomo desde el año de 1814. Tiene una superficie de trescientos sesenta y cinco kilómetros cuadrados. Su temperatura media en el área de la cabecera, es de 16 grados centígrados. Está situada la cabecera a 2.400 metros de altura sobre el nivel del mar. Dista de la capital del Departamento cincuenta kilómetros. En lo judicial y de Registro, pertenece al Circuito de Sopetrán. En lo eclesiástico pertenece a la Diócesis de Santa Rosa de Osos y en lo electoral al Círculo de Sopetrán. Conforme al censo oficial de 1938, tiene un total de 4.963 habitantes, que se dividen en 2.361 y 2.602 mujeres. La población activa es de 2.217 habitantes. Entre las clases trabajadoras sobresale la de peones y obreros agrícolas, con un total de 935 habitantes. Limita Belmira por el norte, con el municipio de San Andrés; por el occidente, con los municipios de Liborina, Olaya y Sopetrán; por el sur con San Pedro, y por el oriente con Entrerríos y Santa Rosa. Las vías de comunicación de este municipio, son caminos de herradura en regular estado de conservación, que dan salida a los municipios circunvecinos. No tiene carreteras.
INDUSTRIAS Las principales industrias de este municipio, son: la Agricultura, la Ganadería y la Minería. Tiene grandes haciendas dedicadas a la producción de leche, con un total de 10.000 litros diarios. El hecho de que sólo tenga este municipio en toda su extensión poco más de 60 propietarios rurales, establece claramente que su territorio aprovechado está formado por grandes haciendas y de allí, por falta de una mejor distribución de la tierra, la pobreza de sus habitantes. En cuanto a la minería, conviene observar que actualmente se explotan con algún éxito, aunque en forma rudimentaria, las minas de Finlandia, La Linda, La Fragua, La Cascada, Lusitania, San Joaquín, Costarrica, La Ilusión, La Guillermina, Barronegro, La Salazar, Montañita, La Humanidad, San Francisco, El Morro, La Soledad y La Unión. Son los principales agrícolas, la papa, maíz, habas y fríjoles. La industria de curtimbres de pieles ha tomado algún incremento y en la actualidad hay varias empresas dedicadas a este objeto. SITUACIÓN FISCAL La situación fiscal del municipio es precaria, porque sus recursos son exiguos; las principales rentas proceden de las participaciones en las rentas departamentales. municipio. El presupuesto para el año de 1940 ha sido calculado en la suma de $ 7.277.52. No tiene deuda el
SERVICIOS PÚBLICOS particular. El alumbrado público de la cabecera se presta en forma rudimentaria, por contrato con una empresa No tiene acueducto ni alcantarillado. El servicio de matadero público se presta en un local inadecuado pues carece de agua corriente. ASISTENCIA SOCIAL Gracias a la bondad del clima de Belmira, uno de los mejores del Departamento, no se presentan en él grandes epidemias. Se carece en absoluto de todo lo que pueda llamarse asistencia social e higiene. No tiene hospital, ni en la población hay servicios médicos ni oficiales ni particulares. La circunstancia de carecer de agua en las habitaciones, y de alcantarillado, es una amenaza para la salubridad pública. No tiene el municipio ninguna institución de Beneficencia. EDUCACIÓN PÚBLICA Funcionan en el municipio de Belmira dos escuelas urbanas, una para varones y otra para niñas, en la cabecera. En las veredas funcionan las escuelas alternadas de Labores, Quebraditas, Santodomingo y Playas. Todos los locales escolares son incómodos e inadecuados y carecen de muebles apropiados, lo mismo que de servicios sanitarios. No existen establecimientos de segunda enseñanza.
Por falta de locales urbanos y rurales, más de un 50% de la población de edad escolar se queda sin recibir instrucción. NECESIDADES Las necesidades más importantes y que para su provisión se requiere mayor premura en este municipio, son: Campaña sanitaria eficiente, dotando al municipio de hospital con servicios completos. Creación de nuevas escuelas rurales. Construcción y mejora de los actuales locales destinados a la educación, dotándolos de servicios sanitarios. Construcción de acueducto y alcantarillado para la cabecera, y de ser posible establecer servicios públicos en las cabeceras de los corregimientos. Agua potable para el matadero público. Construcción de una planta hidroeléctrica para la cabecera. Reparación de las calles públicas y de los caminos que sirven de comunicación con otros municipios y especialmente del puente colgante sobre el Ríochico, en el camino a Santa Rosa, que constituye una amenaza en su actual estado.